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Hoy arranca la Copa América femenina en Colombia y tenemos un episodio especial. Hay pocos espacios donde las batallas por la paridad laboral y la igualdad de derechos para las mujeres se hayan vuelto tan evidentes —y tan invisibilizados— como las canchas de fútbol de Latinoamérica. Esta semana vamos a Argentina, donde la periodista Giulia De Luca habló con jugadoras, dirigentes y con la reportera e historiadora del fútbol Ayelén Pujol para entender cómo las luchas feministas han coincidido con los hitos en el fútbol femenino del país. Luego, la periodista deportiva Marion Reimers habla del estado del fútbol femenino en la región, sus obstáculos y sus victorias.
Créditos:
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Reportería
Giulia De Luca -
Producción
Silvia Viñas, Mariana Zúñiga -
Edición
Daniela Cruzat, Silvia Viñas, Daniel Alarcón, Eliezer Budasoff -
Verificación de datos
Desirée Yépez, Bruno Scelza -
Diseño de sonido y mezcla
Elías González -
Música
Elías González, Rémy Lozano -
Tema musical
Pauchi Sasaki -
Fotografía
EFE/Leonardo Rubilar Chandía
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Transcripciones:
Transcripción:
Jugadora Kiara: Los chicos me criticaban por jugar con los nenes. Me decían que era marimacha si jugaba con los chicos. Y de que yo tenía que jugar con las chicas, no con los chicos.
Jugadora Nelly: Yo cuando estaba en eso de quinto o sexto grado, a mi casi todos mis compañeros me decían que era marimacho solo por estar jugando a la pelota, porque en el recreo así a veces armábamos algo…
Jugadora Luana: Marimacho como que significa que sos como un hombre, entendés, que te comportas como un hombre, que jugás a la pelota como un hombre.
Jugadora Nelly: Como que las personas lo usan para denigrarte más o menos con esa palabra. Y eso también como que no da gusto que le digan a uno y te hiere, así…
Silvia Viñas: Estas chicas que acaban de escuchar tienen entre 10 y 14 años. Están en Argentina y son jugadoras de fútbol…
Jugadora Naiara: A veces en la escuela nos dicen que no podemos jugar porque el fútbol es de chicas y que los chicos son más fuertes y nos van a golpear y todo eso.
Jugadora Nadia: Y dicen que yo no tengo que jugar porque soy una mujer, que el fútbol es solo para hombres. Entonces, me tengo que salir y jugar con las nenas.
Jugadora Nelly: Ellos son re machistas y como que a veces no te pasan la pelota y es re feo eso. Por solo ser mujer, a veces.
Jugadora Nelly: Venís a jugar vos tranquila y ya dicen que “no, a la chica no la metan porque seguro no sabe jugar”, y todo eso y es re feo eso. Y después cuando te meten a jugar, ellos ven y dicen “uh, esta sabe re jugar.”
Eliezer: Todas juegan en un equipo de La Nuestra Fútbol Feminista.
Mónica Santino: Una organización social con base de trabajo en la Villa 31, en la Ciudad de Buenos Aires, en Retiro, que pelea por los derechos de las mujeres, desde el fútbol, con una perspectiva feminista.
Eliezer: Y ella es Mónica Santino, jugadora de fútbol, directora técnica de La Nuestra, y una de las fundadoras de esta organización.
Silvia: La Villa 31, donde está La Nuestra, es bastante conocida… Es el barrio popular más antiguo de la ciudad de Buenos Aires, y está en constante disputa territorial con los sectores más ricos de la ciudad. Queda a menos de cinco kilómetros de la Casa Rosada, el centro del poder político del país.
Eliezer: Mónica llegó a la Villa 31 en 2007. Fue a reemplazar a una entrenadora de Estados Unidos que había formado un grupo de chicas en la villa, pero que volvía a su país.
Mónica: Era un grupo de pibas de entre 12 y 14 años, entre 10 y 12 chicas que me miraban como una extraña, tipo ¿Quién es esta vieja loca? digamos ¿de dónde vino? Ese primer año fue construir el vínculo con las pibas, ¿no? A través de la presencia permanente. Creo que lo más importante en un barrio es no irse.
Silvia: Además de ganarse la confianza de las chicas, Mónica tuvo que conseguir algo muy básico: un sitio para poder entrenar.
Mónica: Lo primero fue conquistar la cancha, una cancha donde las mujeres casi no podían entrar. Pelear cuerpo a cuerpo con los varones. Poner la pelota en el medio. Quedarnos con lluvia, viento, sol, lo que sea, pero quedarnos.
Eliezer: Establecieron un horario: de 6 a 8 de la tarde, martes y jueves. Un horario que, por cierto, siguen manteniendo hasta hoy. Y literalmente se pararon en la cancha y durante esas horas se quedaron ahí.
Mónica: Primero éramos un grupito, los varones seguían jugando como si ahí no estuviéramos, seguían pasando la pelota por arriba nuestro. Hubo días de pelear cuerpo a cuerpo, de pedirles que salgan, algún palo, alguna piedra que voló. Fue una batalla física y de presencia. Yo creo que simbólicamente es lo que pasa con el patriarcado en todos los lugares, digamos, ¿no? Todos los lugares que las mujeres queremos acceder, damos batallas por el estilo. Es la misma batalla que se dan los clubes que están en AFA cuando las mujeres pelean por mejores condiciones de entrenamiento.
Silvia: Mónica se refiere a las jugadoras de la selección y de los clubes de fútbol femenino de la Asociación del Fútbol Argentino, que no pueden vivir del fútbol solamente, por lo poco que les pagan, y que no tienen espacios adecuados para entrenar. Para Mónica, la lucha que dieron en la Villa 31 para tener su propia cancha es la misma.
