Costa Rica
Récord homicidios
Violencia
Apagón educativo
Por mucho tiempo a Costa Rica la han llamado “la Suiza de Centroamérica”, pero los pilares que sostenían la imagen del país como un oasis en la región se han fisurado. Los cierres prolongados de escuelas durante la pandemia y la falta de inversión en el sistema educativo han causado un retroceso de una década en el aprendizaje. A la vez, el aumento inédito de la violencia y el crecimiento del narcotráfico ya han hecho de este año el más mortífero en la historia del país. Esta semana hablamos con el periodista Álvaro Murillo sobre cómo el deterioro de las condiciones de bienestar y el aumento de la desigualdad se han convertido en caldo de cultivo para los problemas que amenazan el modelo costarricense.
Créditos:
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Producción
Silvia Viñas, Nausícaa Palomeque -
Edición
Eliezer Budasoff -
Verificación de datos
Bruno Scelza -
Diseño de sonido y mezcla
Elías González -
Música
Elías González -
Tema musical
Pauchi Sasaki -
Fotografía
EFE / Jeffrey Arguedas
Transcripciones:
Transcripción:
Eliezer Budasoff: Álvaro, ¿cómo era la Costa Rica que conociste cuando eras niño, comparada con la que vives hoy?
Álvaro Murillo: Era bastante diferente. Era mucho más relajada.
Silvia Viñas: Álvaro Murillo es periodista.
Álvaro: Soy papá. Tengo 44 años y vivo en San José, en una zona medio rural, medio urbana, como a media hora de San José, hacia el norte.
Silvia: Y los recuerdos de su infancia suenan un poco idílicos. Podía ir a la escuela en bicicleta, por ejemplo.
Álvaro: Iba a la escuela pública. Cualquier persona extraña o no conocida o no, podía llegar hasta la puerta de la cocina de la casa porque lo único que le impedía llegar era una perra que podía asustarla. No había un portón eléctrico. No había una cerca.
Eliezer: Álvaro creció en un pueblo que se llama Poás, al lado de un volcán. Queda a más de 30 kilómetros de San José, al noroeste de la capital. Era un ambiente más rural y eso condicionaba en alguna medida su experiencia.
Silvia: Pero dice que en general, en esa época, en la ciudad había otras condiciones comparado a ahora. Ir a escuelas privadas era una excepción.
Álvaro: Los servicios de sanidad pública eran, tal vez tenían menos presión que ahora y por eso tenían una mayor calidad y hacía que en realidad pocas personas sintieran la necesidad de ir a los médicos privados o a comprar los medicamentos en las farmacias privadas. Era más, era más tranquilo, sin ninguna duda.
Silvia: Álvaro nos contó que su hijo no tiene la misma libertad que él tenía a su edad. No puede andar por ahí en bicicleta.
Eliezer: Ahora las familias se esfuerzan para que sus hijos vayan a una escuela privada, porque el sistema educativo, el mejor de Centroamérica, está en crisis.
Álvaro: O sea, nadie en Costa Rica puede negar que el costarricense promedio vivía mucho mejor hace 30 años de cómo vive ahora mismo en el año 2023. Nadie podría negar eso.
Silvia: Por mucho tiempo a Costa Rica la han llamado “la Suiza de Centroamérica”. Álvaro nos contó que incluso esta canción que están escuchando ahora la ponen en las fiestas nacionales… no es oficial, pero les hace sentir muy bien. Orgullosos.
Eliezer: Y hay razones legítimas para ver a Costa Rica así: su ingreso per cápita, su esperanza de vida, la calidad de su educación, como decíamos, dan argumentos para considerar al país una isla de estabilidad en Centroamérica.
Álvaro: Costa Rica sí, es cierto que vive de una imagen internacional, porque aquí no tenemos grandes yacimientos de minerales. Costa Rica vive sobre todo de inversión, que llega en buena medida por el recurso humano, por la alta capacitación de las personas, lo cual, por supuesto, está ligado directamente con el sistema educativo.
Silvia: Y Costa Rica también se sostiene en gran parte gracias al turismo, que aporta alrededor del 8% del producto interno bruto y genera el 15% del empleo… Además, el país es líder en turismo sostenible y ha logrado presentar muy bien esa imagen internacionalmente.
