Casi todos los países de América Latina han suspendido las clases presenciales para evitar más contagios de coronavirus. La periodista Jazmín Acuña de El Surtidor nos cuenta cómo ha sido la experiencia en Paraguay, un país con profundos problemas educativos, que refleja muchos de los retos que se repiten en toda la región. Luego vamos a Uruguay, a una escuela en las afueras de Montevideo, donde su director y tres niños nos hablan sobre lo que muchos esperan con ansias y un poco de preocupación: el retorno a las aulas.
Casi todos los países de América Latina han suspendido las clases presenciales para evitar más contagios de coronavirus. La periodista Jazmín Acuña de El Surtidor nos cuenta cómo ha sido la experiencia en Paraguay, un país con profundos problemas educativos, que refleja muchos de los retos que se repiten en toda la región. Luego vamos a Uruguay, a una escuela en las afueras de Montevideo, donde su director y tres niños nos hablan sobre lo que muchos esperan con ansias y un poco de preocupación: el retorno a las aulas.
Créditos:
-
Producción
Silvia Viñas, Álvaro Céspedes -
Edición
Daniel Alarcón, Eliezer Budasoff -
Reportería
Jazmín Acuña -
Verificación de datos
Andrea López-Cruzado -
Diseño de sonido
Elías González -
Pasante de producción
Inés Rénique -
Fotografía
Matilde Campodónico
Etiquetas:
Transcripciones:
Transcripción:
Silvia: Bienvenidos a El hilo, un podcast de Radio Ambulante Estudios. Soy Silvia Viñas
Eliezer: Y yo soy Eliezer Budasoff.
Aunque algunos países se tardaron más que otros, casi todos los gobiernos de América Latina han suspendido las clases presenciales para evitar el contagio del coronavirus. Pero en una región con graves problemas de conectividad, la educación a distancia ha profundizado las desigualdades…
Silvia: Hoy, vamos a Paraguay y a Uruguay. Porque de alguna manera u otra, todos los países de la región estamos enfrentando los retos que tiene que afrontar Paraguay. Y todos esperamos volver a clases pronto, como está sucediendo en Uruguay.
Es 26 de junio, 2020.
Jazmín: El año escolar arrancó el 21 de febrero, dos semanas antes de que se suspendieran por la cuarentena parcial.
Eliezer: Para entender cómo el coronavirus ha afectado a la educación en Paraguay, hablamos con ella.
Jazmín: Yo soy Jazmín Acuña, soy editora de El Surtidor.
Eliezer: El Surtidor es un medio digital independiente que ha recibido distintos premios internacionales. Han estado cubriendo lo que sucede con el coronavirus en Paraguay, claro, pero desde antes de la pandemia, Jazmín y su equipo ya habían reportado en profundidad sobre los problemas de la educación en el país.
Jazmín: El sistema el sistema educativo de Paraguay está entre los peores del mundo.
Eliezer: Y las cifras hablan por sí mismas.
Jazmín: Según el índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial, ocupamos el puesto 135 de 137 en calidad del sistema educativo.
Eliezer: Según el Banco Mundial, la infraestructura escolar de Paraguay es menos desarrollada que en otros países de la región.
Jazmín: Para darles una idea, solo cuatro de cada diez niños y niñas que empiezan la escuela terminan la educación media. La mayoría deja de estudiar entre los 12 y 15 años y la mitad de los que abandonan, o mejor dicho, son expulsados del sistema escolar, deja de asistir al colegio por razones económicas.
Eliezer: Entonces, bajo este contexto empezó este año escolar…
Jazmín: E inició esto en medio de denuncias sobre el mal estado de las escuelas y también la situación de muchos maestros que enfermos de dengue no podían presentarse a enseñar.
Eliezer: Es que en febrero, Paraguay estaba pasando por una de las peores epidemias de dengue que se hayan registrado en el país. Se calcula que casi 180 mil personas se contagiaron de dengue entre octubre de 2019 y marzo de 2020, incluyendo el presidente Mario Abdo.
Y luego, el 7 de marzo.
Audio de archivo, Julio Mazzoleni, Ministro de Salud: Los hemos convocado para anunciar efectivamente y confirmar el primer caso de coronavirus en el Paraguay. Se trata de un adulto joven, 32 años de edad, proveniente de Ecuador, connacional.
Eliezer: El gobierno paraguayo actuó rápidamente para evitar más contagios.
Jazmín: Tres días después. El ministro de Salud, Julio Mazzoleni, y con todo el Gobierno, dio el anuncio desde el Palacio Gobierno que se suspendían todas las actividades, todos los eventos que implicaban aglomeración de personas en el país. Esto incluía las clases presenciales.
