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La revelación del diario personal del cura jesuita Alfonso Pedrajas desató un escándalo de pederastia en la Iglesia Católica en Bolivia. Pedrajas, un clérigo español fallecido en 2009, admite en su diario que abusó sexualmente de decenas de niños durante décadas y describe cómo la Iglesia lo encubrió. Esta semana hablamos con Julio Núñez, el periodista del diario El País que reveló el diario e investigó el caso de Pedrajas. Él nos explica por qué este caso se diferencia de otros tantos de abusos en la Iglesia y qué nos dice sobre el sistema de impunidad en la institución. Además, Edwin Alvarado, vocero de la asociación de exalumnos del colegio donde Pedrajas cometió la mayoría de los abusos, nos contó qué esperan las víctimas de las autoridades.
Créditos:
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Producción
Mariana Zúñiga, Nausícaa Palomeque -
Edición
Silvia Viñas, Eliezer Budasoff -
Verificación de datos
Bruno Scelza -
Diseño de sonido y mezcla
Elías González -
Música
Elías González -
Tema musical
Pauchi Sasaki -
Fotografía
EFE/ Luis Gandarillas
Etiquetas:
Transcripciones:
Transcripción:
Silvia Viñas: Empecemos hablando sobre Alfonso Pedrajas. ¿Quién es él?
Julio Núñez: Bueno, Alfonso Pedrajas era un jesuita español que muy joven, casi cumpliendo ya la mayoría de edad, viaja desde Cataluña, donde él se estaba empezando a formar como, como jesuita hasta Bolivia, como misionero.
Silvia: Él es Julio Núñez, periodista del diario El País.
Eliezer Budasoff: Durante su primera década en América Latina, Alfonso Pedrajas también pasó un tiempo en Ecuador y en Perú. Pero finalmente se asentó en Bolivia.
Julio: Él desarrolla toda su vida, toda su carrera, hasta que fallece, en Bolivia.
Silvia: Pedrajas, también conocido como padre Pica, murió de cáncer en el 2009. Para ese momento, aunque seguía siendo sacerdote, tenía una pareja.
Eliezer: Una pareja a la que, antes de morir, le pidió un favor.
Julio: Le hace prometer que por nada en el mundo tenía que permitir que su ordenador, su computadora, no acabase en manos de de quien no debía.
Silvia: Es que dentro de esa computadora Pedrajas guardaba algo muy importante: su diario íntimo.
Eliezer: Un documento de más de 300 páginas que cuenta su vida desde 1960, cuando se inició como novicio, hasta 2008, el año en que dejó de escribir por su enfermedad.
Julio: Claro, su diario personal escondía su terrible secreto y un gran delito, ¿no? Era que esta persona, a lo largo de toda esa carrera de la que hablamos en Bolivia, había abusado y agredido sexualmente de decenas de menores, de niños…
Eliezer: Bienvenidos a El hilo, un podcast de Radio Ambulante Estudios. Soy Eliezer Budasoff.
Silvia: Y yo soy Silvia Viñas.
Hoy, el diario personal de un cura que admite décadas de abusos en Bolivia y revela el patrón que siguió la Iglesia Católica para encubrirlo.
Es 9 de junio de 2023.
Silvia: Entonces, su pareja rompió esa promesa, ¿no? O sea, ¿cómo llegan otros a tener acceso a este diario?
Julio: Sí, él rompe su promesa unos… Tampoco muchos años después, ¿no? Cuando Pedrajas fallece, Pica fallece, a Bolivia acude un hermano de este a los funerales. Era, digamos, el único miembro de la familia que conocía de su relación homosexual. Pero desconocía totalmente de todo este tipo de delitos. Entonces mantiene una relación cordial con la pareja.
