Nayib Bukele
El Salvador
Ley de Agentes Extranjeros
Carlos Dada
El Faro
Libertad de prensa
Ruth López
Cristosal
CECOT
Donald Trump
Durante mayo, a punto de cumplir seis años en el poder, Nayib Bukele intensificó su persecución a la prensa, reprimió a manifestantes y líderes sociales, mandó a detener empresarios y arrestó a una defensora de derechos humanos. Además, la Asamblea Legislativa de El Salvador –controlada por el bukelismo– aprobó la Ley de Agentes Extranjeros, que busca impedir el trabajo de organizaciones de la sociedad civil y de medios independientes. Esta semana hablamos con Carlos Dada, director del periódico salvadoreño El Faro, para entender qué hay detrás de esta escalada autoritaria y cómo el regreso de Donald Trump ha cambiado el escenario para Bukele.
Créditos:
-
Producción
Mariana Zúñiga -
Edición
Silvia Viñas, Eliezer Budasoff -
Verificación de datos
Bruno Scelza -
Producción en redes sociales
Samantha Proaño, Melisa Rabanales, Diego Corzo -
Diseño de sonido y mezcla
Elías González -
Música
Elías González -
Tema musical
Pauchi Sasaki -
Fotografía
Getty Images / Alex Peña
Etiquetas:
Transcripciones:
Transcripción:
Silvia Viñas: ¡Hola! Antes de comenzar queremos contarte que esta semana empezamos nuestra campaña de Deambulantes, nuestro programa de membresías, y necesitamos tu apoyo. En El hilo trabajamos cada semana para ofrecer un periodismo en audio riguroso, claro, relevante y sin amarillismos, que te ayude a entender una región tan compleja como América Latina. Pero en estos tiempos de tanta incertidumbre, los medios independientes como el nuestro enfrentan grandes desafíos para mantenerse.
Eliezer Budasoff: Sabemos que lo que hacemos importa. Pero no podemos hacerlo solos. Apóyanos con lo que puedas, todo cuenta, no importa si es por única vez o si puedes colaborar de manera recurrente. Ve a elhilo.audio/donar y ayúdanos a seguir trabajando para entender lo que pasa en América Latina. ¡Muchas gracias!
—
Eliezer Budasoff: Bienvenidos a El hilo, un podcast de Radio Ambulante Studios. Soy Eliezer Budasoff.
Silvia Viñas: Y yo soy Silvia Viñas.
Audio de archivo, presentador: En El Salvador, el medio digital El Faro denunció que el gobierno salvadoreño prepara órdenes de captura contra varios de sus periodistas.
Audio de archivo, periodista: Nayib Bukele ordenó el arresto de cinco empresarios del transporte público por no ofrecer viajes gratis, como él lo había pedido un día antes en redes sociales.
Audio de archivo, presentador: Más de 70 organizaciones expresaron preocupación y repudiaron una ley promovida por el presidente Nayib Bukele que, afirman, criminaliza el trabajo de las ONG en el país.
Silvia: Durante mayo, a punto de cumplir seis años en el poder, Nayib Bukele intensificó su persecución a la prensa, a dirigentes sociales y a defensores de derechos humanos.
Audio de archivo, periodista: Podemos observar en este momento cómo la Policía Nacional Civil y sus elementos están intentando capturar a toda una comunidad que ha estado organizándose durante todo el día en contra de los desalojos.
Audio de archivo, periodista: La detención de Ruth López, reconocida abogada salvadoreña, ha provocado una ola de condenas nacionales e internacionales.
Eliezer: Hoy, ¿qué hay detrás de la escalada autoritaria de Bukele?
Es 30 de mayo de 2025.
Eliezer: Carlos, durante mayo hemos estado viendo las noticias que apuntan a una escalada autoritaria de Nayib Bukele. Sabemos que lleva años acumulando más y más poder, pero este mes ha sido mucho más evidente su autoritarismo, y pareciera que esta escalada empezó a comienzos de mayo, después de que ustedes en El Faro publicaron unas entrevistas que le hicieron a dos líderes de la pandilla Barrio 18, ¿no? Así que nos gustaría hablar primero sobre estas entrevistas. ¿Cómo fue que los entrevistaron? ¿Qué fue lo que les contaron estos dos líderes? ¿Qué revelaron para haber causado una reacción más fuerte de lo acostumbrado del gobierno?
Silvia: Él es Carlos Dada, director del periódico salvadoreño El Faro.
Carlos: Mantienen una relación con Nayib Bukele y con su círculo desde que Nayib Bukele era alcalde, y en aquel entonces Nayib Bukele era un alcalde perteneciente al partido FMLN, y fue a través del FMLN que iniciaron su relación con Nayib Bukele. Esta es la primera revelación.
Eliezer: Es algo que les contó Carlos Cartagena, alias El Charli, uno de los líderes pandilleros. Este es El Charli, en una de las entrevistas:
Audio de archivo, entrevista El Charli: Ellos pidieron el apoyo, pues, de nuestra gente, de nuestras comunidades, de nuestras colonias, para poder elegirlo a él, ¿verdad? Como alcalde.
Carlos: Ellos hablan exactamente del pacto con Bukele para aportarle votos, para obligar a las comunidades que controlan a ejercer el voto a favor de Nayib Bukele. Y, además, explican cómo pueden ellos forzar a su gente a votar cuando el voto es secreto, y lo detallan muy bien.
Silvia: Lo explicó Liro Man, alias Tasmania, el otro líder pandillero de Barrio 18 que entrevistaron.
Audio de archivo, entrevista Liro Man: Le vas a decir a tu mamá, le vas a decir a tu tío, le vas a decir a tu sobrino, le vas a decir a tu abuela, le vas a decir a tu mujer que tienen que votar por Nayib. Si no lo hacés, los vamos a matar.
Carlos: La otra revelación que tuvo un gran impacto, particularmente en El Salvador, es que uno de ellos, cuando se le pregunta cómo hacían para evitar saldar las cuentas pendientes o para aplicar castigos y poder seguir cobrando extorsiones, él dice que en la voz de un funcionario que hemos vinculado al pacto con las pandillas le dice:
Audio de archivo, entrevista Liro Man: Si se hace algo, sin cuerpo no hay delito. Con eso te digo todo.
Carlos: Y creo que esta frase fue muy impactante en El Salvador.
Audio de archivo, entrevista Liro Man: Marroquín lo dijo: sin cuerpo, no hay delito.
Eliezer: Se refiere a Carlos Marroquín, director de Reconstrucción del Tejido Social. En ese momento, era el mediador entre el gobierno de Bukele y las pandillas.
Silvia: Pero quizás la revelación más impactante tiene que ver con lo que pasó después de que se rompió el pacto con las pandillas en 2022, y El Salvador vivió el fin de semana más violento en lo que va del siglo: hubo 87 asesinatos en tres días.
Carlos: Una vez que se rompió el pacto con las pandillas, fueron las mismas autoridades del gobierno de Bukele las que ayudaron a escapar a ambos pandilleros que tenemos entrevistados. A uno, directamente lo llevaron a la frontera con Guatemala.
Audio de archivo, entrevista Liro Man: Me habló Marroquín, me dijo: ¿Te querés salir? —Sí, me voy a salir. —Entonces, si querés, yo te voy a ayudar —me dijo—. Por lo menos a sacarte, hasta que te pasemos a Guatemala.
Silvia: Por cierto, el que habla, Liro Man, no es el único pandillero que Marroquín ayudó a salir por Guatemala. Lo hizo también con Elmer Canales Rivera, alias Crook, uno de los líderes históricos de la Mara Salvatrucha… que luego fue detenido en México y ahora está en Estados Unidos.
Carlos: Y el otro, ya con régimen de excepción, fue capturado y llevado a la Policía.
Audio de archivo, entrevista El Charli: Ya me habían tomado la foto, estaban redactando y, de repente, pues cayó la llamada, viejo. Y se me quedaron viendo y me dijeron, sólo dijeron: quítenle las esposas. Revisá tus cosas, cambiate, me dijo. Puedes irte, me dijo.
Silvia: Acaban de escuchar a El Charli. A él lo detuvieron al comienzo del régimen de excepción, en abril del 2022. Estuvo detenido menos de tres horas.