Audio de archivo, Julio Mazzoleni, Ministro de Salud: La suspensión de actividades educativas en todos los niveles por el término de 15 días.
Eliezer: Pero al final no serían quince días, sino muchos más.
Jazmín: El 27 de abril el presidente Mario Abdo, junto al ministro de educación Eduardo Petta, anunciaron así, sin más, que los chicos ya no volverían a clases por el resto del año. Y esta fue una medida que se tomó sin haber consultado a docentes, a padres, y mucho menos a los, a los estudiantes. Fue una medida que tomó a muchísimas personas por sorpresa.
Eliezer: La medida del gobierno afectó a todos los sectores de la sociedad paraguaya. Y para tratar de entender la magnitud del problema, Jazmín habló con padres de estudiantes en primaria, secundaria… de colegios públicos y privados.
Jazmín: Hablé con la periodista Montserrat Berros, ella tiene 29 años, ella es periodista y mamá de una niña de 7 años que va al segundo grado en una escuela pública.
Montserrat Berros: De repente está un poquito ansiosa y dice que en agosto ya va a pasar el coronavirus y ya van a volver a la escuela y cosas así, como que no dimensiona mucho que esto no… no va a pasar todavía.
Eliezer: Monserrat ha estado trabajando desde casa. Entonces, cuando puede, ayuda a su hija con sus deberes.
Montserrat: Por suerte ellos solamente tienen una materia por día que mandan con un vídeo explicativo.
Jazmín: Y me contó cuánto le dificulta enseñar a su niña porque no tiene la misma pedagogía que una maestra.
Montserrat: No me sale eso de explicarle con palabras sencillas para que ella pueda entender.
Eliezer: Y mientras que no es fácil para la madre, tampoco es productivo para su hija.
Montserrat: Si bien cumplimos con las tareas, ella, ella hace las tareas, las entregamos a tiempo, creo que no está comprendiendo realmente lo que hace. O sea, no, no tiene un verdadero entendimiento y un verdadero aprendizaje de, de las lecciones.
Eliezer: Y Montserrat sabe que, aunque el gobierno haya anunciado que ya no van a regresar a clases este año, ella en algún momento sí va a tener que volver a la oficina.
Montserrat: Voy a tener que volver a mi rutina ¿Y quién se va a encargar de hacer las lecciones con mi hija?
Eliezer: Jazmín me contó sobre un reto que afecta a más de un millón y medio de estudiantes paraguayos: la escasísima conectividad del país.
Jazmín: En Paraguay la red, el acceso a internet es bastante malo, bastante bajo.
Eliezer: Menos del 20 por ciento de los hogares en el país tiene acceso al servicio básico de banda ancha fija.
Jazmin: Esto quiere decir que alrededor de 80% de niños y adolescentes en edad escolar, de 5 a 17 años, son chicos que no pueden acceder a internet en sus casas, que es donde ahora deben estudiar. Entonces, la educación, como que ha quedado a merced de los celulares de los padres, que es por donde accede el 90% de los paraguayos a internet.
Eliezer: Es el caso de una madre con la que conversó Jazmín.
Jazmín: Miriam Evelina Flores, ella es trabajadora doméstica. Tiene 33 años.
Miriam: Tengo tres hijos: uno de 14 años que está en el noveno, uno de 10 años que está en el cuarto, uno de 8 años que está en el segundo.
Eliezer: Perdió su trabajo por la pandemia, y ahora vende alfajores y tartas que prepara en su casa, mientras sus hijos siguen asistiendo a clases de manera virtual.
Jazmín: Iban a un colegio público en la ciudad de Capiatá, y me contaba que además de tener que usar su celular, que es el único que tienen en la casa para que los chicos realicen sus tareas…
Evelina: Porque no, no tengo posibilidad de comprar otra y… entonces me manejo con lo que, con lo que podemos… con lo que tengo.
Jazmín: Me cuenta que le cuesta mucho hacer de maestra.
Evelina: No terminé mi secundaria, hice solamente hasta el octavo grado y muchas veces mis hijos no entienden y me cuesta ayudarles porque lo que era la educación de antes es muy diferente de lo que es ahora. Trato, procuro, pero no… Hay muchas cosas que no entiendo, por ejemplo el noveno grado no entiendo, y no puedo ayudarle a mi hijo.
Eliezer: Y para complicar las cosas todavía más, el gobierno ha puesto sanciones para quienes no cumplan las tareas:
Evelina: Ahora, por ejemplo, a nosotros nos llegó una notificación que si no presentamos las tareas, las profesoras tienen que pasar el informe.
Eliezer: A la Consejería por los Derechos de la Niñez y la Adolescencia, la CODENI, un organismo que tiene la responsabilidad de asegurar que los niños y adolescentes puedan acceder a sus derechos.
