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En Brasil, las organizaciones religiosas están asumiendo un rol que no cumple el Estado en la prevención y tratamiento del consumo de drogas, y sus propuestas de rehabilitación ganan espacio con el aval del gobierno. Nuestra reportera Desirée Yépez viajó a Sao Paulo, que alberga el mayor espacio de consumo de crack en el país, para conocer cómo funcionan estos programas. Allí habló con la periodista y académica Ana Trigo, que investiga la interacción de los grupos religiosos con los consumidores. También con Lucio Costa, del Desinstitute (organización que trabaja por los derechos de salud mental), que explica por qué prima la perspectiva moral de tratamiento; y le preguntó a Eliana Borges, coordinadora estadual de Políticas sobre Drogas en Sao Paulo, cuál es el rol de la religión en los programas que impulsa la prefectura. Finalmente, un grupo de mujeres en rehabilitación le contaron cómo se vive esta experiencia de curación desde lo ‘divino’.
Créditos:
-
Reportería y producción
Desirée Yépez -
Edición
Silvia Viñas, Eliezer Budasoff -
Verificación de datos
Bruno Scelza -
Producción en redes sociales
Analía Llorente, Samantha Proaño -
Diseño de sonido y mezcla
Elías González -
Música
Elías González -
Tema musical
Pauchi Sasaki -
Fotografía
Getty Images / Yasuyoshi Chiba
Etiquetas:
Transcripciones:
Transcripción:
Audio de archivo, redes sociales: Soy fan de Nayib Bukele, pero hasta la médula.
Audio de archivo, redes sociales: Qué huevos del presidente ahorita, el de El Salvador. Nayib Bukele.
Audio de archivo, redes sociales: Sí ¿Sabes quién sí está divino? El presidente de El Salvador.
Audio de archivo, redes sociales: O sea, puede decir que es un dictador cool.
Exacto.
Pero es un dictador bueno.
Silvia: En Radio Ambulante Estudios sabemos que hay historias que no pueden contarse en un solo episodio, que van más allá del país donde suceden. Historias que marcan una época, que atraviesan toda una región.
Eliezer: Como la de un joven privilegiado que convenció a la mayoría de su país de entregarle un poder sin límites: Nayib Bukele.
Natalia del Cid: Él ya tenía madera de político desde muy chico. Y siempre tuvo ambiciones muy grandes.
Audio de archivo, reportera: Un publicista de 37 años que no usa corbatas se convirtió en el presidente más joven de la historia reciente de El Salvador.
Gabriel Labrador: Cuando Nayib comienza a entender cómo funciona el marketing político…
Audio de archivo, Nayib Bukele, presidente de El Salvador: Nuestro país es como un niño enfermo…
Gabriel: …descubren que tienen una fórmula ganadora.
Audio de archivo, Nayib Bukele, presidente de El Salvador: Nos toca ahora a todos tomar un poco de medicina amarga.
Silvia: En todo el continente hay funcionarios y candidatos que hablan de copiar a Bukele. Es el modelo más exitoso de una corriente política que está cambiando las reglas de juego de la democracia.
Audio de archivo, Nayib Bukele, presidente de El Salvador: Prometí en la campaña que si había que marchar a la Asamblea Legislativa, íbamos a marchar a la Asamblea Legislativa.
Leonardo Bonilla: El mismo presidente de forma inconstitucional estaba haciendo un llamado a la insurrección.
Audio de archivo, Nayib Bukele, presidente de El Salvador: Y ahí está el Palacio Legislativo donde vamos a entrar en un momento.
Carlos Araujo: Él se convirtió en el héroe que iba a vengar a los ciudadanos de esos malos políticos que no le habían resuelto sus problemas.
Eliezer: En seis episodios, vamos a reconstruir una historia emblemática de nuestra era: la de un presidente que consiguió desmantelar el Estado de Derecho sin perder su popularidad.
Y que está dispuesto a todo para mantener su poder.
Amparo Marroquín: Bukele lo que le está probando a todo mundo es que solo debe haber derechos para las personas buenas. ¿Y quién decide quién es el bueno? Él.
Silvia: Bukele: El señor de Los sueños, una nueva serie de los equipos de Radio Ambulante y El hilo. La historia de un experimento que está evolucionando frente a nuestros ojos, y que plantea una pregunta relevante para toda América Latina: ¿Cómo se llega al punto en el que las promesas de la democracia ya no importan nada?
Eliezer: Disponible desde el próximo 17 de enero en tu aplicación de podcast favorita.
Silvia: Síguenos en X e Instagram en centralseriesra y suscríbete a nuestro boletín en centralpodcast.audio. Nuevos episodios cada miércoles, desde el 17 de enero.
Culto Cristolandia: Senhor, nosso Deus, e nosso Pai. Nós te louvamos, Jesus, porque o Senhor nos resgatou do pecado, Senhor.
Silvia Viñas: Lo que escuchamos es una ceremonia evangélica.
Culto Cristolandia: engrandecendo o teu santo nome, porque tu é Santo, Santo, Santo, Santo, Santo, Santo, Santo é o Senhor.
Silvia: Pero no es un culto cualquiera.
Culto Cristolandia: Preparados para cantar o hino oficial da Cristolândia? Vamos adorar ao Senhor. Que nos lava dos pecados. Que nos traz nesta oração. Nada além do sangue, nada além do sangue de Jesus.
Eliezer Budasoff: Es una reunión en el centro de Sao Paulo, a inicios de noviembre del año pasado. Decenas de voluntarios y misioneros de la iglesia Bautista llegaron desde diferentes estados de Brasil.
