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Latinoamérica es la región del mundo que ha tenido los cierres de escuelas más largos durante la pandemia. En Perú, los niños salieron de vacaciones en diciembre de 2019 y, dos años después, recién están regresando a las aulas. Esta semana hablamos con una madre y sus hijas en el Callao, con dos educadores en Cusco y con una recién graduada en Huancabamba sobre sus experiencias con la educación a distancia y el inicio de un nuevo año escolar. Además, Jaime Saavedra, director global de educación para el Banco Mundial y exministro de Educación en Perú, nos explica los retos que enfrentan los sistemas educativos en América latina.
Créditos:
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Producción
Inés Rénique -
Edición
Silvia Viñas, Daniel Alarcón, Eliezer Budasoff -
Verificación de datos
Desirée Yépez -
Diseño de sonido y mezcla
Elías González -
Música
Andrés Azpiri, Remy Lozano, Elias Gonzalez -
Tema musical
Pauchi Sasaki -
Fotografía
Colegio Pukllasunchis/Equipo de difusión
Transcripciones:
Transcripción:
Fiorela Cana Jara: Lo que ha sido la vida en esta época de coronavirus nos ha nos ha frustrado de muchas cosas.
Silvia Viñas: Fiorela Cana Jara es peruana y tiene tres hijos. Una niña de trece años, otra de nueve, y un niño de cuatro.
Fiorela: Ha sido pues ¿no?, hacerla yo de profesora, auxiliar, maestra y mamá, con todos. Mi sala parecía un salón de clases, en una esquina estaba primaria, en otra esquina estaba secundaria, y en el medio estaba inicial.
Eliezer Budasoff: Para muchos padres alrededor del mundo, lo que cuenta Fiorela debe sonar muy familiar. Seguro se acuerdan de situaciones como esta:
Fiorela: A veces la conectividad era terrible porque como todos los niños se han estado comunicando a través del internet, se colgaba. O a veces las profesoras no podían entrar, porque a veces su señal era bajísima.
Eliezer: Ahí es cuando le tocaba a Fiorela ser la maestra.
Fiorela: Y hay que ser sinceros, una mamá no tiene mucha paciencia como un maestro. Para nada.
Silvia: Ese ruido de fondo que acaban de escuchar es un avión. Fiorela y su familia viven en el Callao. Una ciudad portuaria, de clase media, en el área metropolitana de Lima. Ahí está el aeropuerto internacional.
Eliezer: Lo que cuenta Fiorela sobre estos problemas de conectividad, de tener que hacer de maestra en casa, a muchos tal vez les suene como algo lejano. Pero para ella es muy reciente. Tan reciente como el pasado diciembre, cuando sus hijos terminaron el año escolar.
Silvia: Es que a pesar de vivir en un área urbana cerca de Lima, una de las ciudades más pobladas de América Latina, los hijos de Fiorela llevan dos años sin entrar a un aula.
Fiorela: Llegó un momento en que yo quería salir corriendo porque una no escuchaba, la otra se ponía terca y la otra decía: ‘no hagan bulla. No, no, no escucho, no escucho’. Más que el otro es medio tímido con sus compañeros y no quería compartir, era más tedioso. A su madre…
Eliezer: Su caso no es aislado. En diciembre de 2019, los estudiantes en Perú salieron de vacaciones, y muchos, hasta el día de hoy, no han regresado a la escuela. Algunos fueron al colegio unos pocos días al comienzo de marzo de 2020… Hasta que el gobierno ordenó a públicos y particulares suspender las clases a mediados de ese mes.
Silvia: Pero ahora, después de este largo tramo de dos años, en Perú, y en el cono sur de Sudamérica, los niños regresan a la escuela.
Eliezer: Bienvenidos a El hilo, un podcast de Radio Ambulante Estudios y VICE News. Soy Eliezer Budasoff.
Silvia: Y yo soy Silvia Viñas.
Eliezer: Latinoamérica es la región del mundo que ha tenido los cierres de escuela más largos durante la pandemia.
Silvia: Hay casos realmente chocantes. Por ejemplo, según un informe de UNICEF, a finales del año pasado, solo 4% de los estudiantes en Perú tuvieron clases presenciales.
Eliezer: Hoy, vamos a escuchar a padres, estudiantes, profesores y a un exministro de educación. Nos contarán sobre los esfuerzos para volver a clases presenciales en Perú, y el impacto a largo plazo que puede tener la pérdida educativa en América Latina. Es 11 de marzo de 2022.
Silvia: Fiorela, ¿qué han dicho las autoridades sobre el inicio del año escolar?
Fiorela: Ahora nos han dicho a nosotros que vamos a volver a las presenciales.
Silvia: Pero solo a tiempo parcial.
Fiorela: No estamos ahorita en la estabilidad de poder continuar las clases las ocho horas. Ahora nos tienen solo a cuatro horas.