Evelina: Algo que para mí, por ejemplo, digo, no es justo ¿verdad? porque el ministro no sabe la situación de muchas madres. Hay mamás en casos más vulnerables que ni siquiera tienen celular, por ejemplo, en la casa.
Eliezer: Como el sistema educativo es tan precario, muchas veces las familias que tienen trabajos más seguros o ingresos estables tratan de enviar a sus hijos a escuelas privadas que, aunque sean pequeñas, suplen algunas de las fallas del sistema público.
Con la pandemia, varios jardines y colegios ya han cerrado. Y la Asociación de Instituciones Educativas Privadas de Paraguay ha advertido que cientos de colegios podrían quebrar porque ya no pueden pagar salarios de los maestros… hay familias que han dejado de pagar la mensualidad y otras miles que están migrando al sector público. Se teme que los colegios privados más pequeños y antiguos no podrán sobrevivir a la crisis.
Jazmín: Hablé con una bioquímica. Ella se llama Vanesa Cantero. Tiene una hija que va al tercer grado en una escuela privada.
Vanesa: Bueno, es un quilombo, qué querés que te diga.
Jazmín: Y ella me contaba que toda esta situación le genera muchísima ansiedad a la niña y también a ella, a ella le genera mucha frustración.
Vanessa Cantero: Solamente hacemos lo que es aprendizaje esencial, que es lo que el ministerio va a evaluar. No hacemos artes plásticas ni educación física, ni taekwondo, ni nada, porque nos piden que enviemos fotos y videos de los niños y yo no voy a hacer eso, o sea, no estoy de acuerdo con eso.
Jazmín: Me cuenta que solo tiene tiempo de noche para acompañar a su hija Camila, y ahora gasta el doble en la educación. Ese también es otro reto, porque además de pagar la cuota de la escuela, paga a una maestra particular para reforzar las clases, porque ella sola simplemente no da abasto.
Vanessa: Porque nosotros trabajamos también todo el día. Y la hora que llegamos y podemos acompañarle Camila está cansada y ya no se puede, ¿verdad? Y entonces nos sale mucho más caro, sí, pero por lo menos tenemos la tranquilidad que Camilita va a aprender algo este año, que no va a tener la escolaridad perdida.
Eliezer: Ese es el gran temor de todos: que sus hijos pierdan el año. No es que las autoridades no hayan hecho nada en el campo educativo a raíz de la pandemia. Por ejemplo…
Jazmín: El gobierno puso a disposición una plataforma virtual que se llama Tu Escuela en Casa.
Eliezer: No consume datos, porque las empresas telefónicas han liberado el costo. Y ante la falta de conectividad, el Ministerio de Educación comenzó también a usar tiempo en varios canales de televisión para impartir contenido pedagógico.
Pero las medidas implementadas para que los padres se tomen seriamente la educación a distancia de sus hijos, han estado divorciadas de la realidad desde un primer momento…
Jazmín: Pero definitivamente una de las más comentadas ha sido una iniciativa del ministro de Educación, Eduardo Peta, que aseguró que estaba condicionada la entrega de kits de alimentos a la entrega de tareas.
Eliezer: Los kits de alimentos nacen de una ley promulgada en el 2015. Y en 2017, los estudiantiles se manifestaron y consiguieron que se aumentaran los fondos de alimentación. Gracias a este derecho, miles de estudiantes reciben un paquete de alimentos que recogen en las escuelas.
Jazmín: Para muchas familias los kits de alimentos representan la única forma de acceder a un plato de comida. Más aún en estas circunstancias. Además de que se vio como cruel y también violatorio de los derechos del niño, la niña y el adolescente, el condicionamiento se vio como absurdo porque el ministro estaba haciendo caso omiso a algo evidente para, para todos: Demasiados chicos no cuentan con las herramientas necesarias para cumplir con las exigencias escolares en modo virtual. Hay distritos rurales en Paraguay donde no hay conectividad y esa es una realidad.
Eliezer: Jazmín me contó que los problemas actuales de la economía y la educación en Paraguay no solo afectan a los alumnos o a los padres, sino también a los docentes, claro. Aunque en los últimos años hubo presupuesto para actualizar a los profesores y capacitarlos en el uso de herramientas virtuales, solo se usó una pequeña fracción de ese dinero.
Hay maestros que, por la falta de infraestructura y planeación, han tenido que adaptarse a formas a veces improvisadas para dar sus clases. Aunque existe la plataforma virtual Tu Escuela en Casa…
Jazmín: Para las maestras es mucho más fácil comunicarse a través de Whatsapp con los padres porque ya hay grupos de padres conformados principalmente en Whatsapp, entonces a través de ahí se gestionan las tareas.
