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Más de mil niños venezolanos están actualmente bajo la custodia del Estado colombiano. La ruptura de relaciones con Venezuela en 2019 ha dificultado que pudieran ser repatriados o reunidos con sus familias. Ahora, el caso de uno de estos niños que llegó a la justicia en Colombia podría abrir las puertas para que tanto a él como a otros en su misma situación se les dé la nacionalidad colombiana y puedan entrar en procesos de adopción en ese país. Esta semana hablamos con Ana Vanessa Herrero, corresponsal del Washington Post en Venezuela, para entender la historia de este niño y cómo el distanciamiento entre ambos países ha dejado en un limbo a cientos de menores como él.
Créditos:
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Producción
Mariana Zúñiga -
Edición
Silvia Viñas, Daniel Alarcón, Eliezer Budasoff -
Verificación de datos
Bruno Scelza -
Música
Elías González, Remy Lozano -
Tema musical
Pauchi Sasaki -
Fotografía
Andrea Hernández Briceño
Etiquetas:
Transcripciones:
Transcripción:
Eliezer Budasoff: Al noroeste de Venezuela, en el estado Falcón, hay una ciudad que se llama Punto Fijo. Allí, los niños de la familia Guanipa juegan en la calle mientras sus madres, tías, tías abuelas y su bisabuela ven cómo se divierten.
Silvia Viñas: Pero hay un niño de la familia que falta.
Yoselyn Guanipa: Él es morenito, él es bien bonito, el pelo es lícito
Neyda Guanipa: Cara como así, redondita, bien bonito, bello, bello, bello.
Nelyda Guanipa: Era un niño muy inteligente. Inteligente, mi muchachito. Un niño bello, negrito, bello, hermoso, hermoso.
Eliezer: Las voces que acaban de escuchar son de Yoselyn, Neyda y Nelyda Guanipa. Prima y tías abuelas del niño. Nuestra productora fue hasta Punto Fijo y las entrevistó.
Silvia: Ahora el niño tiene seis años. No vamos a usar su nombre, porque es un menor, ni el de su madre, porque teme represalias. Cuando él nació, la madre también era una niña. Quedó embarazada a los dieciseis años, por un vecino mucho mayor que ella. Al principió su mamá, o sea la abuela del niño, la ayudó. Pero unos cuatro meses después de que el niño naciera, la abuela murió en un accidente de tránsito.
Eliezer: Su muerte golpeó duramente a la familia. Al mismo tiempo, la crisis económica azotaba al país. Así que la madre del niño decidió cruzar la frontera sola.
Ana Vanessa Herrero: Escapando además de una crisis donde en esa época como tal había un desabastecimiento brutal.
Silvia: Ella es Ana Vanessa Herrero, corresponsal en Venezuela del Washington Post. Hablamos con ella porque lleva meses investigando esta historia.
Ana Vanessa: Era el peor momento de la crisis y esa circunstancia obligó a muchos, a millones a emigrar. Ese fue uno de los picos más altos de la crisis migratoria también. Y ella sencillamente es una consecuencia más de esto.
Eliezer: Mientras la madre buscaba una mejor vida en Colombia, las mujeres de su familia se encargaron del niño, que en ese momento tenía dos años.
Yoselyn: Yo lo crié como otro hijo.
Neyda: Había momentos que dormía conmigo.
Nelyda: El poco tiempo que estuvo con nosotros fue bello, bello. Excelente niño, no me puedo quejar de mi muchachito.
Silvia: Al poco tiempo, la madre regresó a Venezuela para buscar al niño y llevárselo a Colombia con ella. Esta es Yuneisy Guanipa, tía del niño.
Yuneisy: Lloramos mucho. Y cuando uno dice, “No, ¿por qué te lo vas a llevar?” “No sé, allá está mejor que aquí”. Y nosotros nunca nos imaginamos que iba a pasar esto. Lo que está pasando.