Eliezer: Después de los funerales, siguen en contacto, y la pareja de Pedrajas le comenta a este hermano que tiene fotografías e incluso un diario del cura…
Julio: Pero no le dice nada más. Hay que destacar que el el la pareja sabía no lo que lo que había hecho Pica en su pasado. Entonces este hermano, que de hecho estaba a punto también de fallecer por otro cáncer, pues le pide por favor que se la envíe simplemente pues para recordar a su hermano y demás. Entonces la pareja de Pica graba en un DVD toda esa información y la hace, la hace llegar a España.
Silvia: Lo manda a la casa del hermano, en Madrid. Él lo imprime, pero Julio no sabe si llega a leerlo, porque fallece…
Julio: Lo deja esa impresión olvidada en una, en una caja. ¿No? junto con con fotografías y más recuerdos de, de esta persona y ahí quedó olvidado.
Eliezer: Pasaron los años y un sobrino de Pedrajas, que se llama Fernando, descubre la caja en el ático de la casa de sus padres.
Julio: Y él ve, bueno, pues varios recuerdos, entre ellos una fotocopias, un legajo bastante grande en el que aparece “Historia” y él empieza a leer, y claro, las primeras páginas son bonitas porque son los recuerdos, ¿no? de esta persona en su viaje a Bolivia.
Eliezer: De la ilusión que tenía de ayudar a los más pobres… Pero conforme va leyendo, Fernando va descubriendo que la vida de su tío — con quien siempre había sentido cierta conexión — no era lo que parecía.
Julio: Y claro, ahí es donde esta persona descubre el infierno de lo que era su tío.
Silvia: ¿Cómo reacciona al llegar a estas páginas donde se revela todo esto? ¿Te contó?
Julio: Sí, él. Fue una reacción de, de dolor ¿no? de dolor, de asco también. Y una reacción luego muy contundente ¿no?
Eliezer: Fernando decidió contarlo todo.
Lo primero que hizo, el verano pasado, fue mandarle un email al actual director del colegio Juan XXIII de Cochabamba, donde su tío cometió la mayoría de los abusos. Pero el director negó cualquier tipo de responsabilidad.
Silvia: Luego, presentó el diario ante la Fiscalía española. Pero la justicia desestimó el caso porque el delito había prescrito.
Eliezer: Y finalmente denunció a su tío con la compañía de Jesús en Bolivia. Habló con el jesuita Osvaldo Chirveches, que está encargado de investigar los abusos dentro de la Orden.
Julio: La compañía de Jesús echó balones fuera, intentó hablar con él y lo único que querían era que le enviase el diario, ¿no? Visto todo lo que ha salido ¿no? de la Iglesia, cómo ha afrontado este problema, pues, la confianza suya, no era plena, ¿no? Entonces decidió cortar un poco la comunicación con ellos ¿no?
Silvia: Y es en ese momento cuando Fernando decide contactar al diario El País.
Eliezer: Desde octubre de 2018 el periódico ha estado investigando casos de abusos de la Iglesia Católica. Julio es parte de este equipo, y ese verano de 2022…
Julio: Nos escribió Necesito hablar con alguien de ustedes. En ese momento fui yo el que le llamé. Y ahí fue cuando me reveló. Yo tenía un tío que se llamaba Alfonso Pedrajas y tengo su diario en el que confiesa haber abusado de cientos de niños, ¿no? Entonces ahí fue donde comenzó nuestra relación y él ya finalmente me entregó el diario, ya pues inicié, digamos, la investigación, el análisis y la búsqueda de esa historia.
Silvia: ¿Y cuál fue tu reacción al recibir este diario después de estar tanto tiempo investigando estos casos que te llegue algo así?