Mónica: Pero en la cancha del barrio, que las canchas de fútbol en los barrios populares son los espacios públicos por excelencia. Puede haber una cantidad de necesidades de vivienda, pero nunca se va a construir una casa dentro de la cancha. La cancha de fútbol se respeta. Claramente estamos plantadas acá. Empezó a correr la voz y empezamos a ser más. Y cuando fuimos muchas, los varones no tuvieron más remedio que salir.
Eliezer: Ahora, en La Nuestra son unas 200 mujeres y personas del colectivo LGBTIQ. Las jugadoras tienen entre 5 y 50 años.
Mónica: Nosotras decimos, bueno, el fútbol y el feminismo se encontraron en buena hora y no se tienen que separar más por todos los desafíos que tenemos por delante.
Silvia: Bienvenidos a El hilo, un podcast de Radio Ambulante Estudios y VICE News, soy Silvia Viñas
Eliezer: Y yo soy Eliezer Budasoff. Hoy empieza la Copa América Femenina y tenemos un episodio especial.
Silvia: Primero vamos a Argentina, para repasar cómo las luchas del movimiento feminista han coincidido con los hitos en el fútbol femenino.
Eliezer: Y luego la periodista deportiva Marion Reimers nos habla del estado del fútbol femenino en la región.
Es 8 de julio de 2022.
Silvia: Giulia, ¿por dónde tenemos que empezar para entender el impacto del feminismo en el fútbol femenino de Argentina?
Giulia de Luca: Silvia, tenemos que volver un poco atrás a principios del siglo 20, en el primer partido del que tenemos registro que se disputó en la Argentina.
Silvia: Ella es la periodista italiana Giulia De Luca. Vivió muchos años en Argentina, y su trabajo como periodista está más que nada enfocado en Latinoamérica. Giulia estuvo investigando sobre el fútbol femenino en Argentina. Habló con ex jugadoras, jugadoras actuales, con Mónica Santino, a quien escuchamos al comienzo de este episodio, y con ella:
Ayelén Pujol: El primer partido del que hay registros en Argentina de fútbol entre mujeres es del 5 de octubre de 1913.
Silvia: La periodista argentina e historiadora del fútbol, Ayelén Pujol. Ese primer partido del que se tiene registro, de 1913, se jugó en la ciudad de Rosario, que está a 300 kilómetros de Buenos Aires. Era para recaudar fondos para un asilo de canillitas.
Ayelén: Canillitas le decimos acá a los que tienen puestos de diarios. Se dividieron en dos equipos, uno rosa y uno celeste. Las imágenes que hay las muestran vestidas con una especie de túnicas, como bueno si fuera un colegio o algo así.
Silvia: Y es un partido importante también porque se da un momento en que el feminismo empezaba a consolidarse en Argentina, como resultado de sus primeras reivindicaciones a finales del siglo XIX.
Ayelén: Fueron las que pelearon por el derecho al voto o las primeras egresadas de la Escuela de Medicina, una carrera que estaba como atribuida a los varones ¿no? Te digo esto porque es interesante analizar la línea de tiempo de la historia del fútbol femenino con la línea de tiempo de las reivindicaciones y las luchas feministas. Y vas a encontrar que, en general, los hitos o la visibilización del fútbol femenino coinciden con esos momentos históricos, incluso en la actualidad.
Silvia: Bueno, entonces, después de este partido. ¿Qué pasa?
Giulia: Después de ese partido tenemos que esperar unos diez años más para tener más detalles y otro registro de otro partido. Ahora cambiamos de lugar también. Estamos en Buenos Aires Capital, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Es el 1923 y estamos en la antigua cancha de Boca.
Ayelén: Tiene, como, bueno, muchas cuestiones llamativas, porque todavía acá en Argentina y en la actualidad está la pelea de que los clubes sean sus estadios principales para que las mujeres jueguen al fútbol.
Silvia: ¿A qué se refiere con eso?
Giulia: Bueno, al día de hoy, las jugadoras de Boca, no juegan en la actual cancha de Boca. Las jugadoras de River jugaron por primera vez en el Monumental, el estadio de River histórico, el pasado 27 de marzo. Y jugaron ahí porque jugaron el superclásico, digamos, más famoso de Argentina, que es el entre River y Boca. Y por más relevancia que tengan, su planteles femeninos, las jugadoras no tienen todavía acceso al estadio principal, sino en algunas ocasiones. O sea, todas juegan en canchas auxiliares.
Silvia: Bueno, entonces volvamos a ese partido de 1923 y por qué es importante. ¿O sea, por qué resaltar este partido específico?
Giulia: Ese partido se disputa entre dos equipos que reflejaban la realidad de Argentina en esa época.
Ayelén: 1923 en nuestro país fue una etapa de mucho recibimiento de inmigración y estos dos equipos estuvieron divididos en el equipo Cosmopolita y el equipo de Argentinas, que esto tenía que ver con los apellidos de los integrantes de los equipos. Los equipos de Cosmopolitas tenían apellidos alemanes, polacos como de Europa del Este y las argentinas tenían lo que nosotros llamamos como apellidos criollos.
Giulia: Lo resaltamos aparte por el número de espectadores
Ayelén: Hubo 6000 personas que pagaron una entrada para ver ese partido y los medios lo registraron. Hay imágenes, hay fotos, ¿no? Y demás.
Giulia: Como que le hicieron una crónica muy enfocada en lo que se piensa ser la debilidades femeninas.
Ayelén: Está detallado en los medios, más como algo, bueno, como si fuera algo de color, como una rareza, una excepción.
Silvia: Y hay un detalle importante sobre este partido: el empresario que lo organizó trató de pagarle menos de lo acordado a las jugadoras.
