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En unos días Donald Trump dejará la Casa Blanca después de cuatro años que cambiaron profundamente a Estados Unidos. Deja un país polarizado, una democracia debilitada y seguidores tan radicalizados que, el 6 de enero, hicieron lo impensable: atacar el Capitolio. Esta semana hablamos con María Ramírez —subdirectora y responsable de la sección internacional de ElDiario.es— y con Elías López —editor de Opinión internacional en The Washington Post— para entender cómo la manera de hacer política de Trump desencadenó en una sedición y qué pasará con el trumpismo una vez que su líder salga del poder.
Créditos:
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Producción
Silvia Viñas, Mariana Zúñiga, Álvaro Céspedes -
Edición
Daniel Alarcón, Eliezer Budasoff -
Verificación de datos
Desireé Yépez -
Diseño de sonido y mezcla
Elias González -
Música
Elías González, Remy Lozano, Pauchi Sasaki -
Fotografía
Miki Jourdan
Etiquetas:
Transcripciones:
Transcripción:
Silvia Viñas: ¡Feliz año! Este es nuestro primer episodio del 2021, y antes de empezar, queremos agradecerles por todo su apoyo del año pasado. Este es nuestro episodio 40, y no sería posible sin ustedes. Y gracias a los que son parte de Deambulantes, nuestras membresías, durante nuestra campaña de recaudación de fondos de fin de año se sumaron mil trescientos nuevos miembros. Logramos recaudar en total ciento cuarenta mil dólares, que junto con la beca de NewsMatch, ¡nos ayudó a duplicar nuestra meta inicial! En nombre de todo el equipo, gracias por ayudarnos a empezar el 2021 con fuerza y a garantizar nuestro periodismo riguroso e independiente.
Audio de archivo, seguidores de Trump: Stop the steal, stop the steal.
Silvia: El 6 de enero, seguidores del presidente Donald Trump irrumpieron en el Capitolio.Audio de archivo, seguidores de Trump: Get in here! We’re home!
Eliezer Budasoff: Adentro, los congresistas estaban en plena sesión para confirmar a Joe Biden como el ganador de las elecciones de noviembre, una formalidad que suele pasar desapercibida, pero este año fue interrumpida por una multitud de extremistas azuzados por el presidente.
Audio de archivo, seguidor de Trump: The government did this to us! We were normal, good, law abiding citizens and you guys did this to us. We want our country back!
Silvia: Bienvenidos a El hilo, un podcast de Radio Ambulante Estudios. Soy Silvia Viñas.
Eliezer: Y yo soy Eliezer Budasoff. Hoy, la sorprendente precariedad de la democracia más poderosa del mundo, el legado de Trump y una nueva crisis en Estados Unidos.
Es 15 de enero de 2021.
Silvia: María, tú escribiste que los cuatro años de la presidencia de Donald Trump estuvieron marcados por “caos, abuso de poder, corrupción y violencia”, y que hay varios factores que crearon un caldo de cultivo para lo que vimos la semana pasada: el asalto al Capitolio. Repasemos esos momentos de los últimos cuatro años ¿Por dónde empezarías?
María Ramírez: Pues yo empezaría incluso por el día en que Trump tomó posesión.
Audio de archivo, Donald Trump: This American carnage stops right here and stops right now.
María: Él habló de una carnicería americana, que supuestamente iba a resolver, en un discurso muy raro. El expresidente George W. Bush, de hecho, lo definió como “una mierda muy rara” y muy distinto de cualquier discurso que hubiéramos visto antes de un presidente.
Silvia: Ella es María Ramírez.
Maria: Periodista y subdirectora de ElDiario.es. Soy responsable de la sección internacional y he reporteado durante muchos años en Estados Unidos.
Silvia: Trump ya había mostrado que era muy diferente a cualquiera de sus predecesores antes de llegar a la Casa Blanca. Durante esa primera campaña presidencial ya habíamos visto su tono agresivo, sus burlas, insultos y ataques a sus opositores, a la prensa, a minorías. Pero además de confirmar que seguía siendo el mismo Trump de la campaña, María dice que en las primeras horas de su presidencia también vimos otra característica importante de la administración de Trump.
