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Lula da Silva
El sur de Brasil está sufriendo una de las peores catástrofes de su historia. Las inundaciones causadas por lluvias torrenciales en el estado de Rio Grande do Sul han afectado a más de dos millones de personas. Miles lo han perdido todo mientras la lluvia continúa, y no se sabe bien cuándo va a parar. Este tipo de eventos climáticos extremos solo se van a hacer más frecuentes, y no solo en Brasil, sino en todo el mundo. Esta semana, la periodista y bióloga Jaqueline Sordi nos ayuda a entender qué rol juega el calentamiento global en la tragedia que vive Rio Grande do Sul y por qué es una advertencia sobre los peligros del negacionismo climático. Además, Fabricio Chamorro, residente de Porto Alegre, nos cuenta cómo se ha vivido esta situación, que describe como “una película de guerra”.
Créditos:
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Producción
Daniela Cruzat, Nausícaa Palomeque -
Preproducción
Mariana Zúñiga -
Edición
Silvia Viñas, Eliezer Budasoff -
Verificación de datos
Bruno Scelza -
Producción en redes sociales
Analía Llorente y Samantha Proaño -
Diseño de sonido y mezcla
Elías González -
Música
Elías González -
Tema musical
Pauchi Sasaki -
Fotografía
Getty Images / Nelson Almeida
Etiquetas:
Transcripciones:
Transcripción:
Eliezer Budasoff: Hola, esta semana termina nuestra campaña de recaudación de fondos y estamos muy cerca de alcanzar la meta de 60 mil dólares. Ese dinero va a ayudar a que nuestra casa productora, Radio Ambulante Studios, siga narrando América Latina a través de sus tres podcast: Radio Ambulante, Central, y, por supuesto, El hilo.
Silvia Viñas: Cada vez que hacemos una campaña nos sentimos afortunados de la comunidad que tenemos: oyentes de todo el continente que valoran nuestro trabajo y nos apoyan de la forma que pueden, aunque no sea monetaria. Queremos agradecerte, porque sin ti, sin ustedes, El hilo no podría llevar cuatro años y más de 200 episodios donde explicamos y contamos la historia detrás de los principales titulares de nuestra región.
Eliezer: Y si está dentro tus posibilidades hacernos una donación, puedes hacerlo uniéndote hoy a Deambulantes, nuestro programa de membresías. Entra a elhilo.audio/donar.
Silvia: No importa que el monto sea pequeño, no importa que dones una vez o lo hagas de forma periódica, cada aporte cuenta. Muchísimas gracias y ahora sí, vamos con el episodio.
Silvia: Bienvenidos a El hilo, un podcast de Radio Ambulante Estudios. Soy
Silvia Viñas.
Eliezer: Y yo soy Eliezer Budasoff.
Audio archivo, Presentadora: Sigue crítica la situación en Rio Grande do Sul, el estado de Brasil.
Audio archivo, Presentador: La peor catástrofe climática de América Latina.
Audio archivo, Presentadora: Causado por las inundaciones en el sur del país. Podría agravarse con la llegada de nuevos temporales.
Audio archivo, Presentador: No ha parado de llover durante toda la noche, han quedado varias ciudades sin luz.
Audio archivo, Presentadora: Vários municípios estão completamente debaixo d’água.
Silvia: Seguramente han visto estas imágenes: muebles flotando, personas trasladándose en botes, perros y hasta caballos en los techos de casas inundadas…
Eliezer: El sur de Brasil sufre su peor inundación en más de 80 años. El Río Guaíba sobrepasó los cinco metros de altura, un récord histórico, más alto que en las inundaciones de 1941.
Silvia: Después de casi 20 días de lluvias torrenciales, y sin pronóstico de que paren, las cifras de víctimas siguen en aumento. Para este jueves, al menos 150 personas habían muerto, más de 100 estaban desaparecidas y más de medio millón tuvieron que desplazarse.
Eliezer: Hoy, un fenómeno climático extremo está causando una de las mayores catástrofes registradas en el sur de Brasil, y ha sacado a flote las consecuencias devastadoras de negar el calentamiento global.
Es 17 de mayo de 2024.
Fabricio Chamorro: Porto Alegre ahora está malo. Hay agua por todo el centro, mercado público, aeropuerto, rodoviaria, barrios ricos, barrios pobres. La entrada de la ciudad también todo lleno de agua.