Silvia: Y el resto trabajan en casa. Así fue delineado por el Ministerio de Educación para las escuelas estatales en lugares urbanos, como la de los hijos de Fiorela, en el Callao, por lo menos durante la primera fase del regreso a clases.
Silvia: ¿Y les han dicho si tienen que ir con mascarillas o algo sobre el protocolo de seguridad?
Fiorela: Sí, obvio, sí, eso también tenemos que llevar nosotros. Nos han dicho que tenemos que llevar la KN, tenemos que llevar si no la doble mascarilla y también el gobierno nos va a brindar unas mascarillas a los estudiantes ¿no? Y nos han dicho que nos van a poner en los baños papel, jabón, pero acuérdese que son un montón de niños y entonces no va alcanzar. Lamentablemente estamos en un colegio del Estado y es así.
Silvia: Fiorela me cuenta que les han dicho que el comedor de la escuela estará cerrado, y que los niños tienen que llevar su comida. Pero más allá de eso, no han recibido mucha información. Recién a finales del mes pasado Fiorela supo que en la escuela de sus hijos las clases comenzarán el 14 de marzo. Y el gobierno ha señalado el 28 de marzo como plazo límite para el inicio de clases en todo el país.
Silvia: Es abrumador, pensar ¿no? en volver, ¿cómo te sientes tú como mamá, pensar que van a volver a presencial?
Fiorela: Mire, por una parte estoy tranquila, pero por otra parte no, porque te soy sincera, me preocupa mucho más esta mutación del virus.
Silvia: Fiorela se refiere a Ómicron. Y Perú recién está saliendo de su tercera ola.
Fiorela: Pero como dice el Estado y el gobierno, que lamentablemente nosotros tenemos que convivir con el virus.
Silvia: Lo cual es particularmente difícil en Perú, donde, a finales del año pasado, se reportó que el país tenía la tasa de mortalidad per cápita por Covid-19 más alta del mundo.
Fiorela: Entonces, nosotros tenemos esa incertidumbre, pero por una parte también nos sentimos tranquilos porque los niños aprenden. Mi hija, mi hija no ha aprendido casi nada porque acabó solo primero de primaria.
Silvia: Y ahí empezó la pandemia.
Fiorela: Cuando entró a segundo y fue justo por la época de COVID, no sabía leer correctamente.
Silvia: Fiorela está hablando de su hija Antonella, la que ahora tiene nueve años. Su nivel de lectura hace dos años probablemente no hubiera sido algo de qué preocuparse. Pero todo se complicó cuando tuvo que aprender a leer a distancia.
Fiorela: Fue terrible. Ella no pudo leer y yo he estado enseñándole, enseñándole porque ella se cerraba, que no, no podía y no podía.
Fiorela: Su maestra me preguntó y me dijo: ¿Qué pasa con Antonella? ¿Por qué no está participando, por qué no presenta sus trabajos, no? Habló con Antonella y le dijo: ‘Antonella, ¿qué pasa contigo?’ Y le dice que ella se sentía mal, que ella no podía, que se frustraba, que llegaba un momento en que ella tenía las ganas y tampoco las podía hacer. Entonces yo le digo la verdad, hasta la paciencia un padre pierde, ¿no?
Jaime Saavedra: El cierre de las escuelas fue parte del arsenal que utilizaron los países para combatir la pandemia. Fue una opción política y ni siquiera se pensó en ese momento cuál era el costo, pero los costos eran que los chicos no se estaban educando.
Eliezer: Él es Jaime Saavedra, director global de educación para el Banco Mundial y ministro de educación en Perú de 2013 a 2016.
Jaime Saavedra: A mí me han preguntado antes, ‘¿y cuándo hay que regresar a las aulas?’, hace ocho meses y mi respuesta ha sido: ayer.
Eliezer: Hablamos con él porque queríamos entender los retos que supone la vuelta a clases. Problemas como los que enfrentan Fiorela y sus hijos, y en general el sistema educativo.
Jaime: Asumamos que los chicos regresan, ¿ya? Yo no puedo hacer la misma educación que estaba haciendo hace dos años. Porque yo estoy recibiendo un chico en quinto grado, que tiene las competencias de un chico de tercero o de segundo, porque se olvidó y porque hay aprendizajes que nunca logró.
Eliezer: Parecido al caso de Antonella, que tuvo que aprender a leer en su casa durante la pandemia. O sea, no se puede usar el mismo plan de estudios como si no hubiera pasado nada.
Jaime: Entonces, el profesor que efectivamente va a tener que, uno, medir cuáles son los niveles de aprendizaje de los chicos hoy día. Y segundo, tiene que adaptar el currículum y los sistemas educativos tienen que hacer simplificación de los curriculares. No podemos cubrir las diez materias que siempre cubrimos. Tenemos que cubrir los aprendizajes fundamentales y con una técnica de enseñanza que se adapte al nivel en el cual el chico está hoy día. Y eso es complicado.
Eliezer: Por varias razones, empezando porque aún no hay muchos datos sobre el impacto que ha tenido la pandemia en la educación.
