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La economía de América Latina sufrirá este año su mayor retroceso en 120 años. Después de ocho meses de pandemia, hablamos con tres dueñas de negocios en Argentina, Panamá y Ecuador para entender la situación que viven los emprendedores. Además, el economista peruano Hugo Ñopo nos explica cuáles serán las consecuencias de esta crisis económica histórica para la región.
Créditos:
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Producción
Mariana Zúñiga -
Edición
Daniel Alarcón, Eliezer Budasoff, Silvia Viñas -
Verificación de datos
Desirée Yépez -
Diseño de sonido
Elías González -
Fotografía
Fernando Carranza García /CUARTOSCURO.COM
Etiquetas:
Transcripciones:
Transcripción:
Silvia Viñas: Bienvenidos a El hilo, un podcast de Radio Ambulante Estudios. Soy Silvia Viñas.
Eliezer Budasoff: Y yo soy Eliezer Budasoff.
Desde marzo, y durante ocho meses, todos hemos visto una y otra vez este tipo de noticias:
Audio de archivo, noticiero: Y uno de los peores momentos que atraviesa la economía mundial afectará gravemente a América Latina.
Audio de archivo, noticiero: Se presenta en el continente un panorama económico oscuro con una caída de media de Producto Interior Bruto de media de un 9%.
Audio de archivo, noticiero: La Organización Internacional del Trabajo registró un desempleo histórico en América Latina y el Caribe del 13%.
Eliezer: Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU, la Cepal, la economía de la región este año verá un retroceso histórico. El más grande en ciento veinte años.
Silvia: Hoy seguimos la historia de tres negocios en Argentina, Panamá y Ecuador desde sus inicios hasta su lucha por sobrevivir durante la peor crisis económica en décadas. Una que pocos podían prever.
Es 13 de noviembre de 2020.
Eliezer: Mariana, cuéntanos un poco sobre los negocios que has conocido durante tu reporteo.
Mariana Zúñiga: Uno de los primeros negocios con el que me encontré fue este, un restaurante en Buenos Aires, en Argentina.
Silvia: Ella es Mariana Zúñiga, productora de El hilo.
Mariana: Es un bistró que está ubicado en la localidad Victoria, un localidad considerada de clase media. Esta es como una casa, un caserón grande como de 1900, que está cubierto por un bosque. Y la chef se llama Flavia la Fico.
Flavia: La atención era como recibirte en casa. A mí era muy… más que normal verme pasar por las mesas a charlar con clientes, estar en los detalles de cada plato.
Mariana: Ella no sólo es la chef, sino también es la dueña del lugar.
Flavia: Silvestra era un restorán con un espíritu muy lindo. Te sentabas y no te querías ir.
Mariana: Se llama Silvestra en honor a su bisabuela.
Flavia: Le gustaba mucho cocinar, ella vino de Italia. El único hijo italiano, que o sea, nacido en Italia, de Silvestra y Sixto, que era mi bisabuelo, fue mi abuelo Antonio. A él le encantaba cocinar, aprendió a cocinar con su mamá y yo desde muy chiquita cociné con él. Y bueno, es toda una historia familiar muy cercana y que hizo que yo amara la cocina desde muy chiquita.
Mariana: Flavia abrió Silvestra alrededor del 2018.
Eliezer: Cuando la economía en Argentina no estaba en su mejor momento.
Silvia: Pero Mariana dice que Flavia decidió arriesgarse.
Mariana: Esta es una señora que después de años de trabajar en el mundo corporativo, ya cansada de ese mismo negocio, pues, decide que quiere algo más para su vida y abandona su trabajo.
Flavia: Y dije, la verdad me encantaría tener un restaurante en algún momento. Empecé a estudiar cuando tenía cuarenta y dos años. Hice la carrera Master Chef. A mediados del 2017 alquilé la propiedad que era una propiedad muy antigua y muy venida abajo.
Mariana: Y ahí Flavia empezó con la construcción del bistró. Un proceso que termina en octubre de 2018 cuando oficialmente Silvestra abre sus puertas al público.
Flavia: Era… es un sueño, fue un sueño.
Silvia: Entonces, ¿qué pasó cuando llegó la pandemia?
Mariana: Bueno, para ella fue un momento de mucha incertidumbre, porque no sabía qué hacer.