Álvaro: Un país estable, al que se puede ir que hay una alta probabilidad de que no te roben mientras estás tomándole la fotografía a los bosques, etcétera. Entonces vive mucho de la imagen internacional y eso de alguna forma, quizás lo que ha hecho durante mucho tiempo tirar el polvo debajo de la alfombra y es como bueno, no, aquí estamos bien. Uy, no hablemos mal de nosotros porque esto afecta nuestra economía. Bueno, hasta que llega un momento en donde ya se vuelve imposible disimular muchas de estas condiciones.
Audio de archivo, presentadora: El estado de la educación reveló un rezago alarmante en el sistema educativo.
Audio de archivo, entrevistada: Tenemos falta de recursos en la educación.
Audio de archivo, reportera: Hay 190 mil estudiantes que conviven diariamente con homicidios y tráfico de drogas.
Audio de archivo, presentadora: Costa Rica ha sido considerado el país más seguro de Centroamérica, pero ahora aumentan los homicidios y crece el narcotráfico.
Audio de archivo, presentadora: Salir a la calle para muchas personas es sinónimo de temor.
Audio de archivo, reportera: El país ya no solo es parte de la ruta de la droga, sino también el escenario de pugnas de las mafias locales, cada vez más sofisticadas.
Álvaro: El comparativo con los vecinos seguimos saliendo favorables, el comparativo a la hora de mirarnos en el espejo nosotros, con las condiciones que teníamos, es cuando la nota probablemente no dé para aprobar.
Eliezer: Bienvenidos a El hilo, un podcast de Radio Ambulante Estudios. Soy Eliezer Budasoff.
Silvia: Y yo soy Silvia Viñas.
Silvia: Los pilares que sostenían la imagen de Costa Rica como un oasis en la región se han fisurado: a la crisis en el sistema educativo se suma una cifra récord de homicidios y el crecimiento del narcotráfico, como mercado y como plataforma de distribución… que ya han hecho de este año el más mortífero en la historia del país.
Eliezer: Hoy, cómo el deterioro de las condiciones de bienestar y el aumento de la desigualdad se han convertido en caldo de cultivo para los problemas que amenazan el modelo costarricense.
Es 29 de septiembre de 2023.
Eliezer: ¿Hubo algún punto de quiebre, un momento en el que identifiques, digamos, como el inicio del proceso de deterioro?
Álvaro: No hay un detonante. Lo que hay son momentos que han agravado una tendencia o una erosión de este modelo de bienestar. Creo que hemos vivido de alguna forma en negación con el deterioro de algunas de esas condiciones privilegiadas que hemos tenido.
Silvia: Álvaro dice que las señales del deterioro se empezaron a ver al comienzo del siglo, con la desigualdad. Los que estaban ligados a las inversiones internacionales, al boom del turismo, a las exportaciones… empezaron a vivir muy bien.
Elizer: Y otros sectores se fueron quedando atrás. El índice de pobreza en Costa Rica estuvo estancado por más de dos décadas… siempre alrededor del 20%. Personas que, en más de 20 años, no han podido salir de su situación precaria.
Silvia: Y hace poco, un informe del Banco Mundial mostró que entre 2017 y 2022 la pobreza en Costa Rica creció. Aumentó el doble que el promedio de los países de América Latina….
Álvaro: Hay dos Costa Ricas, a una que le va muy bien y a otra que le va mal, o por lo menos no le va tan bien. Y el problema es ese, que no es lo mismo un barrio en donde todos son pobres, a un barrio en donde solo algunos son pobres y se ve como al frente alguien construye una mansión y ya empieza a rodearla de muro, a protegerla. Esto por supuesto genera quiebres y esto es una tendencia de este siglo que se fue agravando con algunos hechos concretos.
Silvia: El primero tiene que ver con las finanzas públicas. Álvaro nos explicó que el sistema de impuestos en Costa Rica no ha sido lo suficientemente progresivo, y eso ha tenido un impacto en las finanzas públicas. Entonces los gobiernos han hecho recortes en la inversión social: en servicios de salud, educación…
Álvaro: Y ni qué decir en transporte público que ha hecho de este país uno de los países más carro centristas de la región.
Eliezer: En 2018 hubo una reforma fiscal que, entre otras medidas, subió los impuestos a los más ricos, pero también transformó el impuesto sobre las ventas para crear el IVA, estableció límites para el gasto público y frenó el aumento de bonos para ciertos funcionarios estatales.