Jaime: Tenemos datos reales para muy pocos países en el mundo en general.
Eliezer: Pero los que sí tienen, son alarmantes. Jaime me dio el ejemplo de los datos recolectados por el estado de São Paulo.
Jaime: Vemos que los aprendizajes habían ido subiendo a lo largo de todos los últimos diez años. De una manera bastante consistente y sostenida.
Eliezer: Pero datos preliminares muestran un gran retroceso, al comparar los puntajes de las pruebas de estudiantes de escuela secundaria entre 2019 y 2020.
Jaime: Tenemos mediciones de aprendizajes para finales de 2020 en Sao Paulo que regresan a los niveles que tenían los chicos en 2011. O sea, una pérdida de casi una década.
Eliezer: Entonces, sin tener acceso a muchos más datos sobre otros países, Jaime y sus colegas en el Banco Mundial han creado simulaciones para mostrar el impacto de los últimos dos años en la educación, con un indicador llamado “pobreza de aprendizaje.” Mide el porcentaje de niños de diez años que pueden leer y entender un texto simple.
Jaime: Antes de la pandemia, ese número era 51% en América Latina. Ese número era ya altísimo. Ya nosotros antes de la pandemia decíamos que estamos viviendo una crisis de aprendizajes.
Eliezer: O sea, solo la mitad de los niños de diez años en la región podían leer y entender un texto simple. Y no es porque no estuvieran en la escuela. Esto es pre pandemia.
Jaime: En general la mayor parte de chicos están en el colegio. Pero estar en el colegio no implica aprender, lamentablemente.
Eliezer: Y según Jaime, si no se introducen cambios importantes, ahora esta cifra podría alcanzar aproximadamente el 70%…70% de niños de diez años incapaces de leer y comprender un texto simple.
Jaime: No tienen esa competencia fundamental, que es absolutamente central, no solamente para la lectura, sino para cualquier otra competencia que nos interese en educación.
Eliezer: Todo esto que nos acaba de contar Jaime asume que los niños están recibiendo algún tipo de educación. Pero hay chicos que, después de dos años de pandemia, ya se han desconectado completamente del sistema educativo.
Jaime: Hay una tarea muy grande que viene desde tareas que tienen que hacer los ministerios de Educación, con campañas comunicacionales muy agresivas para que los chicos y las familias entiendan el valor de la educación. No es porque si el colegio abra, los chicos van a regresar, y eso ya lo estamos viendo en distintos países que ya abrieron durante el 2021, que las tasas de deserción se mantienen altas y que un porcentaje grande de niños y de niñas, particularmente en la secundaria, no regresan al colegio.
Eliezer: Y esto puede ser por diversos factores. Por ejemplo, algunos han tenido que salir a trabajar.
Jaime: Justamente por las crisis económicas, consecuencia de la pandemia, y por lo tanto están trabajando y su coste de oportunidad es alto y no van a regresar a la escuela.
Eliezer: Se habla de una generación perdida, ¿no? Refiriéndose a los que han sido estudiantes durante la pandemia y nos preguntábamos si es justo decir esto y con cuánta urgencia habría que hacer cambios, ahora, en nuestros sistemas educativos para prevenir algo tan trágico como una generación perdida.
Jaime: Yo creo que estamos viviendo esto como una guerra. Nosotros tenemos que ver esto como una guerra contra la ignorancia. Como una posibilidad de que una generación se pierda, si es que no actuamos con un inmenso sentido de urgencia. Si es que no actuamos rápido, vamos a ver chicos que, finalmente, en lugar de haber completado once años de educación, van a haber completado sólo diez. O solo nueve. Finalmente eso lo vamos a ver todavía de aquí a algunos años, ¿no? Pero va a depender mucho de las acciones que hagamos para que los chicos regresen y de las acciones que hagamos una vez que los chicos estén adentro.
Eliezer: Va a tomar mucho tiempo ver los efectos del cierre de los programas preescolares, por ejemplo.
Jaime: Invertir en el año tres, cuatro, cinco de tu vida, en darle la educación apropiada a esos chicos, es lo que mayor rentabilidad social y privada tiene. Y eso va a ser difícil de recuperar, porque si tú lo piensas bien, cómo desarrollas tu cerebro, cómo desarrollas emocionalmente tu capacidad de aprender, en tu año cuatro es algo que no se va a repetir. Tu año cinco de tu vida, no se va a repetir. Tu año cuarenta de tu vida probablemente sí se va a repetir. Tú puedes recuperar tu año cuarenta en tu vida, pero tu año cuatro y tu año cinco es bastante más difícil.
Eliezer: Y por eso, Jaime subraya la necesidad de entender la gravedad de la situación.
Jaime: Es importante que todos los países internalicen que han vivido la mayor crisis educativa de los últimos cien años. Que es una generación de niños y de jóvenes que ha vivido un shock gigantesco de desconexión con el sistema educativo. Y es algo que ojalá no tenga un impacto sobre su futuro.