Silvia: Bienvenidos a El hilo, un podcast de Radio Ambulante Estudios y VICE News. Soy Silvia Viñas.
Eliezer: Y yo soy Eliezer Budasoff.
Eliezer: Más de mil niños venezolanos están bajo la custodia del Estado colombiano. Y el caso de este niño, del que vamos a contarles en este episodio, abre la puerta para que tanto él, como otros en su misma situación puedan ser dados en adopción.
Silvia: El destino de estos menores ahora está en manos de lo que suceda con el nuevo gobierno de Colombia, que ha prometido restablecer las relaciones diplomáticas con su vecino luego de tres años. Hoy, uno de los impactos humanos más duros de esta ruptura, y el futuro de los niños perdidos de Venezuela.
Es 12 de agosto de 2022.
Eliezer: ¿Y Ana Vanessa qué pasó una vez que estaban en Colombia?
Ana Vanessa: Una vez que estaban en Colombia, ella consigue algunos trabajos en bares nocturnos pero bueno, las circunstancias de su propio trabajo, de su propia realidad, le hizo darse cuenta de que esto no es una vida para un niño.
Silvia: Entonces, a finales de 2019, le pidió a una amiga que se llama Sorleidys que cuidara al niño mientras ella ganaba un poco de dinero para pagar su alquiler. Después de un mes y medio, la madre aún no había vuelto por el niño y tampoco respondía los mensajes.
Eliezer: Una trabajadora social le insistió a Sorleidys, que también es migrante venezolana, que entregara al niño a las autoridades. Y ahí tuvo que tomar una decisión.
Ana Vanessa: Decide al final entregar el niño al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
Silvia: Una mañana, en noviembre de 2019, Sorleidys llevó al niño mientras dormía a una oficina en Bogotá y vió cómo una van blanca se lo llevaba. Después de entregarlo, Sorleidys escribió un mensaje en Facebook que iba acompañado de una foto del niño.
Eliezer: El mensaje decía y cito: “Quería ayudarte más pero no estaba en mis manos”.
Silvia: Ese fue su último esfuerzo para tratar de contactar a la madre. Y funcionó.
Ana Vanessa: La madre se entera, acude al ICBF.
Eliezer: ICBF, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, la entidad del Estado que se ocupa de proteger los derechos de los niños y adolescentes, para que le entregaran al niño.
Ana Vanessa: Y el ICBF le dice que tiene que venir un familiar directo, una persona garante, que pueda ser garante de la estabilidad del niño y de la madre, porque también era una madre muy joven.
Neyda: Ella me llamó y me dijo: vente tía. Cómo no, yo por mí, no hay problema, yo me voy.
Silvia: Esta es Neyda Guanipa, tía de la madre del niño. Es una de las mujeres que escuchamos al comienzo del episodio. En su familia la conocen como La Ambulancia, porque ante cualquier emergencia ella siempre está allí.
Neyda: Para mi familia todo, el problema que tenga mi familia, mis hermanos, mis primos, mis tíos tengan algún problema, ahí estoy yo con mi familia, tienen mi apoyo para todo.
Eliezer: Quizás por eso la madre del niño pensó en ella para resolver este problema. Le pidió que fuera hasta Cúcuta, una ciudad colombiana en la frontera con Venezuela. Y una vez ahí, ella le enviaría los boletos de autobús para poder llegar a Bogotá. Pero los boletos nunca llegaron.
Silvia: La madre del niño dejó de contestar las llamadas. Y Neyda, su tía, que no tenía dinero, no pudo continuar su camino hasta Bogotá.
Neyda: Lo que traía era un agua y una galleta más nada. Me tuve que regresar. Cuando llegué aquí, qué cuento, pues, entonces entré como una depresión, duré como dos semanas. Mi esposo me decía quédate tranquila porque te vas a enfermar. Entraba en crisis. Cada vez que me acordaba y entraba en crisis. Y me dolió en el alma porque no pude hacer nada. Y hasta el sol de hoy, no sé nada, no supe más de ella, más del negro, de nadie.