Culto Cristolandia: Uma equipe. Deus, ele separou cada um de vocês. Cristo separou a cada um de vocês. Vocês são soldados de Jesus. Tropa eleita pelo Senhor. Amém.
Silvia: Todos ahí están reunidos con un objetivo específico que va más allá de la oración.
Emmanuelle Costa: Como existe a cidade do crack, o nosso objetivo é transformá-la em cidade de Cristo.
Eliezer: Ella es Emanuele Costa, una de las voluntarias religiosas. Dice que quieren transformar Cracolandia, el mayor mercado de drogas a cielo abierto de Brasil, en la ciudad de Cristo. Y para eso, como ellos claman, han construido un ejército dispuesto a salvar las almas de las miles de personas hacinadas alrededor del crack en la ciudad más grande de Sudamérica.
Emmanuelle Costa: Cristolândia, que é um ministério voltado a resgatar pessoas da rua da Cracolândia.
Eliezer: Un ministerio destinado a rescatar a las personas de las calles de Cracolandia.
Bienvenidos a El hilo, un podcast de Radio Ambulante Estudios. Soy Eliezer Budasoff.
Silvia: Y yo soy Silvia Viñas.
En Brasil, donde se registra el mayor consumo de cocaína en América Latina, el tratamiento de las personas con dependencia química es un tema vigente y complejo. Una situación que se complicó después de la pandemia y para la que no existe una única solución.
Eliezer: Además, Brasil es un país mayoritariamente religioso. Casi toda la población profesa alguna fe. Aunque la mayoría de creyentes se declara católica; el poder de la iglesia evangélica ha crecido rápidamente, convirtiéndose en uno de los actores políticos más relevantes. Ese poder también se traduce en la expansión de alternativas no científicas para la rehabilitación de personas dependientes del alcohol y otras drogas.
Silvia: Casi el 2% de jóvenes brasileños de entre 23 y 29 años fuma crack y es ahí donde las iglesias y ministerios como Cristolandia ganan terreno. Ahí también están asumiendo el rol del Estado central que no ha podido delinear una política pública de prevención y tratamiento alejada de la fallida guerra contra las drogas.
Eliezer: Hoy, vamos hasta Sao Paulo, donde las cifras de consumo de drogas y personas en situación de calle se imponen a la represión del Estado, al mismo tiempo que se consolidan propuestas que ofrecen rehabilitar en nombre de Dios.
Es 12 de enero de 2024.
Silvia: Nuestra reportera Desirée Yépez viajó hasta Brasil y pudo ver de cerca cómo funcionan estos grupos. Acá nos sigue contando.
Desirée Yépez: Sao Paulo es una de las ciudades más ricas de América Latina. Es el núcleo financiero de Brasil, una metrópoli donde operan las sedes de grandes corporaciones. Basta caminar por la icónica avenida Paulista para maravillarse con sus mega edificios, sus museos, teatros y restaurantes. Si una se quiere desconectar del mundanal, está el parque Ibirapuera, un pulmón verde de más de 150 hectáreas. Pero también tiene una cara no tan glamorosa, que refleja desigualdad. De hecho, hay un lugar al que cualquier local recomienda no ir.
Desirée: ¿Qué es eso de Cracolandia que me estaba contando?
Taxista: Dos usuários de drogas fica ali na Região central de São Paulo.
Desirée: Si no eres de ahí, es normal que los taxistas, como el que acaban de escuchar, te adviertan evitar Cracolandia, también conocida como la ciudad del crack, en el centro de la urbe. El conductor me dijo que es un lugar muy peligroso, sucio, básicamente lleno de adictos a las sustancias. Es una zona en movimiento donde, en una hora pico, más de 1700 personas pueden coincidir para drogarse y beber alcohol. Muchas viven ahí en situación de calle. Imaginen un campamento de zombies ahogado en el olor dulzón que desprende el humo de la droga. Hay quienes van descalzos, otros están como noqueados en la vereda, y otros miran rápido a su alrededor por si encuentran algo de valor cerca mientras esquivan a la policía que rodea estas cuadras. Pero no siempre fue así.
Desirée: Ana, ¿cuántos años has investigado tú aquí en Cracolandia?
Ana Trigo: Eu comecei em 2013. Tem dez anos.
Desirée: Ana Trigo es periodista y académica, tiene un doctorado en Ciencias de la Religión. Desde hace diez años investiga la interacción de grupos religiosos con la población de Cracolandia, donde nos encontramos en noviembre, a finales de 2023.
Ana: Então, aqui já foi a região mais nobre da cidade. Concentrou a elite paulista no começo dos anos 1900. Os filhos dos barões do café, que moravam nos interiores de São Paulo, quando voltaram da Europa de estudo, acabaram…
Desirée: Ana me explicó que lo que ahora se conoce como Cracolandia a inicios del siglo XX fue la cuna de la élite paulista. Las calles en las que hoy se vende la cocaína en piedra o crack, las pipas de metal y la cachaza -el trago de caña- abrigaban la efervescencia cultural de la ciudad. Pero eso cambió a finales de los años 20 e inicios de los 30. Después de la caída de la bolsa de Nueva York, los barones del café que llenaron la zona de palacios y mansiones empezaron a abandonarla y, de a poco, se transformó en una región más bien conflictiva.
