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Más de diez millones de jóvenes en América Latina y el Caribe están buscando trabajo y no consiguen. Los expertos y los testimonios de nuestros oyentes hablan de un mercado laboral marcado por la informalidad y los bajos salarios. El país con la tasa más alta de desocupación juvenil en la región es Costa Rica, así que hablamos con la economista Natalia Morales para entender las razones detrás de este problema en un caso singular. Después, el abogado laboralista e investigador Juan Ottaviano, nos ayuda a dimensionar la situación general y por qué es el mercado de trabajo el que está por debajo de las expectativas de los jóvenes y no al revés.
Este episodio fue realizado gracias al apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), una agencia especializada de las Naciones Unidas que promueve el trabajo decente, incluyendo el de las personas jóvenes en el mundo.
Créditos:
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Producción
Mariana Zúñiga, Nausícaa Palomeque -
Edición
Silvia Viñas -
Verificación de datos
Bruno Scelza -
Diseño de sonido y mezcla
Elías González -
Música
Elías González -
Tema musical
Pauchi Sasaki -
Fotografía
Getty Images / Anadolu
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Transcripciones:
Transcripción:
Eliezer Budasoff: Este episodio fue realizado gracias al apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), una agencia especializada de las Naciones Unidas que promueve el trabajo decente, incluyendo el de las personas jóvenes en el mundo.
Silvia Viñas: Si usan TikTok o Instagram, quizás se han encontrado con videos con este tipo de parodias:
Archivo Tik Tok: La generación de hoy ya no quiere trabajar.
Archivo Tik Tok: Es la generación de cristal. ¿Qué es esa jalada de querer trabajar nada más cuarenta horas?
Archivo Tik Tok, Gen Z: Hola jefe, si mira es que quería dejar de trabajar para poder cumplir mi sueño.
Jefe: ¿Qué sueño?
Gen Z: Dejar de trabajar.
Gen Z: Soy un generación Z en su primer día de trabajo. ¡Ay! ya es el segundo día del trabajo, ay pues, mejor que me despidan.
Archivo Tik Tok, reclutador: Yo ando buscando una persona que quiera ganar 20 mil pesos a la semana.
Gen Z: Apúnteme.
Reclutador: Sólo tiene que trabajar…
Gen Z: Bórreme.
Silvia: Hay un prejuicio que empezó con los millenials y se ha intensificado con la generación Z: de que los jóvenes no quieren trabajar. O que se cansan muy rápido de cualquier trabajo. Pero detrás de esa supuesta flojera que pintan las redes sociales, hay una reivindicación de parte de estos jóvenes.
Juan: Es muy interesante ver que antes de la pandemia, o durante la pandemia, había cierta coincidencia entre investigadores, consultoras de empleo, que estábamos ante una generación de jóvenes frágil, quejosa, indisciplinada y con expectativas fantasiosas respecto de su futuro.
Eliezer: Él es Juan Ottaviano, abogado laboralista e investigador en relaciones laborales.
Juan: Con el tiempo, con el paso de ciertos años, esa mirada sobre los jóvenes fue cambiando.
Silvia: Porque ahora se ve que el mercado de trabajo no ofrece oportunidades y empleos de calidad. Y además, las expectativas que tienen los jóvenes no son tan fantasiosas…
Juan: La verdad es que además esta suerte de diferencia entre expectativas y realidad también es un signo de la época, en el sentido de que los jóvenes. Cuando salen al mercado de trabajo, puede coincidir el empleo con la vocación y con los estudios que realizaron, pero las condiciones laborales de esos empleos no son las que esperaban. Es el mercado de trabajo el que está por debajo de las expectativas de los jóvenes y no al revés.
Eliezer: Queríamos entender mejor la situación de los jóvenes y el trabajo en la región, así que le pedimos a nuestros oyentes que nos cuenten sus historias laborales: en qué trabajan, en qué condiciones, y si estudiaron, si trabajan en algo relacionado con esa formación. Y nos contactaron más de 50, de Perú, Chile, Venezuela, Costa Rica, Puerto Rico, Panamá, México…
Daniel Jiménez: A pesar de que uno está consciente de que hay una serie de cosas en la estructura social que contribuyen a que me encuentre en esta situación, siento que es como que mi culpa, ¿sabes? Me siento como un fracasado y siento que todo fue responsabilidad mía y que no hay como que ningún otro factor determinante de mi situación.