Julio: Lo importante y lo más chocante era que aunque aunque los abusos siempre se repiten y tienen una metodología muy parecida dentro de la Iglesia, esta era la primera vez que recibíamos el testimonio de un sacerdote que abusaba. Era como la visión desde dentro de este problema ¿no? de esta lacra. Entonces, esto era muy importante porque hasta ahora, sobre todo en España, la Iglesia veía como a las víctimas, como denunciantes, no como víctimas. Veían como un relato de la víctima contra la palabra de un sacerdote y demás. Esta vez era diferente porque era desde dentro. Y era todo aquello que habíamos estado contando y que habían estado contando otros compañeros de otros países o también de España, pero admitido por alguien de dentro ¿no? era como dentro de la mente de un pederasta.
Silvia: ¿Entonces, según el diario, cuándo comenzaron los abusos?
Julio: No hay una fecha aproximada en el que él admite no? Pero la primera, digamos, es en el 64, en el que él habla de una metedura de pata. Es interesante porque él nunca reconoce de una manera tajante los abusos, siempre los habla como enfermedad, como metedura de pata, como error, pecado, etc ¿no? En el 64, digamos que es como la primera vez que lo admite.
Eliezer: Seis años después, en 1971, la orden lo nombró subdirector del Colegio Juan XXIII en Cochabamba. Y al poco tiempo, pasó a ocupar el puesto de director.
Julio: Era un colegio muy innovador. Y de un alto nivel educativo.
Silvia: En ese momento era un internado de varones que recibía alumnos de toda Bolivia. Los admitían después de pasar un examen y eran considerados como niños con altas capacidades intelectuales… usualmente de zonas alejadas y excluidas, que por lo general no tenían acceso a una educación de este tipo.
Eliezer: Y este era todo menos un colegio convencional…
Julio: Se pasan todo el día estudiando con una gran formación: biblioteca, comen muy bien, descansan muy bien. Y ya cuando alcanzan cierta edad, estudia la mitad del día y luego por la tarde trabajan, ¿no? Y crean un sistema de una economía propia increíble ¿no? tienen 5000 gallinas, una panadería, cuidan cerdos, cuidan vacas. De hecho se hacían llamar Pequeña Nueva Bolivia.
Eliezer: Porque no solamente se educaba, sino que los alumnos formaban parte de un microestado, con su propio sistema de poder. Los alumnos mayores tenían cargos similares a los ministros. Había un presidente y hasta se celebraban elecciones.
Julio: Era interesante porque en los años 80 ellos decían era una democracia, mientras que fuera había una dictadura. Hay muchísimos alumnos que se sienten muy, muy, muy orgullosos, ¿no? de ese paso por el colegio, porque salieron de allí con un nivel educativo muy alto.
Silvia: Pero el poder absoluto en este colegio siempre estaba en manos del director, que era un padre jesuita. En este caso, Alfonso Pedrajas.
Julio: Entonces, corroborando con lo que él dice y con el relato de las víctimas, cuando él empieza de una manera más como si fuese un depredador, a abusar de decenas de niños todos los días, ¿no?
Eliezer: En 1978 en su diario escribe esto, y aquí cito: “Recuento de estos últimos 17 años: fracaso, vergüenza, hipocresía, pequeñez, desorientación total. Me siento muy empequeñecido.”
Silvia: Ese año, durante un viaje a España, le contó a su instructor, el sacerdote José Arroyo, sobre los abusos. En el diario, Pedrajas escribe sobre lo que su superior le respondió.
Julio: Y esta persona dice que no le dé importancia, que no lo lleve al terreno moral, que es un pecado…
Eliezer: Pero en ningún momento le dice que deje de hacerlo. De hecho, le recomienda que no nombre esos abusos en las confesiones y le dice que él cree que no debe dejar la docencia.
Julio: Digamos que esta persona le resta importancia a lo que él hace. Por aquellas fechas Pica ya abusaba de una manera muy dura de los menores. Y es interesante porque a lo largo a lo largo de todo el diario, él sigue recordando cuando él escribe sobre la pederastia, estos consejos que le dan estas personas. El padre Arroyo fue el primero, pero le siguieron otros superiores en Bolivia.