Jazmín: Una y otra vez cuando hablo con madres, cuando hablo con maestras, me dicen que todo, todo transcurre a través de Whatsapp.
Eliezer: Y los padres tienen que asumir el costo de los datos que consume Whatsapp. Mientras tanto, los profesores se las arreglan como pueden.
Jazmín: Bueno, los profesores están haciendo malabares, algunas incluso hacen videos con explicaciones, otras buscan vídeos ya hechos, ya armados, tutoriales en YouTube. Eso es lo que envían para, para dar explicaciones a los chicos de lo que tienen que aprender. Para padres que no tienen acceso a Internet, imprimen los materiales y se los entregan una vez por semana. Hacen de todo, eh, se están, están… son bastante creativos algunos, pero se sienten bastante solos.
Eliezer: ¿Ha habido manifestaciones, reclamos de docentes, de padres al gobierno de manera formal o informal?
Jazmín: Han habido varias manifestaciones. Hubo un paro virtual coordinado por estudiantes organizados, tanto estudiantes como profesores pidieron al ministro que se conforme una mesa de diálogo y de negociación sobre el modelo a desarrollar en los próximos meses, el modelo educativo a desarrollar. Pero todo esto se ha visto bastante frustrado.
Eliezer: Sobre todo porque, como explicamos, el regreso a clases no será sino hasta 2021. Se ha discutido que haya un regreso a clases semi-presencial, en el que los cursos se dividen en dos grupos y se van intercalando para asistir al aula un día sí y otro no.
Jazmín: Pero varios sindicatos, como el Sindicato Nacional de Directores y la Organización de Trabajadores de la Educación del Paraguay, se opusieron. Si en tiempos pre pandemia muchas escuelas no estaban en condiciones, menos lo estarían en estas circunstancias. Para adecuar las escuelas a las exigencias de bioseguridad se necesita tiempo y se necesitan recursos. Pero en Paraguay hay escuelas que ni siquiera tienen agua potable.
Eliezer: Jazmín me contó que otro gran problema tiene que ver con la infraestructura física de las escuelas públicas: de enero a agosto de 2016 hubo un promedio de una escuela al mes que sufría derrumbes, y el problema ha seguido los años siguientes.
Jazmín: En esta semana el Ministerio desistió. Anunciaron que las clases ya no van por el resto del año y en esto estamos.
Eliezer: Pero según Jazmín, el riesgo más importante que supone la pandemia para la educación es que los alumnos abandonen las clases y los maestros renuncien a sus trabajos.
Jazmín: Nos encaminamos a una deserción escolar silenciosa. Los efectos sólo los vamos a ver con el tiempo, con la pandemia hay estudiantes que están abandonando el sistema educativo desde ya, porque las clases virtuales para ellos son impracticables, en algunas familias por sobre todo, y también porque la situación económica hace imposible que puedan costear este tipo de educación, en particular en el sector privado. Y también hay riesgo de que la calidad de la educación llegue a niveles aún más bajos. Si eso es posible.
Eliezer: Ya volvemos.
Elías González: Hola, soy Elías González, diseñador de sonido de El hilo. Yo soy una de las once personas que cada semana trabaja en El Hilo para contarte qué está pasando en Latinoamérica. Y hoy quiero invitarte a que nos ayudes con una donación en nuestro programa de membresías.
Sin importar el tamaño, tu contribución hará toda la diferencia para seguir reportando sobre lo que pasa en nuestra región.
Visita elhilo.audio/apoyanos
Desde ya, y en nombre de todo nuestro equipo, muchas gracias.
Silvia: Estamos de vuelta en El hilo. Como escuchamos en el segmento anterior, en Paraguay las clases presenciales se han suspendido por el resto del año escolar. Es el único país de la región que ha tomado esta decisión. La mayoría está pensando en cómo regresar… Y hay un país que ya empezó.
Audio de archivo, noticiero: Que no ni no, podría decirse de Uruguay. Vuelven las clases.
Audio de archivo, noticiero: Dado que la pandemia se encuentra bajo cierto control, la educación presencial volverá a partir del primero junio de forma voluntaria y gradual.
Silvia: Entonces, para aprender un poco más sobre cómo ha sido este proceso de volver a clases presenciales en Uruguay, hablamos con él.
Darío Greni: Bueno, mi nombre es Darío Greni, yo soy director de la Escuela Rural número 88, que es una escuela que está ubicada en Las Violetas, cerca de la ciudad de Canelones, a unos 40 minutos de la capital de nuestro país, de Montevideo.