Flavia: Directamente se cae la actividad en un 80%. O sea, la gente dejó de ir a restaurantes. Empieza la cuarentena, ¿no?, con lo que nos obligan a cerrar.
Eliezer: En Argentina empezó una cuarentena muy estricta el 20 de marzo.
Mariana: Estuvieron dos meses cerrados. Y al final, después de dos meses vuelven a abrir y en Silvestra se dan cuenta que la única manera de sobrevivir es convertir el restaurante en un restaurante de delivery.
Flavia: La Municipalidad de San Fernando no permitía hacer take away solo por delivery y nosotros no teníamos contratadas ni app de delivery. Nosotros de hecho, en realidad volvimos a arrancar el 25 de mayo que empezamos con un locro especial, eh… que lo hicimos y lo publicamos.
Audio Archivo Flavia Promo: ¿Qué tal cómo les va, hoy es lunes, Silvestra está cerrado pero yo cocino en casa. Este miércoles tenemos un super especial de tagliatelle al ragú.
Silvia: Cada semana, promocionaba sus platos a través de videos que publicaba en Facebook y otras redes sociales, esperando así atraer clientes.
Audio Archivo Flavia Promo: …pasta seca italiana pero en una salsa muy potente para encargar esos días de invierno y todo este frío.
Flavia: Y sinceramente, en función de algunos volúmenes, a ver, no se acercaba ni de casualidad al 10% de lo que nosotros hacíamos con el restorán en situación normal, ¿no?
Audio Archivo Flavia Promo: Buen día ¿cómo les va?, ¿ya pensaste qué te vas a pedir hoy?
Eliezer: En unos minutos vamos a volver a la historia de Flavia, pero ella no es la única persona con quien habló Mariana para este reportaje.
Mariana: Quería saber cómo esta pandemia está afectando a otro tipo de negocios, entonces conocí a una señora que se llama Stella Lauri. Stella es dueña de varios teatros en Panamá.
Stella: Yo soy Stella Lauri, yo soy psicóloga de profesión. Y bueno, tengo más de treinta años de ser actriz, productora…
Mariana: Y Stella es exactamente la clase de persona que te imaginarías cuando piensas en alguien que dirige un teatro para niños. O sea, es una señora risueña, tiene una sonrisa gigante. Habla mucho. Tiene como ese espíritu de niños que a algunos se nos va, pero el de ella parece como vivir con ella en permanencia. Y yo llegué a Estela porque encontré un video de ella en redes sociales.
Audio Archivo, video: Hola, los saludo desde el local de Bambalinas y de Bambatíres. Local que nos toca despedir hoy.
Mariana: Ella estaba sentada en lo que pareciera un teatro pequeño, y en ese video se estaba despidiendo del público y anunciaba que uno de sus teatros, ubicado en la ciudad de Panama iba a cerrar sus puertas.
Audio Archivo, ,ideo: Estoy segura que nos vamos a volver a ver físicamente, no sé dónde, no sé cuándo, pero tengo fe en que eso será así. Muchas gracias de verdad, a todos.
Stella: Cuando yo grabé el video fue el momento que ya estábamos sacando todo en el camión de acarreo. Yo tuve que tratar de grabar como cinco veces, calmarme, tomar agua. Hice toda mi labor mental para poder despedirme. Pero sobre todo mi dolor es, digo, por tantos recuerdos. Porque ahí creció mi hija. Hubo fines de semana por años enteros en que no nos íbamos a ningún lado porque yo quería estar ahí sentada en el lobby y recibir a la gente. O sea, realmente fue una cosa muy familiar.
Mariana: Stella describe el teatro como un lugar muy mágico, muy especial, dedicado 100% a un público infantil, porque normalmente a veces son teatros que presentan obras de adultos y de niños. Pero ella decidió que para no tener que cambiar escenografía y no tener que estar moviendo todo el escenario todo el tiempo, ella quería hacer un teatro únicamente para niños. Entonces todo, desde la decoración, como el hall de entrada, todo era estaba dedicado a la experiencia de los niños, juguetes por unos lados. Ella dice que vio muchos niños crecer ahí.
Stella: Teníamos un teatrino hermoso y lo que hacíamos era teatro de títeres. Las historias clásicas en títeres, historias nuevas en títeres.