Eliezer: Se estima que, en los primeros tres días del régimen, detuvieron a casi 1,500 personas. Desde entonces, más de 80 mil salvadoreños han sido encarcelados bajo esta política, incluyendo a miles de inocentes, y se han multiplicado las denuncias y casos documentados de detenciones arbitrarias, torturas y muertes en custodia.
Eliezer: El Faro lleva años documentando estos acuerdos, estos pactos entre Bukele, digamos, y su gobierno o su gente de confianza, y las pandillas, ¿no? La primera revelación fue en el 18, cuando Bukele era alcalde de Nuevo Cuscatlán… claro. Y luego, en el 2000, San Salvador. Perdón. Sí. La primera revelación fue en el 2018, cuando Bukele era alcalde de San Salvador. Y luego en el 2020 y 2021. O sea, ¿tú crees que parte de este impacto, aunque ya habían revelado lo central de la noticia, tiene que ver con el hecho de que los podemos ver a ellos contando esto en video?
Carlos: Yo creo que termina de aumentar el impacto de esta revelación el hecho, para nosotros, de alguna manera, sorprendente, de que se hicieran en video, de que puedas verlos hablando. Y digo “para nosotros es sorprendente” porque nosotros estamos acostumbrados al texto, a la palabra escrita. Y, de alguna manera, no previmos el enorme impacto que iba a tener, o que iba a agregar, el hecho de que las presentáramos en video.
Eliezer: Carlos, hemos estado hablando con otros colegas después de que publicaron estas entrevistas en El Faro. Sabemos que algunos han tenido que salir del país, que otros lo están considerando. O sea, la situación es súper preocupante. Queríamos saber si nos puedes contar, si es posible, como en orden cronológico, paso por paso: ¿cómo fue reaccionando el gobierno a esta publicación? ¿Qué pasó inmediatamente después? ¿Qué fue lo que ocurrió?
Carlos: La primera reacción de un funcionario del gobierno fue muy extraña. Fue el director del Organismo de Inteligencia del Estado, Peter Dumas, que tuiteó acusándonos de todos los delitos que se le ocurrieron en ese momento. Nos acusó de abusos sexuales, de lavado de dinero, de narcotráfico, de tráfico de personas, etc., y después, públicamente, pidió más presupuesto para espiarnos.
Silvia: Los periodistas de El Faro ya han sido espiados varias veces. Según un análisis de Citizen Lab, entre 2020 y 2021, los teléfonos de 22 de sus reporteros fueron infectados con Pegasus, un software espía de la empresa israelí NSO Group que solo pueden vender a gobiernos. En ese momento, Bukele ya era presidente.
Carlos: Es decir, un director de inteligencia públicamente pidiendo más presupuesto para espiar periodistas… digamos que no es lo más sensato. Y a mí eso ya me indicaba que tenían la cabeza caliente, que estaban muy molestos por nuestra publicación, que les había tocado justo ahí donde más les duele que les toquen. [A la par de esto] desatan toda una estrategia comunicativa para deslegitimar nuestra publicación, para decir que todo es mentira, que nos hemos inventado una novela, que cómo le creemos a unos pandilleros. Pero funcionó menos que otras veces, porque, justamente por lo que acabas de decir, Budasoff, el hecho de que los estuviéramos entrevistando probaba que estaban libres. Es decir, eso era imposible desmentirlo.
Entonces pasaron a la segunda etapa: a montar toda una… ehh… toda una, otra vez, con todo este ejército de portavoces, de seudo intelectuales orgánicos del gobierno, de influencers, de troles, a exigir nuestras capturas por apología del delito, a tratar de dirigir la mirada hacia nosotros, a decir: ellos son socios de los delincuentes, si no, ¿cómo los pueden entrevistar?
Es cambiar el foco de la mirada, en vez de verlos a ellos, voltearla hacia nosotros. ¿Por qué los están entrevistando? ¿Por qué se reúnen con pandilleros? ¿Por qué los pandilleros les dan entrevistas?
Y así empezó a formarse la bola de la exigencia de nuestra captura por dos delitos muy concretos: asociaciones ilícitas y apología del delito.
Silvia: Carlos nos contó que, a los pocos días de la publicación, se enteraron de buena fuente, que la Fiscalía tenía planes de emitir órdenes de captura contra siete periodistas de El Faro. Una Fiscalía, por cierto, dirigida por un hombre de confianza del presidente, que fue impuesto y reelegido por el bukelismo.
Eliezer: Pero, en realidad, emitir órdenes de captura es un paso que ni siquiera es necesario en El Salvador. Recordemos que el país lleva más de tres años bajo régimen de excepción. Esto significa que pueden capturar a personas sin una orden de detención de un juez… sólo por sospechar que hay un vínculo con las pandillas.
Carlos: Y este es el modus operandi, que me preguntabas sobre eso, es el modus operandi clásico del régimen de Bukele. Primero hace el juicio en público, de tal manera que, cuando las autoridades proceden, ya la gente ha asumido ese juicio porque ya se hizo en público. Lo cual nos preocupó más, por supuesto, porque ya nos habían hecho el juicio en público, ya nos habían hecho las acusaciones en público.
Dicho esto, uno es asociaciones criminales, lo que te explico, y el otro es apología del delito. Al permitirles a los pandilleros confesar algunos de los delitos, al darles el micrófono y darles una cámara, están asumiendo que nos están intentando, a partir de ahí, construir el caso de que estamos haciendo apología del delito. Lo cual es absurdo, lo cual es surrealista, lo cual… en fin, si realmente esto aplicara, nadie, ningún periodista, podría, ningún periodista decente podría hacer su trabajo, pues.
Eliezer: Ahora, Carlos, una cosa que yo me pregunto, tú dices, por un lado, si quisieran capturar a periodistas no necesitarían ni siquiera eso, porque el gobierno ha suspendido las garantías constitucionales hace cuatro años, con el estado de excepción. ¿Pero además, este gobierno de Bukele contaba con una ley mordaza, justamente, que penalizaba cualquier publicación que diera espacio, digamos, a lo que decían las pandillas, no? ¿Por qué esta persecución ahora? Y, de hecho, porque hemos hablado que ustedes ya habían hecho revelaciones…
Carlos: La Ley Mordaza se derogó porque era tan obscena que, por presión internacional, terminaron derogándola. ¿Por qué ahora? Esa es una gran pregunta. Y yo creo que aventurar una respuesta tiene que hacerse de manera un poco despacio, calmada, porque yo creo que hay elementos tanto externos como internos.
Empiezo por el externo, si querés. El cambio de administración en Estados Unidos ha favorecido muchísimo al presidente Bukele. Ha pasado de ser un paria en la arena internacional, durante la administración Biden, sus funcionarios fueron sancionados, jamás visitó la Casa Blanca, Biden no quería relacionarse con él, y desde Washington se denunciaban las violaciones a los derechos humanos en El Salvador. La llegada de Trump cambió absolutamente el escenario.
En primer lugar, porque viejos socios de Bukele entraron al gobierno de Trump o entraron a los círculos cercanos a Trump, y eso le da un acceso privilegiado a la nueva administración. En segundo lugar, porque Trump no esconde sus simpatías por los gobernantes con mano dura, los gobernantes que son anti democráticos, los gobernantes con el perfil de Bukele. Y en tercer lugar, porque, recién entrado a su administración, Bukele le puso un regalo sobre la mesa, que fue: mándame a mí todos los deportados, y le solucionaba un gran problema a Trump.
Silvia: Carlos se refiere al acuerdo de Bukele con Trump para recibir inmigrantes indocumentados y presuntos miembros del Tren de Aragua, y encarcelarlos en el CECOT, la mega cárcel de máxima seguridad de Bukele.
Carlos: Ese factor externo no es poca cosa, porque le hizo a Nayib Bukele asumir que tenía mayor inmunidad que durante la administración anterior, y que, por tanto, podía avanzar su agenda antidemocrática en El Salvador sin pagar consecuencias mayúsculas en Estados Unidos. Este es un factor. Pero el otro factor es el interno. Esta publicación llegó en un momento en que el gobierno tenía una especie de crisis comunicativa, básicamente por dos eventos:
Eliezer: Ambos a finales de abril. El primero tuvo que ver con unos deslaves en la carretera Los Chorros, por donde se mueve la mayor parte de los trabajadores de San Salvador. Quedó intransitable.