Silvia: Darío trabaja en la escuela pública a la que fue de niño, y vive al lado… pero literalmente. Su pared da a la escuela. Lleva más de 20 años trabajando en educación, y la mayoría de ellos como director. En la Escuela Rural número 88 lidera un grupo de 5 docentes.
Darío: Yo me cuento también como docente, porque además de ser director también tengo un grupo a cargo.
Silvia: Y 120 niños.
Darío: Y tenés niños que van desde los 4 años hasta los 12, 11 años, que es sexto, el último grado que pueden cursar aquí.
Silvia: Hablamos con tres de ellos, tres hermanos.
Paloma: Mi nombre es Paloma. Tengo nueve años y voy a la escuela número 88, Alfred Nobel, Las Violetas.
Tabea: El nombre es Tabea. Tengo 11 años de edad, estoy en sexto año de escuela.
Manuel. Me llamo Manuel y tengo 5.
Silvia: Paloma, Tabea y Manuel, como todos los niños uruguayos de primaria, este año empezaron el año escolar el 2 de marzo.
Darío: Nosotros tuvimos clases presenciales dentro de la, de la normalidad con los chiquilines hasta el viernes 13 de… de marzo.
Silvia: Ese día se confirmaron los primeros casos del nuevo coronavirus en Uruguay. Al otro día el presidente Luis Lacalle Pou declaró emergencia sanitaria y anunció las primeras medidas.
Darío: El sábado 14, cuando decretó el cierre de todas las instituciones educativas de nuestro país. Y ahí fue… a ver, por un lado tenías la seguridad y el cuidado para, para todos nosotros, pero también fue un comenzar a repensar nuestra institución educativa en una nueva situación que ninguno de nosotros había vivido jamás.
Silvia: ¿Y qué pensaste cuando supiste que se iban a suspender las clases?
Manuel: Feliz por, feliz por… feliz porque estaba muy feliz.
Silvia: Muy bien.
Paloma: Pensaba que la nueva normalidad me iba a dar más complicaciones, pero en realidad me mejoró. Ahora estoy aprendiendo cosas nuevas y estoy pasando más tiempo con mi familia.
Tabea: La verdad que no me lo tomé como que wow, no fue algo que diga, ¡ay no! se terminaron las clases. Yo me lo tomé con calma, yo estaba como que, OK. Yo seguí con mi vida.
Darío: Y mirá, como director la cabeza te explota porque tenés un montón de aspectos que considerar, que tener presentes. Lo primero era cómo planificar las actividades.
Silvia: Uruguay tenía cierta ventaja… gracias al Plan Ceibal, cada niño que estudia en el sistema público tiene un dispositivo, ya sea una computadora portátil o una tablet, que el Estado le entrega.
Darío: Que es propio de ese niño, lo lleva y lo trae a la escuela. Tenemos el uso de plataformas, eso ya está incorporado, sobre todo en las clases mayores. Pero esta situación que nos exigía a nosotros cambiar totalmente las clases presenciales por clases mediadas por la tecnología, realmente requirió un pienso muy grande de todo el colectivo docente.
Silvia: Como escuchamos en el primer segmento, no es fácil llegar a todos los niños con el material, incluso cuando tienen los dispositivos. Darío con su equipo también usaron Whatsapp para compartir materiales con diez familias que no tenían acceso ni a la plataforma ni a la página web donde subían actividades en PDF.
Darío dice que aunque no fue fácil adaptarse a las clases virtuales al comienzo, terminaron con muy buena asistencia.
Darío: Entonces yo, yo diría que fuimos un poco autodidactas en toda esta situación. Si bien teníamos un acompañamiento por parte de, de nuestra inspección, yo creo que muchas de las estrategias que se implementaron fueron estrategias creadas por nosotros en nuestra institución, conociendo nuestra realidad.
Silvia: Porque claro, cada escuela es diferente en el acceso que tienen sus alumnos a materiales, a conectividad.
Silvia: A comienzos de abril, cuando había unos 450 casos y menos de 10 fallecidos, el gobierno anunció que desde el 22 de ese mes, más de 900 escuelas rurales del interior del país podrían retomar clases presenciales. Era voluntario. Los padres podían decidir si mandar a sus hijos o no. Las escuelas del departamento de Canelones, como la de Darío, no estaban incluidas.
Darío: Entonces esas escuelas que comenzaron a trabajar en ese primer momento nos sirvieron a nosotros, y en base a eso también nosotros pudimos comenzar a reestructurar lo que era nuestro reingreso a… a la escuela.
Silvia: Porque menos de un mes después, el presidente dio este anuncio:
Audio de archivo, Presidente Luis Lacalle Pou: Como primer medida, como primer concepto en esta nueva normalidad, decirles que en el mes de junio se va a retornar a la educación.