Ana Vanessa: Y ahí es cuando comienza, digamos, la tragedia familiar, porque la familia extendida, que era muy cercana al niño –muy, muy cercana, lo había criado– se desconecta completamente del niño porque no conocen su paradero
Yocelyn: Nosotros era una impotencia que no hayamos qué hacer.
Neyda: No es lógico, pues, es un niño. No es igual estar con la familia que con una persona extraña. Uno no sabe.
Nelyda: Y yo todavía incluso lo lloro porque él no está muerto ni nada, pero me duele, me duele mucho.
Yuneisy: Nos sentimos mal, llorábamos, claro, como si a mí me estuvieran arrancando un niño de encima. Es mi sobrino, me dolió.
Silvia: La madre del niño ahora tiene 22 años. No regresó al ICBF. Le dijo al Washington Post, llorando, que cree que nada estaría a su favor para recuperar a su hijo. En ese momento pensó que estar allí podría ser lo mejor para él.
Eliezer: Desde Venezuela, la familia del niño dijo que tuvo muchas limitaciones para poder buscarlo en Colombia.
Ana Vanessa: Bueno, la crisis, la situación…
Neyda: En ese entonces se dio la pandemia, también la pandemia, ¿verdad? Eso estuvo como dos años y pico y a raíz de eso nosotros… No se podía viajar.
Ana Vanessa: El hecho de que para buscarlo tienen que ir a Colombia. Para ir a Colombia necesitan una cantidad de dinero de la que tal vez no estaban disponiendo en ese momento.
Neyda: Y lo fuimos dejando así, fuimos dejando así.
Ana Vanessa: Porque a veces va a ser un poco fácil, digamos, juzgar a la familia y poner la carga sobre la familia. Y pasa mucho. Pero la realidad es que estamos hablando de familias que no tienen a su disposición primero acceso a la información, un séquito de abogados, o incluso una persona experta en derecho que diga estos son tus derechos como familia extendida, esto es lo que tú puedes hacer.
Neyda: Con el favor de Dios que nosotros decíamos bueno, que sea lo que Dios quiera.
Eliezer: El niño ha pasado casi dos años viviendo con una familia de acogida y bajo la custodia del Instituto de Bienestar Familiar. Eso es más tiempo del que la ley colombiana permite. Y el instituto dice que han estado buscando a los familiares de este niño desde 2020 hasta la fecha.
Ana Vanessa: Según la poca información que nos dieron, porque ellos argumentan que no pueden develar detalles de cada caso, pero lo poco que pudieron decirnos es que llamaron a la Cruz Roja para que hiciera este trabajo y la Cruz Roja no pudo contactar a los familiares en Venezuela y tampoco en Colombia.
Silvia: Al niño le han asignado una defensora de familia del instituto, que representa sus intereses ante la ley. Ella dijo que la falta de relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela ha hecho imposible encontrar a la familia.
Eliezer: Recordemos que las relaciones entre estos dos países se quebraron en 2015 y se rompieron oficialmente en el 2019, cuando Colombia reconoció al líder de la oposición Juan Guaidó -y no a Nicolás Maduro- como el presidente de Venezuela.
Silvia: Entonces, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia tuvo que acudir a Guaidó, a través de su embajada en Bogotá, para intentar localizar a la familia del niño.
Ana Vanessa: Pero la embajada nunca contesta. Nosotros conversamos con miembros de la embajada y ellos, pues, no contestaron exactamente qué fue lo que sucedió.
Eliezer: Y es que, si bien Guaidó aún tiene el respaldo de decenas de países, en realidad su gobierno nunca ha ejercido ningún poder real en Venezuela. El poder ejecutivo, legislativo y el apoyo de las fuerzas armadas está en manos de Maduro. Y por eso es poco, o nada, lo que Guaidó y su gente pueden hacer para ayudar a los migrantes venezolanos.