Carlos: Y, por más promesas y reparos, la carretera seguía mal, y el gobierno no lograba quitarse de encima el malestar de buena parte de la población. No le funcionaron sus trucos comunicativos tradicionales.
Silvia: Mientras pasaba esto con la carretera, en Panamá, las autoridades encontraron un cargamento enorme de cocaína en un contenedor que venía de El Salvador, con destino a Bélgica.
Eliezer: Según el ministro de Defensa de El Salvador, el contenedor fue alterado, pero el gobierno de Bukele no supo dar más explicaciones.
Carlos: Y, cuando estos dos problemas de comunicación estaban ya presentes, viene nuestra publicación, y creo que lo que hace es crear un problema mayor. ¿Por qué esto es tan importante? Porque, como ustedes bien han, eh, eh, comunicado, o como ustedes bien han consignado en los anteriores capítulos del Señor de los Sueños, la comunicación es una pieza fundamental de la estrategia política de Nayib Bukele. Cuando Nayib Bukele tiene un problema de comunicación, tiene una crisis política. Nuestras publicaciones, al tope de lo que acabo de mencionar, lo dejaron en su peor momento comunicativo, probablemente desde que inició la presidencia.
No solo está perdiendo el control de la narrativa, sino que su apoyo popular ha bajado dramáticamente en las encuestas por primera vez en seis años. Ahora mismo, en estas últimas semanas, solo hemos hablado de los ataques a la prensa. Pero ha encarcelado a líderes comunitarios, ha encarcelado a transportistas por no obedecer un tuit del presidente, ha encarcelado a defensores de derechos humanos como Ruth López, y acaba de aprobar la Ley de Agentes Extranjeros. Es decir, es toda una nueva embestida contra las organizaciones de la sociedad civil. Entonces, estos dos elementos lo han llevado a él a decir: si no entendieron por las buenas, entenderán ahora sí por las malas.
Eliezer: Después de la pausa, Bukele intenta recuperar el control de la narrativa.
Ya volvemos.
Silvia: Estamos de vuelta en El hilo.
Después de las entrevistas que publicaron en El Faro con los dos líderes pandilleros, a comienzos de mayo, Bukele acudió a X, su red social favorita. Anunció que, durante toda esa semana, el transporte público iba a ser completamente gratis. Era una medida para reducir el tráfico que estaban causando las obras para reparar la carretera que mencionamos antes, la que quedó unos días intransitable por deslaves. Pero también fue una manera de desviar la atención de la publicación de El Faro.
Carlos: ¿Qué desencadenó? Mira, primero te cuento una que parece más jocosa que otra cosa, pero que te da ciertas indicaciones. Comenzó una comunicación viral y bastante espontánea de gente que decía: gracias a El Faro tenemos transporte gratis, por favor, El Faro, saquen otra noticia para que me perdonen la deuda de mi tarjeta. Y, ¿esto, además de lo muy gracioso que es, eh?, sí te indica ya que la gente ya no le cree tan fácil, que la gente ya es capaz de leer: este está ofreciendo transporte gratis para que ya no hablemos de lo otro. Esto es muy interesante.
Pero Bukele ofrece transporte gratis en un tuit. No hay un decreto ejecutivo, no hay un decreto aprobado, ni siquiera legislativo. No hay absolutamente nada. Y los transportistas de autobuses dicen: ¿pero quién nos va a pagar esto? ¿Dónde dice que nos lo van a pagar? Entonces, algunos prefieren no sacar sus unidades. La respuesta de Bukele es meterlos presos. Bukele sabe que los transportistas de autobuses no son la gente más querida en El Salvador. Proporcionan un pésimo servicio y han sido incapaces de mejorar sus unidades o de mejorar el servicio a la población en mucho tiempo. Son desordenados, contaminan, es decir, no son la mejor gente en el país. Bukele calculó que meterse con ellos no le iba a traer ningún costo.
Pero fue tan prepotente, tan evidente el abuso de poder, de meter a la cárcel a gente porque no obedecen el tuit de un presidente, que esto tampoco sentó bien. Si a esto le agregamos que uno de los empresarios murió en la cárcel porque no le llevaron sus medicinas, esto, en vez de resolverle una crisis, simplemente se sumó a la crisis que ya tenía.
Silvia: En total, arrestaron a 16 transportistas. Uno de ellos murió pocos días después por complicaciones de salud. Al resto los acusan de peculado, extorsión, incumplimiento de deberes y denegación de auxilio.
Eliezer: Carlos, en esta sucesión de crisis mal manejadas que se vuelven más crisis, una semana después de la detención de estos transportistas, un grupo de familias campesinas se manifestó pacíficamente cerca de la casa de Bukele, y la Policía Nacional los reprimió.
Audio de archivo, protesta: Los esbirros de la Policía Nacional Civil del presidente Bukele están violentando a gente adulta mayor. Lo hemos visto, lo hemos grabado.
Eliezer: ¿Nos puedes contar qué pasó ese día y por qué protestaban estas familias?
Carlos: Hay una disputa de tierras donde viven estas familias, que son muy pobres, y hay un empresario que dice ser el propietario de la tierra, y, después de unos juicios que no han llegado a buen término, hay una orden de desalojo.
Silvia: Estamos hablando de casi 300 familias que estaban en riesgo de ser expulsadas de sus tierras, donde han vivido y trabajado durante 40 años.
Carlos: Esta gente fue a pararse en frente del lugar donde vive el presidente, que es una residencial bastante lejos de su casa, porque hay una carretera de por medio, pero ahí estaban protestando. Más que protestando, lo que hacían era pedirle al presidente intervenir para evitar su desalojo.
Audio de archivo, protesta. Mujer: No les pedimos riquezas, sólo queremos nuestras viviendas. Una vivienda para un gobierno no es nada.
Carlos: Supongo que al presidente no le sentó bien que unas personas fueran a protestar frente al lugar donde él vive. Y lo que pasó es lo que acabas de decir: mandaron a los cuerpos de seguridad a reprimir esa manifestación y, además, detuvieron al abogado de los de la comunidad y a uno de los líderes comunitarios.
Eliezer: Aunque un juzgado dejó sin efecto la orden de desalojo, las familias han denunciado acoso policial dentro de la comunidad desde el día de su manifestación, el 12 de mayo.
Silvia: Además, el abogado y el líder comunitario, que también es pastor evangélico, siguen presos. Al cierre de este episodio, el jueves 29 de mayo, al final del día, aún no habían ido ante un tribunal. Y, aunque este caso no tiene nada que ver con pandillas, los dos están siendo procesados judicialmente bajo los plazos del régimen de excepción. Algo que, según sus abogados, viola el debido proceso.
Carlos: Lo que siguió a eso, te lo digo rápido, Eliezer, es que en la noche el presidente fue otra vez a su cuenta de X y tuiteó, palabras más, palabras menos, que esta gente había ido a protestar, azuzada o empujada por las organizaciones no gubernamentales y con dinero extranjero, y que por eso iba a pasar una ley de agentes extranjeros. El pretexto fue esta protesta.
Esta ley implica muchas cosas. Primero, toda persona que reciba dinero del extranjero —salvo las remesas, pues, o salvo un negocio—, sino alguien que reciba fondos internacionales o fondos del extranjero, tendrá que irse a registrar como agente extranjero. La autoridad, es decir, el gobierno de Bukele, decidirá si te admite o no como agente extranjero, y si no te admite, tú no puedes tener actividades más en El Salvador.
Eliezer: Las organizaciones que sí consigan el permiso van a tener que pagar el 30 % de los fondos que reciban al Estado. Pero este monto es aparte, es un extra, porque igual tienen que seguir pagando impuestos como el resto de los salvadoreños.
Carlos: Lo segundo es que, además, te tenés que adherir a ciertas reglas, como no incitar al desorden público, lo cual es cualquier cosa que se le ocurra a quien se le ocurra en el gobierno, o no inmiscuirte en política, lo cual también puede ser cualquier cosa. El resultado, en pocas palabras, es que vuelve absolutamente inoperables a las organizaciones de la sociedad civil que reciben fondos del extranjero, o a los medios independientes. Absolutamente inoperables. Son inviables tanto económica como políticamente.