Ayelén: Y todas las jugadoras lo fueron a buscar para detenerlo y dividir eso que se había juntado en partes iguales. O sea, que bueno, ¿no? es interesante, porque esto, porque haces la comparación histórica y cómo 100 años después algunas de estas cosas siguen pasando o siguen estando como parte del debate público vinculado al fútbol femenino.
Silvia: Vamos a ver en más detalle esto que dice Ayelén, pero por mientras, su investigación cuenta que después de ese partido de 1923, en las siguientes décadas, las mujeres siguieron jugando al fútbol. Organizaban partidos en espacios públicos, con amigas, compañeras de trabajo… Todo era de boca en boca.
Ayelén: Hay historias de mujeres que desmalezaban terrenos baldíos y ellas pintaban las líneas de cal y armaban una cancha ahí para jugar torneos entre ellas. Entonces, como está todo esta especie de organización comunitaria colectiva que frente al ninguneo y a la negación por parte de los clubes, de las entidades rodeadas al fútbol, ellas armaban esto. Es decir, hay evidencia de que las mujeres jugamos al fútbol desde la existencia misma del juego.
Silvia: En Argentina, y en otros lados, claro… De hecho, el fútbol incluso estuvo prohibido para las mujeres en algunos países durante décadas, como en Brasil, Reino Unido, España y Alemania.
Giulia: Porque había expertos que decían que había estudios que confirmaban que el deporte podía ser dañino para las mujeres, podía generar enfermedades, hasta cáncer o depresión y también podía poner en riesgo la posibilidad de tener hijos.
Silvia: La mayoría de estas prohibiciones terminaron en los 70. Esa década fue muy importante para el fútbol femenino, y para el feminismo en Argentina y en otras partes del mundo…
Giulia: Puntualmente el movimiento feminista empieza a cobrar mucha fuerza. Se empieza a luchar por reivindicaciones que van desde la libertad sexual, hasta la libertad de trabajar, a la presencia de mujeres en varios rubros y varios sectores, en el arte, en la economía, en la política.
Ayelén: En el fútbol tenemos como un momento de no popularización, pero sí de crecimiento y de práctica. Y ahí conocemos y sabemos que empezaron a haber más equipos, algunos clubes, jugadoras que se organizaban para competir en distintos lugares. Hay más notas en los medios de comunicación, siempre registrándolas como una novedad, como una rareza.
Silvia: Y para Argentina, pasa algo muy importante, su equipo de fútbol femenino va al mundial de México 71.
Giulia: Primero ese Mundial no fue organizado por la FIFA, sino que fue organizado por una empresa de bebidas alcohólicas, con lo cual no tenían un apoyo oficial de las instituciones internacionales.
Ayelén: Bueno a aquel Mundial fueron sin botines, sin entrenador.
Giulia: Y viajan con camisetas, según tenemos registro, que se les rompieron la primera vez que intentaron lavarlas.
Silvia: El primer partido de Argentina fue contra México, con el estadio lleno… unas 100.000 personas en las tribunas.
Ayelén: Y lo pierde tres a uno. Las jugadoras dicen que hubo un favoritismo del arbitraje para fallar a favor de las mexicanas, que eran locales y tenían el apoyo del público y demás.
Giulia: Pero en ese Mundial también pasa algo histórico.
Silvia: Fue en un partido con Inglaterra, el 21 de agosto de 1971.
Ayelén: Bueno, para nosotros el Argentina-Inglaterra siempre fue un partido muy especial, incluso antes de la guerra de Malvinas. Y esa selección es la primera selección argentina que le gana a Inglaterra en un Mundial.
Giulia: Pasó en esa cancha en el Estadio Azteca Argentina le ganó a Inglaterra cuatro a uno.
Ayelén: Aunque la historia cuenta que la primera fue la del 86 con Diego Maradona a la cabeza.
Silvia: Esa goleada de la selección femenina estuvo invisibilizada durante medio siglo, hasta el 2020, cuando se declaró por ley el 21 de agosto como el Día de las Futbolistas en honor a Elba Selva, la jugadora que le hizo los cuatro goles a Inglaterra.
Elba Silvia: No es solo porque yo hice los cuatro goles y se festeja el día de la futbolista ese día, sino por todas las chicas que están jugando y todos los semilleros que tenemos que van a empezar a jugar.
Silvia: A fines de los 80, dos mujeres crearon una asociación por fuera de la AFA, la Asociación del Fútbol Argentino. Ninguna era jugadora. Pero duró solo unos años, porque en 1991 la AFA creó el primer campeonato oficial de fútbol femenino.
Ayelén: Ahora bien, desde el 91 hasta hoy existe este campeonato oficial, si se quiere, por ponerle un nombre, pero eso no quiere decir que el fútbol haya sido reconocido ¿no?
Silvia: Es que aunque había un torneo oficial de la AFA, era considerado como de fútbol amateur. No profesional.
Ayelén: Era como algo que estaba ahí, no sé, como lo que molesta en tu casa, que lo metes al fondo de todo y lo escondes.
Silvia: ¿Entonces cuándo empieza a volverse más popular el fútbol femenino en Argentina?
Giulia: Acá, como nos contó también mucho Ayelén, volvemos a ver una coincidencia, como coincide la historia, el movimiento feminista con el deporte femenino, el fútbol femenino en este caso.