Eliezer: Es decir, lo del padre Arroyo fue tan sólo el primer encubrimiento que él cuenta. Pero hubo muchos más. Incluso, durante otro viaje a España en los noventa, lo habló con un psicólogo.
Silvia: Este hombre también era cura y llegó a ser supervisor de una inspectoría salesiana en España. Le advierte de los peligros de lo que está haciendo. Y le dice que debe tener cuidado, porque al crecer las víctimas lo pueden llegar a denunciar.
Julio: Digamos que eso le mete el miedo más en el cuerpo. Pero esta persona sí, por primera vez, le dice que no lo haga, con esa condición del miedo, pero no lo denuncia. Y en España la ley dicta que si tú eres psicólogo y hay alguien que comete un delito, tienes que denunciarlo ¿no? Y no lo hace. O al menos no hay constancia lo de que lo hiciese ¿no? Y él regresa a Bolivia y sigue abusando ¿no? En esta cuestión él le da diversos trucos para que lo evite, no, pero los trucos son siempre el miedo. Ten cuidado, pueden chantajearte, cuidado, te pueden meter en la cárcel, intenta hacerlo con relaciones consentidas, etc.
Eliezer: Este es el primer tipo de encubrimiento de los delitos de Pedrajas: lo cuenta, pero no hacen nada. No lo apartan. Sigue en el colegio. Mantiene su puesto de director…
Julio: Luego hay otro tipo de encubrimiento, que es cuando ya se dan cuenta de que no, de que no pueden aguantar más porque hay víctimas que ya lo empiezan a contar, que empiezan a pedir ayuda, lo trasladan, ¿no? O sea, en lugar, de denunciar a las autoridades o de abrirle un proceso en lo interno lo trasladan ¿no? para evitar de alguna manera el escándalo, ¿no?
Silvia: El tercer tipo de encubrimiento se ve cuando comienzan a llegar denuncias de víctimas, en el año 2000, a la orden.
Julio: Víctimas que escriben diciendo lo que esta persona había hecho, ¿no? Entonces, ¿qué es lo que hace la orden? En ese momento tapan las denuncias, hablan con las víctimas. Esto lo dice el propio Pica. O sea, no, no es un tema solamente que digan las víctimas o que hayan confesado las víctimas, sino que, que el el propio Pica ahí en diversos, en diversas entradas que dicen estoy preocupado porque ha llegado una denuncia, han llamado a mi casa.
Eliezer: En enero de 2001 escribe, y aquí cito: “Me llamó mamá esta tarde. Me dijo con toda sencillez: ‘Llamaron desde Bélgica, preguntaban por ti. ¿Está Pica?’, etc. Ella le dio mi teléfono de La Paz. El desconocido (unos 35 años, dice mamá) antes de colgar dijo: él violó a mi hijo.
Javier: O por ejemplo, han suspendido un homenaje en mi honor por una denuncia. Ya le dije yo a Ramón Alix, que es uno de los provinciales que que hablase con la víctima y que si quiere un encuentro conmigo, que yo accedo, etcétera. Entonces se ve ahí otro tipo de encubrimiento que silenciar a las víctimas. ¿No? Que no se enteren, ¿no? De hecho Pica. Uno de los miedos es ese no es. Tengo miedo de lo que dirá la gente, no de si se destapa el pastel.
Silvia: Y Julio resaltó que el encubrimiento continuó incluso después de su muerte. Siguieron llegando denuncias de víctimas, pero no se las atendió. No les dieron la reparación que merecen.
Julio: Y claro, este delito del encubrimiento y esta acción de la Iglesia es lo que pretende tapar. ¿Por qué? Porque de esta manera, si hablan solamente de abusos y de abusadores, hablan de los abusadores como gente traidora, de la Orden que abusa y que no pertenece a ella. ¿No? No, no, no, el problema es que la Orden lo supo y la Orden colaboró en ese sistema, ¿no? en esa metodología de encubrimiento y de impunidad.