Silvia: Esta ley es muy parecida a la Ley de Regulación de Agentes Extranjeros que el régimen de Daniel Ortega aprobó en 2020 en Nicaragua. En la práctica, ambas leyes buscan impedir el trabajo de los defensores de derechos humanos, los medios y las ONG. La principal diferencia es que a Ortega le tomó cuatro mandatos presidenciales y más de diez años seguidos en el poder llegar al punto de promulgar una ley así. Bukele sólo lleva seis años como presidente y recién empieza su segundo mandato.
Eliezer: Ahora, en el 2021, Bukele ya había intentado impulsar una ley parecida, ¿no? Y esa vez el impuesto era del 40 %. El proyecto fracasó. Hubo un montón de críticas internacionales. ¿Por qué la impulsa de nuevo y por qué ahora sí pudo pasar sin problema?
Carlos: Porque puede. Esa es la respuesta, porque puede. Porque ya, en Estados Unidos, ya nadie se va a quejar por eso. Ya no va a tener presión estadounidense, porque su control sobre el Estado es mucho mayor que hace cuatro años y porque ya no tiene ninguna resistencia. Lo poco de resistencia que queda en El Salvador es justamente eso que será afectado por esta ley.
Silvia: El 21 de mayo, la Asamblea Legislativa —dominada por el partido de Bukele— aprobó la Ley de Agentes Extranjeros. Pero, tres días antes, el gobierno ya estaba tratando de silenciar a ONGs que le resultan incómodas. El domingo 18 de mayo, casi a la medianoche, arrestaron a la abogada Ruth López Alfaro, la jefa de la Unidad Anticorrupción y Justicia de la organización Cristosal.
Carlos: Ruth López es una de las más valientes abogadas que quedan en El Salvador, de las más visibles, de las más sonoras. Y Cristosal es una organización no gubernamental, encargada de la protección de derechos humanos, una organización vinculada a la Iglesia anglicana, de Estados Unidos además, que ha hecho un trabajo extraordinario de documentación, no solo de casos de corrupción —que es lo que veía Ruth López—, sino también de casos de violaciones de derechos humanos.
Cristosal ha consignado y documentado la tortura sistemática en las prisiones salvadoreñas de Bukele. Cristosal ha documentado cuánta gente ha muerto producto de esas torturas, cuántos menores han muerto producto de esas torturas. Y es, por tanto, una de las voces más inconvenientes para el régimen de Bukele.
Porque además, dicho todo esto, Cristosal tiene… tiene un lugar en la conversación pública en Estados Unidos, justo por lo que te decía: le abren puertas en Washington. Y esto… y esto cambia un poco la situación. Para que te des una idea de Cristosal, por ejemplo, provienen los abogados que han defendido a las víctimas de la masacre de El Mozote, por ejemplo. Es decir, es una organización con un trabajo muy importante, no solo de defensa, sino de documentación de violaciones a derechos humanos y de casos de corrupción.Y Ruth, justo porque era quien dirigía el programa anticorrupción, ha sido una de las voces más críticas al régimen de Bukele, que está plagado de casos de corrupción.
Eliezer: Esa noche, cuando llegaron a buscarla, los agentes de seguridad le dijeron a Ruth que su auto estaba involucrado en un accidente de tránsito. Sólo era una excusa para sacarla de su casa. Cuando salió, le dijeron que, por orden de la Fiscalía, estaba detenida. Ruth iba vestida con un short de pijama. Pidió unos minutos para volver adentro y cambiarse, pero no la dejaron.
Audio de archivo, Ruth López
Ruth López: Miren, tengan decencia, hombre.
Audio de archivo, Ruth López
Ruth López: Esto un día se va a acabar. No se pueden prestar a esto. De verdad se los digo…
Policía: Madre, ya le vamos a explicar lo que pasa, no se preocupe.
Ruth López: No, si ya lo sé. Aquí la única razón para esto es que soy defensora de derechos humanos y trabajo en una ONG incómoda al gobierno.
Silvia: Si no quedó claro por la calidad del audio, Ruth dice que ella ya sabe lo que pasa… que la única razón para detenerla es que es defensora de derechos humanos y trabaja en una ONG incómoda para el gobierno. La frase que dijo al comienzo de este audio, “tengan decencia”, se volvió tendencia en las redes sociales.
Eliezer: La Fiscalía General acusa a Ruth de peculado, es decir, de apropiarse de fondos del Estado. Dicen que cometió este delito antes de empezar a trabajar como abogada en Cristosal.
Audio de archivo, Ruth López
Ruth López: Eso de peculado, de corrupción… si aquí la que investiga corrupción soy yo.
Carlos: La detención de Ruth López fue lo que nos llevó a muchos a concluir: hemos entrado en una nueva fase. Lo demás venían siendo asomos de esto. La detención de Ruth López es, en sí misma, un escándalo tan grande que deja poco lugar a dudas sobre las motivaciones. La manera en que la capturaron, además, te indica que no hay ningún sustento jurídico para este proceso. Mirá, y te lo explico rápidamente. Les llegaron a su casa policías de civil y de uniforme, a decirle que entendían que su carro estaba involucrado en un accidente, que por favor saliera, y cuando ella sale, la detienen como régimen de excepción, para luego procesarla por peculado. Es decir, no hay ninguna conexión jurídica.
Es clarísimo que lo que están haciendo es enviar un mensaje, porque ya meterte con Cristosal es: vaya, aquí ya nadie se salva. Cristosal, que tiene tantos enlaces y tanta influencia en un país tan poderoso como Estados Unidos… ya meterte con Cristosal es mandar un claro mensaje, pues. Y el mensaje ha sido contundente, porque lo que ha creado es lo que pretendía crear: mucho más temor en las pocas voces valientes que quedaban en El Salvador.
Silvia: Al cierre de este episodio, la Fiscalía todavía no había presentado formalmente los cargos contra Ruth. Tampoco la había llevado ante un juez. Según la ley salvadoreña, hay un plazo de 72 horas para presentar al detenido frente a un tribunal. Cristosal, la organización donde trabaja Ruth, dijo que, como esto no se cumplió, se está violando el debido proceso. Ruth está detenida en la División de Tránsito Terrestre de San Salvador, que no es una cárcel formal, sino una unidad de la Policía Nacional.
Eliezer: Vamos a hacer una última pausa, y a la vuelta hablamos más sobre la relación Bukele-Trump y lo que viene para El Salvador. Ya volvemos.
Silvia: Estamos de vuelta en El hilo.
Eliezer: Al principio tú estabas diciendo: el nuevo gobierno de Estados Unidos, la… la… El regreso de Donald Trump a la presidencia ha favorecido un montón. Ha envalentonado, digamos, a Bukele, y considera, de alguna manera, que tiene más inmunidad de la que tenía durante el gobierno de Joe Biden, ¿no? Ahora, lo que te quería preguntar a este respecto es si tú crees que él tiene una comprensión errada o acertada, de alguna manera, respecto de qué significa este apoyo del gobierno de Donald Trump, ¿no? De que, de alguna manera, cuenta con el respaldo o, al final, digamos, si crees que en realidad el gobierno de Estados Unidos va a utilizar a El Salvador mientras le resulte útil para sus objetivos, pero tampoco es que se va a mojar los pies en caso de que tenga que participar activamente en alguna de las cosas que quiere Nayib Bukele.
Carlos: Esa pregunta ya está respondida. Ya está participando activamente en lo que quiere Nayib Bukele. ¿Eh? Y te voy a decir cómo se responde esto: cuando el secretario Rubio llegó a San Salvador a hacer el acuerdo de deportación de prisioneros a El Salvador —un acuerdo, por cierto, que nadie ha visto, ni en Estados Unidos ni en El Salvador—, lo digo entre paréntesis, Nayib Bukele le pidió algo muy particular. Le dijo: entre los deportados quiero que vengan los líderes de las pandillas que están presos en Estados Unidos. Esos líderes son los líderes de pandillas que Bukele liberó en secreto, que fueron capturados en México y que fueron enviados a Estados Unidos, y ahí están esperando juicio.
