Una de las juezas más prestigiosas de Guatemala decidió exiliarse porque temía por su vida. No es la única. Más de veinte exfuncionarios judiciales han tomado el mismo camino luego de recibir amenazas por llevar casos contra los personajes más poderosos del país, y estos días el Ministerio Público ordenó la detención del reconocido periodista José Rubén Zamora y de una fiscal auxiliar que durante años han investigado la corrupción. En este episodio hablamos con aquella exjueza exiliada, Erika Aifán, quien nos cuenta cómo el sistema judicial se ha convertido en una herramienta para perseguir a quienes luchan contra la impunidad, y la profunda crisis que atraviesa la democracia guatemalteca.
Créditos:
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Producción
Daniela Cruzat -
Edición
Silvia Viñas, Daniel Alarcón, Eliezer Budasoff -
Verificación de dato
Bruno Scelza, Desirée Yépez -
Diseño de sonido y mezcla
Elías González -
Música
Elías González, Rémy Lozano -
Tema musical
Pauchi Sasaki -
Fotografía
EFE/ Edwin Bercián
Etiquetas:
Transcripciones:
Transcripción:
Silvia Viñas: Erika, ¿qué te motivó a hacer una carrera de jueza?
Erika Aifán: Bueno, yo sí digo que el ser jueza fue accidental en mi vida. Fue en el año 2001. Tenía 25 o 26 años.
Silvia: Wow. Súper jovencita.
Erika: Sí, yo me gradué muy joven y eso era una limitación porque la gente por la juventud, la apariencia, no creía que yo tenía las capacidades para poder llevar los asuntos legales. Entonces, en prensa salió la convocatoria y decidí ingresar porque era una beca.
Eliezer Budasoff: La beca era para tomar un curso donde enseñaban todo lo necesario para convertirse en juez. Los mejores alumnos del curso luego podían ser nombrados a la posición. Pero Erika no buscaba eso.
Erika: Esperaba poder adquirir un poco más de conocimientos y tiempo, pero no iba a tomar la judicatura.
Silvia: O sea, si le ofrecían el cargo de jueza al terminar el curso, no planeaba aceptarlo. Pero las cosas fueron cambiando cuando empezaron los estudios. Dice que una vez adentro, se dio cuenta de que era algo que le gustaba. Y además tenía talento.
Erika: Obtuve el primer lugar de la promoción y no me nombraron.
Eliezer: A pesar de que por ley, deberían haberla tomado en cuenta. Esto le pasó a Erika y a otras dos compañeras. Aunque estaban entre las calificaciones más altas, la Corte Suprema no las nombró juezas. Al principio, Erika no le dio mucha importancia porque – como nos comentaba hace un momento – ese no era su objetivo inicial.
Erika: Sin embargo, uno de mis clientes me preguntó qué iba a hacer yo ante esa exclusión de la de la corte de los nombramientos. Y le dije que nada. Entonces él me preguntó que si yo no defendía mis derechos, cómo podía tener él la seguridad que iba a defender los de él. Y, a raíz de eso, pues decidí iniciar acciones legales en contra de la Corte Suprema de Justicia por haberme negado el nombramiento y gané, y le dieron cinco días a la Corte para que me nombrara.
Silvia: Así fue como Erika Aifán se convirtió en jueza. Sin haberlo planificado mucho, la carrera que comenzó a principios de los 2000 la llevó a ser una de las juezas más respetadas de Guatemala en las dos décadas siguientes.
Eliezer: Aún así, en marzo de este año publicó este video en Twitter.
Erika: Hoy, he decidido presentar mi renuncia al cargo porque no cuento con garantías suficientes de protección a mi vida, ni a mi integridad. Ni a la posibilidad de defenderme con el debido proceso.
Silvia: Lo grabó desde Washington, donde la –ahora ex jueza– ha decidido exiliarse.
Eliezer: Bienvenidos a El hilo, un podcast de Radio Ambulante Estudios y VICE News. Soy Eliezer Budasoff.
Silvia: Y yo soy Silvia Viñas.
Erika Aifán llevó varios de los casos de corrupción más grandes de Guatemala en los últimos años. Y los costos para ella han sido enormes.