María: La de mentir incluso sobre cosas muy pequeñas. Unas horas después de su toma de posesión, él y su portavoz de entonces se empeñaron en decir que la toma de posesión había tenido el récord de asistencia del público ahí en Washington.
Silvia: Algo que era obvio que era mentira, no solo por las cifras oficiales, sino por las fotos y videos que vimos.
María: Era una mentira sobre algo muy poco importante. Y no tenía ninguna consecuencia. Pero el hecho de que insistieran tanto con tanta beligerancia en afirmar algo que era mentira, pues ya nos indicaba que iba a ser una presidencia muy distinta del resto de las anteriores. De todas las anteriores.
Silvia: Y ahí es donde salió esto de los hechos alternativos, ¿no?
María: Así es. En las primeras horas, ya después de la toma de posesión, Kellyanne Conway, que era una de sus principales asesoras de comunicación, dijo esta frase que luego sería célebre de que la Casa Blanca trataba de ofrecer hechos alternativos a la realidad.
Silvia: Ha sido como parte de la estrategia de Trump con sus seguidores, para manipular la opinión pública y negar lo que reporta la prensa sobre él ¿Cómo ha sido su relación con los medios?
María: Trump tenía muy clara la estrategia, de hecho ha sido muy explícito. Etiquetó a los periodistas como el enemigo del pueblo.
Silvia: Y esta actitud hacia los medios ya se veía durante su campaña y en sus simpatizantes. María recuerda cómo, por ejemplo, en mítines de Trump aparecían sus seguidores y preguntaban por un periodista en específico.
María: Nos dejaban mensajes amenazantes encima de la mesa donde nos sentábamos los periodistas. Esto era algo habitual en los mítines de Trump y igual, algo que no se ha visto en ningún momento de la historia, con ningún presidente, ni demócrata, ni republicano.
Silvia: Y la hostilidad siguió cuando entró a la Casa Blanca…
María: Cada rueda de prensa se convertía en en un intercambio, sobre todo por parte de Trump, de gritos…
Audio de archivo, Donald Trump: Sit down, please, sit down. I didn’t call you, I didn’t call you.
Audio de archivo, Donald Trump: Wait a minute, I’m not finished, I’m not finished, fake news.
María: De intentar cortar todas las preguntas muchas veces, no dejar que los periodistas terminaran de hacer la pregunta y desde luego, para una parte sustancial de sus seguidores esto ha funcionado.
Silvia: Pero como tú escribiste, esto de mentir descaradamente y de atacar a la prensa no es lo único que nos lleva a lo que pasó la semana pasada. O sea, Trump no está solo, tiene apoyo ¿Qué papel han jugado los miembros de su partido en crear este caldo de cultivo y cómo ha ido evolucionando la relación entre Trump y los legisladores republicanos?
Maria: Sin duda, los legisladores republicanos han apoyado a Trump de manera a veces explícita y a veces implícita, incluso en sus acciones más fuera de la norma, y que ellos sabían que estaba fuera de la norma. Pero es algo que empezó antes de que Trump llegara al poder. Ya veíamos durante la presidencia de Obama que circulaban entre algunos seguidores republicanos teorías muy extremas, nada basadas en la realidad y que los republicanos dejaban correr.
Silvia: Y esa relación entre segmentos del partido republicano y fantasías conspiratorias le abrió el camino a Trump. Recordemos, por ejemplo, la teoría racista de que Barack Obama no había nacido en Estados Unidos.
María: Esto, desde luego, lo apoyó Trump antes de ser candidato y muchos legisladores republicanos, pues lo dejaron pasar. Y esta ha sido un poco la tónica que hemos visto durante sus cuatro años de presidencia. Le han apoyado en iniciativas legislativas y cuando decía algo extremo o completamente fuera de la realidad en un tuit o hacia algo verdaderamente ofensivo, los republicanos solían decir que no habían leído el tweet, que no sabían de lo que estaban hablando, que no era importante. Era un poco la actitud generalizada.
Silvia: Es la misma actitud que hemos visto en estos meses, en cómo algunos legisladores republicanos se han tardado en reconocer la victoria de Joe Biden.