Silvia: Y el gobierno de Donald Trump empezó a cumplir. Ya mandaron de vuelta al primero, un pandillero de la Mara Salvatrucha que estaba preso en Nueva York desde el 2024. Se llama César López Larios, alias El Greñas. Había estado durante años en la lista de los más buscados del FBI. También es conocido por haber negociado con varios gobiernos salvadoreños, incluyendo el de Bukele.
Eliezer: En marzo de este año, se suponía que López Larios, El Greñas, iba a declarar sobre sus pactos con el gobierno en una corte en Nueva York. Pero la fiscalía desestimó los cargos en su contra por, y aquí cito, “razones geopolíticas y de seguridad nacional”, y el 11 de marzo fue deportado a El Salvador.
Carlos: Entonces, cuando el juez desestima, cuando el juez… cuando ya no tiene caso contra este líder pandillero, el líder pandillero queda libre. Entonces las autoridades norteamericanas lo capturan por indocumentado y lo deportan a San Salvador. De tal manera que Nayib Bukele está intentando destruir un juicio contra la cúpula de la Mara Salvatrucha para que no revelen sus acuerdos. [Hoy sabemos que ya pidió desestimar las acusaciones contra un segundo líder pandillero que está preso en Nueva York. Y el argumento que da textualmente el Departamento de Justicia estadounidense es: “por razones de política exterior que sobrepasan nuestro interés en este juicio.”]
Silvia: Bukele dice que las razones para ofrecer sus servicios como carcelero son puramente económicas, pero, según Carlos, el motivo es otro. Bukele parece estar comprando su impunidad. Porque, si los pandilleros presos en Estados Unidos hablan sobre los pactos que tenían con él, Bukele pasaría a ser considerado un aliado de una organización que Estados Unidos considera terrorista.
Carlos: Por tanto, esto que me pregunta ya está respondido. Ya está respondido. Ya la administración Trump está metiendo los pies en el lodo para hacerle un gran favor a su nuevo socio.
Eliezer: Aunque en este momento Bukele parece estar muy empoderado, en parte por su amistad con Trump… tanta represión podría estar afectando su popularidad dentro de El Salvador, como nos decía antes Carlos.
Carlos: Yo creo que ya la está quebrando, porque… a ver, primero, porque un mago que hace todos los días el mismo truco, pues al final se lo terminan encontrando, ¿no? ¿Eh? Y ya saben que tiene la carta debajo de la manga, y ya, en vez de ver la otra mano, le ven la manga. Algo similar está pasando, como lo que te conté: anuncia buses gratis y la gente ya sabe por qué lo está haciendo. ¿Eh? Salió anunciando, por enésima ocasión desde que empezó su gobierno… salió anoche anunciando que iba a construir o que iba a reparar dos escuelas diarias. Una promesa eterna. Y pues la gente no es tonta.
Pero además, por otra cosa. Porque… porque toda la reserva política que le había regado, toda la cancha que le había regalado la eliminación de las pandillas, pues eso no dura para siempre. Yo no digo que eso ya se quitó, pero ya la gente está pensando en otras cosas: en su situación económica, está pensando en los abusos de poder. Ahora tenemos, por primera vez desde los ochentas, organizaciones de madres de desaparecidos, o de madres de gente que está desaparecida en el sistema carcelario porque no saben dónde están, no pueden hablar con ellas.
Es decir, se empieza a desgastar el gobierno tradicional de Bukele. Dicho esto, yo no te estoy diciendo que ya nadie lo quiere. Sigue siendo un presidente muy popular.
Eliezer: No te pido que tengas una bola de cristal, ni que hagas futurología. Tú eres periodista. Pero, ¿podrías decirnos qué esperas para El Salvador en un futuro no muy lejano, a corto o mediano plazo?
Carlos: Justo porque soy periodista, soy pesimista. Yo creo que esto no va a mejorar pronto. Esto no va a mejorar pronto.
Yo creo que Nayib Bukele ya pasó la línea del no retorno, y ahora ya no es que se quiera quedar en el poder, es que ya no lo puede dejar, porque traería otro tipo de consecuencias. Creo que ya son demasiadas las transgresiones a la ley que se han cometido desde su gobierno, demasiados los actos de corrupción, demasiadas las violaciones de derechos humanos, demasiados los escándalos. Y creo que ya cruzó esa línea de no retorno. Por tanto, yo no me espero nada. No soy nada optimista con el corto ni el mediano plazo.
A esto le agrego el hecho de que no hay oposición política en mi país, de que por más bajo que caiga Bukele, ahora mismo tampoco hay una alternativa. No hay organización social, justo porque la tiene absolutamente descabezada. Es decir, todo el proceso de resistencia organizada tendría que estar empezando para tener algún horizonte, digamos, más allá del mediano plazo, y yo aún no lo estoy viendo.
Eliezer: Carlos Dada, muchas gracias.
Carlos: Gracias, gracias a ustedes.
Mariana Zúñiga: Este episodio fue producido por mí, Mariana Zúñiga. Lo editaron Silvia y Eliezer. Bruno Scelza hizo la verificación de datos. El diseño de sonido y la música son de Elías González.
El resto del equipo de El hilo incluye a Daniela Cruzat, Samantha Suazo, Samantha Proaño, Natalia Ramírez, Paola Alean, Camilo Jiménez Santofimio, y Elsa Liliana Ulloa. Daniel Alarcón es nuestro director editorial. Carolina Guerrero es la CEO de Radio Ambulante Studios. Nuestro tema musical lo compuso Pauchi Sasaki.
El hilo es un podcast de Radio Ambulante Studios. Si valoras el periodismo independiente y riguroso, te pedimos que te unas a nuestras membresías. América Latina es una región compleja y nuestro periodismo necesita de oyentes como tú. Visita elhilo.audio/donar y ayúdanos con una donación.
Si quieres profundizar sobre el episodio de hoy, suscríbete a nuestro boletín de correo entrando a elhilo.audio/boletin. Lo enviamos cada viernes.
También puedes seguirnos en nuestras redes sociales. Estamos en Instagram, X, BlueSky, Facebook y Threads. Nos encuentras como @elhilopodcast. Déjanos allí tus comentarios y etiquétanos cuando compartas los episodios.
Gracias por escuchar.
Transcript:
The following English translation was generated with the assistance of artificial intelligence and has been reviewed and edited by our team for accuracy and clarity.
El Hilo Podcast: – English Translation
Silvia Viñas: Hi! Before we begin, we want to tell you that this week we’re launching our Deambulantes campaign, our membership program, and we need your support. At El hilo, we work every week to bring you rigorous, clear, and relevant audio journalism without sensationalism, to help you understand a region as complex as Latin America. But in these uncertain times, independent media like ours face major challenges to survive.
Eliezer Budasoff: We know that what we do matters. But we can’t do it alone. Support us with whatever you can, every bit counts, whether it’s a one-time donation or a recurring one. Go to elhilo.audio/donar and help us keep working to make sense of what’s happening in Latin America. Thank you so much!
—
Eliezer Budasoff: Welcome to El hilo, a podcast by Radio Ambulante Studios. I’m Eliezer Budasoff.
Silvia Viñas: And I’m Silvia Viñas.
Archival audio, presenter: In El Salvador, the digital outlet El Faro reported that the Salvadoran government is preparing arrest warrants for several of its journalists.
Archival audio, journalist: Nayib Bukele ordered the arrest of five public transportation business owners for not offering free rides, as he had requested the day before on social media.
Archival audio, presenter: More than 70 organizations expressed concern and denounced a law promoted by President Nayib Bukele that, they say, criminalizes the work of NGOs in the country.
Silvia: In May, as he approached his sixth year in power, Nayib Bukele intensified his persecution of the press, social leaders, and human rights defenders.
Archival audio, journalist: We can now see how the National Civil Police and its officers are trying to arrest an entire community that has been organizing all day against the evictions.
Archival audio, journalist: The arrest of Ruth López, a well-known Salvadoran lawyer, has triggered a wave of national and international condemnation.
Eliezer: Today, what’s behind Bukele’s authoritarian escalation?
It’s May 30, 2025.
Eliezer: Carlos, throughout May we’ve been following the news pointing to an authoritarian escalation by Nayib Bukele. We know he’s spent years consolidating more and more power, but this month his authoritarianism has become much more evident, and it seems that this escalation started at the beginning of May, after El Faro published interviews with two leaders of the Barrio 18 gang (18th Street Gang), right? So we’d like to start by talking about those interviews. How did you manage to interview them? What did these two leaders tell you? What did they reveal that caused such a strong reaction from the government?