Ana: Então, essa região ela foi tomada por pessoas que já estavam muito empobrecidas. Então, durante muito tempo até essa região foi chamada de boca do lixo. Então era um lugar que tinha muita prostituição, muito problema de consumo de álcool. Já era uma região que estava degradada.
Desirée: Con el final de la opulencia, muchos de esos caserones fueron demolidos y se construyeron locales comerciales y conjuntos de casas. Otros palacetes abandonados se transformaron en pensiones precarias. Ya para los años 50 se le empezó a llamar boca do lixo, que en español significa depósito de basura por ser un barrio que reunía lo que la sociedad rechazaba: pobreza, prostitución, delincuencia. Después, a fines de los 80, se convirtió en el lugar perfecto para la llegada del crack. Un estimulante blanco, barato, muy adictivo que al fumarse produce euforia.
Ana: Então, todo esse empobrecimento foi o lugar próprio para a chegada do crack se instalar aqui porque já pegou uma população que já estava muito vulnerabilizada.
Hombre en la calle: Com licença. Essa entrevista, esse diálogo aqui vai ser interrompido pelo morador de rua, não é, Jefferson? Para fazer mais ou menos assim: nada é igual ao seu redor. Nem tudo se faz no seu olhar. Todo o universo se formou no seu falar…
Desirée: El hombre que escuchan cantar se llama Jefferson y es uno de los habitantes de Cracolandia en situación de calle. Atraído por la grabadora, interrumpió mi conversación con Ana, para interpretar una canción cristiana mientras recorríamos el barrio. Porque, Ana me cuenta, que hay un grupo de personas que no les tiene miedo ni los rechaza.
Ana: Posso dizer com certeza para você é que o que eles oferecem é uma abordagem humanizada. Você viu aqui, toda hora chega um usuário e vem abraçar, vem conversar com eles.
Desirée: Este grupo tampoco violenta a personas como Jefferson. Más bien buscan estar cerca, les ofrecen comida, techo, acceso a salud… a cambio de su fe.
Ana: Centenas de pessoas que estão aqui no entorno, que são religiosas, que estão acolhendo essas pessoas, eles abordam com humanidade. É claro que a metodologia é essa que você viu. Tem um pouco de assistência social e muito de proselitismo.
Desirée: Ana está describiendo el trabajo de Cristolandia, un ministerio de la iglesia bautista, que evangeliza permanentemente en esa zona de la ciudad. Dice que abordan a los habitantes de Cracolandia con humanidad pero, advierte que esa misión tiene poco de asistencia social y es más bien proselitista. Ellos profesan que una persona cura su adicción cuando aceptan a Jesús. En noviembre, cuando viajé a Brasil, estaban desarrollando una “mega operación” que duró tres días para, cito, “anunciar que existe un Jesús que puede transformar vidas por completo”. Eso significa sacar a quienes se drogan de la calle y atenderlos mediante su doctrina. A diferencia de lo que sucede con el Estado, que los rodea con agentes policiales porque el consumo de droga es ilegal, los religiosos se acercan con alimentos, les cortan el cabello, los abrazan y tratan de convencerlos de irse con ellos.
Entonces, le pedí a Emanuele, la coordinadora de Cristolandia en Sao Paulo que escuchamos al comienzo del episodio, que me explique su propuesta.
Desirée: Emmanuelle ¿Cómo surgió la idea de Cristolandia?
Emmanuelle Costa: A Cristolândia surgiu há 14 anos atrás, quase 15 anos, através de um dos nossos pastores, um dos nossos líderes, que se perdeu caminhando e entrou dentro da cracolândia.
Desirée: Emmanuelle me cuenta que el programa surgió hace casi 15 años luego de que uno de los pastores de la iglesia se perdió mientras caminaba y entró a Cracolandia. Conocer esa realidad despertó su interés en abrir las puertas del culto para las personas en situación de calle, afectadas además por la adicción a las drogas. Para ellos no hay duda: es posible transformar la ciudad del crack en la ciudad de Cristo-; y por eso su nombre.
Emmanuelle: Nós não temos vínculo nenhum com verbas públicas ou de grandes empresas. Nós nos mantemos com ofertas de pessoas.
Desirée: Emanuele dice que no reciben fondos públicos ni de grandes empresas. Se mantienen con donaciones y así, según consta en su sitio web, anualmente atienden a cien mil personas en nueve estados donde distribuyen un millón de platos de comida. No pagan a las personas que trabajan con ellos, pues es voluntariado, ni se apegan a ningún marco legal relacionado a salud.
Emmanuelle: Não somos uma clínica, tá? Então nós não nos enquadramos nas questões da lei, por exemplo, como uma clínica de desintoxicação que precisa dessa autorização…
Desirée: No se asumen como una clínica de desintoxicación. Las únicas normas que rigen para la operación de Cristolandia son las de la iglesia. Por lo tanto, su proyecto es curar la dependencia química, transformar las vidas de las y los adictos y reintegrarlos en la sociedad como parte de la comunidad evangélica.
Emmanuelle: A nossa proposta ela é realmente totalmente voltada no exercício da fé, tá? Então a rotina é irmos às ruas, entramos dentro da Cracolândia, convidamos aqueles que querem vir para casa conforme as vagas.
Desirée: Su propuesta está totalmente volcada al ejercicio de la fe. Entonces, para entrar a Cracolandia se uniforman con camisetas amarillas que tienen impreso en letra verde: “¡Jesús Transforma!”, así persuaden a quienes quieran internarse en sus unidades, según los espacios disponibles. Por ejemplo, cuando estuve ahí, la misión de tres días buscaba llenar 70 cupos, salvar 70 personas.