Eliezer: Pero hay impactos que ya se sienten, que incluso se hicieron muy evidentes mientras los niños estaban en casa. Y tienen que ver con cómo esta pandemia ha afectado no solo su aprendizaje, sino también su salud mental.
Jaime: Las tasas de depresión y las tasas de ansiedad han crecido.
Eliezer: Y un reporte de UNICEF advierte que vamos a tardar años en evaluar las repercusiones.
Jaime: Esa es una crisis silenciosa que no vemos.
Silvia: Pero Fiorela sí lo ha visto, y de cerca, con su hija Antonella, a la que le estaba costando aprender a leer.
Fiorela: Y llegó un extremo que se deprimió, ya no quiso estudiar. Acá está Antonella, ¡Antonella! ¿Ahí se la paso?
Silvia: Ya.
Fiorela: A ver, Anto.
Antonella: Hola.
Silvia: Hola, Antonella, ¿cómo estás? Yo soy Silvia. Quería saber cómo ha sido para ti estos dos años de no poder ir al colegio, ¿cómo te has sentido?
Antonella: Un poco frustrada porque cuando vino el COVID, no pude estar con mis compañeros, como siempre, en la hora de recreo. Era muy difícil comunicarnos.
Silvia: Para muchos niños esto creó una sensación de ansiedad y depresión.
Antonella: Y algunas veces, cuando algunos padres también pasa que tienen que irse muy temprano y dejan a los niños solos. Hay compañeros que se quedan hasta con su abuelita, porque sus padres tienen que irse muy temprano a trabajar y no pueden estar con ellos. Y por eso estoy muy feliz que vamos a volvernos a encontrar.
Silvia: A Antonella solo le quedan días de espera para regresar a clases.
Antonella: Yo me siento muy feliz. Porque vamos a estar con la profesora, vamos a estar todos juntos, y vamos a poder entender más las clases. Y los compañeros que no tenían conexión van a podían venir y podíamos ya estar bien.
Silvia: Para su hermana mayor, Leonela –que tiene trece– estos dos años tampoco han sido fáciles. El comienzo de la pandemia coincidió con su primer año de secundaria. Un año muy importante para los jóvenes. Y Leonela tuvo que pasarlo desde su casa. Pero además se autoexigía mucho, se comparaba con una compañera en particular.
Leonela: Con el estrés de las tareas y de ser perfeccionista, eso me terminó afectando. Porque cada vez que yo hacía los trabajos me decía, ¿pero cómo no lo puedo hacer si yo lo puedo hacer?
Silvia: Todo esto afectó su rendimiento. Dejó de completar sus trabajos. Y Fiorela decidió llevarla al psicólogo.
Leonela: Ahí empecé a liberarme un poco más con él. Todavía estoy en el psicólogo, por algunos temas más. Pero, sí lo recuerdo con bastante pena.
Silvia: A finales del año pasado, Leonela postuló a una escuela para estudiantes de alto rendimiento y la aceptaron. Así que este mes empezará en un colegio nuevo.
Leonela: A veces me pongo a reflexionar todos los últimos años que hemos pasado, 2021 de 2020, y veo de que me ha tomado bastante tiempo, pero he progresado como persona, porque los problemas que me pasó a mí creo que le pasan mayormente a los adolescentes y son problemas que no se tratan así de fácil. Y pues esas veces que me pongo a reflexionar, me pregunto, pues ¿cómo es, cómo he superado todo esto? O sea, tengo cierta admiración por mí.
Silvia: Después de la pausa, nos alejamos de la ciudad, para ver cómo tanto en los Andes como en la frontera con Ecuador maestros y estudiantes han encontrado estrategias para superar los desafíos de la distancia, la conectividad y la pandemia.
Ya volvemos.
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Eliezer: Jaime, ¿hay algún modelo ideal para proporcionar clases de recuperación a los niños? ¿Tienen ustedes en estudio modelos de esto?
Jaime: Mira, no, no hay modelos ideales y no los puede haber porque no hemos vivido un cierre, una necesidad de recuperar dos o casi tres años, ¿no? de pérdidas de aprendizaje. Y yo creo que aquí nosotros tenemos todos los sistemas educativos que ser muy pragmáticos, ¿no? Y probar muchas cosas urgentemente. Y probablemente vamos a saber qué funcionó o qué no funcionó de aquí a un año. Y los países tienen que implementar menús, digamos, de política, ¿no? escoger qué es lo que pueden implementar lo antes posible. Pero por un lado, por ejemplo, te digo algunas de las cosas que se tienen que hacer. Los países, uno, tienen que medir los aprendizajes de los chicos y no vemos que eso esté pasando.
Eliezer: Ese es el caso de Perú. En 2020 el Ministerio de Educación publicó los resultados de las evaluaciones nacionales de logros de aprendizajes de 2019 y no las ha actualizado.
