Transcripción:

Eliezer Budasoff: En las afueras de Culiacán, la capital del estado de Sinaloa en México, hay una clínica.

 

Deborah Bonello: I’ve come to the clinic where Paulina Ramirez got her reduced-price lipo treatment.

 

Silvia Viñas: Ella es Deborah Bonello. Es editora de VICE News y lleva quinceaños reportando sobre la guerra contra las drogas. Y en esos años ha notado un fenómeno particular en ciertas zonas.

 

Eliezer: Hace poco Deborah viajó a Culiacán para cubrir la relación entre la narcocultura y el gran aumento de clínicas de cirugía estética clandestinas. 

 

Silvia: Así fue como llegó a esta clínica donde, a principios de este año, Paulina Ramírez de veintiséis años se sometió a una cirugía estética por un precio más bajo de lo normal. 

 

Deborah: Pues, el edificio de la clínica era completamente blanco, sin letreros afuera ni nada que dijera que ahí adentro había una clínica o un centro de medicina estética. 

 

Eliezer: En este edificio que describe Deborah, Paulina Ramirez se hizo una miniliposucción, una cirugía para eliminar grasa localizada. Deborah dice que Paulina quería una cintura más pequeña y caderas más prominentes.  

 

Deborah: Las ventanas estaban cubiertas con barrotes de acero negro y puertas con espejos que no dejan ver el interior.

 

Silvia: Y ahí la cirugía de Paulina no salió como estaba planeada. La doctora que la operó le perforó algunos de sus órganos internos, como pulmones e intestinos, seis veces. 

 

Eliezer: Paulina murió casi un mes después. 

 

Silvia: Paulina no lo sabía, pero la doctora que la operó no era cirujana plástica. Y la clínica donde se hizo la operación no estaba regulada por las autoridades sanitarias mexicanas. A mediados de este mes, la doctora enfrentará a las autoridades en una audiencia donde deberá declararse culpable o no. 

 

Eliezer: La clínica donde fue operada Paulina es solo una de decenas de clínicas de este tipo en Sinaloa. “Centros médicos”, entre comillas, que funcionan sin licencia ofreciendo operaciones riesgosas a precios accesibles. 

 

Deborah: Cuando visité la clínica, las puertas estaban cerradas con cadenas y había un aviso en la puerta que decía que la propiedad estaba en manos de la fiscalía general. 

 

Silvia: La clínica donde se operó Paulina cerró un par de meses después de su muerte. En septiembre, las autoridades sanitarias mexicanas cerraron más de veinte clínicas estéticas por no tener las licencias requeridas.

 

Eliezer: Y también porque algunas operaban en condiciones insalubres y sin los equipos adecuados. Pero el problema está lejos de terminar en Culiacán. La zona, que es conocida por ser la cuna del cártel de Sinaloa, también se ha vuelto un destino común para quienes buscan hacerse cirugías estéticas.

 

Silvia: En el último par de años, estas clínicas se han hecho más populares que nunca. Y su público son más que nada mujeres que entran al quirófano con la ilusión de adaptar sus cuerpos a una estética particular, una muy propia de la cultura local.  

Audio de archivo, perfil de redes sociales: Plebes, el día de hoy nos vamos a transformar en una buchona… 

 

Audio de archivo, perfil de redes sociales: Yo soy una mujer exitosa, que siempre tiene lo que quiere… 

 

Audio de archivo, perfil de redes sociales: Me encanta la banda, bailar, salir a fiestas, y mi pasión es andar en caballos. Y soy una buchona (ríe). 

Silvia: Bienvenidos a El hilo, un podcast de Radio Ambulante Estudios y VICE News. Soy Silvia Viñas.

 

Eliezer: Y yo soy Eliezer Budasoff.

 

Hoy, el vínculo entre un modelo de belleza y la narcocultura en Sinaloa, y cómo ha alimentado el riesgo de las cirugías plásticas clandestinas.

 

Es 11 de noviembre de 2022.

 

Silvia: Deborah viajó a Culiacán para investigar las circunstancias que rodean la muerte de Paulina Ramírez. Parte de su objetivo era conversar con alguien que, como Paulina, se hubiese hecho una cirugía plástica en una de estas clínicas no reguladas. Quería intentar entender esto desde el punto de vista de un paciente. 

 

Sonido ambiente de televisión encendida: La sexualidad es el producto de la actividad humana. Y esto es algo sobre la masculinidad…

 

Deborah: Conocí a una mujer, a quien llamaré Kendra, porque no quiere revelar su identidad. Fui a verla a su casa. Kendra vive en un complejo a las afueras de Culiacán, donde vive mucha gente de clase media. 