Silvia: Él es Fabricio Chamorro. Vive en Porto Alegre, la capital del estado Rio Grande do Sul, desde hace un poco más de un año. Pero trabaja en El Dorado do Sul, un municipio a unos 35 kilómetros. Es gerente de una gasolinera.
Eliezer: A comienzos de mayo, Fabricio estaba trabajando en El Dorado cuando se empezó a inundar. Mucha gente se fue a una ciudad cercana, Guaíba, para refugiarse en casas de familiares o amigos. Fabricio quiso volver a Porto Alegre, pero se dio cuenta que no podía porque llovía mucho y era imposible cruzar el puente que conduce a su casa. Así que le avisó a su familia que él también se iba para Guaíba.
Silvia: Y Guaíba, que no llega a 100.000 habitantes, se desbordó de gente.
Fabricio: Personas caminando con fierros, con cosas al centro, como si fuesen una guerra. Personas saliendo, corriendo de su casa porque el agua estaba lleno, lleno.
Silvia: Esa noche, cuando Fabricio llegó, ya no quedaban hoteles ni habitaciones para alojarse. Y se tuvo que quedar en su auto en una gasolinera en Guaíba.
Fabricio: Pensé que en el otro día iría conseguir y pasar un, dos, tres, cuatro, cinco, seis días, no conseguí nada. Durante más o menos dos días la comunicación era 0, y no había wifi, no había señal del teléfono, no se podía ligar, no se podía la señal de internet.
Silvia: Estuvo dos días sin hablar con su familia. A los pocos días, Guaíba también se empezó a inundar. Pero la gasolinera está en una zona alta de la ciudad, entonces se pudo quedar ahí. Fabricio no estaba solo, había más personas durmiendo, y viviendo, en sus autos.
Fabricio: Había más, cuatro o cinco coches juntos. Personas que habían perdido todo. Algunos comerciantes que estaban allí. Personas con 80 años. Papá, mamá, abuelo, abuela. Había dos jóvenes con un niño de diez meses. Otra persona, señor y señora juntos. Estábamos todos juntos allí. Pasábamos los días a conversar, escuchar la radio e intentar hacer contacto con familiares.
Eliezer: La gasolinera estaba a unas pocas cuadras de un hospital y Fabricio podía ver el movimiento en ese centro de salud.
Fabricio: Un camión, un colectivo llegaron con personas, crianzas, chicos, chicas, señor, señora, gente joven, todo mundo. Un hospital de una ciudad pequeña, tenía algunos médicos que estaban viniendo de helicóptero, que venían de Porto Alegre para acá, y otras personas que iban a los grandes hospitales en Porto Alegre. La verdad es que era una película de guerra, era muy complicado. Sonido de ambulancia, de policía, mañana, tarde, noche, aquello no paraba, no paraba. Personas caminando, personas a llorar, que no tenían nada, personas a pedir también. La radio, todo el mundo pedía que ayudasen o como se podía ayudar.
Eliezer: También vio a mucha gente haciendo compras enormes en los supermercados, en las farmacias… Y como las cosas no se podían reponer, cerraban los locales.
Nos contó que vio a muchas personas nerviosas, que querían volver a sus casas, que tenían miedo de que entraran a robarles. Él también quería volver a su casa en Porto Alegre.
Fabricio: Para poder estar en la cama y hacer una alimentación decente. Bueno, quería volver a mi casa.
Silvia: Los caminos para llegar a Porto Alegre estaban inundados y Fabricio no sabía si podía cruzarlos con un auto común. Así que dejó el suyo en Guaíba y salió caminando solo. Caminó de Guaíba hasta El Dorado. Son unos 15 kilómetros.
Fabricio: La ruta en sí se quedaba rota, había tránsito de personas, de la policia, del ejército, con máquinas, haciendo trabajo en la vía. Salí caminando de Guaíba a las 7:00 de la mañana. Llegué al Dorado 11:30 de la mañana, más o menos cuatro horas, treinta, caminando.
Silvia: En El Dorado consiguió un camión del Ejército y luego un colectivo de Prefectura hasta llegar a Porto Alegre. Y por fin a su casa, donde el agua no ha llegado porque vive en un tercer piso. Desde allí nos ha venido contando la situación. Dice que nunca vivió algo así.