Ayelén: Empieza como a popularizarse a partir me parece que con lo que pasa en las calles en 2015 y el Ni una menos
Manifestante: Aquí todas podemos ser estas víctimas de femicidio, todas las mujeres somos parte de una misma comunidad, parte de un mismo grupo…
Ayelén: Que claramente empezó como a modificar un montón de estructuras en nuestro país. Y por ahí, por primera vez en la historia, el deporte y el feminismo se juntan directamente, ¿no? El fútbol se mete en la agenda de reivindicaciones y de derechos a conquistar, empieza a haber también futbolistas que participan de los movimientos en las calles ¿no? y sobre todo de las marchas a favor de la interrupción voluntaria del embarazo y demás.
Ayelén: Entonces por ahí lo que empieza a pasar es que las hinchas, las socias y demás que habitaban los clubes y seguían el fútbol empiezan a ver que bueno esto, ¿no? ¿Por qué no existe el fútbol femenino en mi club? ¿Por qué está y nadie le da pelota? ¿Por qué las jugadoras no cobran un salario por eso? Bueno, todo eso empieza a generar un plafón y un lugar y entonces, mientras los feminismos empujan para la conquista de algunos derechos, también hay futboleras que empujan para las conquistas de los derechos vinculados a la disciplina.
Silvia: En el 2017, por ejemplo, las jugadoras de la selección argentina hicieron una huelga.
Giulia: No podían entrenar bien, no les pagaban por jugar, las mandaban a un lugar, a un amistoso, a otro país sin descanso previo. Esas cosas.
Silvia: Estuvieron 18 meses sin entrenar. Y llevaban años sin participar en competencias a nivel internacional ni aparecer en el ranking FIFA. Llegaron a la Copa América de 2018, en Chile, con poca preparación, pero con reclamos de mejores condiciones y de reconocimiento. La marca que diseñó la nueva camiseta de la selección usó modelos y actrices en vez de jugadoras para presentarla.
Giulia: Entran a la cancha y también son protagonistas de otras protestas. Toda la selección argentina se pone y se para en la cancha con las manos detrás de las orejas para que las escuchen y para que escuchen sus reclamos y reivindicaciones.
Silvia: En esa Copa América, Argentina terminó tercera, y con eso consiguió un puesto en la repesca para la Copa del Mundo de Francia 2019, a la cual luego clasificó. En esa Copa América la selección además logró captar un nivel de atención nunca antes visto. Y en 2019 pasó algo histórico.
Ayelén: La AFA anuncia que va a hacer el primer torneo profesional y decide desde la entidad, entonces invertir dinero en abonar los salarios de las primeras jugadoras con contrato y cambia radicalmente la disciplina y la realidad, porque por primera vez en nuestro país las jugadoras son consideradas como trabajadoras. Modifica claramente lo vinculado a la identidad. Ser futbolista no era una identidad posible y, bueno, y a partir del reconocimiento laboral empieza a serlo.
Silvia: Sé que puede sonar confuso o hasta difícil de creer, pero desde 1991, cuando empezó el primer torneo femenino en Argentina, hasta el 2019 –o sea por 28 años– las jugadoras argentinas no estaban profesionalizadas. No tenían contratos. Esta profesionalización lo que hace es que exige a los clubes de Primera División tener, como mínimo, 12 jugadoras con contratos profesionales.
Giulia: Las jugadoras no tienen la posibilidad de dedicarse solo a eso. Tenemos algunos datos que nos pueden ayudar a entender de lo que estamos hablando. En 2021 ganaban entre 22 y 25.000 pesos.
Silvia: Hoy, eso es como entre 175 y 200 dólares. Este año subieron el sueldo mínimo a unos 300 dólares.
Ayelén: Los contratos de las jugadoras son contratos equivalentes a un futbolista de la cuarta categoría en la rama masculina, que es la primera C en Argentina. El salario básico es ese equivalente, no es el equivalente a un jugador de primera división.
Silvia: Y eso solo, como mínimo, para la mitad del plantel, o sea, las que tienen contrato.
Ayelén: Hay clubes que deciden invertir y profesionalizar al resto de las jugadoras que quedan por fuera de eso. Hay clubes que no. Es decir, vos cobras por jugar y yo no. Por eso la AFA habla de profesionalismo, pero nosotras elegimos llamarlo semi profesionalismo.
Silvia: La lista de los cambios que se necesitan en el fútbol femenino argentino es larga. Empieza por la profesionalización de todas. Ahora se calcula que el 55% tiene un contrato de jugadora profesional. Hay 28 equipos en la Primera División Argentina y, según la prensa local, solo cinco tienen más de 20 jugadoras profesionales.
Giulia: Y Boca es el único que tiene un plantel 100% profesional.
Ayelén: En la lista de cosas a cambiar o mejorar lo vinculado a lo estructural, que los clubes dejen de darles las peores canchas y estadios a las jugadoras y ellas puedan habitar también la vida de los clubes en los mismos estadios y espacios que los varones. Que la Selección argentina tenga un calendario de partidos de primer nivel seguido en cada fecha FIFA que pueda competir. Bueno, la lista es larga.
Jugadora Luana: Las chicas también tienen su derecho para jugar a la pelota.
Jugadora Nedea: A veces me enojo porque no hay diferencia de que una mujer y un varón jueguen a las mismas cosas.
Jugadora Nadia: Yo voy a seguir porque a mí me gusta jugar y es mi pasión.
Jugadora Kiara: Mi sueño es ser jugadora profesional en la Boca.
Jugadora Nelly: En River, en River, O sea, el mejor equipo. Obviamente River. Es el mejor club que hay.
Jugadora Nelly: Cuando entrás a la cancha, o sea, si tenés problemas de afuera y entrás en la cancha, como que se te despeja todos los problemas que tenés en casa y todo eso. Y está re bueno. Está re cheto.
Silvia: Ya volvemos.