Jaime: No sabemos cuáles son los aprendizajes de los chicos, ¿no? Hay una unidad de medición de la calidad, que no ha hecho nada, no ha medido nada.
Eliezer: Aunque sí hay algunas evaluaciones de sistemas de educación en América Latina. Como la del estado de Sao Paulo, el ejemplo que Jaime nos mencionó en el último segmento. También en Chile y en Colombia, por mencionar algunos casos. Pero para hacer estas evaluaciones, los profesores necesitan ciertas herramientas.
Jaime: Para que los maestros puedan medir dónde está, en mi salón de cuarenta chicos, yo necesito saber cuál es el nivel de aprendizaje, necesito una evaluación formativa rápida que pueda aplicar para saber cuál es el nivel educativo de estos cuarenta chicos, porque no todos han experimentado la pandemia igual.
Eliezer: Pero es solo un primer paso. Después, Jaime dice que hay que ser flexibles y prácticos al diseñar el plan de estudios de este año.
Jaime: No podemos tener las ocho materias que siempre miramos a las diez materias que siempre tenemos. No, tenemos que preocuparnos particularmente en la primaria, no de no aritmética básica y lectura, no, eso los aprendizajes fundamentales. Tenemos que focalizarnos en eso y en el apoyo socioemocional de los chicos.
Eliezer: Jaime dice que los sistemas educativos también tienen que incrementar el tiempo de instrucción efectiva.
Jaime: Nosotros podemos tener un día de seis horas, pero en verdad el seis es ahora. En verdad eran solamente tres horas que realmente los chicos estaban prestando atención y aprendiendo. Ese tipo de instrucción tiene que incrementarse.
Eliezer: Se puede implementar un sistema de tutoría, por ejemplo. Las tutorías de uno a uno pueden ser demasiado caras para algunas escuelas, entonces Jaime recomienda tutorías en grupo.
Jaime: Tutoría de uno a cuatro chicos de uno a cinco chicos ¿con quién? Con una cruzada de chicos que ya hayan acabado la secundaria, que se presten como voluntarios. Entrenar a esos chicos, que esos chicos puedan darles algunas horas adicionales en tutorías grupales a los chicos que más lo necesitan. Pero ¿por qué eso tiene que ser masivo? porque esos chicos que más lo necesitan no va hacer el 10% que le está yendo mal. No. Puede ser la mitad, puede ser la mitad de los chicos que necesitan esa tutoría adicional.
Eliezer: Y por último, Jaime dice que los colegios tienen que enfocarse en apoyar a los profesores, y entrenarlos. Teniendo en cuenta que los profesores probablemente no van a poder usar los mismos textos que siempre han utilizado.
Jaime: El profesor de quinto grado no puede utilizar el texto de quinto grado. No. Tengo que dar algo que sea una combinación de cuarto, tercero y segundo, porque primero tengo que recuperar, poner a los chicos del nivel donde es donde deberían de estar hoy día. Entonces no puedo utilizar los materiales de siempre.
Eliezer: La combinación de todos estos esfuerzos podrían llevar a un mejor regreso a clases. Pero eso requiere apoyo estatal.
Jaime: Requiere, digamos, paquetes de recuperación de aprendizajes y políticas, de recuperación de aprendizajes que son complejas y que se tienen que estar diseñando otra vez, que se tienen que estar diseñando ayer, cosa que algunos sistemas educativos sí han estado haciendo en nuestra región, pero no todos.
Eliezer: Queríamos entender cómo lo que nos dijo Jaime podría verse en la práctica. Nuestra productora, Inés Rénique, nos sigue contando.
Inés Rénique: En Cusco, en el sur andino del Perú, hay una escuela particular, el Colegio Pukllasunchis.
Sergei Álvarez Cartagena: Nuestro colegio ya tiene también varias décadas en la ciudad, en Cusco, pero sobre todo trabajando con niños, niñas y adolescentes de todas las procedencias. Entonces no existe un único perfil ni de estudiantes ni de maestros y maestras.
Inés: Él es Serguei Álvarez Cartagena, uno de los coordinadores pedagógico del Colegio Pukllasunchis. El colegio es dirigido por un equipo de coordinadores.
Serguei: En esta escuela estudian el hijo del docente universitario, pero también de la señora que trabaja como asistente en casa. Es una escuela democrática.
Yda: Exacto. Y bueno, esa diversidad es la que creemos que es nuestro mayor riqueza dentro del colegio, ¿no? Muchas veces decimos que tenemos un país en chiquitito dentro del colegio.
Inés: Y ella es Yda Maria Torreblanca, profesora de primaria. Cuando hablé con ellos, estaban en medio de los preparativos para el regreso de sus estudiantes. Junto a sus colegas, pasaron seis meses planeando este momento, diseñando tres alternativas para retomar las clases presenciales.
Serguei: Nosotros solemos planificar, ¿no? Pero creo que la incertidumbre se ha convertido en el cotidiano nuestro. Entonces, desde el año anterior ya comenzamos con un proyecto de retorno. Fue un momento muy intenso porque después de dos años, por algunos días retornaron los chicos y chicas más grandes del colegio.