Eliezer: La historia que van a escuchar hoy no es un caso aislado…. Actualmente existen 24 ex fiscales y jueces de Guatemala exiliados por la persecución del gobierno, y cinco procesados en el país. Hace una semana, el reconocido periodista José Luis Zamora, director de El Periódico, fue detenido por acusaciones de lavado de dinero, un caso que él y distintas organizaciones han denunciado como un “montaje” judicial del Gobierno por sus investigaciones sobre corrupción. El mismo día, y por el mismo caso, ordenaron la captura de una fiscal auxiliar que durante años investigó también casos de corrupción.
El caso de Erika es un reflejo de la profunda crisis que vive la democracia guatemalteca, y cómo el sistema judicial del país se ha convertido en una herramienta para perseguir a quienes luchan contra la impunidad.
Es 5 de agosto de 2021.
Eliezer: La carrera de jueza de Erika Aifán fue desafiante desde el comienzo. Como ya saben, empezó con su demanda a la Corte Suprema por no haberla apuntado como jueza.
Erika: La Corte Suprema de Justicia en represalia, me envía a un lugar muy lejano de Ciudad Capital, en un municipio que es la mayoría de población indígena. Su idioma es el mam, unas condiciones de pobreza extrema y un lugar que había sido golpeado por el conflicto armado interno. Entonces era un lugar muy inhóspito para iniciar mi carrera judicial. Teníamos frecuentemente, yo diría cada semana, poblaciones manifestándose frente al juzgado y con algunas veces con actitudes agresivas de indicar que nos querían linchar. Entonces, eso hizo que yo me acercara mucho a ellos y que hubiera que dialogar con ellos para explicarles cómo funcionaba el sistema de justicia y tratar de ser muy transparente. Siempre traté, en los procesos que me permitían que hubiera público, que la comunidad pudiera asistir y pudiera entender por qué yo resolvía de una manera o de otra. Y creo que se logró mucho la confianza en la justicia en ese momento. Yo estuve más de tres años a cargo de ese juzgado y nunca tuve una agresión directa en contra de mi persona o alguien del juzgado.
Silvia: Y después de ahí ¿a dónde te mandaron? ¿O tú decidiste ir o cómo fue la transición?
Erika: Bueno, hubo un cambio de Corte Suprema de Justicia y yo estaba en San Marcos, que es fronterizo a México, pero resulta que Jutiapa tenía muchos comentarios de gente, de sociedad civil, de corrupción. Señalamientos de corrupción. Entonces, la Corte Suprema de Justicia decide cambiar al juez de Jutiapa y me piden si me hago cargo, que Jutiapa es totalmente al otro extremo del país fronterizo con El Salvador. Y decido aceptar y efectivamente habían redes muy fuertes de corrupción.
Eliezer: Erika dice que la corrupción estaba normalizada en el juzgado y que tuvo que renovar casi por completo al personal.
Erika: Ahí tuve que enfrentar algunos procesos de personas que tenían vinculaciones fuertes con funcionarios políticos, funcionarios públicos. Entonces eso también fue un reto.
Eliezer: Además, Erika dice que empezaron a hacer denuncias falsas en su contra. Por ejemplo, la acusaron de usar documentos falsificados, de incumplir sus deberes y hasta de trata de personas. Todas esas acusaciones fueron desestimadas.
Erika: Denuncias espurias y peticiones de altos funcionarios de que yo fuera retirada del cargo o trasladada a otro juzgado.
Silvia: Wow. ¿Pero por qué?
Erika: Porque no hubo un un sesgo hacia la permisibilidad en la corrupción.
Silvia: Lo que dice Erika es que a muchas personas no les gustó que ella estuviera tratando de erradicar la corrupción en el juzgado. Y asegura que las estructuras criminales que operaban en el lugar estaban molestas porque les hacía perder dinero.
Erika: Incluso alguien que pertenecía a estas estructuras criminales en algún momento dijo que mi estancia en Jutiapa había hecho perder cerca de 100 millones de quetzales a las estructuras criminales.
Eliezer: Hoy, eso es unos 13 millones de dólares.
Erika: Entonces que eso era lo que no me perdonaban y de ahí surgen amenazas de muerte. En Jutiapa recibí amenazas directas de muerte mediante mensajes de texto y llamadas telefónicas. Hubo vigilancias, hubo seguimientos de vehículos sin placas. Todo, todo nosotros lo denunciamos y tratamos de documentar lo que era posible. Nunca revelaron las investigaciones quién o quiénes pudieron haber sido. Se archivaron sin mayor investigación.