Silvia: Y como suele pasar, los recortes y ajustes tributarios generan reacciones de los gremios más afectados. En 2018, por ejemplo, mientras el Gobierno trataba de sacar adelante esa reforma fiscal, hubo una huelga de maestros que duró tres meses.
Álvaro: Fue muy larga, afectó por supuesto primero a los estudiantes. ¿A cuáles estudiantes? A los estudiantes de las escuelas y los colegios públicos. ¿Por qué? Porque los colegios privados, pues obviamente no están sometidos al régimen de salario público y estos chicos sí pudieron continuar sus clases mientras muchos otros tenían que estar en sus casas con la enseñanza interrumpida. Entonces eso fue un hecho que golpeó más un deterioro que ha venido en los años recientes ligado a la inversión pública.
Álvaro: Y luego, algo que no es exclusivo de Costa Rica, por supuesto, pero que tiene repercusiones sí particulares, que fue la pandemia.
Eliezer: Costa Rica tuvo uno de los cierres de escuelas más largos de Centroamérica.
Álvaro: Un cierre muy prolongado que terminó de golpear a un sector que venía ya complicado en la educación pública y en las finanzas públicas.
Silvia: Porque hace años que los Gobiernos no están invirtiendo en educación como deberían. La Constitución dice que el gasto público en este sector no puede ser menos del 8% del producto interno bruto. Eso no se ha cumplido. Y ahora, en este escenario post pandemia, el presupuesto para educación es el más bajo de los últimos nueve años.
Álvaro: Y entonces en este momento hay menos becas, hay menos dinero en la construcción de o reparación de aulas, infraestructura educativa. Los programas de informática han dejado de, digamos, se han congelado salarios de los maestros y ha habido algunos que ya no sientan atractivo estar en el sistema público y deciden pues irse o al sistema privado o a buscar otras actividades.
Eliezer: Esta falta de gasto público en educación también se siente en las universidades. Pero ahí se ha vuelto político… Ahora hay un “pulso”, como dice Álvaro, entre el gobierno de Rodrigo Chaves y las universidades públicas por financiamiento.
Álvaro: El Gobierno ha tratado de limitar, reducir o al menos no hacer que crezca como debiera el presupuesto de las universidades públicas. Y obviamente esto tiene, digamos, un componente político quizás, pero incluso con el gobierno, digamos, tratando de decirle a las universidades qué tipo de carreras debería dar, carreras que se supone que conectan más con las nuevas economías o con la tecnología. Y esto, por supuesto, pues insisto, genera un pulso, pero sobre todo esta confrontación está basada en en cuánto el Estado le transfiere a las universidades públicas.
Eliezer: Se acaba de presentar un informe anual que plantea un diagnóstico bastante crítico sobre la educación en Costa Rica. ¿Cuáles son para vos los principales problemas que marca este informe?
Álvaro: Bueno, el principal problema es que ya no dice que hay un alto riesgo de caer en una crisis del sistema educativo. Lo que dice es que ya estamos en esa crisis. No es un peligro de perder terreno, de perder condiciones, no, ya hay condiciones educativas que nos han devuelto a diez años tal vez en el proceso de desarrollo educativo que ha traído Costa Rica. Y la pregunta es ahora si nos vamos a poner de acuerdo como país para buscar soluciones y recuperarnos, pero ya estamos en el hoyo.
Silvia: La crisis se ve en que hay niños de cuarto grado de escuela, o sea que tienen unos diez años, que les cuesta leer un texto con fluidez. O de siete que no pueden identificar sílabas sencillas.
Álvaro: Hay muchachos que se gradúan del colegio o de lo que llaman aquí bachillerato, la secundaria, que llegan a la universidad con dos o tres años de de rezago en el conocimiento básico matemático, de pensamiento lógico o incluso de pensamiento lógico expresado en el razonamiento a la hora de escribir un ensayo. Yo he sido profesor también en la universidad y por momentos es frustrante, incluso siendo profesor en alguna carrera que tiene un corte que exige que lleguen los mejores estudiantes ahí. Y aun así, uno siente a veces que está, que no está evaluando trabajos escritos por jóvenes adultos, sino por chicos que están todavía en la secundaria o empezando la secundaria, por adolescentes quizás.
Eliezer: Según el informe, solo una de cada doce escuelas ofrece el currículum completo en horario regular. Y menciona la falta de inversión de la que venimos hablando. Dice que Costa Rica va en la dirección contraria a las recomendaciones internacionales sobre financiar la educación luego de la pandemia.