Eliezer: Ya volvemos.
Silvia: Esta semana se conmemoró el Día Mundial del Medio Ambiente, y les quiero recomendar un playlist de Spotify con 10 episodios de El hilo sobre el tema. Allí escucharán historias sobre científicos que están tratando de dimensionar la magnitud del deshielo de la Antártida; sobre el movimiento que busca reformar la industria de la moda; y más.
Ve a la lupa de búsqueda de Spotify y busca Episodios para entender la crisis climática.
Eliezer: Estamos de vuelta en El hilo.
Silvia: ¿Cuáles son las últimas reflexiones que hace Pedrajas, o Pica, en su diario?
Julio: Son las más duras, sí. De hecho él termina de escribir en 2008. En 2008 hay una última entrada que es terriblemente dura, en el que él habla de que el relato de que en ese no recuerdo el mes en el que hace unos ejercicios espirituales y él dice que que en esos ejercicios espirituales el director, el que los lleva, reúne a todo el mundo, eso es algo que se suele hacer, y dice venga, hoy vamos a hablar sobre nuestro fracaso en la vida y nuestros grandes triunfos en la vida, ¿no? que sea en nuestra vida religiosa, en nuestra vida personal. Él cuenta que él se enfada y no quiere, no quiere hablar porque él siente que ya no, ya está cansado de mentir, ¿no? Entonces él prefiere, prefiere el silencio. Entonces él luego escribe y dice: Voy a responder a mí mismo a estas preguntas, ¿no? Y pone el mayor fracaso de mi vida: la pederastia. Hice daño a muchísima gente a 85 no que lo pone entre comillas a demasiados, etcétera ¿no? Una persona que admite no lo que lo que hacía no era una prueba irrefutable.
Silvia: Claro, sí, es una prueba irrefutable. Pero tú tienes este diario en tus manos, ¿Cómo verificas que esto que está contando pasó y no es como una ficción horrible, ¿no?
Julio: Exacto, sí. De hecho, parte del trabajo de estos nueve meses ha sido eso. ¿No? Entonces, lo primero es corroborar de gente que supo que lo estaba escribiendo. O sea había allegados que sabían lo que hacía Pica, entre ellos la pareja, ¿no? La pareja de hecho que confiesa y demás. Digamos una corroboración. Y luego la segunda, es corroborar con otros documentos que él tenía.
Eliezer: Julio revisó el estilo de escritura del diario, que es muy parecido a otras cartas que Pedrajas escribió a mano.
Julio: Y luego el testimonio de las de las víctimas ¿no? que no han leído el diario, que te están corroborando línea por línea el relato de Pica ¿no? que es demoledor también, de cómo, de cómo él abusaba.
Eliezer: Los testimonios son muy duros y muy explícitos.
Julio: De hecho, ha sido la primera vez en la que en un reportaje hemos sido tan explícitos con los abusos. No solemos hacerlo, ¿no? Pero hablando con las víctimas, que su deseo era que en la medida de lo posible, si pusiésemos lo que les hacía. Eso ayudaba a entender al lector ese equilibrio, ¿no? de lo que realmente hacía. Él de alguna manera edulcora los abusos, ¿no? Pero claro, cuando hablas con las víctimas, que cuadra perfectamente. Además, hay muchas víctimas que no se conocen entre sí y te das cuenta de que la metodología que utilizaba era la misma en todos, ¿no? Y era totalmente desgarradora.
Silvia: Sí, justo de eso te iba a preguntar, porque en estos casos eso es lo que suele pasar, como que tienen una metodología, un patrón que repiten con sus víctimas. Sin tener que entrar en detalles terribles, ¿cuál era su metodología? ¿Cómo se acercaba a ellos?