 

Sonido ambiente de saludos: Hola…

 

Deborah: Me contó que sus primeras intervenciones estéticas fueron procedimientos pequeños…

 

Kendra: El botox y ácido hialurónico, como rellenar. Entonces, si tienes por ejemplo la puntita un poco caída, te infiltran ácido hialurónico y se respinga la nariz. Igual los labios también los tengo inyectados de ácido hialurónico.

 

Deborah: Pero en 2019 se hizo una cirugía mayor. 

 

Kendra: Fue una lipoescultura, extracción de grasa de todo el abdomen y toda la espalda e infiltración en el en las pompas y en el busto. Cuando estaba más chica jamás me había identificado con que quería tener una cintura chiquita, unas pompas grandes si no fue a como iba creciendo, iba viendo a mis amigas que poco a poco ellas iban asistiendo a con médicos y se iban… pues, la que tenía la cintura más chica, pues se veía mejor, el que tuviera el seno más grande como que lo iba viendo tan normal que ya se lo iban haciendo, que yo decía yo de grande quiero eso, ¿no? Yo de grande quiero tener chichis, yo de grande quiero tener esas, esas pompas tan grandes. Era como un sueño.

 

Deborah: Además, Kendra me contó que los shows de televisión y telenovelas, sobre todo las colombianas, también tuvieron un efecto en ella. Se empezó a fijar en las actrices. 

 

Audio de archivo, tema principal de La Reina del Sur: … para la reina del sur, traficante muy famosa…

 

Kendra: Altas, pelo negro, lacio, el tipo de sobre todo las pompas. O sea, yo recuerdo ver series y decir: no hombre, yo quiero tener el cuerpo como la de la serie, ¿no? Y yo estaba en secundaria.

 

Eliezer: Estas series son de un género particular. Se llaman “narconovelas”.

 

Kendra: Sobre todo eran series obviamente narco. Narco en Colombia, narco en Culiacán, narcocorridos, también tenemos nuestros cárteles, como que sí viene un poco más como parte de la cultura, ¿no? 

 

Deborah: Kendra me dijo que ella se identifica con la narcocultura. Donde vive hay presencia del cártel de Sinaloa, y su influencia es muy poderosa. Pero, obviamente, mucha gente de Culiacán no adhiere a esta cultura, aunque muchas mujeres llevan esta estética curvilínea que describe Kendra con orgullo.  

 

Silvia: Este look tiene un nombre: “buchona”. “Buchona” es una palabra local que por décadas se ha usado para describir a las mujeres que tienen algún tipo de relación romántica con narcos. También se usa para referirse al tipo de cuerpo y apariencia de muchas de estas mujeres. 

 

Deborah: Es muy similar al look de Kim Kardashian por ahí por el 2010. O sea, pechos y trasero grandes. 

 

Kendra: Buchona es la persona que siempre anda muy arreglada… pestañas, tiene toda la cara inyectada. Obviamente todos los arreglos de su cuerpo, las uñas, aretes grandes, marcas, que se vea como que mi blusa Carolina Herrera, ¿sabes? Mis bolsas caras, lujos en casa, lujos en camionetas, carros. Eso es ser una buchona, ¿no?

 

Eliezer: Deborah ha investigado para otros reportajes sobre las mujeres que trabajan o trabajaban en el cartel de Sinaloa. Y ahí entendió lo arraigada que está la estética “buchona” en la narcocultura.

 

Silvia: Pero, además, se dio cuenta de que la narcocultura también ha influenciado a mujeres que no necesariamente están relacionadas al mundo de las drogas. Mujeres que ven ese estilo de vida y aspiran a tenerlo.  

 

Audio de archivo, canción: “Ahí viene la buchona, vestida y a la moda…”

 

Deborah: El look “buchona” es parte de una cultura aspiracional. Es una forma que tienen las mujeres de distinguirse, asociándose con una especie de realeza del narcotráfico en Sinaloa. No es un look natural. El punto de verse así es que el resto de las personas entiendan que tienes el dinero para invertir en tu cuerpo para lograr esa apariencia. 

 

Eliezer: En Sinaloa una liposucción básica puede costar entre tres mil y cinco mil dólares. Entonces, aunque estas operaciones sean populares allá, tampoco son accesibles para todo el mundo. 

 

Deborah: No se trata de ser narco, se trata de parecerlo. 

 

Audio de archivo, perfil de redes sociales: “Hola, yo soy Jenny 69 y estas son las cinco cosas que debe tener una buchona”.