Audio de archivo, video: Hola yo soy la señora Pots y yo soy Chip y los invitamos a ver La Bella y La Bestia en Bamba Títeres.
Stella: Aladino, los dálmatas… A mí me gusta mucho mezclar cuentos. O sea, hacíamos este tipo de combinaciones. La Cenicienta con el príncipe del rock. A mí me gustaba que una obra fuera invierno, la otra fuera dentro del mar.
Eliezer: Durante la semana del 9 de marzo se detectó en Panamá el primer caso de Coronavirus.
Mariana: Así que tanto Stella como otros teatristas decidieron inmediatamente cancelar esas funciones que tenían previstas para ese fin de semana.
Stella: Ahí los dueños de teatros nos reunimos. Inmediatamente se creó un grupo de WhatsApp entre dueños de teatro y todos tomamos la decisión de cerrar, o sea, de suspender.
Silvia: Con los primeros casos, todo en Panamá se paralizó, como en Argentina. El 25 de marzo se decretó la cuarentena, y ha sido una de las más estrictas en la región.
Mariana: Y los teatros en Panamá por el momento siguen todavía cerrados.
Silvia: Pero aunque sigan cerrados ¿han tratado de hacer algo como para adaptarse a la cuarentena?
Mariana: Ya en mayo tanto Stella como los otros teatristas, pues, se dieron cuenta que la situación iba para largo y entonces se reunieron como la Asociación de Teatro de Panamá a decidir qué hacer. Empezaron a dar funciones a través de Instagram o Facebook Live. Y eso fue lo que hizo, lo que hizo Stella, como que tratar de llevar el teatro de títeres a internet.
Audio de archivo, canción: Sigue la aventura, sigue la aventura…
Eliezer: Esta canción es de un video que nos mostró Mariana en el que aparece un títere de una mantarraya blanca invitando a reservar un cupo para la función online de Bambtíteres.
Silvia: Stella, al igual que Flavia con sus anuncios de comida por delivery, se dedicó a publicitar las obras a través de las redes.
Eliezer: Mariana, nos contaste la historia de un restorán, ahora de un teatro, que son emprendimientos claramente afectados, ¿no? por la pandemia. ¿Hablaste con algún otro tipo de negocio?
Mariana: Sí, también hablé con Michelle Arévalo, que ella dirige un espacio de coworking.
Michelle: Soy cofundadora y gerente general de Impaqto en Ecuador.
Es un espacio que tenía mucha personalidad. Podías ver en cualquier momento… no sé, tú regresabas a ver y había un espacio en el que habían unos chicos jóvenes jugando con robótica. Y luego caminabas más adelantito y ves en otra oficina está esta gente aprendiendo a tocar música pero con sus audífonos y entonces quieres imaginarte la música que están tocando. Eh, siempre había gente colaborando.
Silvia: Me imagino que con la cuarentena Michelle tuvo que cerrar todos los locales ¿no?
Mariana: Pues sí. Y fue muy duro para ellos, porque no es sólo que ellos no tienen un espacio donde trabajar, sino que dejaron a muchas personas sin un espacio donde ir. Ellos esperaban realmente ni siquiera recibir alquiler de parte de las personas que les alquilan el espacio de coworking. Pero Michelle me cuenta que fue muy grato para ella saber que varios siguieron pagando.
Michelle: Encontramos mucha gente que nos dijo: miren, ustedes estuvieron ahí cuando nosotros no éramos nadie y creyeron en nosotros. Y ahora que ustedes están en apuros, cuenten con nosotros, vamos a pagar el arriendo completo.
Mariana: Y si bien no reciben el alquiler completo de todo el mundo y no es todo el mundo el que puede pagar, eso pues los ayudó moralmente a ponerse de pie muy rápido.
Michelle: Y a la semana nosotros ya estábamos ofreciendo hasta tres webinars diarios sobre cómo hacer pequeños cambios que te permitan generar ingresos rápido. Entonces así tenías, qué se yo, una media hora de cómo vender por WhatsApp; no sé, algún curso de sube cinco productos que tú vendes al Internet en una hora; y entonces les dábamos cursos de cómo puedes generar ingresos en un mundo que estaba completamente pues acabado. Mientras nosotros nos adaptábamos, ayudábamos a adaptarse a nuestros clientes. Y así fue en, digamos, en la etapa temprana de la pandemia.