Julio: Él por una parte que era algo muy propio de de de estos de un un perfil del abusador, aparte de ostentar muchísimo poder, él entabla entablaba cierta cierta no en todos los casos, pero la mayoría entablaba cierta relación no de complicidad y de de cariño y de de como ganarse de alguna manera a la víctima, como si fuese un encantador de de serpientes en el que les premiaba y demás ¿no? Entonces envolvía todo el abuso en esa confianza, en esa espiritualidad, en confundir a la víctima, ¿no?
Entonces él establecía luego dos tipos de agresiones dependiendo de la edad del niño, ¿no? Digamos que los más pequeños dormían juntos en una habitación en literas. Entonces cuando se acercaba la noche él solía poner música para que se quedasen dormidos y cuando ya la música se estaba apagando, él ya en la oscuridad de la noche iba a las literas y allí a los niños les tocaba, ¿no? mientras estaban dormidos y en algunas ocasiones se los llevaba su a su cuarto y ahí bueno, pues abusaba de ellos.
Cuando eran más mayores ya no dormían en ese tipo de de litera, sino como en células, es decir, dormían en cuartos compartidos de cuatro niños, ¿no? Entonces ahí le resulta más difícil ir por las noches, entonces él los hacía llamar por la tarde a que fuesen a su habitación, despacho ¿no? Y ahí también abusaban de ellos. Como él tenía ese poder, los niños eran internos, había tiempo libre se los llevaba frecuentemente a una casa que tenía la orden en Taquiña y allí, bueno, ahí era un abuso terrible.
Silvia: Julio dice que era un secreto a voces. Todo el mundo lo sabía.
Julio: Había grupos de niños que ante esa situación se unían, hacían grupos para protegerse unos a otros, hablaban con otros para advertirle ¿no? pero claro, el poder de esta persona era tan grande y ellos eran unos niños que podías que podías hacer si el director te te hacía llamar, ¿no?
Luego las respuestas que daba él ¿no? Frases lapidarias que hacen mucho daño. Como Dios lo quiere, Dios lo quiere o yo te amo. Dios quiere que lo hagan, ¿no? Claro, eso crea una confusión en la víctima tremenda en el que tarda años en darse cuenta de lo que pasó. Incluso cuando ya se da cuenta, piensa, ¿no? Se siente culpable, siente vergüenza y un muro de imposibilidad de poder contarlo, ¿no?
Eliezer: Varios estudios indican que estas experiencias dejan secuelas en las víctimas: en sus relaciones afectivas y familiares, estrés postraumático, depresión, angustia …
Silvia: La publicación de la investigación a finales de abril tuvo consecuencias inmediatas.
Audio de archivo, presentadora: Esta revelación del diario El País, sacudió a la sociedad boliviana.
Audio de archivo, presentadora: La conferencia episcopal de Bolivia ha creado una comisión para investigar.
Audio de archivo, noticias, Bernardo Mercado: Las denuncias no pueden ser ignoradas.
Audio de archivo, presentador: La Fiscalía de Bolivia recibió al menos 8 denuncias de presuntos abusos cometidos por religiosos.
Silvia: El procurador general de Bolivia, Wilfredo Chávez, registró una denuncia por el caso de Pedrajas y pidió sus antecedentes al ministerio fiscal español.
Eliezer: El presidente de Bolivia, Luis Arce, exigió que las denuncias se investiguen y se castiguen. También presentó un proyecto de ley para que estos delitos no prescriban, y en una carta al papa Francisco pidió que la justicia boliviana acceda a los archivos de la Iglesia y a los antecedentes de religiosos en Bolivia. Desde el Vaticano enviaron a un sacerdote que se encarga de investigar casos de pederastia en la Iglesia.
Silvia: En este mes han surgido nuevas denuncias. E incluso ha habido protestas.
Archivo noticias twitter: iglesia pederasta! Iglesia encubridora! iglesia…
Archivo twitter: Me conmueve y me duele que van pasando los meses y los años. Y hay circunstancias que abren esta caja de pandora y la gente se espanta, pero por momentos.