Daniela Cruzat: Cada episodio de El Hilo abre un espacio para la conversación. En una realidad tan compleja como la de Latinoamérica, tener información precisa es fundamental para emitir una opinión informada. Leemos cada comentario que nos compartes en redes sociales y tomamos en cuenta tus sugerencias de temas. Si aún no nos sigues recuerda que estamos en Instagram y Twitter como @elhilopodcast. Gracias por escuchar.
Elias González: Son pocos los toures que te muestran las relaciones entre la ciudad que visitas y sus habitantes. Por eso, este mes en Lupa, la aplicación de Radio Ambulante para aprender español, presentamos una serie de episodios que develan la complejidad que cuatro ciudades latinoamericanas Descarga Lupa en tu móvil y viaja a la Lima de los años 70 con la historia de Oliver Perrottet, un suizo que se propuso cartografiar una ciudad que sin mapas parecía infinita. Navega por San José sin GPS y descubre cómo orientarte en la capital de Costa Rica, donde no existe un sistema formal de direcciones y sus habitantes se ubican a través de puntos de referencias y estimaciones dudosas. Conoce la realidad de ciertos barrios de San Salvador, en los que las pandillas llegan a controlar hasta los más pequeños actos de expresión personal. Y vuelve al 2008 con una historia que recapitula la batalla juvenil en la que por primera vez los Emos se defendieron de los Punks en la Ciudad de México. Visita Lupa.app/ciudad y conoce más sobre esta serie. Aprende español escuchando las historias de Radio Ambulante.
Eliezer: Estamos de vuelta en El hilo.
Eliezer: Marion, hay jugadoras que han hablado de la necesidad de que el fútbol le abra las puertas al feminismo. ¿Cómo se vería para ti un fútbol más feminista?
Marion: Es una extraordinaria pregunta, porque creo que además el feminismo habría de abrirle las puertas al fútbol. No únicamente el fútbol las puertas al feminismo.
Eliezer: Ella es Marion Reimers. Periodista deportiva y presidenta de Somos Versus, una ONG que busca combatir la discriminación de género en el periodismo deportivo.
Marion: Es más, me atrevería a decir que uno es consecuencia del otro. En cuanto el feminismo le abra las puertas al fútbol, será más posible que el fútbol le abra las puertas al feminismo. Porque es uno de los territorios en disputa, o tal vez uno de los territorios más masculinizados, y tal vez uno de los últimos bastiones del machismo y del dominio masculino.
Eliezer: Marion empezó a trabajar en periodismo deportivo hace más de 15 años como asistente de redacción. Escribía artículos cortos y hacía los gráficos.
Marion: Y en aquel entonces yo recuerdo que veía mucho Fox Sports Noticias, porque era lo que recibíamos de Argentina. En México se producían muy pocos programas deportivos para el canal y ahí había más mujeres.
Presentadora: Y hay que decirlo que ha sido una gran idea. Poner a tres mujeres. Darnos a Margarita y a mí la posibilidad de conducir junto a ti, Marisa. Habitualmente las mujeres no nos cruzamos en Central Fox, siempre estamos con compañeros hombres, así que también es muy agradable…
Marion: Entonces ahí era donde yo decía bueno, tal vez ese es un lugar que yo pueda llegar a ocupar en algún momento. En México, es verdad, existían mujeres que también ya habían abierto la puerta, ¿no?. Pero no era un lugar preponderante, no era un lugar protagónico y creo que bueno, ya, sí corremos un poco la cortina, pues obviamente tenemos que ver mucho lo que sucede tras bambalinas, ¿no? Habemos hoy por hoy más mujeres en cámara, habemos más mujeres visibles. Pero necesitamos también a muchas más mujeres que se visibilicen en los puestos de toma de decisiones.
Eliezer: ¿Y fue duro, o sea, hubo mucha resistencia cuando quisiste empezar a hacer periodismo deportivo?
Marion: En un principio no hay resistencias. Porque hasta eres como algo cute ¿no? Como, ay, mira la chiquita que quiere empezar. Ay, mírala qué linda. Eres como un elemento que despierta ternura, ¿no? El asunto es cuando las mujeres comenzamos a ser incómodas, cuando las mujeres cuestionamos o cuando las mujeres competimos por los puestos que no son tradicionalmente para mujeres. Es decir, la voz en una transmisión, la titularidad en un programa, la voz cantante. O sea y esto no lo quiero decir de ninguna manera en forma peyorativa hacia mis compañeras, porque creo que la labor de cada una es igual de importante, pero para los hombres que tienen esta necesidad de jerarquizar el mundo de cierta forma y eso lo vemos, eso se ha permeado en la visión de la gran mayoría de las personas, cuando ya no eres la chica que lee los tuits, entonces ya no caes tan bien.
Eliezer: Ahora, uno por televisión ve una imagen muy bonita del fútbol masculino, muy trabajada, épica, exitosa. ¿Esta imagen es real o es la misma cuando vemos fútbol femenino?
Marion: En el fútbol femenil lo que sucede es que se visibilizan muchas más desigualdades.
Eliezer: Un ejemplo muy claro es la paga. Los hombres ganan miles e incluso millones de dólares por jugar, mientras que, como escuchábamos en el segmento anterior, las jugadoras a veces necesitan tener trabajos secundarios para poder sobrevivir. En Colombia, por ejemplo, el sueldo mínimo de una jugadora de la liga femenina es de unos 250 dólares mensuales, mientras que los jugadores mejor pagados ganan 12 mil dólares mensuales en promedio. En México la brecha es aún mayor. Las mujeres que juegan en la liga ganan, en promedio, casi 170 veces menos que los hombres .