Mariana: Después de conocer las historias de Flavia y su restaurante en Argentina, de Stella y su teatro infantil en Panamá, y de Michelle y sus sitios de coworking en Ecuador, me di cuenta de que lo que estaba sucediendo era algo macro que afectaba a todos los negocios de la región. Y entonces quería entender cómo esto estaba afectando las economías de los países de la región. Y es por eso que hablé con él.
Hugo Ñopo: La globalización tiene magníficos impactos positivos, pero también viene con ella algunos riesgos. Y este es uno de ellos, ¿no?
Silvia: Él es Hugo Ñopo, economista peruano, investigador del Grupo de Análisis para el Desarrollo.
Hugo: Estando las economías tan hiperconectadas unas con otras el riesgo es precisamente que nos pase a una situación como esa, donde un shock se convierte en un shock global. Y este shock global no es solamente sanitario y económico, sino que dentro de lo económico viene multidimensionalmente: viene un shock de la oferta, viene un shock de la demanda, viene otro shock por el segmento financiero de los mercados. Son múltiples shocks que se juntan haciendo que ésta sea una situación inédita, sin comparación, en un horizonte temporal cercano.
Silvia: Sé que cada país es diferente y tiene sus diferentes retos y economías, pero en general, ¿cómo estaba Latinoamérica antes de la pandemia?
Mariana: La región venía teniendo problemas de crecimiento en los últimos cuatro o cinco años, que el crecimiento había sido muy lento en comparación a lo que habíamos experimentado en la década previa. Por ejemplo, Hugo me explicaba que en la década previa Latinoamérica tuvo unas bonanzas de materias primas.
Hugo: Tuvimos mucha suerte de que vendíamos oro, cobre, distintos minerales que tenían un magnífico precio en los mercados internacionales y había una alta demanda por ellos, básicamente de China. Y entonces se conjugaron eso: un shock de demanda con un shock de precios y le fue muy bien a la región.
Mariana: Pero esa bonanza de bienes primarios terminó como a mediados del 2014. Y luego vino ese problema de crecimiento que veníamos viendo estos últimos cinco años.
Hugo: Y entonces, con ese poco crecimiento había muy poca generación de empleo. Y eso es lo que estaba experimentando la región en los últimos años.
Eliezer: Teniendo en cuenta este panorama económico complicado desde antes de la pandemia… ¿qué te dijo Hugo Ñopo sobre el estado de las economías en la región ahora?
Mariana: Para él somos claramente, en el binomio salud/economía, la región más golpeada del mundo. Para dar unos ejemplos, el producto interno bruto por habitante, la cifra del 2020 será similar a la del 2010. Eso significa para nosotros un retroceso de diez años.
Hugo Ñopo: Muchos hogares están consumiendo mucho menos por dos razones. Una, porque sus ingresos han caído, pero dos, también porque muchos de esos hogares seguramente van a tratar de ser sanitariamente cautelosos. Entonces van a salir menos a cenar a la calle, a comprar con mucha frecuencia, van a restringir su contacto persona a persona y entonces todo eso va a reducir muchísimo el comercio.
Mariana: Lo que más genera empleo en América Latina es el comercio y los servicios. Y estas son dos cosas que requieren interacción humana para que se puedan dar, y obviamente no se está dando.
Hugo: Gran parte de las transacciones que hacemos los latinoamericanos son transacciones que son que hacemos cara a cara, persona a persona. Compramos en efectivo y entonces el producto se nos entrega en efectivo, todo eso sin factura, sin recibos, sin boleta, claro, sin pagar IVA, sin pagar IGB, pero persona a persona. Y entonces, cuando llega esta pandemia y nos impone unas restricciones serias al contacto persona a persona, justamente nos pasan estas cosas.
Eliezer: Según las previsiones del Banco Mundial, los países de la región en los que se prevén las caídas más brutales de la actividad económica serán Argentina y Brasil.
Silvia: Venezuela no se encuentra dentro de esa lista por la dificultad para conseguir información confiable de su economía. Pero mientras los precios del petróleo continúen abajo la situación no puede sino empeorar en un país que, antes de la pandemia, ya atravesaba una tragedia humanitaria.