Archivo noticias: Se comenten actos de pederastía, de violación, de acoso, de tortura inclusive, a menores…
Eliezer: La Conferencia episcopal boliviana pidió perdón por los abusos de Pedrajas y por el encubrimiento.
Audio de archivo, Giovani Arana: Queremos comenzar dirigiéndonos a las víctimas, a sus familias y a la comunidad eclesial, que en lugar de darles la protección y el cuidado que merecían, se encontraron con una iglesia sorda a sus sufrimientos.
Eliezer: Y la Compañía de Jesús en Bolivia presentó una denuncia para que se investigue el caso. Además, en Bolivia los jesuitas apartaron a ocho ex jerarcas, acusados de encubrimiento. Osvaldo Chirveches es uno de ellos. Él era el encargado de investigar estos casos en la Orden en Bolivia… es a quien acudió Fernando, el sobrino de Pedrajas, cuando encontró el diario. Recordemos que Chirveches era el que insistía en que le mandara el diario.
Silvia: La Fiscalía también comenzó a investigar otras denuncias que hizo la Compañia de Jesús contra otros jesuitas españoles, como Alejandro Mestre, que fue arzobispo de La Paz.
Julio: No esperábamos esta reacción. Lo normal es siempre el silencio, ¿no? O que quizás mediáticamente se siga y hagan un pronunciamiento pidiendo perdón y que lo van a investigar, pero no esta reacción de tomar medidas, ¿no? tanto por el lado político también como por el lado digamos de la orden, ¿no? Entonces, claro, este tipo de reacciones hacen que el caso o el problema de los abusos de la Iglesia escale a la agenda pública, a la agenda política, ¿no? En un mes que haya pasado lo que en otros países haya sucedido en, en tanto tiempo, esto abre quizás un poco la esperanza a cómo los países de América Latina actúan, ¿no? La sociedad a lo mejor es más fácil que se levante y hablen de este tema ¿no? Y puede ser la oportunidad de que prenda la mecha en otros países latinoamericanos ¿no?
Silvia: Las reacciones por este caso han dado la impresión de que las instituciones respondieron de manera inmediata y decidida a estos abusos denunciados, pero la publicación del reportaje activó también a las víctimas y a sus excompañeros de colegio, que tienen una perspectiva diferente… Así que hablamos con Edwin Alvarado, secretario de comunicación de la asociación de exalumnos del Colegio Juan XXIII, en Cochabamba.
Edwin Alvarado: Esta sorpresa ha hecho que las comunicaciones interpersonales se aceleren entre los amigos, los compañeros, quienes sabían algo de lo que sucedía en el Juan 23, quienes habían sido víctimas de esas atrocidades, de perversión sexual, de quienes eran nuestros educadores, nuestros directores, los responsables de nuestra seguridad.
Silvia: Edwin dice que aunque esto ha tomado por sorpresa a algunos, otros lo ven como una oportunidad para destapar lo que pasó durante décadas.
Edwin Alvarado: Gente que había guardado silencio por este tiempo, personas que habían sufrido en silencio este tiempo pues vieron también como una oportunidad para empezar a hablar, para encontrar la verdad y quizás alguien piense incluso que hasta se pueda hacer justicia.
Eliezer: Para Edwin, la reacción del gobierno frente a este caso ha estado “altamente mediatizada”. Él cuestionó, por ejemplo, que la comisión de la verdad no incluyera a representantes de las víctimas ni representantes internacionales de derechos humanos.
Edwin: Y entonces estas carencias nos hacen pensar que el Poder Ejecutivo quería envolver el tema, quería exclusividad en el tratamiento del tema y eso pues nos ha preocupado.
Silvia: Edwin nos contó que hace dos años pidieron una reunión con el directorio del colegio y el provincial jesuita. Pero no les respondieron. Y hace unos meses, cuando el sobrino de Pedrajas les contó del diario de su tío, les insistieron.