Emanuele: Quando eles, as pessoas estão aqui conosco, nós fazemos um acompanhamento espiritual. O que seria esse espiritual? Estudar a Bíblia.
Desirée: En las casas de Cristolandia dedican horas a estudiar la biblia. Cuando las personas sufren una crisis de abstinencia, oran y piden fuerza a Dios.
Emanuele: Não se faz uso de medicação, até porque não temos licença para utilizarmos medicação porque somos igreja.
Desirée: Emanuele explica que no usan ninguna medicina porque no tienen permisos para eso. Su objetivo es lograr la resocialización a través de cuestiones morales. Instruyen, por ejemplo, con base en los mandamientos. Ya que muchos adictos roban para comprar las sustancias, en la misión hacen énfasis en que robar es pecado.
Emmanuelle: Então, aqui dentro nós não usamos, por exemplo, a palavra é nosso paciente, é nosso interno. Essas pessoas não estão internadas, não são pacientes, eles são acolhidos.
Desirée: No se refieren a las personas que tratan como pacientes o internas; sino acogidas o alumnas porque las están evangelizando.
El tratamiento busca que la persona encuentre alivio y apoyo en la comunidad eclesiástica y puede llegar a durar hasta dos años. Se divide en tres fases: el abordaje en la calle, la desintoxicación en las casas de Cristolandia, y la resocialización para cuando están listas para recomenzar su vida fuera. Y operan de forma masiva precisamente para llenar el vacío que ha dejado el Gobierno. Es decir, Cristolandia no es la única organización de este tipo que llega a las calles con una responsabilidad que -por ley- le compete al sistema público de salud.
Este punto es clave. Aunque el proyecto Cristolandia no recibe fondos públicos, existen otras instituciones que ofrecen rehabilitación con base en métodos similares: voluntad, fuerza espiritual e incluso castigo que cuentan con el apoyo del Estado brasileño. Se llaman comunidades terapéuticas y han captado la atención dentro y fuera de Brasil, porque muchas operan con recursos y aval del gobierno. A pesar de las críticas que cuestionan la efectividad de esas metodologías, están en el país desde hace unos cincuenta años.
Lucio Costa: Pero es en 2011, 2012, que se gana una retaguardia muy importante del gobierno federal. Que se inicia un proceso de financiamiento macizo para estas instituciones.
Desirée: Él es Lucio Costa, director ejecutivo del Desinstitute. Es una organización de la sociedad civil que trabaja para garantizar derechos y cuidado de la salud mental en libertad. En Desinstitute consideran el encierro la última opción en un proceso terapéutico.
Lucio: Brasil es un país cristiano. Entonces este discurso de la caridad, de cuidado, este discurso moral que la religión pregona, gana mucho espacio en todos los gobiernos sea de tendencia a la izquierda, sea de tendencia de la derecha. Entonces de 2011 hasta hoy, todos los gobiernos financiaron estas instituciones y no hay distinción entre derecha e izquierda en este punto específico de la política de salud mental en Brasil.
Desirée: En 2011, la entonces presidenta Dilma Roussef presentó el programa “Es posible vencer el crack”.
Audio de Archivo, Dilma Rousseff: Como já tive oportunidade de dizer, precisamos enfrentar as drogas, em especial o crack, com muita autoridade contra os traficantes e muito apoio para quem é vítima do vício.
Desirée: Como parte de ese proyecto habló sobre la importancia de enfrentar las drogas y dijo que eso implicaba mucho apoyo para, cito, “las víctimas del vicio”. Y entonces anunció que…
Audio de Archivo, Dilma Rousseff: vamos lançar, dentro de alguns dias, uma grande rede de cuidados em saúde mental, crack, álcool e outras drogas.
Desirée: El gobierno propuso una red de cuidados en salud mental, crack, alcohol y otras drogas que integra a las comunidades terapéuticas dentro del sistema público. En otras palabras, se institucionalizó la operación de esas organizaciones. Empezaron a contar no solo con permiso, sino con financiamiento estatal, sin que el Gobierno antes hiciera un estudio sobre qué tan efectiva es su propuesta. Seis años después, en 2017, Lucio participó de una inspección nacional sobre la operación de las comunidades terapéuticas. Los hallazgos se publicaron en un informe, el único disponible hasta la fecha.
Lucio: Fueron 28 comunidades terapéuticas inspeccionadas en 12 provincias, en 12 estados de Brasil.
Desirée: El informe lo hicieron entre tres instituciones: el Mecanismo Nacional de Prevención y Combate a la Tortura, el Consejo Federal de Psicología y el Ministerio Público Federal. Y encontraron denuncias en contra de las comunidades terapéuticas que se refieren a aislamiento, trabajo forzado y la ausencia de procesos basados en la ciencia. Todo esto va en contra de lo que manda la propia ley brasileña sobre el tratamiento de personas en salud mental, donde se incluye a quienes tienen adicciones. En el papel, la ley garantiza ser tratado con humanidad y respeto con el único interés de beneficiar la salud. Además del derecho a la presencia médica en cualquier momento.
Lucio: La verdad es que el gobierno federal, así como gobiernos municipales, estadual, poco o nada conocen de estas instituciones y mismo así las financian.
Desirée: Lo que dice Lucio se fortaleció y amplió bajo el gobierno de Jair Bolsonaro. En 2020, 27 mil personas fueron acogidas en esas comunidades y el Gobierno destinó poco más de 25 millones de dólares.