Silvia: This is Carlos Dada, director of the Salvadoran newspaper El Faro.
Carlos: They’ve maintained a relationship with Nayib Bukele and his circle since he was mayor. At that time, Bukele was a mayor affiliated with the FMLN (Farabundo Martí National Liberation Front) party, and it was through the FMLN that the relationship began. That’s the first revelation.
Eliezer: That’s something Carlos Cartagena, a.k.a. “El Charli,” one of the gang leaders, told them. Here’s El Charli in one of the interviews:
Archived audio, interview with El Charli: They asked for support from our people, from our communities, from our neighborhoods, to get him elected as mayor, right?
Carlos: They speak explicitly about the pact with Bukele to bring in votes, to force the communities they control to vote in favor of Nayib Bukele. And they also explain how they are able to force their people to vote even though voting is supposed to be in secret, and they describe that in great detail.
Silvia: That was explained by Liro Man, a.k.a. “Tasmania,” the other Barrio 18 gang leader they interviewed.
Archived audio, interview with Liro Man: You’re going to tell your mom, your uncle, your nephew, your grandmother, your wife that they have to vote for Nayib. If you don’t do it, we’re going to kill you.
Carlos: The other revelation that had a major impact, especially in El Salvador, was when one of them was asked how they managed to avoid settling scores or handing out punishments while still continuing to collect extortion money. He said that, in the words of a government official we’ve linked to the gang pact, they were told:
Archival audio, interview with Liro Man: If something is done, no [physical] body, no crime. That’s all I’m saying.
Carlos: And I think that phrase really struck a chord in El Salvador.
Archival audio, interview with Liro Man: Marroquín said it: no body, no crime.
Eliezer: He’s referring to Carlos Marroquín, director of the Directorate for the Reconstruction of the Social Fabric. At the time, he was the mediator between Bukele’s government and the gangs.
Silvia: But perhaps the most shocking revelation has to do with what happened after the pact with the gangs fell apart in 2022, and El Salvador experienced the most violent weekend of the century so far: 87 murders in three days.
Carlos: Once the pact broke down, it was the Bukele government authorities themselves who helped both of the gang members we interviewed escape. One of them was taken directly to the Guatemalan border.
Archived audio, interview with Liro Man: Marroquín called me and said: “Do you want to get out?” —“Yes, I want out.” —“Then if you want, I’ll help you,” he said. “At least to get you out, until we get you across to Guatemala.”
Silvia: By the way, the speaker, Liro Man, isn’t the only gang member Marroquín helped to get out through Guatemala. He also did it with Elmer Canales Rivera, a.k.a. Crook, one of the historic leaders of the Mara Salvatrucha… who was later arrested in Mexico and is now in the United States.
Carlos: And the other one, already under the state of exception, was captured and taken to the police.
Archival audio, interview with El Charli: They had already taken my photo, they were writing up the report, and suddenly a call came in, man. They all looked at me and just said: take off the handcuffs. Check your stuff, get changed, he said. You can go, he said.
Silvia: That was El Charli speaking. He was arrested at the start of the state of exception, in April 2022. He was held for less than three hours.
Eliezer: It’s estimated that in the first three days of the state of exception, nearly 1,500 people were detained. Since then, over 80,000 Salvadorans have been imprisoned under this policy, including thousands of innocent people, and reports and documented cases of arbitrary arrests, torture, and deaths in custody have surged.
Eliezer: El Faro has been documenting these deals, these pacts between Bukele, or rather, his government and trusted allies—and the gangs for years, right? The first revelation was in 2018, when Bukele was mayor of San Salvador. Then came more in 2020 and 2021. So, do you think part of the impact, even though the core of the story had already been reported, has to do with the fact that we can now see them telling it on video?
Carlos: I think what really increased the impact of this revelation was, surprisingly for us, the fact that it was done on video, being able to see them speak. And I say “surprisingly for us” because we’re used to working with text, with the written word. And in a way, we didn’t foresee how much additional impact showing them on video would have.
Eliezer: Carlos, we’ve been talking to other colleagues since El Faro published these interviews. We know some have had to leave the country, others are considering it. The situation is very worrying. Could you walk us through, step by step, what the government’s reaction was to this publication? What happened right after? What unfolded?
Carlos: The first reaction from a government official was very strange. It came from the head of the State Intelligence Agency, Peter Dumas, who tweeted accusing us of every crime he could think of at that moment. He accused us of sexual abuse, money laundering, drug trafficking, human trafficking, etc., and later publicly asked for a bigger budget to spy on us.
Silvia: El Faro’s journalists have already been spied on multiple times. According to an analysis by Citizen Lab, between 2020 and 2021, the phones of 22 of their reporters were infected with Pegasus, a spyware developed by the Israeli firm NSO Group, which is only sold to governments. At the time, Bukele was already president.
Carlos: I mean, a director of intelligence publicly asking for more funds to spy on journalists… Let’s say it’s not exactly reasonable. And that already told me they were in a heated state of mind, that they were extremely upset about our publication, it hit them where it hurts the most.
[Alongside this] they launched a whole media strategy to delegitimize our report, claiming it was all lies, that we made up a novel, questioning how we could believe gang members. But it worked less than in previous times because, as you just said, Budasoff, the fact that we were interviewing them proved they were free. That was undeniable.
So they moved to the next stage: they deployed an entire apparatus, again, with this army of government spokespeople, pseudo-intellectuals, influencers, trolls to demand our arrest for glorifying crime, trying to shift the focus toward us. They said: these journalists are gang allies, otherwise, how could they get those interviews?
It was all about redirecting the attention. Instead of looking at the government, they tried to turn the gaze on us. Why are they interviewing gang members? Why are they meeting with them? Why would gang members give them interviews?
And that’s how the push for our arrest started to snowball, based on two specific charges: unlawful association and glorification of crime.
Silvia: Carlos told us that just a few days after the publication, they learned from a reliable source that the Attorney General’s Office had plans to issue arrest warrants for seven El Faro journalists. An Attorney General, by the way, who is a trusted Bukele ally, installed and reappointed by the ruling party.
Eliezer: But in reality, issuing arrest warrants isn’t even necessary in El Salvador. Remember, the country has been under a state of exception for more than three years. This means authorities can arrest people without a judge’s order, just on suspicion of gang affiliation.
Carlos: And this is the modus operandi you were asking about. It’s the classic Bukele regime tactic: first the trial is carried out in public, so that by the time the authorities act, the public has already assumed guilt because the judgment has already been made publicly. This, of course, concerned us even more, because they had already judged us publicly, already accused us in public.
That said, one of the charges is criminal association, as I just explained, and the other is glorifying crime. By allowing the gang members to confess to some of their crimes, by giving them a mic and a camera, they are trying to build a case that we are glorifying criminal activity. Which is absurd. It’s surreal. I mean… if that were really applied, no journalist, no decent journalist could do their job.
Eliezer: Now Carlos, something I wonder is, you say on the one hand that if they wanted to arrest journalists, they wouldn’t even need this, because the government suspended constitutional guarantees four years ago under the state of exception. But also, Bukele’s government had already passed a gag law that penalized any publication giving a platform to gang members, right? So… why this persecution now? Especially considering that you had already published similar revelations before.
Carlos: The gag law was repealed because it was so obscene that, under international pressure, they ended up repealing it. Why now? That’s a big question. And I think trying to answer it requires moving slowly, calmly, because I think there are both external and internal elements at play.
Let me start with the external, if you want. The change of administration in the United States has greatly benefited President Bukele. He went from being an international pariah under the Biden administration, his officials were sanctioned, he never visited the White House, Biden didn’t want to engage with him, and Washington was denouncing the human rights violations in El Salvador. Trump’s arrival completely changed the scenario.
First, because old Bukele allies have entered Trump’s government or his inner circles, giving Bukele privileged access to the new administration. Second, because Trump openly favors strongman rulers, anti-democratic leaders, those who resemble Bukele. And third, because right as Trump took office, Bukele offered a gift: “Send me all the deportees,” solving a major issue for Trump.