 

Audio de archivo, perfil de redes sociales:  “Ya que la mujer buchona es una mujer muy exigente… 

 

Eliezer: El cártel de Sinaloa ha tenido una presencia fuerte en la zona durante las últimas tres, cuatro décadas. Pero Deborah dice que las redes sociales han hecho explotar la popularidad del aspecto buchona.

 

Silvia: Es cosa de escribir “buchona” en el buscador de Instagram o TikTok para que salgan decenas de cuentas.

 

Audio de archivo, perfil de redes sociales:  “…nos gusta lo exclusivo pues, lo que mucha gente no puede tener”. 

 

Audio de archivo, perfil de redes sociales:  “Yo les quiero mostrar mi ropa, está inspirada en la señora Emma Coronel”. 

 

Eliezer: Emma Coronel es la esposa de El Chapo Guzmán, el narcotraficante que lideró el cártel de Sinaloa hasta que lo extraditaron a Estados Unidos en 2017. Emma es modelo y durante el juicio de El Chapo estuvo muy presente en la prensa. Y en Sinaloa se ha convertido en una especie de celebridad local. 

 

Audio de archivo, noticias: “Esta mujer que usted ve llegar es Emma Coronel…”

 

Deborah: Una mujer con la que hablé, y que se había hecho muchas cirugías plásticas, me describió a Emma Coronel como una artista. Realmente tiene muchas admiradoras.

 

Silvia: Entonces, el estilo buchona es un símbolo de estatus, un signo de riqueza, pero para lograrlo, muchas de sus seguidoras tienen que ahorrar y mucho. Kendra es un ejemplo de esto. 

 

Kendra: Dije bueno, voy a ahorrar, voy a ahorrar para poderme hacer mi sueño de toda la vida, ¿no? 

 

Deborah: Kendra estuvo un año ahorrando para la lipoescultura que se hizo. Y la operación le costó unos sesenta mil pesos mexicanos, que son tres mil dólares más o menos. Eso es más barato de lo normal. O sea, que lo consiguió por un precio descontado.

 

Silvia: Y para las que no pueden ahorrar suficiente para estas operaciones, existen las cundinas. 

 

Eliezer: Una cundina es una forma de ahorro informal. Se trata de un grupo de personas que aportan la misma cantidad de dinero en un mismo plazo de tiempo. En Sinaloa las cundinas para hacerse cirugías estéticas son muy comunes. Hay personas que incluso las organizan por Facebook. 

 

Kendra: En otros lados les llaman tandas. Tú desde muy chica puedes entrar y empezar a ahorrar para llegar a tu meta, ya sea operarte la nariz, operarte el busto o las pompas o todo el cuerpo. Hay operaciones hasta de pantorrilla. Cada vez, o sea que la verdad que la cirugía plástica ha avanzado mucho. De todo te operas hoy en día, ¿no? 

 

Silvia: Deborah nos explica que muchas de estas cundinas funcionan en asociación con las clínicas no reguladas. Y que, esencialmente, se trata de esquemas piramidales que permiten que mujeres de escasos recursos accedan a cirugías plásticas. 

 

El problema con todo esto es que muchas veces estas mujeres terminan sometiéndose a cirugías hechas por personas que no están calificadas.

 

Deborah: Por ejemplo, en el caso de Paulina, la mujer de la que hablamos al principio, la doctora que le hizo la cirugía, que eventualmente la mató, era médico general y no estaba especializada en cirugía plástica. Me dijeron que había hecho un curso de tratamientos de belleza que duró seis horas. O sea, no estaba calificada para hacer esas cirugías. 

 

Eliezer: También Deborah dice que a veces hay dentistas que operan sin la preparación necesaria. Por ejemplo, hacen un procedimiento que es muy popular en Sinaloa: se trata de sacar la grasa del interior de las mejillas para adelgazar la cara. 

 

Deborah: En el caso de Kendra, dice que estaba consciente de los riesgos de hacerse cirugías en este tipo de clínicas, pero el lugar donde le hicieron la operación la sorprendió. 

 

Kendra: Cuando hice el trato había sido que iba a ser un quirófano. Pero nunca me hablaron que el quirófano era un quirófano en una casa.

 

Deborah: Es muy común que estas clínicas sean casas sin ningún tipo de letrero afuera. 

 

Kendra: Pero ya había tenido yo referencias de la doctora. Y la verdad todas mis amigas que habían pasado por ahí me daban buenas referencias de ella. 

 

Silvia: Entonces, aunque la operación no era en el lugar que esperaba, Kendra se la hizo de todas maneras. Deborah dice que para Kendra y muchas otras mujeres, pasar por esto vale la pena. 