Ana Vanessa: La embajada no tiene cómo, en Venezuela, no tiene recursos reales para poder acceder a los sistemas de búsqueda que son propios del gobierno nacional. Entonces, lo que sucede ahora, es que ellos llaman algunos aliados de oposición en algunos estados, si los tienen. Si el niño está en un estado de oposición y pueden tener esa ayuda pues pudiesen conseguir algo y si no, no. Pero para el Estado colombiano esto significaría agotar un recurso, y la realidad es que pues ya vemos que es ineficiente.
Silvia: En Colombia hay un plazo de 18 meses para definir la situación jurídica y restablecer los derechos de los niños que están dentro del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Si ese plazo vence, y no encuentran a su familia, el niño o la niña entra oficialmente en un proceso de adopción. Hasta hace no mucho, ese derecho sólo era para niños colombianos. Pero el caso de este niño venezolano lo cambió todo.
Eliezer: En mayo de este año, la tutora del niño presentó una demanda ante la Corte Constitucional pidiendo que se le concediera la nacionalidad colombiana. Este es un requisito indispensable para poder acceder a la adopción.
Silvia: Esta representante legal que le asignaron al niño argumentó ante la corte que al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar le fue imposible encontrar a su familia tanto en Colombia como en Venezuela. En mayo, la Corte Constitucional falló a favor del niño.
Audio de archivo, noticias
Audio de archivo, presentador: El alto tribunal ordenó al Ministerio de Relaciones Exteriores otorgarle al niño la nacionalidad colombiana. De esta forma se garantizará al menor tener una familia y no ser separado de ella.
Eliezer: Después del fallo, la Corte Constitucional le dio un plazo de 30 días a la Cancillería para darle la nacionalidad al niño. Y al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar le dio tres meses para agotar todos los recursos para encontrar a la familia. De lo contrario, el niño podría ser puesto en adopción.
Ana Vanessa: ¿Cómo podemos garantizar que, en efecto, se están agotando todos los recursos necesarios para ubicar a la familia extendida del niño?
Silvia: Al Washington Post le tomó menos de una semana encontrar a la familia del niño a través de Facebook. Ana Vanessa dijo que dentro de la sentencia de la Corte Constitucional hubo inconsistencias significativas. Nos dio este ejemplo:
Ana Vanessa: Dentro de la sentencia el ICBF indicó que la madre y la abuela materna se presentaron en el ICBF y luego abandonaron al menor, digamos a propósito.
Eliezer: Pero esto es imposible porque, como mencionamos al comienzo de este episodio, la abuela materna del niño falleció en el 2016. Y, como escuchamos, la única familiar que intentó ir al Instituto de Bienestar Familiar desde Venezuela fue Neyda, la tía abuela del niño. Y no pudo llegar por falta de dinero.
Silvia: Por su parte, los miembros de la familia del niño en Venezuela dicen que nunca fueron contactados por funcionarios del gobierno colombiano.
Yuneisy: No nos han llamado, no se han comunicado con nosotros ni nada.
Neyda: Ellos tenían que tener una iniciativa, tratar de ubicar a un familiar directo de Venezuela, ubicar si tenía familia o no tenía familia…
Yocelyn: ¿Quién se va a comunicar con nosotros al saber que eso es de Colombia y nosotros somos venezolanas? A lo mejor pensarán que nosotros somos malas personas o equis persona, qué sé yo, no sé. “No, esos se fueron para Venezuela y eso no viene más. Ya se olvidaron de este niño”… ¡Pero no!
Ana Vanessa: Y también logramos contactar con la madre en Colombia, que además está en la misma ciudad donde está el niño en el ICBF. Ella no tenía idea de que este caso había llegado a la Corte Constitucional ni que, digamos, es tan importante y tan emblemático para el país.