María: Muchos republicanos no han querido llegar tan lejos como para decir sin ninguna prueba que había fraude, pero tampoco lo han desmentido de manera muy clara y de hecho, pues hasta el asalto del Capitolio muchos hicieron lo que ellos consideraban un show sin consecuencias de alargar el debate para hablar de nuevo de alegaciones, acusaciones de fraude aunque no hay ninguna prueba y todos los tribunales de Estados Unidos han rechazado cualquier intento de revertir las elecciones.
Silvia: Y el sistema electoral de Estados Unidos, tan peculiar y diferente a los de otros países, ha dado espacio y tiempo para alimentar el tumulto.
María: Entre que se celebran las elecciones y se toma posesión, pasan dos meses y medio. Esto es una reliquia del pasado, de cuando Estados Unidos, que es un país muy extenso y muy grande, pues obviamente tenía un reto de transporte y el presidente y sus futuros miembros del gabinete tardaban en desplazarse por el país. Por eso se daba este período, que al principio era todavía más largo. La toma de posesión en los orígenes se hacía en marzo. O sea, realmente había mucho tiempo.
Silvia: Y en la historia de la república, salvo pocos incidentes, este periodo de transición no ha sido un problema. En estas elecciones, debido a la pandemia, hubo más votación por correo. Algunos estados pudieron contar esos votos antes del día de la elección. Otros no. Por lo tanto, hubo varios estados, incluyendo Pensilvania y Georgia, que publicaron resultados parciales la noche de la votación, que es algo normal. Sin embargo, fue algo que Trump y su gente utilizaron para generar dudas entre sus seguidores.
En todo caso, según el sistema estadounidense, los resultados no son oficiales hasta que el colegio electoral los confirma en diciembre. Y luego, a principios de enero, el Congreso, en un acto puramente ceremonial, los ratifica.
Este año, esas semanas, meses, le dieron espacio a Trump y a sus simpatizantes para que siguieran acusando, sin pruebas, que hubo fraude. Cuando las cortes, muchas veces con jueces republicanos, rechazaban sus juicios, los acusaban de ser vendidos, o parte de una conspiración. Así alimentaron el descontento, la rabia. Y esto culminó en la mañana del 6 de enero, cuando el mismo Trump animó a los manifestantes a marchar al Capitolio.
María me hizo notar que en ese discurso, Trump habló en plural.
María: Como si él fuera a ir, aunque en realidad él no fue. Luego se fue a la Casa Blanca y lo vio desde la tele. Les dijo que tenían que ser más fuertes, que la fuerza era lo que se esperaba de ellos, que las reglas ordinarias no aplicaban en circunstancias excepcionales. Esto lo dijo para criticar a su vicepresidente, pero estaba haciendo una llamada a no respetar las reglas y que si los seguidores no hacían nada iban a perder su país.
Silvia: ¿Qué se sabe sobre cómo estos grupos organizaron todo lo de ese día y la irrupción en el Capitolio?
María: Se organizaron sobre todo en redes sociales, en Twitter, Facebook, en Parler. Y ahí y en otros foros, en chats, en whatsapps, se organizaron con detalles como: cómo llevar armas. Organizaban grupos, por ejemplo, pools de automóviles para evitar los controles de los aeropuertos. Luego, en el momento en sí, de aquel día, se iban pasando estos mensajes a través de todas las redes sociales que desde luego han sido un vehículo muy útil para estos grupos para organizarse en tiempo real.
Silvia: Y dentro del Capitolio hicieron streamings que subían a sus redes.
Hasta ahora han arrestado a más de ochenta personas, pero aún se está investigando cómo se planeó el asalto al Capitolio y qué grupos estuvieron involucrados. El Pentágono, el FBI y Twitter han advertido que se están planeando nuevas revueltas y protestas armadas en los capitolios de todo el país para estos próximos días, hasta la toma de posesión del 20. Ahora, las escenas de la toma del Capitolio, en cierto sentido, nos recordaron a lo que pasó en el 2017 en Charlottesville.
Audio de archivo, presentadora: La tensión sigue respirandose en la ciudad de Charlottesville Virginia, tras los violentos sucesos ocurridos durante la marcha de supremacistas blancos.