Edwin: Lamentablemente pues encontramos más encubrimiento, más actitud de desprecio hacia los estudiantes, de no tomarnos en cuenta y responderles muy simplemente que no era responsabilidad de ellos investigar este tema.
A la compañía de Jesús no le creemos absolutamente nada. Han abierto canales de escucha para tratar de desarticular a las víctimas, para munirse de los argumentos de las víctimas y utilizarlo en sus estrategias de defensa. Han abierto un canal para denunciar a los depredadores sexuales, pero solamente han denunciado al depredador sexual que ya está muerto: Alfonso Pedrajas Moreno. Han denunciado a los encubridores mayores de 80 años, que de acuerdo a la legislación boliviana no podrían purgar pena de cárcel. Se olvidaron denunciar a los pederastas vivos. Por tanto a la compañía de Jesus no le creemos.
Eliezer: Edwin dice que lo primero que ellos esperan es que se conozca la verdad. Luego, que haya justicia y reparaciones.
Edwin: Entre los ex alumnos del colegio juan 23 tenemos personas que han visitado centros psiquiátricos con cierta regularidad porque nunca pudieron vencer estos problemas, tenemos personas que han desestructurado su personalidad, a tal grado que están caminando como idos por las calles, y realmente esto le ha destruido la vida a muchas personas. Finalmente esperamos que estos hechos no se repitan, que en las instituciones educativas de la compaña de jesus no vuelva a haber abuso sexual infantil.
Silvia: Bueno, casos como estos sobran en el mundo, ¿no? ¿Qué crees que hace diferente a este caso?
Julio: Bueno, como tú indicas, es el caso de abuso en sí es prácticamente igual que lo que sucede en todo el mundo, que es lo que hablábamos al principio de la entrevista, que no es solamente el hecho de que un sacerdote o un clérigo abuse de un menor, porque eso ocurre también dentro de, de otras instituciones de la familia, sino sino el sistema, no el sistema de la Iglesia en tapar, el sistema de la impunidad, el sistema de de negar las denuncias, el sistema incluso de una institución en el que se supone que es la que aboga por la protección de los niños, por, por la moralidad, etcétera, ¿no? Y de cómo se repite esos patrones de traslado, de impunidad, de tapar denuncias en todo el planeta donde está la Iglesia Católica. ¿Qué es lo que hace diferente a este caso? El diario. Es la visión desde dentro y que la Iglesia no pueda negarlo de esa manera, ¿no? Hasta ahora la Iglesia ha sentido que los medios estábamos atacándola, de que era un tema anticlerical y que no era tan grave, y que eran agresores y que bueno, pues, actuaron mal, pero no como institución, sino como determinadas personas que lo hicieron mal. Ahora, claro, por primera vez desde dentro, empiezan a salir relatos que admiten ese problema ¿no? y en el que no pueden negarlo. Yo creo que es lo que le ha hecho diferente, no la voz desde dentro ¿no?
Silvia: Bueno Julio, muchas gracias por tu tiempo y gracias por este trabajo tan importante.
Julio: No a vosotras, por por la entrevista, por dar voz también desde el podcast y desde el audio pues este tipo de cuestiones.
Nausícaa Palomeque: Este episodio fue producido por Mariana Zúñiga y por mí. Lo editaron Silvia y Eliezer. Bruno Scelza hizo el fact checking. La mezcla, el diseño de sonido y la música son de Elías González.
El resto del equipo de El hilo incluye a Daniela Cruzat, Denise Márquez, Samantha Proaño, Paola Alean, Laura Rojas Aponte, Juan David Naranjo Navarro, Elsa Liliana Ulloa y Camilo Jiménez Santofimio. Daniel Alarcón es nuestro director editorial. Carolina Guerrero es la CEO de Radio Ambulante Estudios. Nuestro tema musical lo compuso Pauchi Sasaki.
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Yo soy Nausícaa Palomeque.
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