Inés: Como parte de un plan piloto que se lanzó en algunas escuelas del Perú.
Serguei: Entonces, esa fue una tarea también complicada por los temores de las familias, de los propios estudiantes. Pero vimos que sí era posible hacerlo.
Inés: Ese programa sirvió para alistarse para una eventual presencialidad.
Sobre todo tomando en cuenta que respecto al año escolar que empieza este mes… como escuchamos de Fiorela en el segmento anterior, hubo muchas idas y vueltas con el programa oficial.
Serguei: No contamos necesariamente con claridad en relación a las disposiciones oficiales, estas cambian de un día para otro. Entonces queremos de alguna manera anteponernos a estas…, a estos posibles cambios…
Inés: Manteniéndose en comunicación constante con las familias de la escuela. Y además han seguido preparando a su equipo.
Serguei: Es un equipo joven. Este año se integraron muchos nuevos maestros y maestras. Entonces, también estamos recuperando la experiencia de los dos años para comenzar con una propuesta híbrida, tener algunos días presenciales y otros semi presenciales.
Inés: Yda me cuenta que les gustaría que todos los setecientos cincuenta estudiantes de la escuela regresen. Pero, por las normas de bioseguridad, van a asistir en grupos, tal como hemos visto en escuelas de la región. En este caso han dividido los grupos por colores.
Yda: Digamos el color azul: todos los azules desde cinco años hasta quinto de secundaria. Y otros dos días que van a ser lo propio los chicos del salón verde.
Inés: Y el día restante, el miércoles, será para los estudiantes de secundaria… entonces, ellos tendrán tres días de clases presenciales, un día más que el resto. Pero más allá de la logística y la bioseguridad, Yda y Serguei me dicen que su escuela quiere enfocarse en la salud mental de sus estudiantes.
Serguei: Fueron dos años difíciles y creo que debemos crear las condiciones emocionales para aprender. No podemos comenzar desde el primer día con el discurso de recuperemos los aprendizajes perdidos. Hay un tiempo para cada cosa, pero creo que si nuestros chicos y chicas no están bien consigo mismos, con su colectivo, con todo lo que significa el haber enfrentado dos años de miedo. Entonces ese es un tiempo para nosotros, para recomenzar. Queremos tener la tranquilidad de que ellos sientan también que están en un espacio seguro, no sólo físicamente, sino también emocionalmente.
Inés: Y por eso su plan de regreso incluye actividades para apoyar a los estudiantes a manejar y enfrentar sus emociones.
Yda: Porque hay muchas cosas que deben estar moviéndose ahí dentro, así como en nosotros, ¿no? Y eso es lo que queremos hacer, empezar a dejar fluir, que salgan todas estas cosas y hacerlo de una manera en la cual a nosotros nos encanta mucho que el agradecer. Sentimos de que es importante agradecer por todo esto que nos brinda la vida.
Serguei: Si no se creen las condiciones para aprender, es muy poco probable que podamos resolver estas carencias generadas en todos los estudiantes durante estos dos años.
Nosotros pensamos en cuatro cuestiones, es resiliencia, es responsabilidad, es empatía, es este soporte emocional, estos fundamentos nos van a permitir… bueno, ahora enfrentemos este teorema de Pitágoras muy bien, pero primero necesito esta seguridad, esa tranquilidad. Pensemos en chicos y chicas que han vivido bajo el miedo, bajo el temor, bajo el desconocimiento y bajo tragedias personales.
Inés: Tener un espacio para hablar de los sentimientos y de lo vivido los dos últimos años… Es un gran privilegio que, como hemos visto, no es la realidad de muchos niños en la región. Y por eso Serguei dice que le gustaría alcanzar a más estudiantes en el país con la pedagogía de su escuela.
Serguei: Nosotros vamos a seguir haciendo todo y más por la educación en nuestra ciudad y el país. Pero creo que es importante también el involucramiento de las instancias mayores. Y atención implica también financiamiento, formación, soporte permanente, etc. Sin ellos muy poco podemos hacer.
Yda: Exacto, ¿no? En esa medida creo que mirando hacia adelante y ver el tiempo en políticas que vayan cambiando cada cinco años, no nos dan realmente las respuestas que quisiéramos ahora.
Inés: Y piden que esas respuestas del gobierno tengan en mente a todo el país, no solo Lima y las áreas urbanas.
Yda: O sea, no solamente una parte que es la que más vemos, sino en ese Perú oculto tras las montañas, detrás de los ríos al lado de de los lagos. O sea, esa es la población a la que tienen también que verse.
Inés: Poblaciones como la de Nara Correa en Huancabamba, al norte del Perú, casi en la frontera con Ecuador. Huancabamba es una zona rural… La ciudad urbana más cercana es Piura, a unas cinco horas en auto.