Noticiero 2: Marcharon no sólo alegando defender la raza blanca, sino también contra la propuesta de retirar una estatua.
Noticiero 3: En donde también un auto se abalanzó sobre la multitud dejando por lo menos un muerto y diecinueve heridos.
Silvia: Y en realidad son cosas que hemos visto ya varias veces durante estos años, donde las corrientes más extremas de la derecha de Estados Unidos están como en acción, ¿no? ¿Cómo ha sido la relación de Trump con estos grupos?
María: Trump en general lo que ha hecho siempre con estos grupos es alentarlos o por lo menos disculparnos, cuando sucedía algo grave, como en el caso de Charlottesville, y hasta los miembros de su propio gobierno le empujaban indignados a que hiciera algo, lo que ha hecho ha sido condenarlos con la boca pequeña, condenarlos sin decir palabras muy gruesas y normalmente, en la misma frase, decir algo favorable a estos grupos.
Silvia: Como cuando dijo esto, después de Charlottesville…
Audio de archivo, Donald Trump: But you also had people that were… very fine people, on both sides.
María: Dijo que había buena gente en ambos lados: los manifestantes neonazis y los contra manifestantes que estaban allí. Es un poco esta manera de… Él sabe que son personas muy extremas y que están fuera del núcleo central de lo que son los votantes y lo que son los legisladores republicanos, pero a la vez no quiere distanciarse del todo. Y lo volvió a hacer.
Audio de archivo, Donald Trump: So go home, we love you, you are very special…
María: Porque vimos que les pedía en su primer mensaje que volvieran a casa, que fueran pacíficos. Pero después de todas las escenas de tanta violencia que habíamos visto, el presidente les dijo, “Os queremos, sois muy especiales”. Esto es un poco el calco de los mensajes que ha transmitido una y otra vez a los Proud Boys, a los neonazis, supremacistas blancos. Y ha jugado a esto en todos estos años de presidencia, hasta el final.
Silvia: Son muy obvias las diferencias entre cómo la policía reaccionó a estos manifestantes y la brutalidad policial que vimos en las protestas de Black Lives Matter el año pasado y antes ¿Por qué? O sea, ¿qué pasó ahí?
María: Creo que la diferencia esencial está en el liderazgo de quien depende la policía, porque la policía del Capitolio en sí no tiene tantos medios como otras. El problema fue que no habían tenido refuerzos, en particular de la Guardia Nacional. La Guardia Nacional depende de la administración, de la administración Trump. Y puede que hubiera una subestimación del riesgo, pero una vez allí, en el momento se tardó mucho en desplegar refuerzos de la Guardia Nacional para ayudar a la policía del Capitolio, cuyo único objetivo entonces era intentar preservar vidas.
Silvia: Tal vez han visto videos que han circulado en redes de policías tomándose selfies con manifestantes. Uno de ellos ya fue suspendido, y hay al menos diez policías bajo investigación por su supuesta participación en la toma del Capitolio. Pero la turba también atacó a policías. Uno de ellos, Brian Sicknick, murió al día siguiente por lesiones que sufrió durante el ataque al capitolio.
María: Y hay unas imágenes muy crudas a manos de los manifestantes. Por eso yo distinguiría muy bien entre la acción concreta de los policías que estaban allí y las decisiones del liderazgo, que es lo que impidió que hubiera una barrera más fuerte para que estas personas no asaltaran el Capitolio y luego poder repeler la acción de manera más rápida.
Silvia: Finalmente, después de horas de espera, llegó la Guardia Nacional y se despejó la zona del Capitolio.
María: Y ahí se acabó la insurrección. Pero esas horas costaron vidas y costaron estas escenas que hemos visto de destrucción y de violación de al final, el símbolo de la democracia, como es el Capitolio.
Silvia: Trump eventualmente prometió una transición pacífica, ¿no? Y condenó esta violencia. Pero ¿qué impacto crees que pueda tener su reacción a todo esto en lo que viene ahora?
María: Trump, en su segundo mensaje, llamó a la calma y condenó el ataque de sus seguidores, a los que había alabado unas horas antes como muy especiales, en parte porque en aquellas horas primeras sus abogados le insistieron mucho en que sus palabras podían tener consecuencias legales para él. De hecho, pues la Fiscalía de Washington empezó a investigar si su discurso en ese mitin, justo antes del asalto al Capitolio, puede ser un delito.