Silvia Viñas: Él es Daniel Jiménez, tiene 28 años y es mexicano. Se licenció en filosofía y también tiene una maestría en literatura mexicana, pero nunca trabajó en lo que estudió. Ha trabajado en librerías, como traductor freelance…
Daniel: Las condiciones laborales en las que he trabajado, pues han sido las mínimamente dignas. Eran empleos totalmente informales, de 8 horas y 6 días a la semana. Me pagaban en efectivo y no había ningún documento que acreditara mi trabajo.
Y bueno, en cuanto a qué me ha hecho sentir esto, pues pues es algo que lo hace sentir a uno muy muy al margen del mundo y también muy al margen de uno mismo, ¿no?
Silvia: El caso de Daniel se parece al de muchos otros jóvenes latinoamericanos que nos mandaron sus historias. Hablan de sueldos bajos, informalidad, precariedad…
Salma Sánchez: Hola, me llamo Salma Jazmín Sánchez Morales, tengo 23 años y soy de México. Yo estudié Ingeniería Mecatrónica. Cuando elegí a esta carrera la elegí pensando en que iba a ser una carrera del futuro, en que es una carrera tecnológica. Entonces iba a tener mucho campo laboral. Durante la universidad intenté hacer muchos proyectos y muchas actividades extracurriculares para que así poder tener un buen currículum y no me costara encontrar trabajo al salir de la universidad, lo cual no fue así. Mi primer trabajo fue como becaria sin paga.
Yaisa Losada: Mi nombre es Yaiza Losada, tengo 26 años y soy de Puerto Rico. Estudié comunicación con énfasis en Diseño Gráfico, soy diseñadora gráfica freelancer. Ha sido difícil conseguir empleo uno porque las oportunidades son muy escasas y dos porque en muchas ocasiones la paga de los lugares es muy poca.
David Rondón: Mi nombre es David Santiago Rondón Perico, soy colombiano, tengo 30 años y estudio ingeniería mecatrónica en la Universidad Militar. trabajé básicamente tres años en call center si es bastante frustrante, porque cuando tú entras en una carrera básicamente la promesa implícita es que vas a obtener un trabajo en lo que estudiaste.
Moises González: Mi nombre es Moises González, vivo en Chile, soy venezolano, soy sociólogo de profesión y no, no he podido encontrar trabajo en lo que estudié, ni en mi país ni acá. Te exigen muchísima experiencia, pero igual es difícil obtener la experiencia si nunca te dan la oportunidad.
Silvia: Bienvenidos a El hilo, un podcast de Radio Ambulante Estudios. Soy Silvia Viñas.
Eliezer: Y yo soy Eliezer Budasoff.
Más de 10 millones de jóvenes en toda América Latina y el Caribe están buscando empleo y no lo consiguen. Y muchas veces, cuando encuentran, tienen que aceptar trabajos informales, condiciones precarias, salarios muy bajos, inestabilidad. Incluso los que avanzaron en sus estudios no siempre consiguen empleos decentes o relacionados con lo que estudiaron.
Hoy, las dificultades de ser joven y buscar trabajo en América Latina.
Es 8 de diciembre de 2023.
Eliezer: Vamos a volver a Juan Ottaviano más adelante. Él nos va a explicar cuál es la situación laboral de los jóvenes en América Latina de manera más general. Pero antes queríamos ver un caso específico, que nos sirva como un tipo de caso de estudio. Así que vamos a hablar de Costa Rica, el país con la tasa más alta de desocupación juvenil en América Latina, según una lista de 9 países elaborada por la OIT en 2022. Los últimos datos oficiales dicen que casi un cuarto de los jóvenes están desocupados en el país, más del doble que el porcentaje general. Y si bien la tasa bajó respecto del año pasado, el porcentaje de jóvenes desocupados sigue siendo muy alto.