Nara: Mi comunidad más que todo se representa por el color verde de su naturaleza y por la amabilidad de las personas que habitan en ella.
Inés: Ella es Nara, tiene diecisiete años. Y en su provincia de Huancabamba, en el departamento de Piura, a mediados del año pasado, se reportó que casi 20% de los estudiantes no podían acceder a la educación a distancia. Un funcionario le dijo al medio La República, y aquí cito, “No responden las llamadas ni a los mensajes de los profesores o no tienen acceso a internet para continuar con su formación”.
Y por eso quería hablar con Nara… porque a pesar de esta cifra, ella, por su propia cuenta, encontró la manera de recibir una buena educación y graduarse de la secundaria el año pasado. Pero no fue nada fácil. Para empezar, al principio de la pandemia, Nara no tenía internet en su casa, ni un celular, ni una computadora.
Nara: Ya cuando ya no pudimos ir al colegio, las clases se daban por radio o por televisión. Por lo que tú tuvieras acceso. Entonces, yo tenía un radio en mi casa y entonces yo decidí pues hacerlo por radio y había horas que te pasaban tu clase. Me acuerdo que yo llevaba eso de las diez de la mañana. Mi primera clase. Y luego nuevamente había otro a las dos de la tarde.
Inés: Los docentes les decían a los estudiantes que tomen notas y que hagan las tareas, o ‘retos’ asignados, y que los manden por Whatsapp. Nara los hacía, pero no los podía mandar porque no tenía celular.
Nara: Entonces para ellos era como que yo estaba desaparecida, no sabían si hacía o no estaba haciendo.
Inés: Pero después de muchos esfuerzos, su padres pudieron comprarle un teléfono para mandar sus tareas vía WhatsApp. Y fue entonces que Nara se dio cuenta que aunque ya estaba conectada con sus profesores por WhatsApp no habría mucho apoyo por esa vía.
Nara: No recibíamos clases, así como que reforzamiento por whatsapp o algo por Zoom, nada de eso. Solamente era como escuchar la radio, escuchar el reto, desarrollarlo y enviarlo. Y así fue.
Inés: Nara se está refiriendo a la primera mitad de 2020. En ese momento vivía con sus padres y su hermanita pequeña. Su padre es un albañil, y Nara me cuenta que antes de la pandemia siempre le daban obras.
Nara: Y mi mamá pues como ama de casa lo que hacía era vender la leche o el quesillo como nosotros le decimos.
Inés: De unas vacas que tienen. Pero estos ingresos se paralizaron con la llegada de la pandemia. Entonces la familia tuvo que improvisar: su padre empezó a trabajar en agricultura, y su mamá intercambiaba la leche y el quesillo de sus vacas por otros bienes. Nara ayudaba con todos estos esfuerzos.
Nara: Entonces era mi día así: yo me levantaba y me iba a ver mis vacas a ordeñar y todo eso y regresaba ya. Recuerdo que yo regresaba plan de nueve de la mañana, yo llegaba apenas y corría a prender la radio porque mi clase ya se estaba dando. Escuchaba mi clase, tomaba apuntes y decía en la noche hago el reto porque ya tenía que almorzar y después de almorzar nuevamente yo me tenía que ir a ver mis animales a darles de comer…
Inés: Y así como la familia se las había ingeniado con sus ingresos, Nara decidió hacer lo mismo con su educación.
Nara: Porque una cosa era como que estar ahí en tus clases, presentar la evidencia, pero otra cosa muy distinta era aprender, tener los conocimientos de lo que te enseñaron.
Nara: Entonces decidí como que yo pensando y dije porque si es virtual, ¿pues hay que aprovechar la virtualidad, ¿no?
Inés: Y a finales de su penúltimo año escolar, pasaron dos cosas importantes: primero, Nara se compró una laptop. La pagó en parte con dinero que le dio su papá y lo que ahorró trabajando en un restaurante. Y me dice que en Huancabamba no había donde comprar laptops, entonces un tío se la trajo desde Piura.
Nara: Cuando la compré yo ya estaba feliz saltando en un pie porque dije ahora sí voy a poder hacer mis clases, tenía claro que ahora iba a utilizar una laptop para poder hacer eso, una laptop que me costó tanto mi esfuerzo como el esfuerzo de mi papá.
Inés: Y segundo… Descubrió el programa Ayni Educativo, una asociación sin fines de lucro que se lanzó poco después del principio de la pandemia. Ofrecen clases virtuales y gratuitas. Había cupos limitados, pero Nara alcanzó a inscribirse.
Nara: Mis docentes apenas tenían como hasta los veintiseis años y llegaban hasta esa edad. Eran muy jóvenes, unos aún en la universidad, otros ya terminando graduándose y nos comentaron a nosotros que vieron que muchos jóvenes y niños en la pandemia no podían tener una educación de calidad. Sus instituciones, sobre todo las públicas, no gestionaban una buena educación. Entonces habían decidido organizarse y hacer voluntariados para poder mediante el Zoom, enseñarnos a nosotros mejor como que tener un poco más de rigor con nosotros.