Fabricio: En estos 43 años de vida que se puede decir nunca vi alguna cosa como esta. Es simplemente asustador, terrible de ver personas a sufrir, cosas que se perderán, muertes… Es un momento muy delicado.
Audio archivo
Conversación: O pessoal não quer sair, não adianta.
Silvia: “La gente no quiere irse, no tiene sentido”. Eso dice el audio que acaban de escuchar. Es de un video donde se ve una escena que se repite en Rio Grande do Sul: casas con el agua hasta la altura de las ventanas y una calle que parece un río.
Audio archivo
Silvia: El video lo grabó la periodista y bióloga Jaqueline Sordi. Lleva más de una década enfocada en comunicación científica y ambiental y escribe para varios medios.
Jaqueline: Estudio mucho este tema también. Soy doctora en esto y ahora estoy viviendo en mi ciudad las consecuencias del cambio climático.
Eliezer: En el video, Jaqueline va en un bote con otras cuatro personas: dos voluntarios que buscan a gente que necesita rescate, y dos residentes a los que acaban de ayudar. Jaqueline está reportando, pero también está colaborando con los rescates. Algunas personas los rechazan por miedo a lo que pueda pasarle a sus casas si las dejan.
Están navegando por algunas de las avenidas más transitadas de la ciudad donde Jaqueline nació y donde ha vivido toda su vida.
Jaqueline: Estoy en Porto Alegre, en el extremo sur de Brasil y mi ciudad está abajo del agua.
Silvia: Porto Alegre está cerca del océano Atlántico, en la unión entre cinco ríos. Varios se han desbordado, incluyendo el Guaíba, el más grande, y que en realidad es un lago.
En el área metropolitana de Porto Alegre viven más de tres millones de personas.
Jaqueline: Es una ciudad muy grande, es una metrópoli, es la capital del sur de Brasil y es una ciudad muy linda. Lo más raro de todo, cuando yo estuve en el barco es estar en un barco en la misma calle que hace dos días yo estaba en mi coche. Las calles más movimentadas de la ciudad, grandes avenidas, totalmente abajo del agua.
Audio de archivo, periodista: Los estadios de Gremio y Beira Rio completamente inundados en la capital del estado, Porto Alegre.
Audio de archivo, periodista: …y esta es una de sus calles peatonales, está totalmente bajo el agua.
Audio de archivo, periodista: Las autoridades cerraron un puñado de centros de salud.
Audio de archivo, periodista: Todas las fábricas, los puestos de trabajo que han quedado destruidos. Esto, fíjense, es la feria del centro, todo está debajo del agua.
Jaqueline: Las imágenes son increíbles de la región. La pista del aeropuerto es un río muy grande. Todo el aeropuerto, todas las estructuras están abajo del agua. Y es un poco asustador porque la verdad es que estamos muy limitados sobre las maneras de salir de acá, si tenemos que salir. Entonces, qué te voy a decir, es un escenario de un apocalipsis. Nunca se pasó algo así.
Silvia: Y no solo es Porto Alegre. La Defensa Civil reportó el jueves, 16 de mayo, que las inundaciones ya habían afectado a más de 460 municipios del estado.
Jaqueline: Esto es casi todo el estado, casi todo, y es un estado muy grande. Es como el tamaño de Reino Unido. Más grande que el Reino Unido
Eliezer: Jaqueline nos contó que desde que empezó la catástrofe, la gente está hablando mucho de una tragedia que pasó hace 83 años: la gran inundación que hubo en Porto Alegre en 1941, que dejó sin casa a un cuarto de la población de ese momento.
Jaqueline: Es algo que se habla acá como algo histórico. Y tenemos las imágenes del centro de de Porto Alegre, de mi ciudad, llena de agua y es algo que siempre hablamos y algo muy raro y ¡wow! Pero ahora tenemos algo que es mucho más grande.
Silvia: El Guaíba, que es el lago que se desbordó, ayuda a dimensionar la magnitud de estas inundaciones comparadas a las de 1941. El nivel del agua del lago tiene que llegar a los tres metros de altura para que empiece una inundación.
Eliezer: En la de 1941, el nivel pasó los cuatro metros y medio. Fue una cifra histórica. Eso hasta ahora, que en su máximo sobrepasó los cinco metros.
