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Enmienda 4
Los votantes latinos en Estados Unidos son un grupo clave en el resultado de las elecciones de 2024. Eso lo saben los candidatos, pero también la industria millonaria de la desinformación que, con base en mentiras y verdades a medias que se difunden en redes y medios tradicionales, genera miedo y desconfianza en el sistema electoral. En este episodio conversamos con Cristina Tardáguila, consultora del Digital Democracy Institute of the Americas y experta en verificación de datos. Ella nos explica cómo, entre una elección y otra, la desinformación muta sigilosamente para ser eficiente. Luego hablamos con la periodista mexicana Paulina Velasco, que este año hizo un monitoreo de la radio en español en Estados Unidos y descubrió que este medio se infesta de contenidos falsos cuando se trata de convencer a las comunidades latinas.
Créditos:
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Producción
Desirée Yépez -
Edición
Silvia Viñas, Eliezer Budasoff -
Verificación de datos
Bruno Scelza -
Producción en redes sociales
Analía Llorente y Samantha Proaño -
Diseño de sonido y mezcla
Elías González -
Música
Elías González -
Tema musical
Pauchi Sasaki -
Fotografía
Getty Images / Atilgan Ozdil
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Transcripción:
Audio de archivo, presentador: ¿Viste este video de Joe Biden aparentemente desorientado en un evento del G7? ¿O estas supuestas fotografías de Trump junto a afroamericanos? Se acercan las elecciones y con ello aumentan las noticias falsas.
Eliezer Budasoff: A pocos días de las elecciones en Estados Unidos, la desinformación vuelve a estar en el centro de la conversación. O mejor dicho, nunca se fue.
Silvia Viñas: Difundir fotos, mensajes, cifras manipuladas, engañosas, de forma intencional no es nuevo ni reciente. Pero claro, no deja de tener un impacto. Y 2024 no ha sido la excepción.
Audio de archivo, presentadora: Cuidado. Si tú, como yo, consumes noticias todo el tiempo a través de redes, echa un ojo a esto. Whatsapp y YouTube son las redes en las que los latinos en US caen más en fake news y la mayoría de herramientas contra la desinformación solo detectan deepfakes en inglés.
Eliezer: En la contienda electoral, hay 36 millones de latinos que tanto Kamala Harris como Donald Trump necesitan conquistar para llegar a la Casa Blanca. Pero esas comunidades no son sólo atractivas para los candidatos. También son un blanco de los contenidos diseñados para incidir en cómo toman decisiones.
Silvia: Lo vimos en la pandemia, hace un par de semanas en la catástrofe del huracán Helene, y sigue en la agenda política, a poco de que se escoja a la nueva presidenta o presidente de Estados Unidos.
Audio de archivo, presentador: Los enemigos de Estados Unidos no se han quedado con los brazos cruzados y silenciosamente han puesto en marcha campañas en las redes sociales para promover teorías de la conspiración y así tratar de influir en el electorado nacional.
Eliezer: Y en este contexto, donde la paranoia y los discursos apocalípticos ganan lugar… También lo hacen los prejuicios sobre comunidades que de una u otra forma juegan un rol importante en el tablero electoral, como las latinas.
Cristina Tardáguila: La desinformación es un ingrediente que realmente está presente en las elecciones y tiene impacto en la decisión. Sigue siendo, yo diría, una de las principales armas que existen hoy día para engañar al ciudadano y para hacer que él o ella voten sin saber todo lo que tiene que saber.
Silvia: Ella es Cristina Tardáguila. Es periodista brasileña y vive en Estados Unidos desde 2019. Estudia la desinformación desde hace una década. Si hay alguien que sabe sobre el tema, es ella.
Cristina: Yo he participado de varios trabajos de investigación y varias encuestas con latinos en Estados Unidos para intentar entender justo esto, ¿no? ¿Por qué nos acusan a los latinos de ser más abiertos a la desinformación o a creernos más en la desinformación? Y esto, Silvia, no es verdad.
Silvia: Bienvenidos a El hilo, un podcast de Radio Ambulante Studios. Soy Silvia Viñas.
Eliezer: Y yo soy Eliezer Budasoff.