Silvia: Se enteró cuando Ana Vanessa y sus compañeras del Washington Post hablaron con ella.
Ana Vanessa: Y ella lo que pensaba era que el niño ya había sido adoptado y que tal vez había sido adoptado por una pareja de norteamericanos, por estadounidenses.
Eliezer: Por los falsos rumores que les habían llegado, la familia del niño en Venezuela tenía una idea similar.
Yuneisy: Porque a nosotros incluso nos habían dicho a nosotros que el niño había sido adoptado, el niño, por unos gringos en Estados Unidos.
Yoselyn: Nos dijeron que de él no se sabía nada, que él ya estaba en los Estados Unidos. Y así fue hasta que llegó una muchacha y nos dijo que eso es mentira, que del niño en sí, en sí, nadie sabe nada porque ni la misma mamá sabe dónde está su niño.
Ana Vanessa: Entonces esto lo que demuestra es que es muy complicado, es una situación muy complicada para las autoridades y para las familias. Pero que al final la carga siempre va a ser depositada en la familia porque son ellos los que, o se mueven, o no van a poder conocer. Porque las autoridades tienen muy limitados recursos y los recursos que utilizan pues los utilizan de manera menos efectiva. Escudarse o estar detrás del tema político o politizar este tema causa consecuencias como las que estamos viendo. Un niño que ha estado dentro del sistema, cuya familia no solamente está disponible, sino que además lo quiere de vuelta, está dispuesto a tenerlo. Y al menos ahorita, si hubiese colaboración entre ambas autoridades, pudieran estudiar la situación de la familia para ver si la familia es apta para el reintegro del niño y la repatriación del niño. Y eso ha podido hacerse con no sólo con este caso, sino con cientos. Esto es un ejemplo, este caso que es emblemático, pero hay cientos de niños bajo estas mismas circunstancias que posiblemente tienen familia y que como los dos gobiernos no se hablan, el gobierno colombiano no puede pedir toda la maquinaria del gobierno venezolano que pudiera buscar a la familia extendida.
Silvia: Según datos oficiales, son más de mil doscientos niños venezolanos los que se encuentran en la misma situación y que podrían ser impactados por esta sentencia.
Audio de archivo, presentador: La decisión aplicará para los niñas, niñas y adolescentes venezolanos que estén en condición de abandono.
Audio de archivo, ministro: Que se encuentran bajo la custodia del ICBF reciban la nacionalidad colombiana para que puedan tener acceso a todos los derechos, garantías y protección de la constitución.
Eliezer: Después de la pausa, cómo el distanciamiento entre ambos países ha dejado en un limbo a estos niños.
Silvia: Ya volvemos.
Daniel Alarcón: Hola, soy Daniel Alarcón. Un newsletter, o boletín, es una gran herramienta que nos permite descubrir contenidos curados por personas expertas. El boletín de El hilo es exactamente eso: una oportunidad para profundizar en la información de cada episodio y descubrir trabajos periodísticos de calidad. Queremos llegar a los diez mil suscriptores, y si aún no eres parte de esta comunidad, nos gustaría darte la bienvenida a nuestro boletín. Regístrate en el hilo.audio/boletín para recibirlo cada viernes. De nuevo: el hilo.audio/boletín. ¡Gracias de antemano!
Silvia: Estamos de vuelta en El hilo. Como nos explicaba Ana Vanessa en el segmento anterior, la situación de estos niños venezolanos en Colombia se debe, en parte, a que no existen relaciones diplomáticas entre los dos países. Pero antes de la ruptura oficial ya había problemas para reunir a estos niños con sus familias.
Eliezer: Entre 2017 y 2018, antes de que se rompieran las relaciones, las autoridades colombianas identificaron una lista de un poco más de 80 niños que estaban dentro del ICBF. Luego de varias reuniones, y con el visto bueno del gobierno de Venezuela, se iniciaron los trámites para repatriar un primer grupo de 12 niños de esa lista. Algunos iban a volver con sus familias, a las que habían podido localizar, y otros serían ubicados en hogares de acogida.