Silvia: Álvaro ha visto que una de las consecuencias de esta crisis es que las familias de clase media están haciendo muchos sacrificios para que sus hijos puedan ir a colegios privados. La educación pública se va quedando para el resto… los que por muchos sacrificios que hagan, simplemente no les da para pagar un colegio privado.
Álvaro: Esto, por supuesto, crea una brecha creciente de desigualdad. Y hay un riesgo de que se repita la generación perdida que ya hubo con la crisis de los años 80.
Silvia: Álvaro se refiere a la crisis económica que pegó a América Latina en los 80. La inversión en la educación se desplomó en Costa Rica y las cifras de pobreza se dispararon: casi el 70% de los estudiantes tuvieron que dejar la escuela para poder trabajar y ayudar a sus familias.
Álvaro: Después de que el país sufrió la crisis de los años 80 y mejoró su sistema educativo, trató de incluso ampliar con la educación preescolar, dándole mayores capacidades a los niños desde edad temprana y otros programas, ha habido un retroceso y hay un riesgo de que, de que se genere una una nueva generación perdida que tenga efectos, por supuesto, a largo y mediano plazo.
Silvia: La deserción escolar ya ha vuelto a ser un problema. En junio, el Ministerio de Educación Pública dijo que el primer semestre del año se perdieron 22 mil estudiantes.
Eliezer: Álvaro. ¿Te sorprendieron los principales hallazgos de este informe?
Álvaro: Para nada, Eliezer. Yo creo que ni a mí me sorprendió ni a la mayoría de las personas, ni, ni digamos del ciudadano común o de las personas involucradas con la educación. A nadie le sorprende. Lo que nos sorprende y tiene que ver con esto que le decía de esta imagen de Costa Rica, es verlo escrito en la pizarra. Y ver esta portada tan gráfica de este informe escribiendo estado de la educación, que lo hicieron, por supuesto, a propósito, escribiendo educación sin la tilde y con la S. Y es chocante ver luego que algunas personas quizás no veían error alguno en la portada o que incluso hubo algunas personas que sí veían un error y les parecía imperdonable que el estado de la educación cometiera tal error, lo cual habla de nuestro pensamiento lógico también. Es chocante.
Silvia: Este informe del que hemos estado hablando dice que la educación es un bien público que contribuye al bienestar colectivo y que fortalece el tejido social. Un sistema educativo debilitado, entonces, impacta en otros fenómenos de la sociedad…
Álvaro: Sí, a más educación, más oportunidades, a más oportunidades, mejores condiciones de vida, a más condiciones de vida, más satisfacción con el ambiente, incluso del sistema democrático de Costa Rica. Lo peor que le puede ocurrir al sistema democrático es que las personas sientan que esa democracia no le soluciona sus problemas. Y cuando sus problemas son tan graves como no tener para completar la comida de la semana o no poder darle la educación a los hijos, el cuestionamiento que se hace en muchas personas es y entonces para qué las condiciones democráticas, si al final los problemas que tengo yo no me los está solucionando. Entonces puede haber una erosión. Esto lo señalan, ya lo han señalado muchos expertos en el apoyo a la democracia, cuando el sistema educativo está fallando también.
Eliezer: El deterioro de la educación pública es símbolo de la fragilidad de unas instituciones y un tejido social que, durante bastante tiempo, hicieron que Costa Rica pudiera resistir a factores que afectan a toda la región… Y tal vez la señal más clara de esta debilidad sea el incremento en la violencia.
Álvaro: En algunos entornos un poco más complicados de delincuencia, bueno, si el profesor tiene que cancelar las clases porque hay sospechas de que hay algún no sé, algún chico con drogas o armado, pues entonces se suspenden las clases y listo. Y todos por supuesto pagan el costo.
Silvia: Después de la pausa, cómo se explica el aumento inédito de violencia que vive el país. Ya volvemos.
Elías González: Esta semana las policías de Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela salieron a buscar a un hombre.
Él es Héctor Guerrero Flores, conocido como el “Niño Guerrero” y es el líder de la banda criminal internacional Tren de Aragua.
Esta búsqueda sucede luego de que el pasado 21 de septiembre el gobierno del presidente Nicolás Maduro no lograra detener a Guerrero durante la operación para retomar el control de la prisión de Tocorón, en el estado de Aragua.