 

Deborah: No solo se trata de la apariencia, sino de asociarse a un grupo que consideran élite y que representa lo que aspiran a ser. Es un deseo poderoso del que las cundinas y estas clínicas clandestinas se están beneficiando. 

 

Eliezer: Ya volvemos.

 

Silvia: Si escuchas El hilo y también nuestro podcast hermano, Radio Ambulante, queremos pedirte un favor. Radio Ambulante Estudios, nuestra casa productora, acaba de lanzar una encuesta para aprender sobre sus oyentes: sus preferencias, qué funciona y qué no tanto, y qué debemos hacer en el futuro en El hilo y en Radio Ambulante. Tus respuestas nos ayudan muchísimo. En una encuesta anual, las personas que nos escuchan nos dijeron que querían un podcast que explicara las noticias en América Latina. A partir de esos comentarios, salió la idea de crear El hilo. Para responder visita radioambulante.org/encuesta. Gracias desde ya.

 

Eliezer: Estamos de vuelta en El hilo.

 

Como escuchamos en el segmento anterior, la editora de Vice News Deborah Bonello viajó a Culiacán, México, para investigar la creciente industria de clínicas de cirugía plástica no reguladas. Deborah quería entender el caso de Paulina Ramírez, una joven que murió después de operarse en una de esas clínicas. 

 

Silvia: Por eso conversó con Kendra, una mujer que también se operó en uno de estos lugares. Y cuando la entrevista estaba por terminar, Kendra le habló del caso de su prima. 

 

Deborah: La prima de Kendra se hizo una operación que en estas clínicas llaman “minilipo”. Es promocionada como una liposucción más rápida y menos invasiva. Es la misma operación que se hizo Paulina Ramírez.

 

Kendra: Entonces, mi prima, emocionadisima de lo rápido y de que no te duermen. Fíjate que te quedas con anestesia local. Tú siempre estás despierta. No te va a pasar nada, no te vas a morir porque estás despierta. Esa es la mentalidad de mucha gente que va a esas cundinas.

 

Deborah: Pero Kendra dice que a pesar de la supuesta anestesia local que le pusieron, su prima sí sintió parte de la operación.

 

Kendra: Llegó un momento en que ella nos cuenta en la cirugía, ‘¿qué es esto? Me está matando, pues y yo en carne viva lo estoy sintiendo todo’. O sea, sentían la cánula, cómo le hacían el hoyito, cómo entraba la cánula. Dice que le hicieron el bloqueo. Te bloquean de la cintura para abajo. Pero cuando le tocaban la parte de arriba era un dolor insoportable. 

 

Deborah: Y después de la operación no podía comer, no podía salir de la cama.

 

Kendra: Se desmayaba a cada rato. Lloraba del dolor, del miedo, de me voy a morir. Tenía un hijo. 

 

Deborah: Kendra dice que su prima tenía la zona de la incisión infectada y le terminó pidiendo que la llevara a un hospital. 

 

Kendra: El punto es que la libró. Pero le quedaron unas quemaduras ya de por vida, o sea ella toda su piel está como si hubiera tenido una quemadura de segundo grado, pues. No sabemos, me imagino que fue parte de la cánula o algo, pero ya nunca más la doctora respondió por eso.

 

Deborah: Kendra dice que aunque la doctora no respondió por lo que había pasado, su prima nunca la denunció. Yo creo que la vergüenza hace que las víctimas como ella no denuncien y eso también hace que haya muy pocas estadísticas sobre este tema.

 

Silvia:  En Culiacán y en todo el país, las cifras sobre este tema escasean. El Consejo Mexicano de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva, ha dicho que seis personas murieron en los primeros meses de 2022 como consecuencia de cirugías hechas en clínicas clandestinas. Los contactamos para pedir datos más recientes, pero al cierre de este episodio no habíamos recibido una respuesta. 

 

La pregunta es quién tiene entonces el poder de proteger a estas mujeres de estos doctores no calificados y estas cirugías potencialmente mortales. 

 

Eliezer: Deborah habló con la fiscal general del estado de Sinaloa. Y ella le dijo que es difícil llevar estos casos a juicio porque, muchas veces, las mujeres afectadas tratan de resolver el problema directamente con la clínica… porque no confían en las autoridades. Otras veces prefieren no ventilar estos temas públicamente. 

 

Deborah: También hablé con la doctora Rafaela Martínez Terrazas. Ella es cirujana plástica acreditada y ha estado operando en Sinaloa por casi dos décadas. Fui a su clínica.

Sonido ambiente de saludos: Hola doc, ¿cómo estás?…

 

Deborah: La doctora desprecia a los doctores de las clínicas clandestinas. No solo porque empañan el trabajo de la industria de la cirugía plástica, que en Sinaloa es enorme. Pero también porque solidariza con las víctimas. 