Las mentiras y verdades a medias que difunden candidatos y sus seguidores buscan generar miedo y desconfianza en el sistema electoral, y forman parte de una industria que ya mueve miles de millones de dólares. Estos contenidos falsos se esparcen en redes sociales, grupos de Whatsapp… pero también en medios tradicionales, como la radio.
Hoy, cómo el negocio de la desinformación alcanza a los votantes latinos en estados que serán clave para decidir el resultado de las elecciones de Estados Unidos.
Es 25 de octubre de 2024.
Silvia: Para empezar, es importante que tengamos claro qué es la desinformación. Es una palabra que se escucha mucho, pero quizá no todos saben qué significa. Básicamente son los contenidos que se diseñan y difunden intencionalmente para deslegitimar algo, a alguien, o para generar caos. Existen muchos tipos de desinformación. Hoy vamos a enfocarnos en las mentiras que se viralizan en las elecciones y que implican riesgos específicos, como me lo explicó Cristina Tardáguila.
Cristina: Antes de cualquier especificidad de Estados Unidos, yo diría que el ataque al sistema político electoral de todo el mundo es el principal problema de desinformación que tenemos en el universo de la democracia. Nadie se fía ya 100% de qué pasa con su voto.
Silvia: Desde 2014, Cristina ha investigado el impacto de la desinformación. Fue directora asociada de la Red internacional de verificación de datos; fundó Agencia Lupa, en Brasil; y, ahora desde Estados Unidos, es parte del Digital Democracy Institute of the Americas. Ahí analiza lo que pasa específicamente con las comunidades latinas. Y este 2024 ha sido un año particular.
Cristina: Esto no es exclusivo de Estados Unidos, hemos visto en El Salvador, hemos visto en México, hemos visto, estamos viendo ahora en Brasil, hemos visto en Argentina. O sea, países de la región que tuvieron elecciones importantes este año. Y en absolutamente todos sale la narrativa de que el sistema electoral no es fiable.
Silvia: El problema es que este tipo de mensajes se traducen en desconfianza del sistema. O sea, si mi candidato no gana, hubo fraude. Y es peor cuando esto se promueve desde personajes con poder e influencia. Recordemos lo que pasó en enero de 2021, cuando el expresidente y hoy candidato presidencial, Donald Trump, alegó que los resultados que dieron a Joe Biden como ganador fueron fraudulentos. Esto motivó el asalto al capitolio, muertos, heridos y personas presas. Y esta duda alrededor de los resultados es algo que se podría repetir.
Cristina: Van a surgir muchas dudas sobre eso, ¿no? Y hay que hacer un trabajo muy, muy, muy cuidadoso en los próximos días de explicar cómo se contabilizan los votos y cómo, cuáles son los sistemas de transparencia y quiénes son las personas que observan esto y cómo se observan en este recuento. Estas son las cosas que más me preocupan.
Silvia: Bueno, algo que se escucha mucho, sobre todo en Estados Unidos en este contexto, es el impacto que tiene este tipo de contenido en las comunidades latinas. ¿Por qué? ¿Por qué hablamos de esto? ¿Por qué separamos a la comunidad latina?
Cristina: En el Digital Democracy Institute of the Americas, donde trabajo como consultora de investigación, hicimos varias pruebas y está muy evidente que no hay nada entre los latinos que nos haga más propensos a creernos o a tragarnos las fake news. No existe eso.
Silvia: En Estados Unidos, los latinos son el segundo grupo que más rápido crece desde las últimas elecciones presidenciales. De hecho, en los llamados estados péndulo, que no están alineados con el partido demócrata o republicano, los latinos podrían tener un rol clave. Así se entiende que elección tras elección se generen contenidos pensados específicamente para ellos. Pero, contrario a lo que podríamos imaginarnos, esto no cambia mucho de un proceso electoral a otro.
Cristina: Hay ideas macro que circulan en absolutamente todas las elecciones y no solo las americanas, las latinoamericanas también. Y lo que cambia es la frase que se utiliza para probar esta metanarrativa.