Natalia: Entonces hay como muchos factores directamente relacionados con la juventud, que se les dificulta más. No tener experiencia es un factor de riesgo…
Eliezer: Ella es Natalia Morales, es economista, con una maestría en economía del desarrollo. Dice que otro factor de riesgo, como los llama, para conseguir trabajo es tener bajos niveles de escolaridad.
Natalia: Por ejemplo, aquellos jóvenes que se salieron del colegio con algunos años apenas pero no lograron graduarse, entonces a esas personas también les cuesta más. Digamos como que los jóvenes quedan más rezagados en la opción de optar por alguno de los puestos que se están generando.
Eliezer: Natalia nos explicó que para entender el mercado laboral en Costa Rica hay que ver cómo funciona su economía. O sus dos economías.
Natalia: Nosotros les llamamos como dos economías o una dualidad. Tenemos una nueva economía, una economía más dinámica, que crece más, de mejor empleo, de mayor producción. Pero esa economía está muy concentrada en el área metropolitana de la capital. Entonces son empleos, por ejemplo, de inversión extranjera, de alta tecnología, muy vinculado al sector exportador, entonces al resto del mundo. Es un sector de muy buena calidad del empleo, con muy buenas remuneraciones, pero eso representa menos del 15% de la economía total y del empleo.
Eliezer: El resto es esa segunda economía de la que habla Natalia: servicios, comercio, el sector agropecuario, y el turismo, sobre todo en zonas de costa y rurales.
Natalia: Y eso es bueno porque genera un tipo de empleo en esas zonas, pero no necesariamente es un empleo de alta calificación o de mucha formalidad.
Eliezer: Muchos jóvenes quedan a medio camino entre ambas economías. Tienen una formación educativa secundaria completa o casi completa. Aspiran a empleos más calificados, pero esa formación no les alcanza para acceder a esos puestos. Porque no tienen experiencia o no hablan inglés o no manejan la tecnología que piden los trabajos más especializados.
Natalia: No tienen la experiencia para optar por los empleos de mayor calificación o más vinculados a esta nueva economía que mencionaba. Entonces les cuesta encontrar trabajos que se adapten a sus aspiraciones.
Eliezer: Y ese es el perfil más común de desocupación juvenil en Costa Rica.
Natalia: Entonces, por ejemplo, muchas de estas empresas dicen Es que no encontramos el perfil de jóvenes que que necesitamos, pero a la vez tenemos una fila grande de jóvenes diciendo es que no hay trabajo para mí, ¿verdad? Entonces tenemos como un desenganche.
Eliezer: Ese desenganche, como dice Natalia, genera más desigualdad. Los jóvenes que vienen de contextos con más posibilidades son los que obtienen esos puestos con mejores sueldos y condiciones de trabajo. Porque tuvieron una mejor educación, en general privada, y cursos particulares y de idiomas. Y los que no llegan son los jóvenes que vienen de los sectores menos favorecidos, y de las clases medias. En Costa Rica la clase media representa cerca de la mitad de la población.
Natalia: Costa Rica se ha caracterizado históricamente por tener una clase media muy robusta, pero se ha visto, digamos, cada vez más excluida de esas oportunidades, porque no logran, digamos, sus ingresos no les permiten optar por todas estas habilidades que hoy pide, ¿verdad? Y creo que esto no es no es solo de Costa Rica, sino de América Latina y del mundo, ¿verdad? donde cada vez tenemos más dificultades. Hay como más cambio tecnológico que hace que se demanden, digamos, un conjunto de habilidades que muchas veces el sistema educativo no está proporcionando, y que además no se ofrecen en todas las zonas del país. Entonces, bueno, otro de los problemas que tenemos es que no son las mismas oportunidades. Por ejemplo, si este joven vive en el área metropolitana, a si ese joven logra estudiar, graduarse, pero está buscando empleo en zonas más rurales, en zonas costeras, por ejemplo, que aquí hay muchas. Muchos dicen ¿para qué voy a estudiar si igual aquí en la en la costa donde yo vivo no se generan empleos calificados?