Silvia: ¿Y las autoridades advirtieron que algo así podía pasar o tomó por sorpresa?
Jaqueline: Tomó por sorpresa. Uno o dos días antes de las lluvias empezaran a quedarse muy fuertes, las autoridades empezaron a decir mira, tomen cuidado, si el agua empieza a subir deben salir de sus casas. Pero fue algo que nadie esperaba
Silvia: Cuando empezó a subir el agua, ¿qué hicieron las personas para evacuar? ¿Y las autoridades dieron más instrucciones?
Jaqueline: No, fue todo muy confuso. Muchas personas empezaron a subir a sus tejados. Otros pensaron que el agua no iba a subir tanto, así que se quedaron en sus casas.
Eliezer: Pero a los pocos días, se empezó a hacer evidente que la situación no iba a mejorar.
Jaqueline: Empezaron a llamar a la Defensa Civil para rescates y la Defensa Civil empezó a poner barcos.
Silvia: También está trabajando la policía y el ejército. Pero Jaqueline dice que son tantas las personas que necesitan ayuda, que los rescatistas no dan abasto.
Jaqueline: Así que lo que pasó acá, que fue muy, te puedo decir emocionante, está siendo, es que los civiles, las personas empezaron a entrar en el agua para salvar.
Eliezer: Recordemos que Jaqueline estuvo navegando en un bote con rescatistas voluntarios.
Jaqueline: Y cuando estás en el lago ves como que muchos, muchos, muchos botes y barcos de civiles, de personas que compraron pequeños barcos y están ahí ayudando a rescatar.
Audio de archivo, reportero: Con sus propias herramientas, con sus manos, con sus lanchas, con sus motos acuáticas, con sus botes, con lo que tuvieran a mano, con su experiencia y con su tiempo.
Audio de archivo, rescatista civil: Somos contadores, somos médicos, somos odontólogos que estamos ayudando a las personas…
Jaqueline: Hay una cantidad, creo que más grande, de civiles rescatando que de autoridades.
Silvia: Según cifras de la Defensa Civil, más de 76 mil personas han sido rescatadas. También más de 11 mil animales.
Eliezer: Al cierre de este episodio, no había un pronóstico claro de cuándo podrían parar las lluvias. Aún así, hay personas que se han resistido a evacuar sus hogares.
Jaqueline: Ahora sí están intentando implementar algunas estrategias para obligar a las personas a salir de sus casas, porque además de la lluvia, de las inundaciones, tenemos otros problemas acá, que es de la violencia.
Silvia: Se han reportado robos y violaciones en albergues. También ladrones en motos de agua que asaltan a rescatistas. Y robos en casas evacuadas.
Jaqueline: Así que muchas personas no quieren salir de sus casas porque tienen miedo que les roben las cosas de la casa. Es un escenario muy confuso. Nadie estaba preparado para eso.
80% de la ciudad de la capital del sur de Brasil está sin agua. Aún hay agua para comprar en los mercados porque están haciendo una fuerte tarea para traer agua de todo el Brasil para que podamos beber agua. Mitad de la ciudad está sin energía eléctrica. Yo soy muy afortunada que en mi barrio el agua no llegó y aún tenemos energía, pero agua no tenemos. Es como que algo que está… ya estamos acostumbrados, estamos usando el agua de la piscina de nuestro predio para ducharnos. Hay más de 500.000 personas que tuvieron que dejar sus casas en nuestro estado.
Eliezer: Y sobre los fallecidos y desaparecidos, están las cifras oficiales que les dimos al principio, pero Jaqueline dice que hay que esperar para saber la realidad.
Jaqueline: La verdad es que cuando el agua bajar, es que vamos a ver la dimensión de todo eso, porque ahí vamos a encontrar millares de casas destruidas, cuerpos de personas, de animales, de todo más. Cuando estás en el barco ya puedes ver como que decenas de animales flotando así. Cuando te digo son números, pero la verdad es que no son números, es algo de una dimensión que no se puede, no se puede medir.
Silvia: Después de la pausa, por qué estas inundaciones son una advertencia sobre los peligros de la negligencia del Estado y el negacionismo climático.
Ya volvemos.
Daniela: Si esta es la primera vez que escuchas El hilo, somos un podcast que cubre toda América Latina y la comunidad latina en Estados Unidos. Y cada viernes profundizamos la historia detrás de las noticias más importantes de la región.