Silvia: De nuevo, de manera voluntaria. Pero ahora en tres etapas, y ya no solo las escuelas rurales. El 1 de junio se abrieron las escuelas especiales y otras que no están en Montevideo y el área Metropolitana, o sea, como la de Darío; luego el 15 se incluyó a los centros de primera infancia y educación inicial –los más chiquitos, como Manuel– y también el último año de bachillerato en Montevideo; y finalmente, desde el próximo lunes, el 29, se van a abrir todos los otros centros, de todos los niveles, incluyendo los de la capital.
Silvia: ¿Y qué pensaste cuando te dijeron: bueno, ahora pueden volver?
Tabea: Estaba súper emocionada por ver a todos mis compañeros porque al principio no pensaba mucho en eso, pensaba en los estudios. Estaba como que, ¡oh sí! voy a ver a mis compañeros.
Paloma: Emocionada y con muchas ganas, pero lo único que distancia y con todas las reglas. Eso era lo que a mí no me gustaba porque yo quería hacerlo pero con la normalidad que ya teníamos, pero… no podemos.
Silvia: Con el protocolo del gobierno y la experiencia de las escuelas rurales, Darío y su equipo se reunieron una semana antes de que comenzara la primera fase para planear cada detalle.
Darío: ¿Cómo iban a llegar los niños a la escuela? ¿En qué horario iba a ingresar cada uno de los grupos? Porque el ingreso es escalonado.
Silvia: O sea, a diferentes horas. Un grupo empieza a llegar a las 11:25, otro 11:35 y así, cada 10 minutos, hasta las 12:05.
Darío: ¿Qué hermanos había en diferentes grupos? Porque nosotros tuvimos que tener muy presente el aspecto de que no se nos junten muchos padres en la entrada de la institución. Hasta qué lugar los papás podían acceder. O sea, ¿quién los iba a recibir a cada uno de los niños?
Silvia: Cómo y cada cuánto se limpian los salones de clase y el mobiliario… Muchísimos detalles que luego había que comunicarle a los padres.
Darío: Tuvimos que organizar un power point para presentárselos en diferentes reuniones de Zoom para que ellos ya vayan hablándolo con sus niños de que la entrada a la escuela ya no iba a ser corriendo como lo, lo hacían comúnmente… este, trayendo juguetes, trayendo pelotas. O sea, ya no iba a ocurrir de esa forma. Y todos los cuidados que deberíamos de tener presente cada uno de los días.
Silvia: Tuvieron el apoyo de un grupo de padres que colaboró con lo que llaman alfombras sanitarias, que son alfombras donde se desinfectan los zapatos. También colaboraron con la compra de un termómetro infrarrojo… Y luego vino el siguiente paso: preparar el edificio.
Darío: El vaciamiento de todo el edificio, que eso fue lo peor. Sacar muchísimas cosas, cerrar bibliotecas, guardar libros. Nosotros tenemos una gran galería en la escuela, eh, que tiene alrededor de 30 y pico de metros, en donde hay un televisor grande que usamos para videoconferencias, donde hay un espacio que es una biblioteca. Bueno, todo eso tuvimos que sacarlo o cubrirlo, protegerlo, para que los niños no pasen y toquen los libros, o, o toquen las sillitas que allí estaban. Sacar las alfombras, y preparar las aulas de tal manera que se tenga en cuenta todo lo que hace referencia a, bueno, al metro y medio de distancia a que cada niño tenga su sitio, su silla.
Silvia: Darío dice que en su escuela los salones de clase son amplios, entonces podían reducir el número de alumnos que reciben por día a la mitad y mantener la distancia necesaria entre las mesas y las sillas. Pero cambió todo, porque antes tenían las mesas en U, o un semicírculo, para que todos se vieran las caras y ya no se iba a poder.
Darío: El día que estaba haciendo eso a la noche me sentí muy mal, muy mal, porque yo decía esta no es la escuela que nosotros le brindamos a los niños hasta el 13 de marzo. Fue difícil. Te digo la verdad, el ver que los niños no pueden disfrutar del patio, que los niños no pueden disfrutar de los, de los juegos que tenemos en el jardín ¡de la cancha de fútbol! Viste que Uruguay es un país futbolero por excelencia y aquí niñas y varones, no importa el género, todos se juntan y alrededor de una pelota juegan un partido de fútbol a la hora del recreo y eso es no tenerlo, ¿qué cosas teníamos que hacer nosotros para complementar todo eso que no se puede implementar hoy en día y hacer que la escuela sea atractiva para los niños? Creo que eso es un desafío muy grande que tenemos.