Ana Vanessa: A finales de enero de 2019 el Gobierno venezolano, con una comitiva de relaciones exteriores, viaja a Colombia para buscar a los niños y devolverlos. Y cuando el gobierno venezolano viaja a Colombia, pues según ellos y según los documentos que nosotros vimos, no vuelve el gobierno colombiano a comunicarse con el gobierno venezolano. La comitiva se queda tres días en Bogotá y en Cúcuta y se tiene que volver a Venezuela sin los niños que ya estaban listos para ser repatriados.
Silvia: Un mes después, Nicolás Maduro rompió oficialmente las relaciones diplomáticas con Colombia. O sea, que estos 12 niños se quedaron atrapados en el sistema incluso antes de la ruptura de relaciones entre los dos países.
Ana Vanessa: La consecuencia fue que muchos de estos niños se quedaron dentro del sistema hasta que cumplieron la mayoría de edad –hablamos de cuatro años en el sistema –mientras sus familias estaban acá. Nosotros contactamos con una familia donde la madre pensó que el hijo estaba muerto porque no sabía de él, hasta que le dicen que llame a la Cruz Roja y como ellos llamaron a la Cruz Roja, la Cruz Roja se movilizó y lo entregó en Cúcuta. Pero si la madre nunca hubiese llamado a la Cruz Roja, ese niño se queda institucionalizado hasta que cumpla dieciocho años y que vuelva a Venezuela solo.
Eliezer: En 2019, el gobierno colombiano le pidió a la Cruz Roja ayuda para reunir a los niños venezolanos con sus familias. Pero el progreso de la organización ha sido escaso. Sólo han podido contactar con las familias de sesenta y cuatro niños y han reunido a cinco.
Silvia: Esta situación ha hecho que decenas de niños venezolanos permanezcan dentro del sistema más tiempo del permitido por la ley colombiana. Según datos del Washington Post, en un intento por ayudar a estos niños, algunos funcionarios y empleados del gobierno incluso han cruzado la frontera con ellos para que puedan encontrarse con sus familiares.
Ana Vanessa: Este año es que el ICBF abre la opción digital on line para poder acceder a un programa que ellos llaman “¿Me conoces?”
Audio de archivo, programa “¿Me conoces?” : ¿Me conoces? ¡Soy yo! Busco a mi familia, a mi gente.
Ana Vanessa: ponen la foto del niño, los datos que tienen del niño y uno puede acceder a esa página como familiar. Pero eso ocurre este año. Los años anteriores lo hacían a través de fotos, el mismo programa, pero en la televisión, televisión que solo se ve en Colombia, no en Venezuela.
Eliezer: Ana Vanessa nos contó que varios expertos en el tema sugieren que la adopción no es la mejor alternativa en todos los casos.
Ana Vanessa: Los expertos instan a los gobiernos a tratar caso por caso dentro del contexto de la crisis migratoria.
Silvia: Muchas organizaciones, como el Comité de los Derechos del Niño, Acnur y Unicef, recomiendan que los niños migrantes y refugiados no sean dados en adopción, porque podría revictimizarlos. Y además, si se encuentra a la familia, los padres adoptivos podrían estar en riesgo de que se anule la adopción, y el Estado también podría ser demandado.