Nara: Y entonces es como así yo tuve que llevar dos colegios al mismo tiempo, se podría decir, porque más que una academia, yo también tenía una psicóloga, tenía auxiliares, tenía directora, profesores, tutora. Entonces fue algo como que wow, una virtualidad me ofreció un colegio que yo jamás pensé tener, por lo mismo que yo vivo acá en una zona rural y eso era para mí como que a una categoría de un colegio urbano y privado, ¿no?
Nara: Entonces ya yo aproveché que tenía mi laptop, tuve que gestionar esto de mi internet…
Nara: Y pues llevaba clases de zoom desde las nueve de la mañana hasta las cinco de la tarde.
Inés: Haciendo las tareas y trabajos de Ayni Educativo y de su colegio estatal. Y por eso a veces Nara se sentía muy abrumada y estresada. Me contó que algo que la motivaba mucho eran dos amigos que habían sido becados en la Universidad de Piura.
Nara: Así como yo veía que ellos eran un orgullo para sus padres y son, yo decía yo también tengo que ser el orgullo para mi papá y para mi mamá. Mis papás tienen que verme triunfar y yo tengo que sacarlos adelante a ellos y a mi hermanita menor de cinco años tiene que estudiar una mejor educación, mejor calidad, y para eso yo me voy a esforzar en ser una profesional. Y bueno, vamos en ese proceso, ¿no?, hasta el día de hoy.
Inés: ¿Tienes algún mensaje o recomendación para estudiantes de zonas rurales?
Nara: Sí, de verdad es que yo quisiera decirles muchísimo. Antes de ello ya sabíamos que el de la educación en las zonas rurales muy baja a comparación de la urbana. Y pues el tema de pandemia empeoró. Pero que hay que poner de nuestra parte para salir adelante, que sí hay los modos posibles. Y a pesar de todo lo que puede estar ocurriendo en nuestro país debemos siempre tener en nuestra mente: Yo lo puedo hacer. No me importa si soy pobre, si soy una zona rural, si no tengo acceso a esto y si mi gobierno no me apoya. Pero yo voy a buscar los modos posibles de hacerlo y es lo que yo… yo hice en estos tiempos de pandemia.
Inés: Nara ya ingresó a la Universidad de Piura. Este mes se enterará si recibió una beca del estado para financiar sus estudios. Quiere estudiar comunicación audiovisual.
Yda: Hola Inés, te cuento que ya iniciamos las clases aquí en el cole, ¿no?
Audio de fondo, niños jugando en el Colegio Pukllasunchis
Inés: Por su parte, Yda, del Colegio Pukllasunchis, me cuenta que ha sido muy emocionante regresar a clases presenciales.
Yda: Realmente ha sido un momento bastante bonito y esperábamos con ansias el recibir a nuestros chicos nuevamente, tenerlos cerca y bueno, sentimos de que todas las actividades que hemos preparado con tanto cariño para estos primeros días han dado el efecto que buscábamos, ¿no?
Yda: Realmente sentimos que esto está fluyendo y es porque tanto los chicos como nosotros deseábamos tener nuevamente esa posibilidad de estar juntos y creo que la estamos aprovechando al máximo. Esperamos que todo vaya fluyendo de la manera en la cual hemos lo hemos visto en equipo. Y bueno, que a cualquier otra cosita te la estaremos contando seguramente en otro momento. Que te vaya bonito. Nos vemos. Chau, chau.
Antonella: El equipo de El hilo quiere agradecerle a Roberto Chavez, Geraldine Guerrero Huamán…
Nara: Arnaldo Rénique, Luis Neira…
Antonella: Miguel Alvarez y Miriam Vílchez.
Nara: Este episodio fue producido por Inés Rénique.
Antonella: Y editado por Silvia Viñas, Eliezer Budasoff y Daniel Alarcón.
Nara: Desirée Yépez hizo el fact checking. La mezcla y el diseño de sonido son de Elías González, con música compuesta por él, Andrés Azpiri y Remy Lozano.
Leonela: El resto del equipo de El hilo incluye a Daniela Cruzat, Mariana Zúñiga, Denise Márquez, Samantha Proaño, Paola Alean, Elsa Liliana Ulloa y Camilo Jiménez Santofimio. Daniel Alarcón es el director editorial. Carolina Guerrero es la CEO de Radio Ambulante Estudios. El tema musical lo compuso Pauchi Sasaki.
Nara: El hilo es un podcast de Radio Ambulante Estudios y Vice News. Gracias a quienes se han unido al programa de membresías Deambulantes. El hilo depende de miembros como ustedes para garantizar su periodismo riguroso e independiente. Si este podcast te ayuda a entender mejor lo que ocurre en América Latina, considera hacer una donación hoy. Súmate en elhilo.audio (slash) apóyanos. ¡Muchas gracias!
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Todas: Gracias por escuchar.