Silvia: Esas metanarrativas de las que habla Cristina son los temas alrededor de los que se crean los contenidos que desinforman. Por ejemplo, en 2020, se posicionó el mensaje de que la migración está relacionada con delincuentes que buscan llegar a los Estados Unidos. Lo cual es falso. Una serie de estudios ha demostrado que no existe evidencia de que los inmigrantes cometan más crímenes que quienes nacieron en Estados Unidos. Incluso, las personas que pertenecen a lo que se dice primera generación, o sea que nacieron en Estados Unidos de padres inmigrantes, tienen menos predisposición a delinquir que los estadounidenses no inmigrantes.
Cristina: Si nosotros pensamos en 2020 pues eran los mexicanos los que eran los ladrones, corruptos, traficantes, ¿no? En esta elección de ahora, pues son los haitianos que comen perros.
Silvia: Seguro lo escucharon…
Audio de archivo, Donald Trump: They’re eating the dogs. The people that came in they’re eating the cats. They’re eating… They’re eating the pets of the people that live there.
Silvia: Es algo que el candidato Trump alegó en su discurso contra la inmigración en el debate presidencial y que se confirmó que es falso. Pero no es lo único. Otro tema que se repite mucho entre las comunidades latinas es la sombra del comunismo.
Audio de archivo: Tiene lazos muy históricos con el Partido Comunista Chino, con las organizaciones de choque comunistas en California y también con la izquierda internacional.
Silvia: Pasó en las elecciones pasadas contra Joe Biden y esta vez igual se señala a Kamala Harris, del partido Demócrata, como militante comunista. Lo cual no es verdad.
Después de la pausa, ¿cómo reaccionan los latinos a esta desinformación? Ya volvemos.
Silvia: Estamos de vuelta en el hilo.
Antes de irnos a la pausa hablábamos de las narrativas o mensajes que se difunden con más frecuencia entre las comunidades latinas en época electoral. Para entender cómo reaccionan los latinos ante las campañas de desinformación, este año, el Digital Democracy Institute of the Americas, donde trabaja Cristina, hizo una encuesta con unas 3.000 personas. De ahí se desprende que los latinos encuentran afirmaciones falsas que llegan desde todas las tendencias políticas, pero la mayoría no cae en la desinformación automáticamente. Poco menos de un tercio de la muestra creyó las mentiras.
Cristina: Nosotros hemos medido, Silvia, cuáles son las cosas que los latinos más creen. Y la verdad es que nos sorprendió un montón. La desinformación que los latinos más creen son muy parecidas con las que los americanos promedios creen, que es que hay un control global, que el COVID ha sido algo creado por una élite, que las empresas de redes sociales están controlando el discurso público…
Silvia: Algo que sí ha cambiado entre una elección y otra son las plataformas de distribución.
Cristina: Cuando yo empecé en el 2014, el problema era el programa… las entrevistas y los debates en televisión o los programas de radio. Y ahí vinieron pues el WhatsApp, vinieron el YouTube, el Facebook y no sé qué y el TikTok y bueno, y ahora estamos en BlueSky, así que ese es el cambio.
Silvia: BlueSky es una plataforma de microblogging similar a X. Y según las encuestas del Instituto donde trabaja Cristina, entre las plataformas digitales, Instagram, Facebook y YouTube son las favoritas de los adultos latinos. Entonces, decidieron indagar un poco más en cómo es el perfil de los consumidores de desinformación.
Cristina: Entramos ahí para entender un poco este perfil, ¿no? ¿Quiénes son esas personas? Y esas personas son básicamente personas que consumen información en espacios ultra polarizados. Son personas que obtienen sus noticias en YouTube, ¿no? en canales de YouTube del influencer tal y no sé cuál. O sea, cuanto más dentro de la burbuja noticiosa estás, más teorías de conspiración y más narrativas falsas tienes posibilidad de creértelo.
Silvia: Paradójicamente, YouTube no tiene ningún programa para contrarrestar esos contenidos manipulados en español. En 2022 fue calificada como una de las principales plataformas de desinformación en el mundo. Ese año, un grupo de más de 80 organizaciones dedicadas a la verificación de datos firmó una carta. La idea es que la plataforma, controlada por Google, haga esfuerzos suficientes para detener la propagación de bulos.