Ana Vanessa: Sin embargo, sí es cierto que en Venezuela hay una crisis evidente, palpable, y que no todas las familias van a estar en condiciones, no todas las instituciones tampoco van a estar en condiciones de poder ser los mejores garantes de los derechos de esos niños. Pero, también hay autoridades en Colombia que utilizan justamente esta narrativa de la crisis venezolana para optar por cualquier otra opción que no sea la repatriación. Y eso es lo importante de estos primeros casos que pasaron entre 2018 y 2019. Eran casos donde ambas autoridades estudiaron la realidad familiar y la realidad de cada institución que iba a recibir a los niños, y ambas estuvieron de acuerdo en que eran instituciones aptas o que la familia estaba apta para poder recibirlos. Si esto siguiera pasando ahorita, pues tal vez no estuviéramos viendo los casos que estamos viendo y si fuese el caso de que la familia no pudiera, no es la mejor o no es apta para recibirla, esto se haría emanado de una instancia oficial y no tal vez de una suposición de un tercero por cómo ve la realidad de un país.
Eliezer: Este domingo, Gustavo Petro asumió la presidencia de Colombia. Y bajo este nuevo gobierno, Colombia y Venezuela han acordado restablecer gradualmente sus relaciones.
Audio de archivo, presentador: Una firma que pone fin a años de enemistad.
Audio de archivo, Gustavo Petro: Será importante para Colombia y para Venezuela. Lo que espero es una reactivación económica en la zona de frontera.
Audio de archivo, Nicolás Maduro: Que el futuro que viene va a ser mejor y Colombia y Venezuela nos reencontramos en paz, en amor.
Silvia: Pero Ana Vanessa no está tan segura que eso vaya a cambiar las cosas para estos niños.
Ana Vanessa: Nosotros también podemos darnos cuenta durante la investigación que el tema de los niños no acompañados, institucionalizados, no es un tema prioritario, porque incluso cuando Colombia deja de recibir las llamadas de Venezuela, el Estado venezolano no hizo tampoco mayor, digamos, escándalo sobre el asunto. Este es un tema que dentro de todos los temas y problemas que existen entre los dos países –fronterizos, temas de grupos paramilitares, grupos guerrilleros, minería, tráfico, propios de frontera– el tema de los niños no acompañados, institucionalizados, tiende a ser dejado de último. Entonces, ¿qué tanto va a cambiar para estos niños como tal? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que ya hay pasos gigantes que nos indican que ya van a restablecerse las relaciones y que por supuesto pudiese cambiar algo. Pero nuevamente: ¿quién le va a dar respuesta a los niños que se quedaron institucionalizados hasta su mayoría de edad, cuando ya estaban listos para ser montados en un avión y ser repatriados con su familia? ¿Dónde está la respuesta de eso no? No sabemos si eso si eso se va a exigir.
Eliezer: La calle donde nació el niño se llama calle Páez. Pero bien podría llamarse calle Guanipa porque casi todos los que viven allí son de la familia Guanipa. Tres generaciones de mujeres nacieron y se criaron en esta calle. Incluyendo a la mamá del niño.
Silvia: Cada una de las mujeres de esta familia siente una conexión con el niño. Después de todo, todas ayudaron a cuidarlo en algún momento. Todas ellas dicen que lo quieren de vuelta y sienten que en familia pueden cuidar de él. Especialmente Neyda, su tía abuela.
Neyda: A mí me gustaría tenerlo y con ayuda de todos, porque nosotros somos una familia grande. Yo con mil bendiciones yo lo recibiría en mi casa. Todos los días del mundo le pido a Dios que lo podamos recuperar.
Mariana Zúñiga: Este episodio fue producido por mí, Mariana Zúñiga y editado por Silvia Viñas, Daniel Alarcón y Eliezer Budasoff. Bruno Scelza hizo el fact checking. La mezcla y el diseño de sonido son de Elías González, con música de él y de Rémy Lozano.
El resto del equipo de El hilo incluye a Daniela Cruzat, Inés Rénique, Denise Márquez, Samantha Proaño, Paola Alean, Elsa Liliana Ulloa y Camilo Jiménez Santofimio. Daniel Alarcón es nuestro director editorial. Carolina Guerrero es la CEO de Radio Ambulante Estudios. Nuestro tema musical lo compuso Pauchi Sasaki.
El hilo es un podcast de Radio Ambulante Estudios y Vice News.
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