Eliezer: Todo eso se sumó a un ambiente que Erika describe como muy machista. Ha sido la única mujer que ha llegado a estar al mando de ese juzgado y cuenta que, en ese momento, eso incomodó a algunas personas e incluso hubo quienes pidieron su destitución. Aún así estuvo en el cargo casi diez años y dice que desde los primeros meses ahí, la Corte Suprema le tuvo que asignar seguridad personal.
Silvia: Y con los años, le han tenido que reforzar la seguridad más y más. Eso tiene que ver con el último cargo que tuvo como jueza en Guatemala: estuvo al mando de un tipo de juzgado que ahí llaman juzgados de Mayor Riesgo. Estos juzgados se crearon con el fin de darle más protección a los jueces y personas que tratan casos considerados de alto impacto para el país.
Erika: Relacionados con delitos de crimen organizado, lavado de dinero u otros activos, narcotráfico, graves violaciones a derechos humanos, graves casos de corrupción. Muchos de estos delitos, incluso, con carácter transnacional.
Silvia: Erika estuvo a la cabeza de uno de estos juzgados de Mayor Riesgo por seis años.
Erika: Fue un honor, porque integrar uno de estos juzgados era un proceso de selección fuerte.
Eliezer: Solo hay seis juzgados de Mayor Riesgo en toda Guatemala.
Silvia: ¿Qué implica estar a la cabeza de un juzgado como ese?
Erika: Bueno, es bastante complicado. También enfrenté al inicio un poquito de problemas machistas. A eso se sumaba, pues, la necesidad de tener una preparación muy sólida en los temas de leyes nacionales e internacionales, de doctrinas y el conocimiento en sí de estos casos que son inmensos, ¿verdad? Podemos hablar que para una etapa inicial tenía que leer 50 mil hojas, para una etapa intermedia más de 300 mil hojas y esto no te incluye lo que es pruebas que puedan estar contenidas en videos, en grabaciones… Se utilizaron métodos especiales, escuchas telefónicas. Entonces también fue como muy interesante.
Silvia: ¿Qué te revelaron los casos que viste sobre el crimen en Guatemala, qué te ayudaron a entender?
Erika: Bueno, me reveló que el crimen organizado ha cooptado los tres poderes del Estado. Está inmerso en ellos como un cáncer. Este tipo de procesos tocó a muchas personas, funcionarios públicos en ejercicio de cargo de los tres poderes del Estado, personas con influencias políticas. Hablamos de estructuras criminales que tienen ingresos multimillonarios, cifras que, pues, yo nunca creo que vería reunidas en mi vida de dinero. Con una capacidad bélica, tecnológica, operativa tiene apoyos a nivel transnacional. Esto también me demostró que nuestros sistemas de administración de justicia no estaban preparados para el juzgamiento de este tipo de casos. Empezando por el tema de los procesos de selección de personal auxiliar, porque lamentablemente no se me dotó de personas éticas o íntegras. Ni siquiera en los más de cinco años que estuve a cargo de ese juzgado pude tener el personal completo.
Eliezer: Erika dice que personas de su mismo equipo filtraron información e incluso la espiaron. También denuncia que no tenía las instalaciones adecuadas para trabajar. Al principio ni siquiera tenía una sala de audiencias para llevar sus casos.
Erika: Tenía que estar coordinando con otros compañeros y compañeras juezas los días que ellos no utilizaban sus salas para poder hacer mis audiencias en esas salas. Entonces, mostró toda la debilidad del sistema de administración de justicia.
Eliezer: Después de la pausa, un trabajo difícil se vuelve insostenible. Ya volvemos.
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Elías González: Si se aprueba la nueva Constitución en Chile, una de las cosas que cambiará será la propiedad del agua: pasaría de ser un bien privado a un recurso público. ¿Cómo influye este factor en la grave escasez hídrica que el país vive desde hace más de 14 años?. Escucha nuestro episodio 105 “Chile se está quedando sin agua” en donde junto a expertos ahondamos en el tema. Y cuéntanos en nuestras redes sociales qué otros temas de Chile quieres conocer a profundidad. ¡Gracias por escuchar!