Eliezer: En las zonas más rurales del país, muchos trabajos vienen del sector agrícola, por ejemplo, de empresas transnacionales, vinculadas a la agroexportación. Pero Natalia nos contó que estas empresas no suelen cumplir con las garantías laborales: tienen jornadas extensas y a veces apenas pagan el salario mínimo. Y claro, muchos jóvenes aspiran a mejores trabajos.
Además del sector agrícola, los jóvenes que viven lejos de la capital muchas veces trabajan, en hoteles, en pequeños comercios y restaurantes… Natalia nos contó que estos trabajos tampoco suelen tener garantías laborales. Y a esto se suma, como en muchos países de América Latina, una brecha de género.
Natalia: Las mujeres tenemos ¿verdad? todavía una oferta mucho más limitada, porque por ejemplo, el sector agropecuario está muy segregado para para hombres y muchas, digamos, de las oportunidades para jóvenes sigue siendo, por ejemplo, servicio doméstico, que es uno de los empleos también con peor garantías laborales, verdad y más excluidos, verdad y más inestabilidad.
Eliezer: Varios estudios indican que las mujeres y los jóvenes en Costa Rica tienen una desventaja estructural para conseguir empleo. Las mujeres tienen menos chance de encontrar trabajo que los hombres. Y los jóvenes menos que los adultos. Y claro, el peor escenario es ser joven y mujer.
Eliezer: Nosotros hace un par de meses hicimos un episodio sobre la situación de Costa Rica, en especial el deterioro del sistema educativo, que bueno, hasta hace unos años era considerado un ejemplo y sobre todo un ejemplo en Centroamérica. ¿Cómo lo ves tú y cuánto incide en este contexto de desocupación que venimos conversando?
Natalia: Es uno de los factores asociados. Lo que tenemos es una grave crisis del sistema educativo público sobre todo. Porque teníamos un sistema público de muy buena calidad, donde no importa el estrato social de la familia, teníamos que estudiaban tanto el digamos, el, más pobre del barrio con el más rico verdad? Y entonces había una integración social de diferentes estratos y eso hacía que la calidad del sistema público fuera buena.
Eliezer: Hoy, Costa Rica tiene una sociedad cada vez más fragmentada y el índice más alto de desigualdad en América Latina. Y la crisis del sistema educativo es parte del problema. Natalia detalló este deterioro así: hay carencias en aprendizajes básicos de los estudiantes, pérdida de muchos días de clase, salarios estancados de los docentes que no compensan la inflación, y menos inversión en educación…
Natalia: Tenemos una desmejora que se empeoró en el contexto de la pandemia y ya estamos viendo el efecto en algunos de estos jóvenes, pero el efecto va a ser mayor al cabo de cinco o diez años, ¿verdad? cuando ya la generación actual que está en el sistema educativo salga sin tener las competencias adecuadas en un contexto más dinámico, donde ya no es solo estudiar, ¿verdad? Estudiar es como el mínimo y tenés que complementarlo con otras herramientas, y eso es donde estamos fallando en la política social, que siempre había sido muy robusta en Costa Rica y que nos había permitido mejorar las condiciones de vida de las generaciones, sin importar si venías de de un hogar pobre, de clase media o de clase alta.
Entonces le sumamos los problemas de desempleo, los problemas del sistema educativo y eso genera un es como caldo de cultivo para el crimen organizado.
Eliezer: El crecimiento del narcotráfico, el aumento de la violencia, este año con una cifra récord de homicidios, la crisis del sistema educativo, el desempleo… son un escenario complejo para los jóvenes en Costa Rica.