Ya te digo, los cuidados son muchos. Nosotros nos lo tomamos muy en serio porque aquí está en juego la salud, no solo de los niños, sino de todos nosotros, de la comunidad. Y por eso es que a veces puede sonar un poco extremo lo que estamos haciendo, pero nos remitimos a todos los cuidados que se necesita tener en este momento.
Silvia: ¿Y cómo fue ese primer día de vuelta?
Paloma: Fue emocionante.
Tabea: El primer día que llegué estaba memorizando qué pasos tenía que dar.
Manuel: Estaba súper feliz de regresar.
Silvia: ¿No te daba miedo?
Manuel: Nada.
Darío: No, ese primer día fue graciosísimo, porque bueno, yo ya te digo, la entrada entre lo que es el portón y las puertas de la escuela, estamos hablando que son unos 30 metros más o menos. Entonces yo estaba parado a unos 10 metros del portón y tenías a los niños, a los ansiosos que llegaron antes de hora y los que querían ya ingresar, y tenías a los otros que venían con cierto temor con lo que se iban a encontrar. Y después tenés los otros que te abrían unos ojos enormes cuando te veían a vos con ese barbijo, recibiendolos y tomándole la temperatura.
Darío: Bueno, ¿cómo le va a usted?
Niño: Bien.
Darío: ¿Qué cuenta de nuevo?
Niño: Hoy nada.
Darío: ¿Hoy nada? Bueno, que tenga un buen día.
Darío: Yo los recibo en la entrada, les tomo la temperatura…
Darío: Bueno ¿Vos ya sabés cómo ir, lo que tenés que pisar y todo eso?
Niño: ¡Yo traje botas!
Darío: ¿Trajiste botas? Me parece perfecto. No chapoteen en la bandeja…
Manuel: Cuando llego eh, me toma, me toma la temperatura en la frentita y pip. Eh, era igualita a un arma, pero no me dio miedo.
Darío: Me encantan los tapabocas de ustedes. Me encantan.
Darío: Bueno, bromeó un poco con ellos, porque yo soy así de, de decirles. Bueno, el tema de los barbijos es como un desfile de modas, el barbijo, porque te traen los barbijos más, este, inusuales que puedas observar, caseros, comprados. No importa. Y yo siempre les digo algo al respecto.
Darío: Pará, y ese tapabocas de Fortnite. ¿A ver? Está espectacular. ¡Qué lujo Thiago! Bueno que le vaya bien a usted.
Darío: Y después que yo los recibo, ellos ya saben. Hay dos puertas de entrada.
Paloma: Ahí hay como una alfombra que con los pies te los lavás.
Darío: Luego se van a lavar las manos. Aquellos que vienen en ómnibus también lo tienen que hacer.
Paloma: Después de tú sólo vas al… al salón.
Darío: Y ahí cada maestro lo está esperando. En la puerta de su salón, con una gran sonrisa, aunque no se vea por el barbijo, pero con una gran sonrisa. Y ahí cada uno se ubica en su aula.
Manuel: Todas las mesas están separadas, cada una tiene nombre y jugamos cada uno con nuestras cosas. Porque hay que estar a distancia, así. Como yo y mi mamá somos de la misma sangre ahí si nos podemos tocar.
Paloma: Te pone el Isofotón y alcohol en gel y van uno por mesa.
Manuel: O cuando vas a agarrar o tocás el suelo usas el alcohol para hacer esto o cuando toques el suelo.
Paloma: Y cada cinco minutos abren la ventana para que se airee.
Silvia: ¿Y están con el tapabocas todo el día?
Tabea: Sí, todo el día, pero menos a la hora que tenemos de descanso que es para merendar y hablar un poco. Pero a la hora de volver a trabajar, cuando terminaba la hora de descanso, teníamos que colocarnos los tapabocas y lavarnos las manos.
Darío: Es diferente, sí, es diferente, pero… pero vemos que los niños no están mal, no, no los vemos tristes, no los vemos, este, abatidos o, o sin ganas de venir. Eso es algo que no, no lo hemos percibido.
Tabea: Sigue siendo como algo raro, sí, pero al mismo tiempo me acostumbro. A veces me olvido, pero… De hecho, todavía me pasa que tengo una sensación horrenda en el estómago y es como si todas mis tripas estuvieran revolviéndose y no.
Silvia: Entonces, ¿volver te pone como nerviosa?
Tabea: Me puso nerviosa, pero ahora que ya estoy más acostumbrada, incluso hasta me… hasta me olvido de que está el virus, que hay que… estoy fuera de lo que está pasando el mundo.