Y es que las consecuencias pueden ser graves. Por ejemplo, un estudio del Center for Social Media and Politics evidenció que los latinos que confían únicamente en perfiles de redes sociales en español son más propensos a creer en desinformación en comparación con quienes usan redes sociales en inglés y en español como fuentes de noticias.
Algo que se repite con frecuencia entre esos espacios es la teoría de “la gran mentira” o “el gran fraude”. Es lo que mencionábamos al comienzo… Esa teoría conspirativa de que Biden no ganó las elecciones. Y ya ha sido más que comprobada su falsedad, como se explica en esta verificación de Factchequeado, una organización independiente que verifica contenidos para hispanos en Estados Unidos:
Audio de archivo, Factchequeado: Primero, Biden ganó en 2020. Trump y sus aliados iniciaron más de 60 causas judiciales reclamando fraude. Pero ninguna corte, ninguna corte le dio la razón a Trump sobre el supuesto fraude.
Silvia: Hay que entender que cuando se habla de la desinformación como una estrategia, es algo planificado, no improvisado. Y sobre esta mentira del fraude electoral de 2020 hay ejemplos de sobra. La noche del 4 de noviembre, antes de que empiecen a publicarse los primeros resultados, en estados críticos como Florida y Arizona empezó a circular información en español. Los mensajes calificaban como “robado” al proceso electoral. Una investigación de The New York Times apuntó a cuentas de redes sociales colombianas como uno de los orígenes de ese discurso.
Cristina: Lo que sí sabemos es que hay un un ir y venir constante entre América Latina y Estados Unidos. No hay un perfil claro de quiénes producen desinformación en español, pero tenemos que recordar que eso es un trabajo. La interferencia y las operaciones de influencia en redes sociales eso es un trabajo hoy día.
Silvia: Hay estimaciones que apuntan al negocio de la desinformación como uno millonario. Según estas proyecciones, en 2021, los sitios web que publicaron noticias falsas constantemente generaron más de 2 mil millones de dólares en ingresos por publicidad en todo el mundo. Solo en Estados Unidos, la cifra alcanzó más de mil millones de dólares.
Cristina: En su momento ganaban dinerito de de Google Ads ¿no? De de sus páginas web y tal. Es un negocio. O sea, nosotros tenemos que dejar de mirar la desinformación como algo que tenga que ver con ideología o que algo que tenga que ver como opinión que no sea esto de aquí es un trabajo, es una industria. Es un mecanismo de interferencia que está pagado y funciona.
Silvia: ¿Y cuál ha sido el rol de las plataformas o redes sociales en ese negocio?
Cristina: Permitir que exista, ¿no? Y claro, esa es… la plataforma es el campo de fútbol donde el partido, no, ocurre. Y ahí parece ser que no tenemos el árbitro, ¿no?
Silvia: Cristina es crítica de lo que han hecho las plataformas, pero reconoce que algunas han dado pasos. Por ejemplo, desde 2016, Meta, la empresa a cargo de Facebook, WhatsApp, Instagram y Threads, ha aceptado el daño que produce la desinformación y han asumido su responsabilidad para frenarla. Con tecnología, procesos de revisión y verificadores de datos independientes dicen identificar y revisar estos contenidos. Su estrategia se define en tres verbos: eliminar, reducir e informar.
En su página de transparencia, Meta explica que sus socios de verificación priorizan las afirmaciones cuya falsedad se puede comprobar, que pueden resultar populares, oportunas y relevantes. Es decir, no se enfocan en contenidos irrelevantes ni los que incluyen imprecisiones leves.
Cristina: Claro que las plataformas de 16 para acá hicieron muchísimo, muchísimos cambios y algunas de ellas están muy dispuestas a hacer cosas y tener impacto. Pero son titanics, ¿no? Se mueven muy lentamente y obedecen a sus propios intereses económicos. O sea, y eso la democracia no aguanta.