Marion: Un caso sintomático es el que sucedió con el equipo del Santos de Brasil, que tuvo que clausurar a su equipo femenil para poder seguir manteniendo el sueldo de Neymar antes de que Neymar se fuera al Barça. Entonces, no es que no haya, es que se prioriza a una rama por sobre otra o se prioriza a un género por sobre otro. Las riquezas existen y las posibilidades de repartirlas existen. Lo que pasa es que no hay una voluntad. Y por supuesto, también existe esta actitud profundamente machista que es el decir bueno, que agradezcan lo que tienen, pues hace cinco años estaban jugando entre tierra y vidrios, ahora ya les pusimos una cancha y eso abre también a que las jugadoras y las mujeres mal entendamos este concepto de la humildad. A través ¿no? de la coacción, de la coerción, de la manipulación masculina. El decir: ay no, bueno, pues no voy a decir nada porque no vaya a ser que me quiten lo poquito que tengo. ¿Entonces eso da para un montón de abusos, no?
Eliezer: Incluyendo abusos sexuales. En los últimos años las selecciones femeninas de Colombia y Venezuela han denunciado acoso sexual en contra de directores técnicos, entrenadores y preparadores físicos . Marion dice que esto se debe a la desatención de parte de los dirigentes, también de los medios y en consecuencia, del público.
Marion: Porque además el fútbol es eurocentrista en nuestra región, buscando acercarse cada vez más a Europa en el fútbol de los hombres, de repente, pues, deja de atender al fútbol de las mujeres, porque, pues, en la región las mujeres seguimos siendo ciudadanas de segunda categoría.
Eliezer: Todas las selecciones femeninas a nivel regional tienen obstáculos, pero hay unas que tienen más que otras.
Marion: Bueno, lo que pasa es que el fútbol es un megáfono de la realidad, ¿no?. Entonces, los países que generalmente muestran más atrasos, pues son los países que menores índices de desarrollo tienen.
Eliezer: Un ejemplo de esto es la profesionalización en las ligas.
Conductor: Hoy no vamos a hablar de la selección masculina. Finalmente nuestro Parlamento instruye a través de una ley que el fútbol femenino debe ser profesional.
Eliezer: Este año el fútbol femenino en Chile finalmente se profesionalizó – es decir que, por ley, los clubes profesionales tienen que contratar a todo su plantel en un plazo de tres años. Eso sí, aún está la duda de cuánto efectivamente van a ganar. El temor es que los clubes se limiten a pagarles el sueldo mínimo, que son unos 400 dólares, menos de 15 dólares al día. De todas formas, esta ley es un hito dentro de la región porque, por otro lado, tenemos casos como el de Perú, donde la liga femenina todavía es una división amateur. Excepto por el equipo de Alianza Lima, donde en febrero se firmaron los primeros 7 contratos profesionales. Y recordemos que en Argentina, donde se ha iniciado una “profesionalización”, el fútbol femenino aún se considera semi-profesional.
Marion: Hay países que además, pues, tienen enormes cuotas de machismo, lo que llama poderosamente la atención es que grandes potencias en el fútbol femenil, como por ejemplo lo puede llegar a ser Argentina, pues, se hayan encontrado con situaciones de esa naturaleza, ¿no? Uno diría: bueno, pues, estos son buenos en el fútbol de los hombres, pues seguro van a ser buenos el de las mujeres. Alerta machista.
Eliezer: Marion dice que muchas veces la falta de apoyo se debe a que las personas creen que el fútbol femenino, y los deportes femeninos en general, no venden. Pero para ella hay una explicación clara para esto:
Marion: Bueno, si yo abro un restaurante hoy y no pongo cubiertos, no pongo mesas, le pido a la gente que coma en el piso. El restaurante abre los lunes de 10:00 a 10:30 y los miércoles de 21 horas a 21:15. Y los jueves, quién sabe. Y los sábados hay que ver. ¿Oye, pero dónde puedo revisar los horarios de apertura? No se sabe. Y yo pretendo que ese negocio en seis meses funcione. Es ilógico.
Entonces, bajo este entendimiento, pues, habríamos de tener a mucha más gente que sepa cómo operar esta clase de cosas. Lo que pasa es que se subieron a un carrusel ya armado, que es el fútbol varonil que lleva 100 años trabajándose. Entonces, no están inventando nada nuevo, pretenden vendernos que están inventando algo nuevo. Pero si fueran tan capaces podrían posicionar el fútbol de las mujeres. ¿Y por qué no lo logran? Por una falta de voluntad política. Y esa falta de voluntad política está permeada por sus sesgos implícitos y su machismo.
Eliezer: Y sí hay ejemplos que muestran que cuando sí se invierte, la gente llega. Este año, el Barcelona femenino jugó por primera vez en el Camp Nou con público, un hito en sus más de 50 años de historia. Fue para un partido de los cuartos de final de la Champions.
Presentadora: El fútbol feminino hizo historia en un encuentro entre el Barcelona y el Real Madrid. Se consiguió el récord mundial de asistencia de público en un partido de mujeres con más de 91.500 asistentes que llenaron el Camp nou.
Eliezer: Para las semifinales volvieron a jugar en el Camp Nou. Y volvieron a romper el récord de asistentes.
Eliezer: Justo con esto que acabas de decir ¿no? Según la psicóloga deportiva argentina, Alejandra Florean, es fundamental que no se compare el fútbol masculino con el femenino. ¿Por qué crees que es esto?