Silvia: Estamos de vuelta en El hilo. En los años que Erika estuvo a cargo de un juzgado de mayor riesgo, procesó a decenas de políticos, empresarios y mafiosos con un enorme poder en el país. Dice que todo eso fue posible gracias al acompañamiento de un organismo que creó la ONU para apoyar de forma independiente a las instituciones que investigaban este tipo de casos. Se llamaba Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala. Y digo “llamaba” porque fue disuelta hace casi tres años, en 2019.
Eliezer: Esto pasó después de que el gobierno guatemalteco acusara a la comisión de ser un riesgo para la seguridad nacional, aunque, gracias a su ayuda, fueron condenados decenas de personajes corruptos. Cuando se supo que sería disuelta, la Comisión denunció que existía una fuerte campaña en su contra, financiada por grupos de poder que no estaban contentos con las investigaciones y los juicios.
Erika: Después de la salida de esta institución, pues hemos podido ver cómo estas mismas estructuras han ido desmantelando la Fiscalía Especial que fue creada y ahora enfoca sus ataques en contra de los jueces de mayor riesgo.
Eliezer: O sea jueces en el cargo que tenía Erika hasta hace muy poco.
Silvia: Nos contabas que recibías amenazas antes. Me imagino que también recibiste quizás más amenazas en este juzgado mayor, ¿no?
Erika: Sí, solo que eran diferentes. Las amenazas fueron a través de redes sociales. Ya no las hacían por teléfonos y por mensajes, porque yo presentaba las denuncias y entonces eran rastreables, ¿verdad? Nunca lo hizo el Ministerio Público realmente, pero eran rastreables. En mayor riesgo se mantuvo el seguimiento, las vigilancias. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos otorgó medidas cautelares a mi favor y la Policía me otorgó un número de emergencia. Entonces la policía logró identificar a dos sujetos. Sin embargo, pues, estas denuncias El Ministerio Público las archivó. Nunca, nunca ha tenido seriedad el Ministerio Público para investigar mis denuncias.
Silvia: En el último par de años, aunque la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala ya no estaba en el país, Erika siguió procesando casos de muy alto perfil. Uno fue la corrupción detrás de la elección de varios magistrados para altas cortes del país.
Eliezer: El otro involucra al presidente Alejandro Giammattei. Se le acusa de recibir sobornos para financiar su campaña electoral. El mismo presidente le habría pedido a Erika acceso a la declaración del testigo que lo acusaba, pero ella se negó. Dijo que no correspondía por ley.
Silvia: Casos como estos no solo le significaron amenazas, sino también procesos penales en su contra.
Erika: Tuve un incremento de peticiones de procesos penales en el mes de febrero, pero yo vengo de una historia de más de 100 denuncias penales en mi contra, más las administrativas, más las que están en el Tribunal de Honor, del Colegio de Abogados y Notarios, etcétera. Y todas hemos ido demostrando que no tienen fundamento.
Eliezer: A Erika la han denunciado por una serie de motivos, como por ejemplo, falta de objetividad y abuso de autoridad. Eso le ha pasado a otros jueces de mayor riesgo que, al igual que Erika, han dicho que están siendo hostigados. Dicen que generalmente estas denuncias vienen de personas relacionadas con casos que están tramitando o que han tramitado. O sea, que las hacen condenados, acusados, sospechosos o familiares de ellos.
Erika: En junio del 2021, cuatro jueces de mayor riesgo acudimos por escrito ante la Fiscal General para pedirle que cerraran los casos que en ese momento seguían abiertos, sin fundamento en nuestra contra, que en mi caso eran aproximadamente diez, en ese momento ya, de los más de 100 que tengo. A un año, la fiscal general nunca respondió.
Silvia: ¿Qué crees que podría haber pasado si te quedabas en Guatemala? ¿Crees que hubiesen llegado a encarcelarte o algo incluso peor?
Erika: Sí, la información fue muy precisa. El objetivo era retirarme la inmunidad. ¿Qué implica en términos prácticos, el que me retiraran la inmunidad? La separación del cargo y con ello el retirarme el esquema de seguridad elemental que yo tenía en Guatemala. Entonces, tú te imaginas si yo he tenido que juzgar estructuras criminales vinculadas al sicariato o al narcotráfico, y yo iba a estar sin carro blindado, sin agentes de seguridad. ¿Cuánto tiempo yo hubiese podido vivir en esas condiciones en Guatemala?. ¿Qué cárcel de Guatemala sería segura para mí? Ninguna. Yo envié personas a todas las cárceles del país. Aunado a esto, pues, recientemente han publicado una entrevista que di a un medio de acá de Estados Unidos y la fiscal general sacó un comunicado, incluyendo los nombres de los que figuramos en esa entrevista y haciendo advertencias en cuanto a que va a proceder en contra nuestra.