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Eliezer: Estamos de vuelta en El hilo.
Silvia: ¿Para ti es la primera vez que pasa algo así que se inunda tu ciudad?
Jaqueline: Sí, sí. Tenemos algunas regiones que son cerca del río que ya inundaron. Algunas veces. Son las regiones periféricas de la ciudad, regiones más pobres y todo lo más. Lo que pasó es que hace unos seis meses tuvimos lluvias muy fuertes también y muchas personas de estas áreas tuvieron que salir de sus casas.
Eliezer: En el último año, en la región de Rio Grande do Sul hubo otras dos inundaciones y hasta un ciclón.
Jaqueline: Pero ahora está como que 30 veces peor.
Silvia: Solo en la primera semana de mayo, llovió un tercio del promedio anual para la zona, según datos del Servicio Geológico Brasileño.
Jaqueline: Nosotros que estudiamos cambio climático estudiamos mucho sobre el tema justicia climática, que es que los más pobres son los más afectados y siempre es este el escenario que vemos: las regiones periféricas, los más pobres, siendo afectados por las lluvias, por las secas y todo más. Pero ahora está en los barrios ricos de la ciudad, está en toda la ciudad. Es un escenario muy diferente.
Silvia: ¿Cómo está conectado el cambio climático, la crisis climática, a lo que está pasando ahora en el sur de Brasil?
Jaqueline: Bueno, ya es un consenso científico que el cambio climático está dejando lo que llamamos eventos climáticos extremos como lluvias, secas y todo más, cada vez más intensas y más frecuentes. Como te he dicho, hace menos de seis meses tuvimos otra inundación, no fue tan grave como esa, pero fue muy fuerte también. Había ciudades que estaban empezando a reconstruir sus casas, familias que estaban empezando a reconstruir sus casas, ciudades enteras que estaban empezando a volver a funcionar, y ahora llega esta inundación y destruye todo como que en una potencia 30 veces más fuerte. Así que lo que podemos afirmar con seguridad es que estos eventos están más extremos y serán cada vez más frecuentes por causa del cambio climático. El planeta está más quente. Eso cambia todo el sistema de vientos y el océano más quente evapora más agua, así que tenemos más lluvia. Tenemos un problema con los vientos porque no están circulando como circulaban antes, y pasan cosas como lo que pasó acá, que hay una corriente de calor que está estacionada acá y no logra salir, así que es muy densa, con mucha lluvia y las frentes frías que normalmente llevan a estas nubes para el océano no están logrando entrar en el estado.
Eliezer: A estos eventos extremos hay que sumarle las condiciones de Rio Grande do Sul.
Jaqueline: Acá tenemos una región que está en la confluencia de dos sistemas de vientos corrientes calientes y frías y que siempre se encuentran por acá. Así que ya naturalmente es una región un poco más vulnerable. Pero lo que siempre pasó es que las lluvias venían muy fuertes, pero salían. Los períodos de seca y ahora están cada vez más intensos porque estos movimientos de vientos y todo más de corrientes no están funcionando como deberían.
Silvia: ¿Y cuál es el rol del humano en todo esto?
Jaqueline: Bueno, la primera cosa que te puedo decir que, ya también es un consenso científico, que las mudanzas climáticas son provocadas principalmente por el hombre, por las emisiones de gases. El planeta está a unos 1.27 más caliente que en la era preindustrial. La ciencia dice, alerta sobre este escenario hace décadas y no escuchamos. Así que no, no preparamos las ciudades para estos eventos climáticos. Por ejemplo, tenemos ciudades que fueron construidas en localizaciones que están extremadamente vulnerables, en la cuesta de montañas…
Eliezer: Y que no paran de crecer. Porto Alegre, por ejemplo, se ha expandido hacia áreas boscosas que antes ayudaban a amortiguar deslizamientos e inundaciones.
Silvia: Además, en Porto Alegre, después de la gran inundación de 1941, las autoridades construyeron muros de contención y bombas para cercar el lago y proteger la ciudad
Jaqueline: Pero no hay manutención. Las bombas que fueron creadas para devolver el agua para el río cuando hay alargamientos
Eliezer: Son 23 bombas en total…
Jaqueline: Y de estas 19 no están funcionando.