Marion: En definitiva, creo que es mejor que no se compare para ciertas cuestiones y para ciertos criterios, porque generalmente todas las personas estamos permeadas por sesgos implícitos y por nuestros propios preconceptos. Entonces, al momento de comparar, siempre vamos a pensar que el deporte de los hombres tiene que ser la máxima aspiración y no le permitimos al fútbol femenil crear su propia identidad. ¿Por qué pensamos que el último eslabón, que la máxima aspiración tiene que ser el fútbol de los hombres? Cuántas cosas no nos ha enseñado el fútbol de los hombres en Conmebol, Concacaf, UEFA, la Confederación que me digan. Y la FIFA, ni hablar. Es todo un horror. ¿Por qué no permitimos que esto florezca lejos de ello? O sea, eso sería muy bonito también, ¿no?
Eliezer: Marion dice que hay diferencias que hacen del fútbol femenino un espacio especial.
Marion: Es también un bastión de progresismo. ¿Por qué? Porque vemos muchas otras cosas que el fútbol de los hombres oculta, por ejemplo, la presencia de la comunidad LGBTIQ+, con motivo del mes del orgullo que acaba de pasar. Creo que es un tema bien importante.
Eliezer: En el fútbol masculino son pocos los jugadores que se han declarado abiertamente miembros de la comunidad LGBTIQ. Y es que esto sigue siendo un tema tabú e incluso hay quienes se han retirado del fútbol masculino después de haber hablado de su sexualidad. Pero este no parece ser el caso del fútbol femenino. Un ejemplo de esto es la jugadora argentina Mara Gómez que en 2020 se convirtió en la primera futbolista trans en llegar a un equipo de la primera división femenina argentina. Y quizás el ejemplo más conocido es el de la estadounidense Megan Rapinoe. Considerada una de las mejores jugadoras del mundo, además de un ícono LGBTIQ y feminista.
Marion: Creo que el fútbol femenil levanta un velo, pero también lo hace a través de la valentía y del activismo de sus propias futbolistas.
Eliezer: Hay ejemplos de activismo que ha sido decisivo para el fútbol femenino en la región. Entre 2016 y 2017, casi todas las selecciones de la región –excepto Brasil, Colombia y Venezuela– desaparecieron del ranking de la FIFA porque sus federaciones sólo se preocupaban por sus seleccionados masculinos. Después de la Copa América de 2014, esos países no volvieron a disputar partidos oficiales hasta 2017 y 2018. Son 3 a 4 años sin fútbol de selecciones, mientras los equipos masculinos jugaron eliminatorias, dos Copas América, amistosos en cada fecha FIFA y Copa Confederaciones en el caso de Chile. Pero, en vez de ser el fin del fútbol femenino en esos países que desaparecieron del ranking, esto fue el punto de partida de algo positivo. Algunas selecciones se organizaron y protestaron hasta lograr su regreso al campo. Como ya sabemos, Argentina fue una de ellas…las selecciones de Brasil y Chile también fueron cruciales en esto.
Presentador: En el año 2014 sólo se invirtió un 0,6% en el fútbol femenino.
Christiane Endler: Lamentablemente en general se ve como un gasto el fútbol femenino, no una inversión.
Eliezer: En Chile, las jugadoras formaron un sindicato en el 2016, que eventualmente se integró al sindicato masculino. Y fue esta unión la que convenció a la federación chilena de fútbol de ser el anfitrión de la Copa América femenina.
Jugadora: Creo que nos va a entregar el realce y la importancia y la visibilización que necesitamos para demostrarle no solo a las autoridades, sino a la gente que nosotras jugamos fútbol, que nosotras somos parte de la roja, somos parte de los clubes y que este espacio es también nuestro.
Eliezer: En el 2017, la Confederación Brasileña de Fútbol despidió a Emily Lima, la primera mujer en entrenar a la selección femenina.
Presentadora Brasil: Y vamos a hablar de la selección femenina de fútbol, porque hay una noticia que sorprendió a las jugadoras. La entrenadora del equipo Emily Lima fue despedida.
Eliezer: Las jugadoras protestaron y la inconformidad fue tal que cinco renunciaron.
Eliezer: Gracias a luchas como estas, las selecciones llegaron a la Copa América Femenina del 2018 en otras condiciones. Ahí tuvieron la oportunidad de demostrar que estaban rescatando al fútbol femenino del olvido en la región. Marion dice que el impacto de esa copa fue enorme.
Marion: O sea, hoy por hoy empezamos a ver a jugadoras que se conocen más, que entienden además las circunstancias y las situaciones que atraviesan muchas otras. Pero en definitiva, en el desarrollo de las jugadoras fue enorme
Relator: Gooool
Relatora: ¡Golazo!
Relator: ¡Fiesta nuevamente en Colombia!
Relator: Goool de Argentina
Relator: Y Brasil campeonas de la Copa América Femenina Chile 2018.
Marion: Porque creo que también les permitió entender el enorme potencial que podían llegar a tener como región y el poder, pues, volver a ponerse en el centro del de la narrativa.
Eliezer: Y en la coyuntura actual, ¿qué impacto crees que vaya a tener esta? ¿Cómo ves las expectativas?
Marion: Es bien interesante porque como el fútbol es muy eurocentrista, a mí me preocupa mucho el asunto de que se va a disputar la Euro 2022 en Inglaterra y que obviamente hay una sobresaturación de fútbol, ¿no? Lo que sí es bien interesante es que ahora se le atribuye un mayor valor a la competencia, entendiendo que se van a repartir dos plazas para los Juegos Olímpicos. Entonces, creo que eso también le añade deportivamente una valía completamente distinta y que también, pues hoy por hoy, en donde empezamos a empujar mucho por la visibilidad de las mujeres es, creo, una ola a la que hay que subirse ya.
Eliezer: Hoy arranca la Copa con un partido entre Ecuador y Bolivia, y más tarde jugan Paraguay y Colombia. Además de las plazas para los Juegos Olímpicos que mencionó Marion, hay tres cupos directos para el Mundial, dos para repechaje, y tres para los juegos Panamericanos. La selección ganadora también jugará una finalissima contra las campeonas de Europa.