Mariana: Otro economista con el que hablé, Diego Sánchez de la universidad de Oxford, me dijo que uno de los países donde la crisis será más seria es México. Y es que México, comparado con otros gobiernos como el de Brasil o Chile, no ha llevado a cabo ninguna política expansiva.
Eliezer: Es decir, a diferencia de la estrategia de otros países, en México, el Gobierno nacional no ha impulsado ninguna medida de apoyo directo a la ciudadanía para amortiguar el golpe económico.
Mariana: Por ejemplo en Brasil, a pesar de que el gobierno de Bolsonaro no aplicó políticas de salud aceptables, sí aplicó políticas sociales y expandió de forma significativa la ayuda a los pobres y a la clase media. En cambio, López Obrador, decidió básicamente seguir como antes.
Silvia: También la tienen difícil los gobiernos pequeños, como los países de Centroamérica, porque al ser economías tan chicas los gobiernos no tienen suficientes recursos para ayudar a sus ciudadanos a paliar la crisis. Pero también sucede en países más grandes, en Sudamérica.
Hugo: Perú es uno de los que más está sufriendo. Hay que pensar también que en este país 40% del empleo es autoempleo. Entonces este es un porcentaje muy, muy alto, demasiado alto en comparación con todos los demás países del mundo. ¿Y qué pasa con este autoempleo cuando llega la pandemia? Pues ninguno de esos autoempleados es despedido. Claro, porque no hay nadie quien lo despida.
Eliezer: Y al no haber quién los despida, estos autoempleados siguen trabajando. Pero la demanda que solía existir por sus bienes o servicios se reduce notablemente, llegando casi a cero.
Hugo: Entonces sin que hayan perdido el empleo, sin que hayan sido despedidos, entre comillas, de sus empleos, todos estos autoempleados vieron que sus ingresos cayeron a cero o casi cero, retomar los ingresos de estos autoempleados va a ser bien difícil y va a tomar mucho tiempo.
Silvia: Por otro lado, varios países de la región ofrecieron ayudas gubernamentales destinadas a aliviar los daños económicos causados por la pandemia. Esto tuvo un aspecto positivo y uno negativo.
Eliezer: El lado positivo es que en algunos países como Costa Rica, Guatemala o El Salvador la bancarización aumentó, permitiendo que las personas tuvieran acceso a estas ayudas. El aspecto negativo es que esto no pasó en todos los países, y de hecho expuso a muchas personas al virus, como en el caso de Perú.
Hugo: Muy pocas personas tenían cuenta de ahorros, por ejemplo. Entonces si el gobierno quería llegar con ayuda para los hogares resultaba imposible porque los hogares no tenían una cuenta de ahorro donde se les deposite un dinero. Entonces había que esperar a que ellos vayan a un banco, vayan a una agencia bancaria a recibir un bono, multiplicando los riesgos de contagiarse. Esta es otra razón por la que nos fue mal.
Silvia: Después de la pausa volveremos a las historias de Flavia, Stella y Michelle, para ver qué ha pasado con sus negocios en estos meses.
Eliezer: Ya volvemos
Hola, soy Paula Larrauri, desde Lima, Perú. Soy parte de Deambulantes porque me encanta la narrativa con la que este podcast celebra la diversidad latinoamericana en todos sus matices. Estas historias teletransportan, inspiran, conmueven, remecen y cultivan un gran sentido de identidad. Por su parte, en El hilo he encontrado una de mis mejores fuentes informativas de actualidad en la región. Súmense a Deambulantes a través de elhilo.audio/apoyanos.
Eliezer: Volvamos a las tres dueñas de negocios con las que hablaste, que nos contabas al principio. Las tres tuvieron que cerrar por las cuarentenas de sus países. ¿Qué pasó, por ejemplo, con el caso de Flavia y su restaurante en ese proceso de adaptación que tú nos contabas que se tuvieron que transformar en un lugar de delivery?
Mariana: La verdad es que no les fue muy bien, porque primero no habían suficientes órdenes y tampoco ganaban ni cerca lo mismo. Además, las compañías de delivery se quedaban con, lo que ella me contó, es que se quedaban con el 25% de la ganancia y eso era muchísimo dinero.