Silvia: Digamos que la relación entre las grandes empresas de tecnología y los verificadores de datos siempre ha sido tensa, porque desde el lado de quienes combaten la desinformación se siente que las plataformas no han hecho lo suficiente o podrían hacer más. Pero en los casos de Meta y TikTok, ambas tienen programas que intentan, al menos, frenar el fenómeno. En X no es igual.
Desde que hace dos años lo que era Twitter pasó a manos del magnate Elon Musk se ha mostrado distante de las organizaciones de verificación de datos. Y él se ha convertido en uno de los principales diseminadores de mentiras entre sus más de 200 millones de seguidores.
Audio de archivo, presentadora: X, conocida antes como Twitter, que es la que contiene y propaga el mayor número de mensajes de desinformación, razón por la que la Unión Europea vigilará de cerca las actuaciones de su propietario.
Audio de archivo, periodista: Elon Musk decidió deshacerse del equipo de integridad electoral de X. Eso significa que las noticias falsas pueden difundirse mucho más fácilmente.
Silvia: Ahora, son los propios usuarios de esa red social los que hacen esos chequeos a través de la herramienta “notas de la comunidad”. Pero no es un ejercicio suficiente. Por ejemplo, una investigación del Center For Countering Digital Hate reveló que, entre enero y julio de este año, Musk hizo 50 publicaciones falsas o engañosas sobre las elecciones en Estados Unidos, que tuvieron más de mil millones de visualizaciones. En general, el dueño de X miente sobre los inmigrantes y su derecho al voto, sobre la seguridad del sistema electoral y descalifica a la candidata del partido Demócrata.
Entre el público latino que más cae ante la desinformación, según las investigaciones en las que Cristina ha participado, precisamente se encuentran personas que están más volcadas hacia X, se autoidentifican como primera generación, es decir que nacieron en Estados Unidos de padres inmigrantes, y como republicanos.
Cristina: Si tú quieres votar a A o B, no nos importa nada. Lo que nos importa es que tú estés votando a esta persona con la información de calidad y con un nivel de de datos fiables. No queremos decir cambiar el voto de la gente. Este no es el objetivo de ningún trabajo de lucha contra la desinformación.
Silvia: ¿Hay alguna manera de frenar este fenómeno o tenemos que acostumbrarnos a que cada vez que lleguen elecciones este tema se vuelva a colar?
Cristina: Se va a colar siempre. Pero yo soy muy optimista. Cuando yo empecé a hacer fact-checking, la gente no sabía qué era fact-checking.
Silvia: Recordemos que Cristina empezó en el 2014. Antes de que se popularizaran los medios especializados en verificación de datos, no solo en Estados Unidos, sino en Latinoamérica. Apenas en 2022 surgió Factchequeado en Estados Unidos, la plataforma que mencionamos antes. Su equipo verifica contenidos en español y enfocados en las comunidades latinas. Fue la primera en su tipo.
Cristina: Hoy día yo diría que un ciudadano promedio sabe que existe este problema de desinformación. Sabe que existe fact-checking. O sea, la gente ya no traga todo.
Silvia: Pero todavía hacen falta esfuerzos para enfrentar el impacto de la desinformación. Cristina mencionó la educación como una herramienta a largo plazo. Dice que las chicas y chicos no deberían terminar el colegio sin estar capacitados para discernir, pero también para verificar los contenidos que se encuentran en internet. Además, habló de la importancia de que existan esfuerzos coordinados entre los distintos actores de la sociedad para trabajar de forma articulada y no dejar esta responsabilidad únicamente en manos de periodistas y medios de comunicación.
Cristina: Uno tiene que darse cuenta que un ciudadano digital es un ciudadano que hace fact-checking. Y que colabora con todo el esfuerzo. No podemos solo nosotros periodistas y fact-checkers cargar con esta batalla. Somos muy pocos. Y el monstruo es muy grande.
Silvia: El monstruo de la desinformación del que habla Cristina no se queda solo en las pantallas digitales. De hecho, una de las principales amenazas está en medios tradicionales, como la radio. Lo explicamos después de la pausa.
Eliezer: Estamos de vuelta en El hilo.
Archivo Radio Fiesta: Lo que pasa en Las Vegas lo escuchas en fiesta 98.1 FM Más eventos.