Mariana Zúñiga: El primer segmento de este episodio fue reportado por Giulia De Luca y producido por Silvia Viñas. El segundo fue producido por mí, Mariana Zúñiga. Este episodio fue editado por Daniela Cruzat, Silvia Viñas, Daniel Alarcón y Eliezer Budasoff. Desirée Yépez y Bruno Scelza hicieron el fact checking. La mezcla y el diseño de sonido son de Elías González. La música es Remy Lozano y Elías González.
El resto del equipo de El hilo incluye a Inés Rénique, Denise Márquez, Samantha Proaño, Paola Alean, Elsa Liliana Ulloa y Camilo Jiménez Santofimio. Daniel Alarcón es nuestro director editorial. Carolina Guerrero es la CEO de Radio Ambulante Estudios. Nuestro tema musical lo compuso Pauchi Sasaki.
El hilo es un podcast de Radio Ambulante Estudios y Vice News.
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CORTES
En los setenta, empresarios y representantes del fútbol masculino también empezaron a interesarse más por el fútbol femenino…Comenzaron a armar eventos, donde llevaban a jugadoras a diferentes partes del país, tipo giras. Ahí
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Ayelén: Y también es el momento histórico en el que algunos empresarios o representantes del fútbol masculino empiezan a armar exhibiciones de fútbol femenino. En distintos puntos del país, o sea, armaban dos equipos, 22 jugadoras, las llevaban a un lugar de una provincia o el interior de la provincia de Buenos Aires y demás, algún estadio de algún equipo de ahí les daban, en general, la camiseta de River a un equipo, la camiseta de Boca al otro, que en nuestro país es el superclásico de los equipos más populares y vendían las entradas y armaban como un evento en el que por ahí había algo además del partido, o una exhibición o algo de música. Y jugaban estas mujeres. Hay un montón de pioneras, les llamamos nosotras del fútbol, que recorrieron todo el país haciendo esto en giras que eran organizadas por estos empresarios o representantes..
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Ayelén: Llenaban estadios. Muchas veces iban allá y algunas cuentan que por ahí recibían agresiones antes de salir, o que o les tiraban monedas, o las agredían verbal o físicamente, o las mandaban a lavar los platos, o escuchaban esto que se decía en nuestro país a las mujeres que jugábamos al fútbol machona, marimacho o varonera, tortillera y que todo esto cambiaba cuando ellas empezaban a jugar. Porque claro, jugaban muy bien. Entonces todo eso no se daba vuelta y entonces el público las alentaba, no y demás, y terminaba por ahí pidiéndole fotos o algún autógrafo.
Silvia: Ayelén dice que llenaban estadios. Aún así, como pasa ahora en la mayoría de los casos, estas jugadoras no se podían dedicar solamente al fútbol.
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Ayelén: Eh, es alguna vez alguna de ellas me dijo no en esto de pensarlo como una rareza, que por ahí ellas eran mostradas como las mujeres barbudas de un circo, que es como lo exótico, lo exótico mezclado con lo prohibido. Como todo, hay bastante morbo alrededor. Cómo lo vivían ellas? No lo vivían así, lo vivían con total felicidad porque podían hacer lo que les gustaba. Trabajaban en general de lunes a viernes y los viernes después del trabajo salían en micros a estas giras. Era como estar haciendo lo que les gusta con sus amigas y demás. El tiempo libre que tenían. Entonces lo vivían con mucha alegría. Pese a que a la distancia nosotras podemos observar estas violencias de las que también eran víctimas. Y por supuesto que después también la cuestión del dinero no era equitativa, era el representante del que organizaba y el que distribuía. A veces distribuía, a veces no y se quedaba con la recaudación.
Silvia: Giulia habló con una de estas pioneras del fútbol Argentino.
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Giulia: La jugadora se llama Amalia Flores. Ahora es una señora de 60 años, es una señora afrodescendiente y es una señora que siempre tuvo una única pasión en su vida. Una grandísima pasión que era jugar a la pelota. Era hija del cocinero de River, tenía cuatro hermanos varones.
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Amala Flores: Pero esto me costó mucho empezar a jugar a la pelota porque mi papá no quería que juegue a la pelota.
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Giulia: Entonces ella se escapaba, se escapaba de la ventana, volvía y sabía que la iban a esperar, latigazos o castigos. Pero igual lo hacía porque ella me dijo A mí me gustaba jugar a la pelota, yo solo quería jugar y bueno, lo que venía, venía. Yo ya me había divertido
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Amalia Flores: Lo que más quería era jugar a la pelota.
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Giulia: y a ella también le pasa algo muy feo. Tenía poco menos de 18 años, estaba jugando un partido y en el medio del partido llegan los cinco.
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Amalia: Empezamos a jugar el partido y en una de esas un hombre empieza a gritar Es un varón, es un varón.
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Giulia: Gritaban “es un varón”
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Amalia: Nosotros paramos de jugar, pararon de jugar y ya se venían todos. Era que me querían desnudar a mí porque decían que yo era un varón. Por suerte no nos entraron, pero no nos llegaron hasta tanto a quererme desnudar a mí, porque pararon todo. La gente del club les dijo que no, que no, que eso no era verdad, que era una mujer, que yo me conocían y bueno, pero no,
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Giulia: Y se tuvo que meter la gente del club de Amalia para parar a la gente para que no la vieran en el medio de la cancha y la desnudaron a ese grito de que eso que no era una mujer.
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Amalia: Bueno, pero no, el partido no se jugó. Un susto bárbaro.
[Música ends]
Silvia: Esto que cuenta Amalia Flores no es un hecho aislado