Eliezer: O sea, solo cuatro bombas servían cuando empezó esta tragedia.
Jaqueline: Así que hay una negligencia del Estado en proteger la población y crear mecanismos para evitar este tipo de escenario.
Silvia: Y en medio de todo lo que ha pasado, un grupo de legisladores de Rio Grande do Sul hicieron una denuncia. Dijeron que el año pasado le dieron un informe al gobernador del estado donde advertían sobre los riesgos de no invertir en infraestructura para mitigar los efectos del cambio climático. Y dicen que también hicieron propuestas, pero que fueron ignorados.
Eliezer: Jaqueline dice que hay decenas de estudios de lo que se debería hacer en Porto Alegre, por ejemplo, para adaptar la ciudad a la crisis climática.
Jaqueline: Hay un plan en el gobierno, es un plan de adaptación. Está listo, pero nunca lo sacaron del papel, nunca lo implementaron. Así que Porto Alegre es un ejemplo de todo lo que no debes hacer, de las consecuencias de esta negligencia con lo que la ciencia viene alertando hace décadas.
Silvia: ¿Qué papel juega el negacionismo climático en todo esto?
Jaqueline: El negacionismo climático siempre jugó un papel muy importante en todo el mundo. Son estrategias muy, muy elaboradas para convencer a la población que la ciencia no está correcta, que es alarmista. Hay una intención de cambiar la culpa, no de los grandes emisores, pero de las personas. El problema es la manera que tú consumes y no las grandes empresas de petróleo, de combustibles fósiles, de energía. Así que en todo el mundo hay este papel. Y lo que pasó en los últimos años, no solamente en Brasil, pero en Estados Unidos y otros países, es que se ha politizado el tema.
Eliezer: El gobierno anterior de Brasil, el de Jair Bolsonaro, desmanteló las políticas ambientales que se habían construido en las décadas anteriores. Recortó el presupuesto del Ministerio del Medio Ambiente y echó abajo los mecanismos para castigar los crímenes ambientales. Su política favoreció a las industrias en perjuicio del ecosistema.
Silvia: Rio Grande do Sul fue un estado bolsonarista en su momento y hoy hay negacionistas climáticos que ocupan distintos puestos políticos en la región.
Jaqueline: Y eso es muy, muy complicado, porque tenés una gran parte de la población que sigue un determinado político, y que no necesariamente es una población negacionista, que no necesariamente duda de la ciencia. Pero como se ha politizado el tema, es una parte de la población que sigue a este político y sus ideas. Y si sus ideas son vinculadas a este negacionismo climático, acaban siguiendo también. Es muy loco.
Audio de archivo, reportera: El gobierno de Brasil prometió unos 10 mil millones de dólares para reconstruir Rio Grande do Sul, golpeado por inundaciones históricas.
Eliezer: El presidente Lula da Silva ha estado en Rio Grande do Sul dos veces desde que comenzó la tragedia. En su visita más reciente anunció medidas para enfrentar la crisis, como el pago de cerca de mil dólares a cada familia afectada. También dijo que crearían un ministerio para dirigir la reconstrucción de la zona. Ya había hablado sobre estos esfuerzos en visitas anteriores…
Audio de archivo, Lula da Silva, presidente de Brasil: Tenemos que construir muchas casas y tenemos que reconstruir muchas casas.
Silvia: Lula dijo que no se puede permitir que construyan casas en el mismo lugar donde cayeron… que las autoridades tienen que buscar terrenos seguros para que la gente pueda reconstruir. También dijo que esta tragedia es un aviso para el mundo y que, cito, “la tierra nos está pasando la factura”.
Eliezer: En este mandato, el presidente ha hablado sobre el cuidado del medioambiente, pero ha tomado decisiones contradictorias.
Jaqueline: El tema es que Lula tiene un discurso muy correcto, pero en la práctica no lo hace. Estamos como que el gobierno está estudiando nuevas fuentes de extracción de petróleo. Se vinculó a OPEP, que es el de los países productores de petróleo, hace algunos meses.
Eliezer: Pero por otro lado, el presidente ha impulsado medidas como, por ejemplo, endurecer las sanciones a la deforestación ilegal y revocar licencias para la explotación de petróleo en la amazonía. También anunció la creación de nuevas áreas protegidas.