Natalia: Y en este contexto de no ofrecerle las oportunidades ni de educación ni de empleo a los jóvenes es muy fácil reclutarlos en estas actividades ilícitas y lo que tenemos por ejemplo ahora en este 2023 son problemas serios de deterioro en esa convivencia pacífica que habíamos tenido históricamente en Costa Rica y donde tenemos el agravante de que muchos de son más de la mitad de los que están vinculados a esta problemática de inseguridad, una ola de asesinatos, ajustes de cuentas, sicariato, son personas menores de 30 años y sobre todo en el grupo entre 20 y 29 años es donde tenemos y muchos son hombres, además. Entonces sí tenemos serias problemáticas de inclusión ¿ verdad? de estar dentro de de estas organizaciones donde los que matan como los víctimas son estos jóvenes. Entonces sí, sí, es muy claro que no ofrecerles las oportunidades, ni zonas recreativas, ni deportes, ni cultura a la población joven son blanco fácil para que sean reclutados por estas actividades ilícitas, ¿verdad? Que yo creo que no es propio solo de Costa Rica, sino de muchos de los países centroamericanos y creo que en América Latina también tenemos una ola de violencia fuerte.
Eliezer: A fines de noviembre se presentó el informe del Estado de la Nación, un reporte anual que analiza la situación del país en su desarrollo humano. Lo hacen las universidades públicas de Costa Rica. Natalia es la coordinadora y la investigadora principal en los temas sociales de este estudio.
El informe muestra un panorama vulnerable para los niños y los jóvenes.
Cuatro de cada 10 niños, niñas y adolescentes vive en la pobreza. Y la inversión del Estado en programas sociales para ellos viene bajando en los últimos años. Es decir, becas para estudiar, programas de nutrición, salud, red de cuidados.
Otra conclusión del informe es que si se miran las generaciones, en promedio, los hijos tienen mayor nivel educativo que sus padres, pero esto no significa necesariamente que tengan más chance de conseguir trabajo o de mejorar su situación.
El informe también confirma algo que ya habían planteado en 2022: la economía de Costa Rica creció tras la pandemia, hay más producción, pero con menos puestos de trabajo.
Natalia: El panorama en general de Costa Rica en estos primeros años post pandemia diría que no son muy favorables y más bien estamos teniendo o profundizando mucho más las brechas, que las teníamos desde antes de la pandemia, pero con el shock pandémico yo creo que en todos los países se ampliaron y Costa Rica no, no es la excepción.
Eliezer: Natalia. Sé que no es una pregunta fácil, pero ¿por dónde te parece que debería trabajarse para darle más oportunidades a los jóvenes en tu país?
Natalia: Sí, si tuviera que priorizar lo primero es la educación, ¿verdad? La educación sigue siendo ese mecanismo de movilidad social, otro aspecto que para mí es clave es fortalecer la educación técnica. También, por ejemplo, diseñar una política nacional de empleo que tenga un enfoque de generación de oportunidades para mujeres y para personas jóvenes. Entonces, por ejemplo, incentivos para las empresas que contraten jóvenes, fortalecer la inversión en cultura y recreación y deportes. Y el otro tema que me parece fundamental es fortalecer una red de cuido para que sobre todo la primera infancia tenga más oportunidades de recibir educación en edad temprana junto con esas mujeres que que muchas de ellas son jefas de hogar, puedan salir a trabajar de manera más tranquila, sabiendo que tienen una red de cuido pública que les puede digamos cuidar y además desarrollar destrezas en en esa población.
Eliezer: Después de la pausa, cómo la falta de oportunidades y la precariedad laboral afectan a los jóvenes de toda la región.
Ya volvemos.
Silvia: Estamos de vuelta en El hilo. Como mencionamos al comienzo del episodio, según la Organización Internacional del Trabajo, más de 10 millones de jóvenes en toda América Latina y el Caribe están buscando empleo y no lo consiguen. Luego, están los que sí encuentran, pero se ven obligados a aceptar trabajos informales, que tienen malas condiciones, donde no hay protección ni derechos y donde los salarios suelen ser bajos. Seis de cada diez jóvenes, que sí tienen trabajo, pertenecen a esta categoría.
Y es que la situación de los jóvenes, comparada al resto de la población, está caracterizada por la precariedad laboral. Juan Ottaviano, el experto en relaciones laborales que escuchamos al comienzo de este episodio, describe esta precariedad como inestabilidad, empleos riesgosos para su salud física y de los que pueden ser fácilmente despedidos.