Silvia: Tenemos que recordar que cuando Trump deje de ser presidente, va a perder la inmunidad y podrá ser juzgado.
María: Y Trump no quiere ir a la cárcel. No quiere ser juzgado. La manera de intentar reparar el posible daño que había hecho con sus palabras era un poco dar marcha atrás. Pero sus palabras están ahí. Y esto le puede, desde luego, acarrear problemas serios.
Silvia: Los legisladores demócratas han estado impulsando la destitución de Trump desde el día de la insurrección. Y eso podía pasar de dos maneras:
Primero, si el vicepresidente Mike Pence invocaba la enmienda 25 de la Constitución. Eso le quitaba a Trump sus poderes de la presidencia de inmediato, y Pence quedaba como presidente en funciones. Pero la noche de este martes el vicepresidente rechazó esa posibilidad.
La otra manera es con un juicio político, un impeachment. Este miércoles por la tarde, Trump se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos en ser impugnado dos veces por la Cámara de Representantes. Pero para que esta decisión se aplique, debe ser aprobada por el Senado. Y tomando en cuenta los pocos días que le quedan a Trump en el poder, la decisión final será tomada cuando él ya haya abandonado el cargo.
María: Los demócratas lo que quieren de alguna manera es que quede para la historia, lo que ha hecho Trump de alguna forma quede escrito, que sea el único presidente que haya pasado por un impeachment dos veces, y eso en sí es noticia. Por otra parte, quieren también que quede por escrito que han intentado forzar al vicepresidente Mike Pence y a su gobierno a aplicar la enmienda 25 de la Constitución. Es una forma de colgarles a los republicanos esta responsabilidad y si no lo hacen, de colgarles el hecho de que no hayan hecho nada después de que pasara lo más grave, tal vez que puede pasar en una presidencia.
Silvia: Pero más allá de cómo quede escrito este momento en la historia de Estados Unidos y del interés partidista de asociar al partido republicano con la insurrección, este proceso puede dejar otra consecuencia importante.
María: Que es la inhabilitación de Trump. Trump, puede que no pueda volverse a presentar a un cargo público. Esta es una consecuencia del impeachment y que incluso podría hacerse a través de una declaración de las dos cámaras que no fuera exactamente el impeachment.
Silvia: Es una declaración con consecuencias prácticas, que van más allá de la mancha de haber sido destituido. Y podría lograrse incluso si el Senado rechaza el impeachment. La tiene que aprobar una mayoría simple, no dos tercios, como un impeachment.
María: Desde luego, cualquier intento de hacer un impeachment que al final, es justo antes de que deje la Casa Blanca, es una manera de apuntalar en la historia lo que ha pasado y de dejar claro que es un precedente que no debe repetirse, que no puede repetirse, que no es normal que el asalto violento al Capitolio, que sucedió hace más de doscientos años a manos del ejército británico, no es aceptable. Y que cualquier movimiento de este tipo, cualquier político que aliente algo de este tipo, tiene que ser reprobado por la historia.
Silvia: Bueno, muchas gracias, María.
María: Bueno, gracias a ti.
Silvia: Ya volvemos
Elías González: ¿Estás aprendiendo español? Sometimes that’s easier said than done! If improving your fluency or staying connected to Latin America are part of your new year’s resolutions, Lupa can help. With Lupa, our app for intermediate Spanish language learners, you can listen to Radio Ambulante stories and learn Spanish as it’s really spoken. Lupa has cool features too, like real-time access to vocabulary as you listen, speed controls, hints to help you follow along, and much more. Find out more at lupa.app
Eliezer: Elías tú que, bueno, has vivido golpes de Estado o los ha vivido tu familia en Venezuela como ciudadano, como periodista ¿Qué tan peligroso se sintió lo que pasó en el Capitolio?
Elías López: Mira, más allá de este debate pseudo académico que se ha dado en las redes, de si fue un golpe o no, la verdad es que se produjo allí un estallido social que amenazó de manera muy creíble, digamos, al centro de poder político de Washington.