Lucio Costa: Gobierno Bolsonaro representó un regreso para Brasil en todas las políticas públicas, por lo tanto no hay un nivel de comparación. Hay sí una problemática en un punto muy específico que es el tratamiento para personas que hacen uso de drogas. Este punto sí se iguala eh no se distingue en ningún gobierno que antepasado.
Desirée: De hecho, en agosto de 2023, el gobierno de Lula Da Silva aprobó la Orden Ministerial con la que se planifica aumentar -no se menciona en cuánto- el número de plazas en los centros de apoyo y acogida para personas con consumo problemático de alcohol y estupefacientes. Eso incluye las comunidades terapéuticas contratadas por el Gobierno Federal hasta 2026. En el mismo documento se plantea evaluar la política de tratamiento en esos espacios. Para esto, el gobierno de Lula destinó más de 53 millones de dólares.
Eliezer: En la última década, sin importar la línea ideológica del gobierno brasileño, ya sea de izquierda o extrema derecha, todos se han apoyado en las organizaciones religiosas para los programas de prevención y tratamiento del consumo de drogas. Después de la pausa, vamos a entrar a una de estas casas de rehabilitación y a escuchar los testimonios de cómo funcionan. Ya volvemos.
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Silvia: Antes de la pausa, Desirée nos contaba cómo la política pública de prevención y tratamiento de consumo de drogas en Brasil ha dado un rol protagónico a las iglesias del país. A menudo, se apunta a la escasez de servicios públicos como la principal justificación para que existan y se multipliquen las llamadas comunidades terapéuticas.
Eliezer: En Brasil, según los registros disponibles, oficialmente hay casi 2.000 de estas organizaciones a escala nacional con espacio para tratar a más de 83.000 personas. La mayoría, el 82%, está vinculada a iglesias y centros religiosos, principalmente cristianos. Desirée nos sigue contando.
Desirée: Hay comunidades terapéuticas instaladas en todo Brasil, pero se concentran principalmente en el sur y el sudeste. En números, Sao Paulo es el estado con la mayor cantidad de estas organizaciones, con 420 oficialmente registradas. Luego está Minas Gerais con 275. En estados como Río de Janeiro hay sólo 75 unidades.
Muchas funcionan de forma articulada, incluso existe la Federación Brasileña de Comunidades Terapéuticas. Estos grupos llegan donde el Gobierno no, pero cuentan con apoyo político, por eso le pregunté a Eliana Borges, coordinadora estatal de políticas sobre drogas, cómo funciona.
Desirée: ¿Cuál es el rol de las comunidades terapéuticas dentro de esta política pública?
Eliana Borges: Acho que é importante a gente entender que a gente não financia comunidade terapêutica, a gente financia um serviço de acolhimento terapêutico que tem todos os pressupostos e pode ser executado por associações, por institutos e pode ser executado por comunidade terapêutica, desde que cumpra todos os protocolos.
Desirée: Eliana dice que en Sao Paulo no financian comunidades terapéuticas como tal, sino un servicio de acogida terapéutico. Esto lo pueden hacer asociaciones, institutos y las mismas comunidades terapéuticas, siempre y cuando se cumpla con todos los parámetros como profesionales médicos y psicológicos. Además, mensualmente fiscalizan que en las instituciones que auspician no se violen derechos humanos.
Desirée: ¿Cuál es el rol de la religión en las instituciones que ustedes sí financian?
Eliana: Pelas nossas, nenhum.
Desirée: Eliana dice que la religión no tiene ningún rol en los centros que el estado de Sao Paulo financia. Cuando le insistí, me respondió que en Brasil cualquier institución de ese estilo nace de un sentido de caridad. Por eso, muchas están atravesadas por la cuestión religiosa aunque, para la secretaría que ella lidera, lo que cuenta es el método, la parte técnica del proceso.
Eliana: Só que religião não é metodologia. A metodologia para nós é a parte técnica. Agora, o indivíduo acolhido quer buscar uma expressão de fé que não é religião, nós garantimos a ele esse acesso. Garantimos o acesso.
Desirée: Sin embargo, dice Eliana, si la persona acogida busca una expresión religiosa, se trata de garantizar ese acceso. Revisé los contratos de las organizaciones que participan del programa Recomienzo, impulsado por el gobierno de Sao Paulo. Encontré que de 44, al menos 20 son comunidades terapéuticas guiadas por el principio religioso y reciben, en promedio, 1650 reales por paciente. Eso es casi 340 dólares. Por eso le cuestioné a Eliana por qué, si la política pública que ella defiende tiene protocolos sólidos y coherentes en relación a la ley, la penetración de la iglesia es tan determinante.
Eliana: Porque tem um lobby grande também, né? Nós estamos falando que é cofinanciado.Esses eu tenho controle. Mas nós temos um, inúmeras instituições que elas não são submetidas a minha legislação.
Desirée: Y Eliana respondió que es porque esas organizaciones tienen un lobby grande. Ella puede controlar aquellas que son cofinanciadas, dice, pero reconoce que hay un sinnúmero de centros que no pueden ser controlados con la legislación local. Según la versión oficial, organizaciones como Cristolandia y muchas otras hacen el trabajo de prevención y tratamiento ante la mirada del Estado que las ha ido fortaleciendo en los últimos años. No operan de forma velada.