Juan: Sin embargo, la precariedad no solamente hace a la inestabilidad, a la falta de derechos, a la prevalencia en trabajos con baja calificación, bajos ingresos, sino también a trayectorias laborales interrumpidas con saltos y transiciones lentas entre la educación, la desocupación, la inactividad y el trabajo. La precariedad en los jóvenes es mucho más que inestabilidad.
Silvia: Juan dice que, la realidad de los jóvenes respecto a los adultos se parece a la de las mujeres en relación con los hombres.
Juan: Tienen menos autonomía, menos capacidad de tomar decisiones en sus trabajos. Al contrario de lo que se esperaría, están menos conectados con la tecnología, utilizan menos tecnología en sus trabajos, tienen menos capacidad de tomar decisiones respecto de qué empleos aceptar y qué empleos rechazar.
Silvia: Pero, claro, esta precarización de la que nos habla Juan no aplica para todos los jóvenes latinoamericanos por igual. Por ejemplo, los que terminaron sus estudios universitarios y hasta hicieron maestrías o postgrados suelen alcanzar empleos de mejor calidad.
Juan: Es decir, la precariedad en los jóvenes está protagonizada por los más jóvenes y por quienes vieron interrumpidas sus trayectorias educativas.
Silvia: Hay muchas razones por las que los jóvenes interrumpen su educación. Pero la principal es la necesidad de sobrevivir. Los ingresos para las familias han caído, entonces los jóvenes están saliendo a trabajar a edades más tempranas para poder complementar el sueldo de sus padres.
Juan: Aun cuando están estudiando, necesitan ingresos, porque las familias en muchos casos no pueden sostener la educación de sus hijos. Es decir, aquí vemos una suerte de círculo de causas y consecuencias entre la educación, el trabajo y los ingresos de los adultos.
Silvia: En América Latina la tasa de deserción escolar es alta. El 34% de las personas entre 20 y 24 años no ha podido terminar la escuela secundaria. Y si hablamos de la universidad, durante los últimos 20 años, millones de jóvenes se convirtieron en los primeros de su familia en ir a la universidad. Pero aun así, en promedio, solo la mitad de los chicos que se matriculan completan sus estudios. De todos los factores que influyen en el desempleo de los jóvenes, si Juan pudiese arreglar uno solo, sería que terminen sus estudios.
Juan: Es realmente imperioso tener políticas de terminalidad educativa. Que se prolonguen las trayectorias educativas de los jóvenes y garantizar con anticipación y planificación la inserción laboral de esos jóvenes más capacitados. Y esto requiere un cambio completo de la filosofía…Se requieren políticas de terminalidad educativa, becas, para que los jóvenes puedan continuar y no interrumpir sus trayectorias educativas y no ingresar tan tempranamente al mercado de trabajo. Sobre todo porque ningún joven que acaba de terminar la educación, secundaria o media está calificado o capacitado para tareas de alta calificación que son las más formales ¿no?
Silvia: Si vemos a Latinoamérica entonces, ¿cuáles son los países donde se ve más desempleo juvenil?
Juan: Los países en donde se ve más desempleo juvenil son los países en los que las tasas de pobreza son más altas, las tasas de crecimiento son más bajas, en los mercados de trabajo más fragmentados. Esto se ve claramente en los países del Caribe o los países andinos.
Silvia: Costa Rica, del que acabamos de escuchar, Colombia, Brasil y Chile están entre los países con la tasa más alta de desempleo juvenil, según el último informe de la OIT.
Pero eso no significa que en países donde la tasa de desempleo es mucho más baja la situación sea ideal para los jóvenes.
Juan: También es cierto que los países donde la desocupación juvenil es más baja la precariedad es igualmente alta.
Silvia: Y hay otro grupo de jóvenes, que ni estudian ni trabajan. Se les llama “ninis”, a veces de forma un poco despectiva. Según datos de la ONU, más del 20% de los jóvenes de América Latina y el Caribe no tienen formación, educación o empleo.