Eliezer: Él es Elías López, editor de opinión internacional del Washington Post.
Elías: Y en ese sentido de muchas maneras se sintió mucho más peligroso y amenazante a cosa que se vivieron que viví en Venezuela o que yo he vivido con mi familia en Venezuela. Pero por otro lado, obviamente también hay diferencias marcadas, ¿no? en lo que pasó, porque sin duda fue un lapsus bien puntual de seguridad en un edificio que debería estar, muy, muy resguardado, y que se haya logrado penetrar en el Congreso, pues sí, eso se vivió muy peligroso y a la vez, a medida que cada vez teníamos más y más información, no se vivió el peor escenario que era en efecto que tú tuvieras una situación de un tiroteo masivo dentro del Congreso, pero cosa que pudo haber pasado.
Eliezer: En los últimos años, Elías ha seguido muy de cerca la política en América Latina y en Estados Unidos como editor en dos de los diarios más influyentes del mundo.
Queda menos de una semana del Gobierno de Trump, y más allá de lo que pase con el proceso de impeachment, su figura, su influencia seguirá ahí.
Para tratar de entender qué va a pasar en Estados Unidos después de Trump, primero le pregunté a Elías qué es el trumpismo y si hay alguna manera de definirlo.
Elías: Es una buena pregunta y creo que el mejor ejemplo es el señor con los cachos puestos en la cabeza, sin camisa, con la cara pintada, parado en el centro del hemiciclo del Senado, del Congreso de Estados Unidos gritando, ¿no? Que esa era su casa y que y que Trump ganó. Para mí eso fue un momento definitorio del trumpismo. O sea, claro, el trumpismo ha desembocado en eso. Me hubieses preguntado eso antes de Capitolio era una pregunta que incluso estaba por definirse mucho más en términos políticos, porque la gran duda era cuál iba a ser el impacto del trumpismo.
Eliezer: Elías me explicó que durante estos últimos años, el estilo de hacer política de Trump se ha apoyado en varios factores, que nos pueden ayudar a definir qué es el trumpismo.
Elías: Por un lado un gran descontento con los partidos. Un gran descontento con el rol, o el papel que juegan algunos medios de comunicación. Acceso a información que no tiene ningún tipo de filtro, sino que más bien seguidores y promotores de esta información pues le dan forma y los consumidores le dan también ellos mismos la amplifican y le dan más, más y más forma hasta que se convierte en algo que es fuera de control, incluso para los mismos líderes. O sea, estamos frente a un fenómeno que se apoyó de tantas vigas, pero ahorita todas parecen mostrar grietas, ¿no? todas se están agrietando la misma vez.
Eliezer: Porque la revuelta del 6 de enero tuvo un efecto desestabilizador inmenso.
Elías: Este país tiene una gran historia, larga historia de violencia política, terrible, muy sangrienta. La historia del racismo, los ataques que se han producido durante décadas. Esta forma de violencia política ya se expresado en este país. Pero nunca, nunca, nunca, nunca de la manera que lo vimos. O sea vimos fue el peor escenario que muchísimo, muchísimos advirtieron. Básicamente estaban apuntando hacia el efecto que puede tener el tipo de liderazgo como el de Trump. Y bueno, se vivió. Y lo vivieron en carne propia muchas de las personas que decidieron tolerar y aceptar vivir con Trump. Esa, esa apuesta pues les salió bien, bien cara.
Eliezer: Una posible consecuencia de la insurrección es que el trumpismo quede como una fuerza política debilitada.
Elías: Cosa que obviamente no lo podemos asegurar y no podemos pronosticar. Pero lo que está pasando hoy en día con el partido, con muchísimas figuras del Partido Republicano dando la espalda a Trump, y todas las, digamos, las renuncias que se han presentado dentro de su gabinete.
Eliezer: Y también el rechazo de empresas Algo que se vio estos días, cuando las redes sociales como Twitter y Facebook tomaron la decisión de suspender sus cuentas.