Al chequear la información disponible, me llamó la atención que, de todas las comunidades terapeúticas en Brasil, el 80% está pensado para usuarios de sexo masculino. Apenas el 4% es para mujeres. Y esto se repite en Sao Paulo, donde de las 1532 vacantes que financia la prefectura, solo 200 están dedicadas a usuarias de sexo femenino.
Voluntaria 1: Mulher é mais difícil, o homem é mais prático.
Voluntario 2: De cada dez que a gente acolhe, uma é mulher, a maioria é homem.
Voluntaria 1: E também porque uma mulher não confia em outra mulher. As mulheres são mais, ela tem muito mais altos e baixos. Os homens são mais práticos.
Desirée: Las voces que escucharon son las de voluntarios de Cristolandia que estaban trabajando en Cracolandia cuando viajé. Cuando les pregunté por qué hay tan poco espacio para las mujeres en esos centros de acogida, los dos dijeron que tratar con mujeres es más difícil, que una de cada diez personas que rescatan es de sexo femenino y que nosotras tenemos muchos altos y bajos, somos inestables. Quería saber qué pensaban y sentían ellas, las mujeres que han decidido rehabilitarse dentro de ese programa, así que fui a verlas.
Desirée: ¿Cuántas están aquí? ¿Cuántas mujeres?
Mujeres: Seis, seis.
Desirée: La unidad femenina de Cristolandia queda a casi dos horas del centro de Sao Paulo, en San Vicente. Es una casa de dos pisos y tres habitaciones con espacio para doce personas. Cuando llegué, había seis mujeres que querían dejar las drogas y accedieron a ese tratamiento.
Desirée: ¿Cuáles son sus nombres?
Mujeres: Mi nombre es Denise y tengo 53 años.
Eu, Michele, tenho 32.
Daislene, 34.
Marinês, 27.
Carol, 39.
Desirée: ¿Y todas son usuarias de Cristolândia?
Mujeres: Sim.
Desirée: En el estado de Sao Paulo existen ocho de esas casas administradas por la iglesia bautista, pero solo una es para mujeres. Y no soy la única a la que esto le pareció raro.
Ana Trigo: Você conversa com as pessoas: Ah, mas mulher é muito difícil de você lidar.
Desirée: Ella es Ana Trigo otra vez. La periodista y académica que escuchamos en el segmento anterior. Ana escribió una tesis sobre cómo el Estado y las propias instituciones religiosas discriminan a las consumidoras de sustancias químicas en Sao Paulo.
Ana: Ai a mulher é arisca, a mulher ela é egoísta, a mulher … sabe é uma série de adjetivos não legais que são aplicados às mulheres. Essa mulher ela acaba não buscando ajuda, ela não se sente acolhida.
Desirée: Durante su investigación, se encontró con una serie de prejuicios alrededor de las mujeres, muy similares a los que escuchamos antes. Que las mujeres son difíciles de lidiar, que son ariscas, egoístas. Esto, dice Ana, al final incide en que ellas decidan o no buscar ayuda.
Ana: Então, quando eu comecei no mestrado aqui, foi em 2013, e me chamava muito a atenção porque eu acompanhava o trabalho da Cristolândia e de outras entidades.
Desirée: En 2013, cuando Ana empezó su investigación en Cracolandia, acompañaba el trabajo de organizaciones religiosas como Cristolandia y le parecía extraño que había muchas mujeres consumidoras en situación de calle. Un informe de la Universidad de Sao Paulo, publicado en 2020, expone que ellas representan casi el 24% de la población en esa zona. Casi el 10% estaba embarazada, o sea más de 400 adictas. Pero esos números no se repiten en las comunidades de acogida.
En el centro de Sao Paulo, Cristolandia tiene una sede que opera a unas seis cuadras de Cracolandia donde se ofrece desayuno, baño, ropa limpia y oración. Cuando Ana estaba ahí veía que la mayoría de personas que llegaba eran hombres.
Ana: Então assim, na Cristolândia, por exemplo, era comum no café da manhã ter 200 pessoas. Aparecem 200 pessoas. Homem, homem, homem, só homem. Quando tinha dia que tinha muita mulher, tinha 20 mulheres, era assim 10%.
Desirée: En un día masivo, de 200 usuarios, apenas 20 eran mujeres. Y esto fue algo que yo también vi. En lo que llaman la escena de uso de Cracolandia hay hombres y mujeres prácticamente por igual. Pero casi todas las personas que accedieron a iniciar el programa de transformación fueron hombres. Los datos lo confirman.
Emmanuelle Costa: Resgatamos 70 pessoas, que era o nosso número de vagas, um pouco mais, acho que 72, não sei ao certo.
Desirée: La coordinadora de Cristolandia, Emanuele Costa, dice que durante la misión de noviembre de 2023 rescataron unas 70 personas y repartieron alrededor de 3.000 porciones de alimento. Solo dos fueron mujeres que se internarían en la unidad femenina, la casa que visité. Cuando llegué, las nuevas todavía no estaban ahí, me recibieron las seis acogidas que estaban internadas desde antes, la mayor tenía 53 años y la menor 27, había una mujer embarazada. Todas esperaban la llegada de las nuevas compañeras. Dos de esas mujeres ya sabían cómo funciona ese ciclo, pues fueron habitantes de la ciudad del crack. Una es Denise, venezolana que está en Brasil desde 2014.