Silvia: Paloma y Tabea regresaron a clases el 1 de junio. No van todos los días. Van dos o tres, dependiendo de la semana, y los otros días hacen actividades desde casa, como antes. Y por ahora, la jornada es de 3 horas y media. Manuel empezó a ir a clases desde el 15. Pero hay familias que han decidido no regresar aún. Darío dice que empezaron con 56%, para esta semana proyectaba un 80%.
Darío: Yo aspiro, aspiro a tener 100, el 100% todos los niños presentes en la institución.
Silvia: Los niños que aún no van a las clases presenciales siguen con clases virtuales, lo cual es todo un tema, me explicó Darío, porque los maestros tienen que preparar sus clases, básicamente, para tres grupos diferentes: los niños que van los días asignados, los que de esos días van a veces, y los que no van ningún día.
Darío: Claro, y, y date cuenta que pensar en esa metodología de trabajo es como un gran puzzle. El trabajo que estamos realizando los docentes es, es un trabajo muy comprometido, pero que necesita muchísimas horas de pensar y repensar cada una de las actividades que vamos a proponer.
Silvia: ¿Qué otros retos se han encontrado con la vuelta a clases?
Darío: ¿Otros retos? Ah… es difícil, porque han sido muchos, y yo creo que un reto también muy grande y que a veces no se habla mucho, es cómo nos sentimos los docentes en toda esta situación, porque nosotros siempre estamos pensando en la escuela, en los niños, en las familias, pero a veces se olvida que también nosotros necesitamos de alguien que piense cómo nos sentimos, cómo nos encontramos, porque la verdad no te voy a mentir… fue, fue muy desgastante mentalmente, físicamente y también desde lo que es emocional. Nosotros somos seis y cada uno de nosotros en algún momento ha querido bajar los brazos porque hay situaciones que a veces te superan y no tenés los elementos o las herramientas para poder solucionarla de una manera inmediata. Y aquellos que somos ansiosos, como que eso nos afecta el doble o el triple.
Silvia: Darío dice que ya con tantos años de trabajo, tiene ciertas estrategias para lidiar con retos menores, o para que los niños y maestros se sientan cómodos en la escuela. Pero hay cosas que en 20 años jamás ha tenido que enfrentar.
Darío: Reestructurar la escuela por completo, porque como le mencionaba a los papás, cuando ustedes vean el primer día que traigan a sus hijos, la institución no es la escuela que conocen y no es la escuela que yo como director y yo como maestro quería presentárselas a los niños el día que, que tenían que volver. Entonces ese también fue, fue un reto muy grande: querer esta nueva imagen de escuela, pero, pero recordando y teniendo presente lo que era la escuela 88 hasta el 13 de marzo.
Silvia: ¿Qué le recomendarías a otros niños de tu edad que están pensando en cómo va a ser volver a la escuela, que tal vez están un poco nerviosos?
Paloma: Que estén tranquilos, que la escuela a veces puede ser un poco aburrida porque no tenés a tus amigos con que jugar, pero vas a aprender más cosas, pero con reglas diferentes.
Manuel: Les diría que está súper la escuela. Y que las reglas son importantes.
Tabea: ¿Nerviosos? Bueno, les recomendaría que no se asusten porque nadie les va a hacer nada. Todo está bien. Simplemente es una sensación de emoción. Además, es algo bueno, van volver, van a ver a sus amigos, algo que con la nueva normalidad. Así que cálmense, todo bien… el mundo no se va a morir. Todo está también. Así que respiren hondo y esperen y vean qué pasa.
Silvia: Creo que los adultos también necesitamos oír, eso. Gracias.
Silvia: Queremos agradecer a Florencia Pereira, la mamá de Tabea, Paloma y Manuel, y a Nausícaa Palomeque por conectarnos con ella. También a Soraya Constante, Valeria Kraft, Mariana Savetti, Mandy Barrios, Guillermo Garat y Giulianna Collato.
Eliezer: En El hilo somos Daniel Alarcón, Álvaro Céspedes, Andrea López Cruzado, Elías González, Inés Rénique, Laura Rojas Aponte, Jorge Caraballo, Miranda Mazariegos y Carolina Guerrero. Nuestro tema musical lo compuso Pauchi Sasaki.
El hilo es una producción de Radio Ambulante Estudios. Gracias a nuestros compañeros de Radio Ambulante por todo su apoyo. Y gracias a los oyentes que se han unido a nuestro programa de membresías: su apoyo es crucial para que podamos seguir narrando las noticias de América Latina. Si tú también quieres contribuir, visita elhilo.audio/apoyanos.
Para recibir los episodios de El hilo cada viernes por la mañana en tu bandeja de entrada, suscríbete a nuestro boletín semanal en elhilo.audio/correo
Yo soy Eliezer Budasoff.
Silvia: Y yo soy Silvia Viñas, gracias por escuchar.