Juan: Obviamente estas circunstancias generan desaliento, frustración y probablemente los jóvenes que no están ni estudiando ni trabajando, o están rotando ¿sí? es decir, no son estructuralmente ni ni. Están rotando, están interrumpiendo sus trayectorias pasan… están en, como, en espacios de tiempo entre la educación y el trabajo, el entrenamiento. Pero también muchos de los jóvenes nini en Latinoamérica son mujeres que cuidan, son mujeres que están en la actividad, pero en general no son contempladas como personas que están en actividad porque no están siendo remuneradas por esas tareas de cuidado. Yo creo que hace falta reformular inclusive las nociones de qué significa estar en la inactividad, sobre todo siendo jóvenes, porque hay muchas mujeres jóvenes que están cuidando a sus hijos, a sus madres, a sus padres, a sus familiares enfermos y eso es un trabajo solamente que no está, que no está remunerado.
Silvia: ¿Qué tan difícil está siendo para los jóvenes recién graduados encontrar trabajo en su disciplina?
Juan: Bueno, por un lado, esto se debe a una a una dificultad en la planificación de la transición entre la educación y el trabajo. La falta de mapas ocupacionales que permitan que se aliente a los jóvenes a participar, a educarse, a calificarse en trayectorias educativas que garanticen luego una inserción laboral, de manera que esa inserción laboral también pueda ser planificada para esos jóvenes que están estudiando.
Silvia: Y por otro lado, Juan dice que esta dificultad para encontrar trabajos en su área también se debe a una cuestión de expectativas. Lo que meniconábamos al comienzo de este episodio: que aunque se critique a los jóvenes y se los pinte como una generación que no quiere trabajar, como decía Juan, es el mercado de trabajo el que está por debajo de las expectativas de los jóvenes y no al revés.
Según una encuesta que hizo la consultora Deloitte en 44 países, el 46% de los centennials y el 39% de los millennials se sienten ansiosos y estresados en el trabajo casi todo el tiempo. Además, empiezan a desgastarse a una edad más joven. Y por eso buscan un cambio de paradigma.
Juan: Hay demandas muy concretas en relación a la autonomía, la soberanía del tiempo de trabajo, a una cultura del buen trabajo que traen los jóvenes, que incluye sensibilidad sobre el medio ambiente, sensibilidad sobre las situaciones de desigualdad y de la injusticia, y que muy por el contrario a esta calificación de falta de cultura del trabajo de los jóvenes, en verdad los jóvenes están internalizando con muchas dificultades la mala cultura del trabajo que viene del mercado de trabajo, no de sí mismos.
Juan: Probablemente, arribemos a la a la conclusión de que hay que ofrecerles a los jóvenes un mundo mejor, un mundo más adaptado a sus expectativas, en vez de intentar disciplinar a los jóvenes para que se adapten a los malos trabajos. Y esto requiere un cambio completo de la filosofía en la planificación de la políticas educativas y laborales para los jóvenes.
Nausícaa Palomeque: Este episodio fue producido por Mariana Zúñiga y por mí. Lo editó Silvia. Bruno Scelza hizo la verificación de datos. La mezcla, el diseño de sonido y la música son de Elías González.
El resto del equipo de El hilo incluye a Eliezer Budasoff, Daniela Cruzat, Analía Llorente, Samantha Proaño, Paola Alean, Juan David Naranjo Navarro, Elsa Liliana Ulloa, Natalia Ramírez y Desirée Yépez. Daniel Alarcón es nuestro director editorial. Carolina Guerrero es la CEO de Radio Ambulante Estudios. Nuestro tema musical lo compuso Pauchi Sasaki.
Este episodio fue realizado gracias al apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El hilo es un podcast de Radio Ambulante Estudios. Como te hemos contado durante este episodio, si valoras el periodismo independiente y riguroso sobre América Latina hoy más que nunca te pedimos que te unas a nuestras membresías. Estamos en una situación crítica financieramente y tu apoyo nos permitirá seguir explicando en profundidad lo que ocurre en la región. Visita elhilo.audio/donar y ayúdanos a que El hilo siga vivo cada semana. Muchas gracias.
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Yo soy Nausícaa Palomeque, gracias por escuchar.