Denise: Yo vivía dentro de la Cracolândia de São Paulo. Yo soy artesana, artesana de calle. Entonces entre la bebida y la droga, fui a vivir en la Cracolândia. Yo estuve tres años entrando y saliendo, yo comencé a ir a Cristolândia para tomar baño, comer y oír el culto. Y yo me sentía muy quebrantada. Lloraba mucho en cada culto. Siempre que iba, lloraba. Más llegó un día en que decidí entrar. Yo no tenía nada de documento, estaba ilegal aquí en el país, y ellos me aceptaron así. Ahí yo entré. Y mira yo simplemente seguí. Seguí. Seguí. Seguí. Completé dos años.
Desirée: Pero tres años después tuvo una recaída…
Denise: Ahí en el camino tenía ya 18, 19, tenía tres años ya sirviendo casi, tres años, y comencé a desviarme, a dejar a Dios de lado. Y me fui dejando de lado todo lo que aprendí aquí. Y, mira, y tuve una recaída y comencé a decaer, a decaer, a decaer y cuando ya estaba así para ir a la calle de nuevo, ya estaba visitando la Cracolândia de nuevo.
Desirée: ¿Para qué visitabas la Cracolândia?
Denise: Para comprar la droga…
Desirée: Y aunque Denise no volvió a vivir en Cracolandia, decidió regresar a Cristolandia para intentar desintoxicarse de nuevo. Los documentos del gobierno de Sao Paulo apuntan brevemente a que existe un alto índice de recaída entre las mujeres consumidoras, pero no profundizan en este factor. Hay que entender que, según la Organización Mundial de la Salud, los trastornos por dependencia son crónicos y recurrentes. Los caracteriza una necesidad intensa de la sustancia. Y las personas afectadas pierden la capacidad de controlar el consumo, a pesar de las consecuencias que esto tiene a nivel familiar, social, económico.
Ana Trigo: Atendimento tem que ser multidisciplinar, tem que ser especializado e tal. Então, essas casas, elas também para acolher essa população, ela deveria ter essa equipe.
Desirée: Ana hace énfasis en que la atención debe ser multidisciplinar y especializada. La propia OMS dice que hay numerosas intervenciones con base en la evidencia científica que son efectivas.. que reducen el uso de sustancias y su impacto en la salud. Además, aportan en la recuperación en el mediano y largo plazo. Incluso el Plan nacional brasileño de políticas sobre drogas habla de promover acciones de prevención y tratamiento basadas en evidencia científica.
Ana: Só que ela não tem. Quem são essas pessoas? São missionários. Não são médicos, não são pessoas preparadas para atender esse público.
Desirée: Pero en Cristolandia quienes acompañan a las usuarias no son médicas, ni profesionales. Son misioneras que creen en el poder de la fuerza de voluntad.
Ana: Você troca o cachimbo do crack pela Bíblia. Então, no fundo, essas casas, elas acabam sendo um alojamento seguro, mas não exatamente um lugar que vai recuperar essa pessoa.
Desirée: Ana reconoce que, en el fondo, estas casas son un alojamiento seguro, pero no un lugar que recupere a la persona. Podría ser más bien una oportunidad de intercambio, en donde se deja la pipa de crack por la biblia. Cuando conversé con las mujeres en Cristolandia, les pregunté sobre su conexión con la religiosidad.
Audio de ambiente, unidad femenina, Desirée: ¿Todas eran creyentes antes de llegar a Cristolândia o conectaron con Dios aquí?
Lidiane: Foi muito difícil durante quatro ou cinco meses para mim entender o que é a Palavra de Deus.
Desirée: Lidiane, una de las usuarias de Cristolandia que ya llevaba ahí ocho meses, admite que al principio le resultaba difícil entender la palabra de Dios.
Lidiane: Quando tinha culto, eu ficava porque a gente tem que ser obediente, Eu ficava por obediência. Mas falar para você que eu queria ficar, eu não queria. Então, assim, o meu relacionamento com Deus hoje, ele é 100%…
Desirée: Lidiane dice que se quedaba en los cultos por obediencia, no por voluntad. Pero ahora su relación con esa divinidad es del 100%. Es que la mayor parte de su día lo dedican a los estudios bíblicos.
Desirée: ¿Cómo es su rutina?
Lidiane: A primeira coisa que a gente faz é a devocional.
Desirée: Lo primero que hacen al despertar es leer la biblia. Hacen una lectura individual para después compartir sus impresiones con el resto del grupo.
Lidiane: E tem o pão diário, que é um livrinho. A gente lê ele e explica o que a gente entendeu. Aí depois tomamos o café todas juntas na mesa.
Desirée: Luego desayunan todas juntas. Durante el día cada una tiene una tarea: unas se encargan de la limpieza, otras de la comida, y así mantienen el lugar en orden. En la tarde, después del almuerzo y una hora de descanso, se reúnen nuevamente a estudiar los versículos. En la noche, más oración.
Lidiane: Às vezes, quando a gente não vai no culto, na igreja, o culto é online, na televisão. A gente tem a noite, depois do jantar, filme que as missionárias coloca. Tomamos o café todas juntas na mesa.
Desirée: También siguen el culto a través de internet o en la televisión. Después de cenar, cierran la jornada con una película bíblica. Y si tuvieran una crisis de abstinencia, se reza más. En el caso del crack, una de las drogas de mayor circulación en Brasil, las mujeres consumen en mayor cantidad. Un informe de 2022 de la Universidad Federal de Sao Paulo revela que mientras los hombres usan 16 piedras al día, las consumidoras fuman 24. También desisten más rápido del tratamiento. Emanuele Costa, de Cristolandia, lo explica.
Emmanuelle Costa: Porque qualquer mudança ali, o sentimento de insegurança, que gera um pouco de ansiedade, elas tendem já a desanimar, desistir ou ter alguma crise de ansiedade.