Esta cárcel servía como centro de operaciones de la organización criminal más importante de Venezuela y una de las más poderosas de la región.
Pero qué es exactamente el Tren de Aragua y cómo se convirtió en una estructura criminal presente en ocho países. Lo analizamos en el episodio “Tren de Aragua: una organización criminal, un problema regional, una crisis migratoria”.
Lo encuentras en nuestro sitio web el hilo (punto) audio y en tu reproductor de podcast preferido.
Silvia: Estamos de vuelta en El hilo.
Eliezer: Tú ya hablabas de un deterioro del presupuesto, ¿no? que afecta a la educación pública. Me preguntaba si la violencia también afecta a los centros educativos.
Álvaro: Por supuesto que los afecta. Primero, el solo hecho de que en una escuela, los chicos en su hora del recreo escuchen una balacera o un tiroteo y las maestras tengan que suspender el recreo y decirle a los chicos entren pronto a los salones de clase. Esto ya es una… por supuesto, un perjuicio importante, más allá de que en la escuela no vaya a pasar algo. Pero, ha habido ya algunas escuelas y esas sí fueron noticia.
Audio de archivo, periodista: En las aulas de las escuelas costarricenses, además de sumar y leer, también se aprende a protegerse de las balas…
Álvaro: Las maestras de repente consideraron necesario enseñarle a los chicos cómo actuar en alguna situación de un tiroteo, qué hacer. No sé, francamente, cuáles son los consejos que le dieron, pero ya es un tema con los chicos, con los pequeños.
Álvaro: Luego en la secundaria, pues también porque parte de la expresión de esta ola de violencia es una mayor participación de personas jóvenes, adolescentes, menores de edad. Y los colegios, insisto, no todos, pero es muy difícil saber cuál sí y cuál no y en qué medida, pero muchos colegios son mercados de consumo de drogas y de tráfico de drogas o de o son una especie de de ligas menores del ámbito de violencia. Y entonces el chico matón del colegio de repente se ve que está capacitado para tener sangre fría al servicio de otras bandas que ya lo identifican y que saben que bueno, que está dispuesto a pasar por encima de otros sin mayor cargo de conciencia. Y esto por supuesto es muy útil. Es muy útil para estas, estos grupos criminales.
Silvia: Álvaro nos explicó que por todo esto, los colegios en los sectores con mayores índices de crímenes están dándole más prioridad a mantener un ambiente tranquilo que a enseñar historia, ciencias, matemáticas…
Álvaro: Ya lo importante es asegurarse que los estudiantes, bueno, primero que el colegio no se permee por las bandas criminales y segundo, que los estudiantes se mantengan en el colegio, que no se vayan porque si se van al colegio es altamente probable que se vayan a ligar de alguna medida a algunas de estas de estas bandas o que se vayan a buscar trabajos precarios. Y esto por supuesto que no, no le conviene, no le conviene a nadie.
Eliezer: El año no ha terminado y ya es el más violento en la historia de Costa Rica.
Audio de archivo, periodista: …al registrar 655 homicidios. Ya superó todos los ocurridos en el 2022.
Eliezer: ¿Esto se percibe en la calle, tú lo percibes en la vida cotidiana? ¿Cómo se expresa más allá de los titulares y las cifras alarmantes?
Álvaro: Los hábitos de vida de las personas han cambiado y están en función de esas noticias. Porque más allá de que el barrio donde viva una persona sea peligroso o no, es si le genera miedo o no, y al final, obviamente las noticias que todas son ciertas sobre esta ola de violencia tienen un efecto mayor que es el temor de las personas.
Silvia: Entonces ahora están tomando medidas que van a sonar familiares para los que viven en países con este mismo problema: evitan salir de noche, no dejan que sus hijos adolescentes anden en bicicleta cuando ya está oscuro como lo hacía Álvaro con sus amigos solo una generación atrás….
Álvaro: Y ahora mismo no es algo que yo me pudiera permitir con mi hijo mayor adolescente. Sí sale, pero en situaciones controladas, dónde va a estar, en qué va a viajar, con quiénes.
Eliezer: Los que pueden, se mudan a sitios más seguros…
Álvaro: Digamos en barrios privados, en residenciales. Los que pueden, insisto, que no es la mayoría y los que no pueden vivir en barrios privados dediquen una buena parte de su dinero a proteger su casa y le pongan un portón metálico, un alambre de púas o de navajas que se llaman, cámaras de seguridad. Entonces, dedicar parte del presupuesto a la seguridad de su hogar. Eso es un cambio mayor.