Flavia: Con lo cual trabajas debajo de la ganancia, estás poniendo plata. Y lo que pasó globalmente es eso, o sea, entre el costo de la estructura, alquiler, empleados, servicios, que nada bajó, impuestos municipales que no bajaron sino que aumentaron, las ventas con tanta retracción, hubo un aumento por un 40% de aumento en las materias primas casi general.
Mariana: Y Argentina estaba en pleno invierno, pero en septiembre iba a comenzar la primavera. Y Flavia como que en su cabeza sólo quería aguantar un mesecito más, pues confiando que por la estructura del bistró, que tenía un lindo jardín y un bosque atrás, podrían abrir y podrían abrir de una forma segura.
Flavia: Silvestra tenía algo muy especial: una galería que rodeaba el restaurante, digamos el salón y un parque además propio, muy amplio. Y dije bueno, empieza el tiempo lindo, la verdad, y San Isidro, que es nuestro partido hermano de vecinos, nos separan cuatro cuadras nada más, empieza con la modalidad del take away plus, abrir con las mesas de afuera y demás y dije bueno, por ahí con esto podemos empezar.
Mariana: Pero la municipalidad de San Fernando, donde se encontraba ubicado Silvestra, no abrió.
Flavia: Y yo no tenía, ya te digo, mi saquito de monedas, mi alcancía estaba absolutamente vacía.
Mariana: Entre las medidas que el gobierno imponía, lo que leía Flavia en las noticias y lo que le comentaban los otros dueños de restaurantes, el escenario no parecía nada esperanzador.
Flavia: Y dije, tengo que poner un freno. De alguna manera tengo que poner un freno a todo esto, ¿no? Y ahí fue que el primero de septiembre dije basta.
Mariana: Y ese día Silvestra cerró definitivamente sus puertas.
Silvia: Me imagino que fue súper duro para ella ¿qué te dijo sobre ese momento? ¿qué le pasaba por la cabeza?
Mariana: Estuvo, como, muy mal anímicamente por varios días.
Flavia: Lloré varios días y me costaba mucho entrar a Silvestra, porque Silvestra fue un esfuerzo tremendo, tremendo. Yo lijé paredes, pinte puertas, limpie, hice de todo. Además de cocinar y administrarlo, y contratar gente y enseñarle a trabajar a mucha gente durante estos dos años. La verdad es que tengo una gran desazón. Y la verdad es que me siento en un momento que me es muy extraño porque implica una gran parálisis para mí, es muy difícil no saber cómo seguir o qué hacer.
Eliezer: Mariana, de los otros casos que nos contaste. ¿Qué fue lo que pasó con Stella y su teatro en Panamá?
Mariana: Stella me contó que ella siguió haciendo obras por Internet y presentando los títeres, pero que la verdad no era suficiente para pagar los empleados y la renta, porque decía que los ingresos que recibía de manera virtual no era suficiente porque detrás de un teatro hay muchas personas.
Stella: Backstage, taquilla, limpieza, luminotécnico, diseño de sonido, actores, vestuarista, maquillista, escenógrafos o sea para que todo el mundo pueda tener algo de ingresos. Eso es para lo que realmente alcanza, para que todos podamos asegurar que puedan llevar alimentos a sus hogares y sostenerse hasta que esto pase. Pero no alcanza para pagar una renta de un local, las rentas de los locales son cifras importantes.
Mariana: Ella decidió cerrar Bambatíteres por completo y fue realmente por la naturaleza del negocio. Por ejemplo, ella me contaba que Panamá apenas en septiembre estaba abriendo algunas cosas. Tuvieron de verdad una cuarentena muy estricta, y la verdad es que Stella no estaba segura cuándo los teatros iban a abrir. Entonces, ella decía si yo no sé cuándo los teatros van a abrir, mucho menos cuando los teatros para niños van a abrir, porque ella se imaginaba que los niños volverían primero a la escuela y después volverían a retomar otras actividades. Y además el de ella era un teatro bastante pequeño.
Stella: Entonces si a mí me dicen el día mañana que los teatros van a abrir y que van a abrir al 30% afore, mi 30% en Bambalinas es diez niños. O sea es… ¿Me explico? Entonces, ¿yo cómo sostengo un local con un afore al 30% o al 50%? No, no, no tengo manera de sostener una actividad económica a un afore. Entonces los números no me iban a dar y a mí me parece que tampoco era justo con el arrendador decirle espérame infinitamente.