Silvia: Carlos is referring to Bukele’s agreement with Trump to receive undocumented immigrants and alleged members of the Tren de Aragua gang and imprison them in CECOT, Bukele’s mega maximum-security prison.
Carlos: That external factor is no small thing. It led Nayib Bukele to believe he had more immunity than under the previous administration, and that therefore he could advance his anti-democratic agenda in El Salvador without facing serious consequences from the United States. That’s one factor. But there’s also an internal one. This publication came at a moment when the government was facing a kind of communications crisis, mainly due to two events:
Eliezer: Both at the end of April. The first had to do with landslides on the Los Chorros highway, used by most workers commuting to San Salvador. It became impassable.
Carlos: And despite promises and attempts at repairs, the highway remained a mess, and the government couldn’t shake off the public’s frustration. Their usual communication tricks weren’t working.
Silvia: Meanwhile, in Panama, authorities discovered a massive shipment of cocaine inside a container that had originated in El Salvador and was headed to Belgium.
Eliezer: According to El Salvador’s Minister of Defense, the container had been tampered with, but Bukele’s government failed to provide further explanation.
Carlos: So when these two communications issues were already brewing, our publication came out, and I think it created an even bigger problem. Why is this so important? Because, as you’ve clearly documented in past episodes of Señor de los Sueños, communications are a key pillar of Bukele’s political strategy. When Bukele has a communication problem, he has a political crisis. Our publication, on top of the ones I just mentioned, left him in probably his worst moment communication-wise since he became president.
Not only is he losing control of the narrative, but for the first time in six years, his approval ratings have dropped significantly in the polls. Recently, we’ve only been talking about the attacks on the press. But he’s also imprisoned community leaders, arrested transport workers for not obeying one of the president’s tweets, jailed human rights defenders like Ruth López, and just passed the Foreign Agents Law. This is a new wave of attacks against civil society organizations. So, these two elements combined have led him to say: if you didn’t understand the easy way, you’ll understand the hard way.
Eliezer: After the break: Bukele tries to regain control of the narrative. We’ll be right back.
Silvia: We’re back on El hilo.
After the interviews published in El Faro with two gang leaders in early May, Bukele turned to X, his favorite social network. He announced that, throughout that week, public transportation would be completely free. It was a measure to reduce traffic caused by the repair work on the road we mentioned earlier, the one that had been rendered impassable due to landslides. But it was also a way to divert attention from El Faro’s publication.
Carlos: What did it trigger? Let me tell you one thing that seems more humorous than anything else, but it gives you some clues. A viral and pretty spontaneous communication started among people saying: “Thanks to El Faro, we have free transportation. Please, El Faro, publish another story so my credit card debt gets forgiven.” And, besides how funny that is, right?, it really shows that people don’t fall for it so easily anymore, that people can read the situation: “he’s offering free transportation so we stop talking about the other thing.” That’s very interesting.
But Bukele announced free transport in a tweet. There was no executive order, no legislative decree. Nothing at all. And the bus companies were like: who’s going to pay us for this? Where does it say we’ll be reimbursed? So some of them decided not to run their buses. Bukele’s response? He threw them in jail. Bukele knows that bus operators aren’t exactly beloved in El Salvador. They provide poor service and haven’t improved their fleets or their service to the public in a long time. They’re disorderly, polluting, basically, not the most well-liked group in the country. Bukele figured cracking down on them wouldn’t cost him anything.
But the abuse of power was so arrogant, so obvious, jailing people for not obeying a president’s tweet, that this didn’t go over well either. And when you add that one of the businessmen died in jail because he didn’t get his medication, this didn’t solve the crisis, it just added to the one he already had.
Silvia: In total, 16 transport workers were arrested. One of them died a few days later due to health complications. The others were charged with embezzlement, extortion, dereliction of duty, and failure to provide assistance.
Eliezer: Carlos, in this string of poorly managed crises that turn into even bigger crises, one week after the arrest of those transport operators, a group of rural families held a peaceful protest near Bukele’s house, and the National Police cracked down on them.
Archival audio, protest: The henchmen of President Bukele’s National Civil Police are attacking elderly people. We’ve seen it, we’ve recorded it.
Eliezer: Can you tell us what happened that day and why these families were protesting?
Carlos: There’s a land dispute where these families, who are very poor live. A businessman claims to own the land, and after some unresolved legal proceedings, there was an eviction order.
Silvia: We’re talking about nearly 300 families at risk of being expelled from land they’ve lived and worked on for 40 years.
Carlos: These people stood outside the area where the president lives, not exactly in front of his house, because there’s a highway in between, but nearby. More than protesting, they were pleading with the president to intervene and prevent their eviction.
Archival audio, protest. Woman: We’re not asking for riches, we just want our homes. A home is nothing for a government.
Carlos: I assume the president didn’t like the idea of people protesting near where he lives. And what happened is what you just said: security forces were sent to break up the protest, and they also arrested the community’s lawyer and one of its leaders.
Eliezer: Although a judge overturned the eviction order, the families have reported ongoing police harassment in their community since the protest on May 12.
Silvia: Additionally, the lawyer and the community leader (who is also an evangelical pastor) remain in jail. As of the close of this episode, Thursday, May 29, by the end of the day, they had not yet been brought before a court. And even though this case has nothing to do with gangs, both are being prosecuted under the timelines of the state of exception. According to their lawyers, this violates due process.
Carlos: What followed, and I’ll be brief, Eliezer, is that at night, the president again turned to his X account and tweeted more or less that these people were incited or pushed by non-governmental organizations and foreign money, and that’s why he was going to pass a foreign agents law. This protest became the pretext.
This law implies many things. First, anyone who receives money from abroad, except for remittances or businesses, anyone receiving international or foreign funds will have to register as a foreign agent. The authority, that is, Bukele’s government, will decide whether to approve your registration or not. And if they don’t approve it, you can no longer carry out activities in El Salvador.
Eliezer: Organizations that do get approval will have to pay 30% of the funds they receive to the state. But that’s in addition to regular taxes, which they still have to pay like all Salvadorans.
Carlos: The second thing is that you also have to comply with certain rules, such as not inciting public disorder, which can mean whatever the government wants it to mean, or not interfering in politics, which can also mean anything. In short, this law renders civil society organizations that receive foreign funding, or independent media outlets, completely inoperable. It makes them economically and politically unviable.
Silvia: This law is very similar to the Foreign Agents Law that Daniel Ortega’s regime passed in Nicaragua in 2020. In practice, both laws aim to shut down the work of human rights defenders, journalists, and NGOs. The main difference is that it took Ortega four presidential terms and over ten continuous years in power to pass such a law. Bukele has only been president for six years and is just starting his second term.
Eliezer: Now, in 2021, Bukele had already tried to push through a similar law, right? And that time, the proposed tax was 40%. That project failed. There was a ton of international criticism. So why is he pushing it again now, and why did it pass so easily this time?
Carlos: Because he can. That’s the answer: because he can. Because now, no one in the United States is going to complain about it. He’s no longer under U.S. pressure. His control over the state is far greater than it was four years ago, and because there’s no longer any resistance. What little resistance remains in El Salvador is precisely what this law aims to crush.
Silvia: On May 21, the Legislative Assembly, dominated by Bukele’s party, approved the Foreign Agents Law. But even before that, the government had already started targeting uncomfortable NGOs. On Sunday, May 18, almost at midnight, they arrested lawyer Ruth López Alfaro, head of the Anti-Corruption and Justice Unit at the Cristosal organization.
Carlos: Ruth López is one of the bravest lawyers left in El Salvador, one of the most visible, one of the loudest. And Cristosal is a non-governmental organization focused on human rights protection. It’s connected to the Anglican Church in the United States and has done extraordinary documentation work, not only in cases of corruption, which was Ruth López’s focus, but also in documenting human rights violations.
Cristosal has recorded and documented systematic torture in Bukele’s prisons. They’ve documented how many people have died from that torture, how many minors have died. It’s one of the regime’s most inconvenient voices.
And beyond that, Cristosal has a platform in U.S. public discourse like I said, they have access in Washington. That changes the situation a bit. Just to give you an idea, Cristosal is the organization whose lawyers have represented the victims of the El Mozote massacre, for example. So, it’s an organization with very important work, not just defending rights but also documenting violations and corruption. And Ruth, as the head of the anti-corruption unit, has been one of the regime’s most vocal critics, especially because it’s riddled with corruption.