Silvia: El gran miedo es ser una víctima colateral de las peleas entre bandas. Y es un temor que tiene fundamentos… los datos muestran que este tipo de homicidios se han multiplicado, y ya es algo que se siente cercano.
Álvaro: Ya en el parque de mi pueblo, hace unas un par de semanas, tres semanas mataron a una persona en un pueblo que es bastante tranquilo en un a las 18:30 de la tarde o siete. Y esto hace que muchas personas digan bueno, yo mejor no voy a ir al parque porque de repente hay un tiroteo y quedo yo en el momento equivocado en el lugar equivocado.
Eliezer: ¿Cómo se explica este incremento de la violencia? Y si tiene que ver porque recién lo mencionabas, si ocurre en lugares específicos o sobre todo ocurre en algunos lugares determinados del país.
Álvaro: Es un deterioro social. Más personas tienen más necesidades, y ante la falta de oportunidades, de trabajos bien remunerados, pues el narcotráfico es una opción laboral para muchas de estas hogares, muchas familias, muchos chicos que además se sienten tentados a este estilo de vida, de riqueza rápida, tener pronto una motocicleta, tener el mejor celular, las mejores zapatillas del barrio y es una forma fácil de resolverlo.
Silvia: Hay una explicación social para esta violencia, pero también es importante considerar las razones internacionales… específicamente, el crecimiento en el mercado de drogas.
Álvaro: Costa Rica está en el camino de Colombia hasta Estados Unidos y hasta Europa, porque por los puertos de Costa Rica ha salido mucha cocaína hacia Europa y entonces Costa Rica es al mismo tiempo ha sido bodega, ahora es mercado y es plataforma de distribución del narcotráfico internacional.
Eliezer: Tú dices Costa Rica ha pasado de ser bodega a país de tránsito a mercado, digamos ¿no? Y el mercado está ligado, me imagino, a la gran afluencia turística también que hay en el país, ¿no?
Álvaro: Puede ser un puede ser un factor. Y los expertos, yo mismo le he hecho esta pregunta a los expertos en temas de seguridad y ellos lo que contestan es que sí puede ser un factor. O sea, hay un un grupo quizás pequeño de extranjeros turistas que vienen aquí y que parte de la experiencia turística es el consumo de droga. Pero no son el factor determinante, definitivamente. Costa Rica lo que pasó es que en algún momento era almacenaje por su situación geográfica, que no es, no es la misma que tiene El Salvador, no es la misma que tiene Panamá, incluso por la logística de puertos, por la relación que hay y además por este ambiente de que aquí todo está bien.
Silvia: Álvaro dice que hay grupos que han aprovechado la imagen de Costa Rica, de un país donde el crimen no es tan alto, para desarrollar sus actividades criminales. Por eso fue un país bodega y de tránsito.
Álvaro: Pero se convirtió en mercado cuando los mismos grupos criminales internacionales empezaron a pagarle a los grupos que les daban aquí servicios logísticos, a pagarle, pero no con dinero, sino con droga. Y claro, entonces estos grupos ¿qué hacen con esta droga? Pues venderla para traducirla a dinero. ¿Dónde la venden, si son grupos locales? Pues la venden aquí en Costa Rica y entonces cada vez más hay, digamos, la idea de que Costa Rica se ha convertido también en un mercado de droga.
Eliezer: A pesar de esta, como de esta necesidad de decir aquí todo está bien para que no afecte a una actividad como el turismo, ¿el gobierno reconoce esta situación. ¿Hay una aceptación de este nuevo escenario?
Álvaro: Con mucha dificultad los gobiernos, porque esta situación de seguridad ya venía, los gobiernos han reconocido esto como crisis, aunque el gobierno actual, el presidente Chávez hubo un momento en que dijo que…
Audio de archivo, presidente Chaves: No es una situación nueva, como han querido hacer ver alguien, o algunos que ustedes conocen, incluyendo medios de prensa específicos, que lo quieren hacer ver como una crisis.
Álvaro: En realidad la crisis la estaban queriendo hacer ver los medios de comunicación con un afán de afectar la imagen del país o afectar quizás a su propio gobierno a la imagen de su de su administración.