Jaqueline: Tenemos un discurso que es un poco menos preocupante que el discurso de Bolsonaro, pero en la práctica seguimos con políticos en el Congreso Nacional ejecutando este desmonte de las políticas ambientales y con el presidente implementando acciones que son destructivas.
Silvia: Bueno, entonces, para terminar, nos gustaría hablar un poco de eso. ¿Qué tiene que hacer Brasil para hacerle frente a estos eventos extremos que se van a volver más frecuentes?
Jaqueline: Yo tengo muy claro que son dos cosas. La primera son políticas públicas basadas en ciencia. Las políticas públicas tienen que tener en cuenta lo que dice la ciencia. Y no intereses otros.
Silvia: ¿Cuáles son esos intereses?
Jaqueline: De grandes corporaciones, del agronegocio, principalmente del agronegocio, que es uno de los mercados más lucrativos acá en Brasil. Tenemos mucha tierra en la Amazonia y quieren transformar esto en en monoculturas, en pecuaria y para hacerlo hay que destruir la biodiversidad, hay que destruir la floresta nativa. Y eso es lo que está pasando acá. Además, hay muchos mineros, así que hay mucha minería ilegal en la Amazonia también. Así que vivimos este escenario.
Eliezer: Jaqueline dice que lo segundo que debe hacer Brasil para hacerle frente a estos eventos climáticos extremos es invertir en adaptación de las ciudades.
Jaqueline: En mitigación, que es la reducción de emisiones y adaptación.
Silvia: En la práctica esto se ve como el muro del que hablábamos antes… el que construyeron en Porto Alegre para evitar las inundaciones, pero que no se ha mantenido. Jaqueline dice que las iniciativas que deben implementarse son innumerables. Una, por ejemplo, sería trasladar a las personas que viven en zonas vulnerables a otros sitios. Otra, impulsar una mayor protección de las áreas verdes.
Jaqueline: Esto tiene… hay que ser una prioridad del gobierno, porque escenarios en escenarios apocalípticos como ese van a ser repetir cada vez más. Y no solamente acá, en todo el Brasil y en todo el mundo.
Eliezer: Y no sólo van a ser lluvias desmedidas. Jaqueline nos aclara que pueden ser tornados, sequías intensas o ríos que se van secando…como pasó en el Amazonas el año pasado, cuando alcanzó su nivel más bajo en 120 años.
Jaqueline: Eso va a suceder en todo el mundo. Así que lo que tenemos que hacer políticas públicas basadas en ciencia e invertir mucho dinero en adaptación y mitigación. Y ahora más que nunca para reconstruir las ciudades, pero reconstruir de una manera que lleva en consideración los cambios climáticos.
Silvia: Hasta el momento, hay más de 77 mil personas en refugios temporales: gimnasios, teatros y decenas de lugares que las autoridades han adaptado. Jaqueline nos explica que no se sabe qué va a pasar en las próximas semanas. Por ahora, las autoridades están esperando que baje el agua para ver qué queda de las casas.
Daniela Cruzat: Este episodio fue producido por Nausícaa Palomeque y por mí, Daniela Cruzat. Mariana Zúñiga hizo la preproducción. Fue editado por Silvia y Eliezer. Bruno Scelza hizo la verificación de datos. El diseño de sonido y la música son de Elías González.
Queremos agradecer a Camila Saccomori y Manuela Capurro por su ayuda.
El resto del equipo de El hilo incluye a Analía Llorente, Samantha Proaño, Paola Alean, Juan David Naranjo Navarro, Elsa Liliana Ulloa, Desirée Yépez y Natalia Ramírez. Daniel Alarcón es nuestro director editorial. Carolina Guerrero es la CEO de Radio Ambulante Estudios. Nuestro tema musical lo compuso Pauchi Sasaki.
El hilo es un podcast de Radio Ambulante Estudios. Si valoras el periodismo independiente y riguroso sobre América Latina, hoy más que nunca te pedimos que te unas a nuestras membresías. Como te contamos al inicio de este episodio estamos en la recta final de la campaña de recaudación de fondos. Tu apoyo, aunque sea pequeño,nos permitirá seguir explicando a profundidad lo que ocurre en la región. Visita elhilo.audio/donar y ayúdanos a que El hilo siga vivo cada semana. Muchas gracias.
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