Silvia: El comunicado, que está a nombre del Ministerio Público, habla de las denuncias que tienen las personas que entrevistaron para ese reportaje –o sea, Erika, otros ex jueces y fiscales. Dice que se les acusa de delitos graves, como abuso de autoridad y tráfico de influencias, y que estos delitos podrían estar conectados. En el comunicado anuncian que revisarán los movimientos de distintas cuentas bancarias que podrían haberse usado para cometer los supuestos crímenes.
Eliezer: Es importante entender quién está detrás de estas acusaciones contra Erika y los demás: la fiscal general, Consuelo Porras.
Erika: Pues esta persona ha sido considerada internacionalmente como un actor corrupto.
Eliezer: El año pasado el Departamento de Estado de Estados Unidos incluyó a Porras en la lista Engels que es la lista de figuras corruptas y antidemocráticas. En esa lista ya hay varios funcionarios guatemaltecos. A Porras la acusan de dificultar investigaciones de corrupción.
Erika: Puede estar respondiendo a cualquiera de esas estructuras de crimen organizado que juzgué y que hay conflictos de intereses. Entonces, la lógica a mí me lleva a concluir que sí, que habían acciones muy concretas de venganza.
Eliezer: Consuelo Porras es un personaje controvertido. Desde que asumió como Fiscal General en 2018, no solo ha sido criticada por la comunidad internacional.
Eliezer: Los guatemaltecos han protestado varias veces en contra de ella y el presidente Alejandro Giammattei. Los acusan de estar coludidos. Aún así, el presidente decidió reelegir a Porras como Fiscal General y jefa del Ministerio Público este año.
Silvia: ¿De qué manera crees que lo que has vivido tú refleja la situación de otros funcionarios y funcionarias de la justicia guatemalteca?
Erika: Bueno, quiero comentarte que aproximadamente somos en este momento 24 operadores de justicia en el exilio en diferentes países del mundo. Esto no incluye periodistas, ni miembros de entidades defensoras de derechos humanos, que entiendo que también se están exiliando por amenazas y persecuciones en su contra. Refleja la situación del país.
Eliezer: Recientemente, la Corte Interamericana de Derechos Humanos puso a Guatemala en una lista junto a otros países como Cuba, Nicaragua y Venezuela, donde hay graves violaciones a los derechos humanos y existe un progresivo debilitamiento de la democracia.
Erika: Porque están atacando a los defensores de derechos humanos. Están limitando ese derecho de defender derechos humanos en Guatemala, que es muy grave para un Estado democrático. Pero además de eso, muestra que va dirigido en contra de los jueces independientes y de los jueces que han juzgado con total imparcialidad casos de corrupción, porque hemos visto la separación del cargo de por lo menos dos compañeros jueces más y los ataques en redes mediáticas hacia varios compañeros y compañeras más. El Presidente de la República ha hecho referencia de una lista.
Eliezer: Una lista para incluir a los enemigos del país. Esto lo dijo en un evento con varios alcaldes como una forma de burlarse de la lista de personas corruptas que hace Estados Unidos. Esa lista donde está la Fiscal General, que mencionamos hace un momento.
Presidente Giammattei: Cualquiera de nosotros puede ser acusado por la lengua de alguien y por la lengua de alguien acabar con su vida en prisión sin pruebas. Por ponerlo a uno en lista. Yo también voy a hacer una lista. La lista del Zopilote.
Silvia: El Zopilote es un buitre. Y aunque el presidente no ha vuelto a decir nada más sobre esta lista, Erika dice que sus amenazas han tenido un impacto.
Erika: Han generado que en redes sociales se incluyan nombres y dentro de esta lista que he tenido que que he tenido la oportunidad de ver, he visto la inclusión de nombres de jueces y magistrados varios. Entonces, es preocupante. Es preocupante porque nuestras leyes en Guatemala establecen que los primeros llamados a proteger la independencia judicial, que es lo que se está viendo más gravemente afectado en este momento, con los ataques a jueces y juezas, es la Corte Suprema de Justicia. Sin embargo, si tú analizas el contexto, no hay una acción concreta. En este momento, La Corte Suprema de Justicia no se ha manifestado en apoyo a la independencia judicial y en exigir el cese de estos ataques a todos los jueces y juezas.