Audio de archivo, presidente Chaves: Es inaceptable, pero ha sido un problema crónico. Y por lo tanto hay que actuar de manera diferente.
Álvaro: Al final, con los hechos ha reconocido que hay una crisis. ¿Por qué? Porque cambió a toda la cúpula del Ministerio de Seguridad y al actual ministro de Seguridad lo ha reconocido sin miramientos. Y no solo dice que sí hay una crisis, sino que hay una crisis severa, que vive Costa Rica, que nunca la había visto y que él, que había sido también ministro de Seguridad hace diez años, nota conductas violentas y patrones de este combate entre bandas narcotraficantes que no se veían hace solamente diez años y que él las asocia a prácticas importadas de cárteles mexicanos, sobre todo el tipo de violencia y la forma como, como disputan sus territorios, hay una influencia ahí de los grupos internacionales.
Eliezer: Álvaro, los que venimos de países de América Latina que tienen profundas crisis cíclicas, cuando hay crisis importante siempre hay un nivel importante también de conflicto social, pero una cierta tranquilidad, una cierta costumbre a ya hemos pasado por situaciones así, ¿no? Cuando eres de un país que durante mucho tiempo estuvo acostumbrado a cierta estabilidad y a ser un cierto oasis, una excepción en medio de una región tan convulsa, me pregunto cómo se vive este deterioro, digamos. Cómo se vive un poco la ruptura de la imagen que tenía el país de sí mismo y cómo se piensa el futuro. ¿Se ve como si hubiera alternativas, se ve, digamos alguna esperanza? ¿Está todo centrado en la lucha política? ¿Cómo lo ves?
Álvaro: Sí, hay un mayor pesimismo y un temor a perder el país que teníamos. Y esto lo han preguntado las encuestas, ¿cuál es un temor de la población? Y es a perder aquella Costa Rica cuando no es la población diciendo bueno, es que ya la perdimos y ahora la pregunta es ¿cómo no terminamos de perderla? ¿O cómo podemos hacer para recuperar algo de eso que perdimos que tiene que ver con la educación y lo que planteábamos. Ya hay una pérdida y es cómo recuperarse. Esto es muy subjetivo, por supuesto, y el optimismo y el pesimismo es muy abstracto y depende del momento. Sí hay una expresión política de esto.
Silvia: Que también va sonar familiar para muchos… La población está cada vez más desencantada con los partidos tradicionales en Costa Rica. Rodrigo Chaves, el actual presidente, llegó al poder como un outsider del sistema político, pese a haber sido ministro de Hacienda por seis meses.
Álvaro: Entonces la expresión política es indudable, con el cuestionamiento ah, bueno, es que esos fueron los partidos tradicionales que nos gobernaron en los últimos 20 años, rompieron las condiciones que tenía Costa Rica en otro momento con las que yo crecí y existe esta idea de que de que esta Costa Rica es diferente ya.
Pero Costa Rica es un país, y esto es muy subjetivo, Costa Rica es un país sí, quizás pacífico, pero sobre todo pasivo en relación con otras sociedades. Y ciertamente no hemos tenido rompimientos de la estabilidad por muchas décadas y ese deterioro ha sido como progresivo, ha sido poco a poco se fue calentando el agua, pero ha habido, no ha habido choques. Quizás el mayor choque que hemos vivido fue la pandemia. Entonces esto hace que quizás muchas personas de Costa Rica crean, o creamos, porque depende del momento, que todavía hay condiciones para resistir este deterioro o para recuperarnos y volver a tener algunas condiciones que en otros momentos eran más coincidentes con la imagen de Suiza Centroamericana.
Eliezer: Álvaro, muchísimas gracias por tu tiempo.
Álvaro: Con mucho gusto, Eliezer.
Silvia: Este episodio fue producido por Nausícaa Palomeque y por mí. Lo editó Eliezer. Bruno Scelza hizo la verificación de datos. La mezcla, el diseño de sonido y la música son de Elías González.
El resto del equipo de El hilo incluye a Daniela Cruzat, Mariana Zúñiga, Analía Llorente, Samantha Proaño, Paola Alean, Juan David Naranjo Navarro, Elsa Liliana Ulloa, Natalia Ramírez y Desirée Yépez. Daniel Alarcón es nuestro director editorial. Carolina Guerrero es la CEO de Radio Ambulante Estudios. Nuestro tema musical lo compuso Pauchi Sasaki.
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