Eliezer: That night, when they came to arrest her, the security agents told Ruth that her car had been involved in a traffic accident. It was just an excuse to get her to come out of her house. When she stepped outside, they told her that, by order of the Attorney General’s Office, she was under arrest. Ruth was wearing pajama shorts. She asked for a moment to go back inside and change, but they didn’t let her.
Archival audio, Ruth López: Have some decency, please.
Archival audio, Ruth López: This will all come to an end one day. You can’t go along with this. I’m telling you seriously…
Police officer: Ma’am, we’re going to explain everything that’s going on, don’t worry.
Ruth López: No, I already know. The only reason for this is that I’m a human rights defender and work at an NGO that’s inconvenient for the government.
Silvia: If the audio quality isn’t clear, Ruth says she already knows what’s happening, that the only reason she’s being arrested is because she’s a human rights defender working for an NGO that the government finds inconvenient. The phrase she said at the beginning, “Have some decency,” went viral on social media.
Eliezer: The Attorney General’s Office accuses Ruth of embezzlement, essentially, misappropriating public funds. They claim she committed this crime before she began working as a lawyer at Cristosal.
Archival audio, Ruth López: Embezzlement, corruption? I’m the one investigating corruption here.
Carlos: Ruth López’s arrest was what led many of us to conclude: we’ve entered a new phase. Everything up until then had been signs of it. But the arrest of Ruth López is, in itself, such a massive scandal that it leaves little doubt about the regime’s intentions. The way she was arrested also shows there’s no legal basis for the case. Let me explain quickly: plainclothes and uniformed police officers showed up at her house, said they believed her car was involved in an accident, asked her to step outside, and when she did, they arrested her under the state of exception, then charged her with embezzlement. There’s no legal connection between those things.
It’s very clear that what they’re doing is sending a message, because going after Cristosal is like saying: “Now, no one is safe.” Cristosal, which has so many connections and so much influence in a powerful country like the United States… going after Cristosal sends a very clear message. And the message was loud and clear, because it did exactly what it was meant to do: instill much more fear among the few brave voices still left in El Salvador.
Silvia: As of the release of this episode, the Attorney General’s Office had still not formally filed charges against Ruth. Nor had they brought her before a judge. Under Salvadoran law, there’s a 72-hour deadline to present a detainee in court. Cristosal, where Ruth works, said that because this deadline wasn’t met, due process is being violated. Ruth is being held at the Traffic Division of the National Police in San Salvador, which is not an official prison but a police unit.
Eliezer: We’re going to take one last break, and when we return, we’ll talk more about the Bukele-Trump relationship and what lies ahead for El Salvador. We’ll be right back.
Silvia: You’re listening to El hilo.
Eliezer: Earlier you said the new U.S. government, Trump’s return to the presidency—has really helped. It has emboldened Bukele, in a way, and he now believes he has more immunity than he did under Joe Biden’s administration, right? What I wanted to ask you is whether you think he has a correct or mistaken understanding of what this support from Donald Trump’s government really means. In other words, does he believe he has full backing, or do you think, in reality, the U.S. will just use El Salvador as long as it’s useful and won’t go out of its way to support Bukele’s ambitions?
Carlos: That question’s already been answered. They’re already actively participating in what Bukele wants. And I’ll tell you how we know: when Secretary Rubio came to San Salvador to finalize the agreement to deport prisoners to El Salvador, a deal, by the way, that no one has seen, not in the U.S. nor in El Salvador, Bukele made a very specific request. He said: among the deportees, I want the gang leaders who are currently imprisoned in the U.S. These are the same gang leaders that Bukele secretly released, who were later captured in Mexico and sent to the U.S., and they’re now awaiting trial.
Silvia: And the Trump administration has started complying. They already sent back the first one: César López Larios, a.k.a. “El Greñas,” an MS-13 gang member who had been imprisoned in New York since 2024. He had been on the FBI’s most-wanted list for years. He’s also known for having negotiated with multiple Salvadoran governments, including Bukele’s.
Eliezer: In March of this year, López Larios was expected to testify in court in New York about his deals with the government. But the prosecution dropped the charges against him for, and I quote, “geopolitical and national security reasons,” and on March 11, he was deported to El Salvador.
Carlos: So when the judge dismisses the case, when there’s no longer a case against this gang leader, the U.S. authorities arrest him for being undocumented and deport him to San Salvador. What’s happening is that Bukele is trying to destroy a trial against MS-13’s leadership to prevent them from revealing their agreements. [We now know that he’s already asked to drop the charges against a second gang leader imprisoned in New York. And the justification given verbatim, by the U.S. Department of Justice is: “for foreign policy reasons that outweigh our interest in this prosecution.”]
Silvia: Bukele claims he offers his services as a jailer purely for economic reasons. But according to Carlos, the real reason is different, Bukele seems to be buying himself immunity. If imprisoned gang members in the U.S. speak out about their deals with him, Bukele would be seen as an ally of an organization that the U.S. classifies as a terrorist group.
Carlos: So, to answer your question, that’s already been answered. The Trump administration is already knee-deep in the mud, doing a huge favor for their new partner.
Eliezer: Even though Bukele seems extremely empowered right now, partly thanks to his friendship with Trump, this much repression could be affecting his popularity within El Salvador, as Carlos mentioned earlier.
Carlos: I think it’s already cracking. First, because a magician who performs the same trick every day eventually gets caught, right? People eventually spot the card up his sleeve. Like I told you, he announces free bus rides, and people already know why. Just last night, for the umpteenth time, he said he was going to build or repair two schools a day. It’s an eternal promise. And people aren’t dumb.
But also because all the political goodwill he earned from eliminating gangs doesn’t last forever. I’m not saying it’s gone, but people are now focused on other things: their economic situation, the abuses of power. We now have, for the first time since the 1980s, organizations of mothers of the disappeared—or of people who’ve gone missing in the prison system and can’t be located or contacted.
In short, Bukele’s traditional governance is starting to wear thin. That said, I’m not telling you no one supports him anymore. He’s still a very popular president.
Eliezer: I’m not asking you to predict the future or read a crystal ball. You’re a journalist. But can you tell us what you expect for El Salvador in the near or medium-term future?
Carlos: Precisely because I’m a journalist, I’m pessimistic. I don’t think things are going to improve any time soon.
I believe Nayib Bukele has already crossed the point of no return. It’s no longer about wanting to stay in power, it’s that he can’t afford to leave it, because it would bring other kinds of consequences. I think there have already been too many violations of the law, too many acts of corruption, too many human rights abuses, too many scandals. I believe he’s crossed that line of no return. So I don’t expect anything. I’m not optimistic, not in the short term, not in the medium term.
And on top of that, there’s no political opposition in my country. No matter how far Bukele falls, there’s no alternative right now. There’s no social organization, because he’s completely dismantled it. In other words, any organized resistance would have to start from scratch in order to even have a horizon beyond the medium term, and I’m just not seeing that yet.
Eliezer: Carlos Dada, thank you very much.
Carlos: Thank you. Thank you both.
Mariana Zúñiga: This episode was produced by me, Mariana Zúñiga. It was edited by Silvia and Eliezer. Bruno Scelza did the fact-checking. Sound design and music by Elías González.
The rest of El hilo team includes Daniela Cruzat, Samantha Suazo, Samantha Proaño, Natalia Ramírez, Paola Alean, Camilo Jiménez Santofimio, and Elsa Liliana Ulloa. Daniel Alarcón is our editorial director. Carolina Guerrero is the CEO of Radio Ambulante Studios. Our theme music was composed by Pauchi Sasaki.
El hilo is a podcast by Radio Ambulante Studios. If you value independent, rigorous journalism, we ask you to join our membership program. Latin America is a complex region, and our journalism needs listeners like you. Visit elhilo.audio/donar and help us with a donation.
If you want to dive deeper into today’s episode, subscribe to our newsletter at elhilo.audio/boletin. We send it out every Friday.
You can also follow us on social media. We’re on Instagram, X, BlueSky, Facebook, and Threads. Find us as @elhilopodcast. Leave us your comments and tag us when you share episodes.
Thank you for listening.