Eliezer: Mientras tanto, muchos de esos jueces y juezas buscan asilo y seguridad en otros países. Varios de ellos en Washington.
Silvia: ¿Y cómo ha sido reencontrarte con todas estas personas que están en tu misma situación?
Erika: Bueno, ha sido muy difícil, pero también creo que ha sido importante porque también me ha dado ánimo, me ha dado aliento para seguir a pesar de las dificultades. Creo que cada uno de los compañeros y compañeras que está en el exilio tiene una historia propia. He podido escuchar algunos de ellos, cómo sus persecuciones están generadas por el hecho de no aceptar declarar en mi contra, o en contra de otros compañeros y compañeras que están acá falsamente, como les pidieron en el Ministerio Público, bajo esa advertencia de que si no declaraban en nuestra contra serían los siguientes perseguidos. Entonces, creo que todas estas circunstancias han hecho que pueda admirar el trabajo, el sacrificio, el esfuerzo de cada uno, de cada una.
Silvia: Obviamente las historias son muy diferentes, cada caso es su propio caso, digamos. Pero cuando hablan entre ustedes, ¿hay sentimientos en común sobre su situación, sobre la situación del sistema de justicia en el país que compartan?
Erika: Sí, definitivamente. Creo que lo que tenemos en común es la preocupación por el Estado democrático, el Estado de Derecho en Guatemala. Vemos con preocupación y con tristeza como cada día siguen socavando ese estado de derecho, nos preocupa el todo, la democracia en nuestro país, porque sabemos lo que eso implica para todos los guatemaltecos y guatemaltecas. Esa crisis de independencia judicial creo que va a tener un gran impacto en el país que aún no se ha medido. Y si los jueces de Guatemala no pueden tener seguridad y no pueden garantizar los derechos humanos, ¿qué puede esperar la población?
Eliezer: Erika sigue en Washington y está aprendiendo sobre derecho internacional y derechos humanos en una pasantía de la Fundación Robert F. Kennedy.
Erika: No tuve otra opción en lo profesional que renunciar a una carrera judicial de casi 20 años y en este momento, pues estoy en un espacio de indecisión en cuanto a mi futuro profesional. En lo personal, también ha implicado renunciar a mis relaciones familiares porque tuve que salir del país para resguardar mi vida y mi integridad.
Eliezer: Y aún así no ha podido estar tranquila. Esta semana, personas que se identificaron como policías allanaron la casa de su familia y la oficina de su papá. Según un familiar suyo y reportes de medios locales, la orden vino del Ministerio Público. Erika dice que no sabe por qué continúan las intimidaciones y vigilancias contra ella y su seres querido, pero esto la aleja cada vez más de Guatemala.
Erika: También ha significado renunciar a un proyecto de vida, a los sueños que yo había construido, a las metas que me había fijado, a esa posibilidad de seguir ascendiendo en carrera judicial o de participar en el ámbito nacional en otros cargos de relevancia dentro del sistema penal. Implica empezar de cero sin nada más que el apoyo de mi familia a la distancia y de mis amigos y muchas personas individuales y colectivas que han sido solidarias en esto. Entonces, creo que el costo ha sido alto, mas no me arrepiento. Creo que el sistema de justicia avanzó y aún sabiendo esto, creo que volvería a hacer lo mismo.
Daniela Cruzat: Queremos agradecer a Carlos Kestler por su ayuda. Este episodio fue producido por mí, Daniela Cruzat y editado por Silvia Viñas y Daniel Alarcón. Desirée Yépez y Bruno Scelza hicieron el fact checking. La mezcla y el diseño de sonido son de Elías González, con música de él y de Rémy Lozano.
El resto del equipo de El hilo incluye a Eliezer Budasoff, Mariana Zúñiga, Inés Rénique, Denise Márquez, Samantha Proaño, Paola Alean, Elsa Liliana Ulloa y Camilo Jiménez Santofimio. Daniel Alarcón es nuestro director editorial. Carolina Guerrero es la CEO de Radio Ambulante Estudios. Nuestro tema musical lo compuso Pauchi Sasaki.
El hilo es un podcast de Radio Ambulante Estudios y Vice News.
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