 

Dra. Rafaela Martínez: Siempre las complicaciones a quién nos toca resolverlas a nosotros, porque ellos no saben, no saben ni detectar las complicaciones. Por eso es que les va tan mal. A veces nos llegan con heridas así, grandes áreas cruentas, sin piel, horrorosas. Nos llegan con unas infecciones que son muy frecuentes en esos lugares porque no tiene las condiciones, pues. Se llama micobacteria y es una infección que tarda el tratamiento de tres, seis meses, hasta un año con medicamentos tomados e incluso ha habido pacientes que hay que ponerles un catéter, así como alguien que tiene cáncer, para estarle metiendo los medicamentos por ahí, por la micobacteria. Nos llegan con deformidades, con cicatrices horrorosas, limitantes incluso. Hay pacientes que quedan limitadas en su vida diaria. Nos llegan con áreas cruentas en las nalgas, pero fatales. O sea, nos llega de todo, de todo, de todo. 

 

Deborah: La doctora Martínez dice que la fiscalía no se da la tarea de investigar más y que las víctimas se sienten atemorizadas. 

 

Doctora Martínez: Porque sabemos que desgraciadamente la corrupción cobra poder, pero con ganas. Entonces, la gente tiene más miedo incluso a la autoridad que a otra cosa. 

 

Deborah: ¿Esa quien es? 

 

Doctora Martínez: Es la paciente Paulina. 

 

Silvia: La doctora le mostró a Deborah fotos de Paulina Ramírez después de su cirugía. 

 

Doctora Martínez: Toda su piel, toda su…

 

Silvia: Se las habían compartido otros cirujanos plásticos de la ciudad porque el caso de Paulina fue un escándalo.

 

Doctora Martínez: Para nosotros, eso es devastador. Ver esto, no, no, no, no. Y para nosotros, esto es… Saber que un paciente sufre de esa manera. Una paciente joven y sana. Imagínate cómo nos sentimos. Nos sentimos frustrados de que ella has de cuenta es la punta del iceberg.

 

Eliezer: La doctora Martínez lleva años intentando atacar este problema. Lo hizo como presidenta del Colegio de Cirujanos Plásticos de Sinaloa y también como parte de un grupo que está buscando que se mejoren las leyes para frenar la instalación de estas clínicas y proteger a las víctimas. 

 

Doctora Martínez: Fallece una víctima y ni se sabe. Cuando estuve yo en la presidencia, yo impulsé dos iniciativas de ley para esto. Se aprobó sólo una. Las iniciativas era que impusiera de una vez las sanciones, porque igual, sí es un delito pero, ¿qué te voy a hacer?

 

Deborah: Ella está tratando de que existan más garantías para evitar que la historia de Paulina se repita. 

 

Silvia: Actualmente, la doctora que operó a Paulina, que se llama Amayrani Rodríguez, está en libertad bajo fianza después de que los cargos iniciales por homicidio fueran reducidos a homicidio involuntario. Hasta el cierre de este episodio, su audiencia judicial estaba fijada para el próximo martes 15 de noviembre.

 

Eliezer: Recientemente, un grupo de parlamentarios de Sinaloa propuso una reforma a la ley de salud del estado para regular la práctica de la medicina estética. Aunque no entregaron un número exacto, los congresistas dijeron que las cirugías en clínicas clandestinas causaron “varias muertes” en la zona. 

 

Daniela Cruzat: Este episodio es una adaptación de un episodio reportado por Deborah Bonello y emitido por el podcast Vice News Reports. Su versión en inglés fue producida por Adriana Tapia y editada por Janice Llamoca y Stephanie Kariuki. La verificación de datos es de Nicole Pasulka. America Armenta también contribuyó con la reportería.

 

Esta adaptación al español fue producida por mí, Daniela Cruzat y editada por Silvia Viñas, Eliezer Budasoff y Daniel Alarcón. Bruno Scelza hizo el fact checking. La mezcla y el diseño de sonido son de Elías González, con música de él y Rémy Lozano.

 

El resto del equipo de El hilo incluye a Mariana Zuñiga, Inés Rénique, Denise Márquez, Samantha Proaño, Paola Alean, Laura Rojas Aponte, Elsa Liliana Ulloa y Camilo Jiménez Santofimio. Daniel Alarcón es nuestro director editorial. Carolina Guerrero es la CEO de Radio Ambulante Estudios. Nuestro tema musical lo compuso Pauchi Sasaki. 

 

El hilo es un podcast de Radio Ambulante Estudios y Vice News. 

 

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Gracias por escuchar.