Eliezer: Ahora me da un poco de miedo preguntarte qué pasó con Michelle y con el espacio de coworking.
Mariana: Dentro de estos tres casos es la historia como más feliz de todas.
Michelle: Nos planteamos… nos hicimos la pregunta, ¿no? dijimos bueno, o cerramos esto para siempre, dijimos ya se acabó; o no sé, duplicamos los esfuerzos y sacamos de esto adelante. Y decidimos, pues, reinvertir, y reinvertir en adecuar todos nuestros espacios. Y creo que no fue una decisión fácil, pero lo que nos hizo convencernos fue cuando empezamos a recibir llamadas, llamadas de muchos emprendedores, empresarios y sobre todo de muchas emprendedoras que nos decían: mira, si ustedes no abren, no tengo a dónde ir; yo no voy a irme a una cafetería porque es muy peligroso en temas de contagio, y no puedo quedarme en casa, no puedo avanzar mi carrera en casa es demasiado difícil.
Silvia: ¿Entonces, cómo cambiaron ese espacio para adaptarse a esta nueva realidad en la reapertura?
Mariana: El uso de tapabocas se hizo obligatorio dentro del espacio de coworking y ella me describía Impaqto como un lugar muy alegre y le perturbaba un poco el hecho de que no se le podían ver las sonrisas a los trabajadores. Entonces mandaron hacer unos tapabocas para todos que tenían una sonrisa graciosa como para ¿sí? subir el ánimo y alegría dentro del espacio. Que no fuese tan tan extraño estar trabajando con gente que tiene la cara la mitad de la cara tapada.
Michelle: Diseñamos estos módulos lindísimos de separación, en la cual tú puedes estar en una mesa grande compartiendo tal vez con unas seis personas, pero estás separado por un módulo que tiene un vidrio transparente. Entonces tú te sientes que estás seguro, pero no pierdes la visibilidad y el contacto visual que tienes con otra gente, que es lo lindo de sentirse en un espacio abierto, ¿verdad?
Eliezer: A lo largo de este año, las empresas han aceptado que el futuro del trabajo no se parecerá en nada a lo que era antes. Muchos empleados no regresarán a sus oficinas hasta mediados del 2021, y es posible que otros nunca vuelvan trabajar desde su oficina.
Silvia: Ahí es donde negocios de coworking, como el de Michelle, pueden tomar un rol más importante del que solían tener.
Michelle: A mí me inspira mucho pensar en nuestros espacios de coworking como unos centros de reactivación y de reconstrucción, como los que había también después de la Segunda Guerra Mundial, en los cuales, digamos, a nivel de barrio tú tienes un espacio en el cual puedes ir y sentirte apoyado y sentir que todo es posible y que es hora de empezar a reconstruir. Entonces es eso, ¿no? Entonces tal vez el coworking ya no va a ser este sitio todo hipster en el cual los chicos ahí artísticos y emprendedores tecnológicos se reúnen, sino más bien un sitio donde la gente que quiere trabajar duro y reconstruir se encuentra. Y ese es el futuro. Y va a ser un honor poder servir a esa gente.
Silvia: Con esto de la reapertura hemos visto en Europa, en Estados Unidos, que se está desencadenando una segunda ola de contagios ¿Cómo afectaría una segunda ola a las economías de nuestra región?
Mariana: Cuando uno responde ante una adversidad la primera vez es complicado, pero no es imposible. Generalmente hay recursos, aunque sea pocos, para hacer frente a algo, o un shock, una primera vez, pero si llegara a una segunda ola, si llega un segundo shock, el cuento es muy diferente porque esa inmediatez con que pasa no permite que te hayas podido recuperar.
Eliezer: Si pensamos en el caso específico de una familia, una segunda ola podría ser letal porque después de responder a un primer shock ya no te quedan recursos para responder por segunda vez.
Silvia: Estos economistas ¿qué te dijeron sobre cuáles serán las consecuencias de esta crisis económica?