Elías: ¿Qué pasa? que ahorita hemos visto que se están tomando todas las decisiones que se debieron haber tomado para evitar precisamente el trumpismo. El trumpismo nos no hubiese pasado si en efecto las empresas, las redes sociales, los líderes políticos se hubiesen mostrado tan alarmados y preocupados por el comportamiento de Trump hace cuatro años y no ahorita después de que en efecto fomentó una insurrección armada sobre el liderazgo político este país. Entonces, claro, ¿qué es el trumpismo? Bueno el trumpismo es, o espero que sea, que espero que esto sea el comienzo del fin del trumpismo, pero no lo podemos asegurar, obviamente que no.
Eliezer: El legado del trumpismo en la forma de hacer política en Estados Unidos es algo que veremos pronto, en un futuro no muy lejano. Para Elías, este legado dependerá mucho de las consecuencias que enfrente Trump.
Eliezer: Ahora, tú tienes indicios o en base a lo que ha pasado, ¿te imaginas qué puede pasar con el trumpismo sin Trump en el poder?
Elías: Bueno, lo que aspiro que pase es que se convierta en un movimiento y una figura del margen totalmente, marginada. Con su culto y sus seguidores y su grupito. Pero no, que ya deje de ser esta figura, digamos, el dell gran elector, ¿no? El que a dedo decide quiénes van a ser los, digamos, los candidatos a senadores y a congresistas, el que a dedo decide qué gobernador va a ganar la elección y quién no. Y todo eso, pues se mide por la lealtad que le muestren al gran líder.
Eliezer: Pero Elías me explicó que esa lealtad no está asegurada. En parte por lo que pasó en el Capitolio, claro, pero también por el resultado de las elecciones para elegir los senadores por Georgia. En este estado, tradicionalmente republicano, ganaron dos demócratas, y con eso los republicanos perdieron su control del Senado.
Elías: Cosa que es muy importante porque el Senado decide absolutamente pues qué proyectos de leyes se aprueban. Y la agenda de Biden pues obviamente pues se decide ahí, y con un senado, y con un gobierno dividido, digamos, un Senado en control de los republicanos y el Congreso y la Cámara Baja de Diputados en el Congreso en control de los demócratas, pues no se iba a producir el tipo de cambios legislativos, de una agenda legislativa que quería Biden.
Eliezer: Por eso la elección de Georgia fue tan importante. Y recordemos que es uno de los estados donde Trump insistía, sin pruebas, que hubo fraude… Incluso atacó a las autoridades electorales del estado, que son todas republicanas.
Elías: Le salió el tiro por la culata, como decimos, o sea, no tenía algún entusiasmo en de verdad movilizar electores cuando él todavía estaba herido por los resultados de una elección que consideró fraudulenta. Entonces claro, cuando tú ves que no supo ni siquiera usar su poder político para lograr un resultado tan, tan importante como era mantener el control Senado, pues yo creo que eso también, horas antes de que pasara lo que pasó en Capitolio, ya muchos republicanos estaban resentidos con Trump precisamente por el papel que jugó –o el papel que no jugó– en la elección de Georgia.
Eliezer: A Trump, dice Elías, solo parece importarle la victoria de Trump, y no necesariamente la victoria del Partido Republicano.
Elías: Entonces, claro en ese momento que muchos republicanos ven, bueno, qué tan efectivo, en efecto es Trump cuando no es su pellejo. Y después pasa lo del Capitolio ¿no?, que termina de evidenciar que Trump está dispuesto a que todo… a quemarlo todo por salirse con la suya.
Yo siempre he dudado que Trump se vaya a convertir en una especie de embajador del Partido Republicano y de las ideas de los principios del partido Republicano. O sea, Trump es Trump. Él es el Estado, es todo. Claro que, qué tanta energía le va a dedicar Trump a mejorar y amplificar el mensaje y el poder del Partido Republicano. Pues ya sabemos que muy poca, ¿no?, muy poca.
Eliezer: Trump ha demostrado claramente que nunca creyó en la democracia electoral de Estados Unidos y así ha gobernado, o sea, sin tomarse en serio ni las instituciones ni los hechos. Y también digamos, como que ha demostrado de alguna manera a otros políticos que eso es posible ¿Tú crees que esto va a definir de alguna manera el futuro de la política en Estados Unidos?