Desirée: Una de las complicaciones en el proceso que ofrecen es que las mujeres se desaniman fácilmente, porque empiezan a sentir incertidumbre e inseguridad. Pero es más complejo que eso. La información del Gobierno de Sao Paulo menciona que la permanencia en las unidades de mujeres es menor a la de los hombres. Y entre las causas está que muchos de esos servicios siguen la lógica de acogimiento terapéutico masculino; es decir, no hay atención especializada en las consumidoras. Además, usualmente, ellas son cabeza de hogar e internarse significa dejar a sus hijas e hijos a cargo de otras personas. Y esto, a su vez, implica ser juzgadas. Es un círculo que les resulta más duro de romper. Ella es Denise, la mujer de Venezuela que escuchamos hace un momento, que está tratando de dejar el crack.
Denise: Mas cuando viene la mujer, ella es una inmoral porque dejó a sus hijos. Es una inmoral porque no trabaja. Es una inmoral porque se prostituye. No buscan saber el fondo de la situación para juzgar a la mujer.
Desirée: Eliana Borges, la coordinadora de Políticas sobre drogas de Sao Paulo, está clara en que las mujeres tienen necesidades específicas. Con eso justifica que haya menos espacios de atención para ellas, pues representan más esfuerzos.
Eliana Borges: Mulheres, as unidades femininas não podem ter mais do que 25 pessoas. O masculino, o máximo que é autorizado em cada unidade é de 35 pessoas, é o máximo.
Desirée: En las unidades femeninas subsidiadas no puede haber más de 25 personas. En las masculinas, el límite es 35 porque…
Eliana: Porque no da mulher ela tem muito mais demandas do que o do homem.
Desirée: Porque una vez que las mujeres entran a un proceso de rehabilitación ellas tienen más necesidades que ellos.
Eliana Borges: E aí você tem todo um protocolo voltado à mulher. Quais são esses protocolos? Logo que adentra, ela é referenciada à unidade de saúde. Tem que fazer todos os exames de público feminino, ginecológico, etc.
Desirée: El protocolo determina empezar por los exámenes de salud específicos, como los ginecológicos. Hay mujeres que descubren que están embarazadas pasado el sexto mes de gestación, precisamente por los efectos de las drogas…
Eliana: Até hoje eu não tive um caso de homem, por exemplo, que ele vai solicitar um processo de acolhimento junto com os filhos.
Desirée: Eliana dice que en su experiencia nunca ha tenido el caso de un varón que pida ser acogido junto con los hijos, algo que sí sucede con las mujeres.
Eliana: Então, acaba ficando com a mãe. E ao acolher a mãe, ela tem direito de estar com a criança.
Desirée: Por eso, otro de los efectos colaterales es que a veces niñas y niños tienen que estar en esas comunidades mientras dura el proceso de desintoxicación.
El alcance de estos grupos es claro. Por ejemplo, mientras el centro de cuidados en crack y otras drogas impulsado por el gobierno de Sao Paulo atendió a unas 18 mil personas en 2023, Cristolandia llegó a cien mil usuarios distribuidos en nueve estados. Y como reconocen las expertas a las que entrevisté, estas organizaciones pueden presentar resultados positivos pero no garantizan una rehabilitación enfocada en salud integral. Se convierten más bien en bastiones para el poder que estas iglesias han ido ganando en Brasil, donde de los 513 diputados federales brasileños, casi el 40% pertenece al Frente Parlamentar Evangélico y 26 de los 81 senadores también militan por él.
Silvia: Lo que pasa en Brasil se ha extendido hacia el resto del continente. El impacto de los grupos religiosos es regional. Incluso existe una Federación Latinoamericana de Comunidades Terapéuticas que fue creada en Campinas, Brasil, en 1987. En su perfil de Facebook publican que esta red permite el intercambio de experiencias y el desarrollo de acciones en común entre las comunidades. Dice que de esta Fundación nacen asociaciones que impulsan el desarrollo de investigadores y expertos en materia de drogas, que incentivan el conocimiento y el diálogo.
Eliezer: Un informe de 2016 de la organización Open Society Foundations recalca que los gobiernos tienen la responsabilidad de frenar excesos cometidos en nombre del tratamiento de dependencia a las drogas. Lo pueden hacer de varias maneras, como deteniendo el reclutamiento forzado; monitoreando los centros y garantizando justicia para las víctimas de abusos. También, asegurándose de que el tratamiento esté basado en evidencia científica.
Silvia: Ese informe mostró que el modelo sobre el que reportó Desirée se reproduce en países como Colombia, Guatemala, México, Puerto Rico y República Dominicana. Donde el uso de drogas es visto como un fracaso moral en vez de una condición médica.
Desirée: Este episodio fue reportado y producido por mí, con producción de campo de Claudia Jardim. Lo editaron Silvia y Eliezer. Bruno Scelza hizo la verificación de datos. La música, mezcla y el diseño de sonido son de Elías González.
El resto del equipo de El hilo incluye a Daniela Cruzat, Mariana Zúñiga, Nausícaa Palomeque, Analía Llorente, Samantha Proaño, Paola Alean, Juan David Naranjo Navarro, Elsa Liliana Ulloa y Natalia Ramírez. Daniel Alarcón es nuestro director editorial. Carolina Guerrero es la CEO de Radio Ambulante Estudios. Nuestro tema musical lo compuso Pauchi Sasaki.
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