Mariana: Ellos dicen que a corto plazo va a haber un aumento de la pobreza, pero que nuestros países han sabido desde hace mucho tiempo combatir la pobreza y ya han desarrollado varias técnicas, entonces que van a utilizar estas políticas y metodologías para combatirlo. Entonces si bien habrá pobreza, también habrá un montón de políticas para atacarla, y por ese lado es algo bueno. Pero según Hugo, por ejemplo, los que van a terminar sufriendo los impactos mayores van a ser las personas que están en el medio. Es decir, esos hogares de medianos ingresos a los que realmente casi nunca llegan esos programas de recuperación. La clase media, según él, serán los grandes perdedores de esta situación. Y también me decía, que habrán impactos más allá de lo económico.
Hugo: El trabajo doméstico va a aumentar. Y si hay un lugar que todavía es tremendamente inequitativo en nuestras sociedades, es justamente en nuestros hogares. El trabajo doméstico es repartido de una manera absolutamente desigual entre hombres y mujeres en nuestros países. Más o menos cuatro de cada cinco horas de trabajo doméstico en nuestros hogares son hechos por manos femeninas, solamente un quinto o poquitito más es hecho por manos masculinas. Y si a eso le sumas ahora que esas tareas han aumentado, la sobrecarga de trabajo no remunerado en las mujeres va a ser más alta. Entonces todo ese camino que veníamos recorriendo en los últimos veinte años hacia una equidad de género se va a deshacer en una medida importante, en gran medida.
Mariana: Hugo también me comentó sobre un segundo impacto social que tiene ver con la educación. El retroceso de muchos jóvenes en el desarrollo de sus habilidades será enorme y es por esto probablemente que muchos de ellos van a terminar abandonando la escuela y quedándose, pues, con muy poca escolaridad. Lo que a su vez los va a dejar con muy pocas herramientas para que el día de mañana puedan enfrentar el mercado laboral.
Eliezer: A medida que se ha propagado la pandemia, millones de personas han perdido sus empleos. El riesgo, como ya lo hemos reportado en episodios anteriores, es un aumento de la informalidad en la región para poder sobrevivir.
Silvia: Y el problema del aumento de la informalidad es que hace casi imposible poner en práctica cuarentenas estrictas porque la gente vive de salir a la calle a buscar ingresos.
Mariana: Y hay algo que Diego Sánchez, el economista de Oxford, me comentó que me pareció muy interesante y es que no podemos olvidar que la situación económica y la situación de salud están totalmente conectadas. No es que está una separada de la otra, sino que se trata de un círculo contínuo que se vincula el uno al otro.
Silvia: No sabemos cuánto va a durar esta crisis ¿Pero hay alguna idea de cómo va a ser la región una vez que se acabe la crisis?
Mariana: Mira, bueno, los dos fueron como muy, creo que pesimistas en este sentido, porque me dijeron que la región va a ser una región mucho más desigual de lo que era antes, y Latinoamérica ya era desigual.
Hugo: Ahora nuestros países van a convertirse en, cada uno de ellos, en naciones extremadamente desiguales. Esas diferencias entre ricos y pobres al interior de cada país van a ser las más marcadas.
Mariana: Diego, por su parte, piensa que habrá dos tipos de desigualdad. La de las empresas que pueden responder mejor por tener más capital y la de los profesionales que pueden seguir trabajando de forma remota; mientras que hay otras personas, trabajadores del sector informal, que les va a costar mucho más. Y según él esas dos desigualdades pueden generar mucho descontento social y mucha incertidumbre política. Y tanto Diego como Hugo coinciden en que esta recuperación no será de la noche a la mañana, de hecho, va a tomar años.
Silvia: En El hilo somos Daniel Alarcón, Álvaro Céspedes, Mariana Zúñiga, Elías González, Desirée Yépez, Paola Alean, Jorge Caraballo, Miranda Mazariegos y Carolina Guerrero. Nuestro tema musical lo compuso Pauchi Sasaki.
El hilo es una producción de Radio Ambulante Estudios. Gracias a nuestros compañeros de Radio Ambulante por todo su apoyo. Y gracias a los oyentes que se han unido a nuestro programa de membresías, Deambulantes. Este fin de año tenemos una meta: necesitamos que se sumen 800 nuevas personas. Así garantizaremos la sostenibilidad de Radio Ambulante y de El hilo en 2021. Únete en elhilo.audio/apoyanos. Desde ya, muchas gracias.
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Yo soy Silvia Viñas.
Eliezer: Y yo soy Eliezer Budasoff, gracias por escuchar.