Elías: Mira, esa es, esa es la gran pregunta y creo que se conecta a la primera pregunta que me hiciste. O sea, cuando, cuando me preguntabas sobre Venezuela. Hay muchísimas cosas que se pueden comparar y cosas que no se pueden comparar. Pero lo que ha sido una de las cosa más difíciles que ha sido de superar el tema de Venezuela es la erosión constante a la creencia de que los problemas se pueden solucionar de manera política y electoral y pacífica. Chávez da un golpe en el 92.
Audio de archivo: Unidades militares acantonadas en Caracas y Maracay trataron de derrocar al gobierno constitucional.
Elías: Gana elecciones.
Audio de archivo, Hugo Chávez: Estamos nosotros abriendo las puertas hacia la Venezuela bolivariana…
Elías: La oposición pierde, se rehúsa a participar. El chavismo tomaba espacios, abusaba de su poder, erosionaba cada vez más espacios democráticos. La oposición peleaba por ellos, derrotaba, se decidía por otras rutas mucho más dañinas. Y eso fue cada vez polarizando y polarizando y polarizando cada vez más a la sociedad.
Audio de archivo, presentador: Jornada de protestas, enfrentamiento, disturbios entre simpatizantes de los dos presidentes. Decenas de personas resultaron heridas.
Audio de archivo, Vladimir Padrino, Ministro de Defensa: Estoy seguro que este acto andaba buscando, y anda buscando, muertos.
Audio de archivos, manifestantes: ¿Qué queremos? ¡Libertad!
Elías: Lo que veo que en Estados Unidos cuando vi esas escena y cuando es que es que el precio que se paga por jugar a la antipolítica, por decidir que no vas a reconocer resultados electorales, que no vas a reconocer a tu rival como una figura política legítima que represente intereses y que que esos temas se resuelven con el voto, pues ese es, ese legado es desastroso. Eso es lo que lleva a los países a la ruina ¿Qué significa cuando ya tú procedes a liderar un movimiento político y social que ya no reconoce que puede perder o que puede ganar, sino que lo único que reconoce es que debe ganar a toda costa, ¿no? Eso es el fin de la política y es el comienzo de el conflicto y de conflictos que se resuelven de manera pues sangrienta, de manera violenta, que no encuentran otra expresión para resolverse, sino esa. Eso es lo más preocupante.
Eliezer: Según una encuesta que se hizo en noviembre, después de las elecciones, el 70% de los republicanos no cree que las elecciones hayan sido legítimas.
Elías: Tú tienes una población que ya está jugando a salirse, o sea, ya no es ni siquiera desobedecer las reglas de juego, es que no estás jugando el mismo juego. Te digo porque en Venezuela se paga un precio enorme cuando juegas y cuando abusas, y cuando cometes ese tipo de abusos. Por un lado con las victorias iniciales del chavismo, pues el chavismo cerró absolutamente muchísimos espacios de participación democrática hasta el día de hoy que tenemos una dictadura en donde el espacio para hacer política de la oposición es inexistente, ¿no? Pero por otro lado, la oposición en su momento no supo aprender y reconocer de las derrotas políticas que sufrió y canalizaba eso de manera, de manera absolutamente contraproducente. Cuando no sabes cómo canalizar y cómo resolver estos conflictos políticos todo puede pasar. Y lo más grave, lo más grave es como tú regresas a ponerse todo mundo de acuerdo, a participar de manera pacífica, a reconocer la legitimidad del otro, a reconocer que el otro tiene chance de ganar y que tiene chance de perder, y todo lo que se produce dentro de ese debate es desde dentro de esos intercambios. Eso es lo que se está perdiendo en Estados Unidos.
Eliezer: Elías, muchas gracias por hacerte un tiempo para hablar con nosotros.
Elías: Muchísimas gracias por la invitación.
Silvia: En El hilo somos Daniel Alarcón, Álvaro Céspedes, Mariana Zúñiga, Elías González, Desirée Yépez, Paola Alean, Jorge Caraballo, Miranda Mazariegos y Carolina Guerrero. Nuestro tema musical lo compuso Pauchi Sasaki. Parte de la música de este episodio fue compuesta por Remy Lozano.
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Yo soy Silvia Viñas.
Eliezer: Y yo soy Eliezer Budasoff, gracias por escuchar.