Archivo América Radio: Para estar bien informado, te invitamos a escuchar América Radio 12 60 AM Miami La Voz del Exilio.
Archivo La agenda hispana: Y ahora regresamos con lo mejor del programa para la comunidad hispana Radio La Voz de Nevada. Bienvenidos a su programa La agenda hispana.
Eliezer: En medio de la digitalización y las pantallas que lo captan todo, en Estados Unidos la radio tradicional se mantiene entre las plataformas favoritas. Hoy está consolidada como uno de los medios de comunicación preferidos en ese país. Y entre los adultos hispanos tampoco pasa de moda.
Paulina Velasco: Es que es accesible, no tienes que tener suscripción, no tienes que sentarte a leer algo en tu teléfono, lo puedes poner mientras estás haciendo tu trabajo.
Eliezer: Ella es Paulina Velasco. Es periodista mexicana, vive en California. Y durante el verano de este año se dedicó a investigar sobre cómo las redes de desinformación se expanden hacia las bocinas de radio entre los latinos en Estados Unidos.
Paulina: Los latinos quieren información, escuchan la radio, escuchan la radio por tener un sentido de comunidad, de hablar con gente que tiene su mismo acento, escuchar música y noticias y referencias culturales que les hablan a ellos.
Eliezer: La radio llega al 94% de los adultos hispanos. Para las personas que no pueden permitirse pagar suscripciones a periódicos, revistas o la televisión por cable, o para aquellos que trabajan largas horas sin acceso a su celular, es una fuente indispensable de noticias y entretenimiento. Pero también puede ser un canal poderoso para amplificar contenidos falsos.
Paulina: Lo que nos interesó a nosotros fue también ver cómo en ese ecosistema de información que tenemos aquí en Estados Unidos los latinos, qué papel juega la radio, la información que sale en la radio y cuando es desinformación y noticias falseadas. Y ese fue el reto.
Eliezer: Porque, como pasa con los medios digitales, monitorear los contenidos que se difunden en las emisoras es titánico. O sea, son decenas de estados, más de 1.200 estaciones para público hispano; es decir, que habla español.
Paulina: Toda esta información y desinformación está circulando dentro de muchas varias partes de la comunidad latina, de los latinos, que somos tan diversos, incluyendo a gente que no puede votar o no quiere votar, etcétera. Y eso también tiene impacto porque afecta las conversaciones que estamos teniendo en general entre nosotros, entre nuestras familias, de lo que nos importa en los Estados Unidos. Lo que estamos viviendo.
Eliezer: Entonces, Paulina decidió enfocar su investigación en dos estados: Florida, en la costa este; y Nevada, en el extremo oeste del país.
Paulina: En Nevada y en Florida, en los dos estados, uno de cada cinco miembros del electorado es latino.
Eliezer: Y los dos podrían considerarse parte de los llamados “estados péndulo”, lugares donde la votación está reñida entre los candidatos y donde los latinos podrían dar votos decisivos.
En noviembre, en Florida y en Nevada, los votantes también van a decidir en relación a los derechos sexuales y reproductivos. Este es un tema que volvió a la agenda política de Estados Unidos desde hace un par de años, cuando el Tribunal Supremo anuló la sentencia que protegía el derecho al aborto hasta las 24 semanas.
Audio de archivo, presentadora: Su propia e histórica sentencia de 1973, conocida como Roe versus Wade, que era el precedente legal que garantizaba el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo a nivel federal.
Audio de archivo, periodista: Este fallo del Tribunal Supremo, con seis votos a favor y tres en contra, devuelve a Estados Unidos a la situación de 1973, cuando cada estado era libre de permitir el aborto o no.
Eliezer: Recordemos que, en 2022, una sentencia le dio a cada estado la posibilidad de regular las condiciones para acceder a un aborto. Y desde entonces, el tema es uno de los protagonistas en la discusión electoral, y también en la desinformación.
Paulina: El aborto siempre ha sido un sitio, un tema donde hay mucha desinformación en todos los idiomas. Sabiendo que había una enmienda en Florida y en Nevada también sobre el aborto, pensé: bueno, aquí va a haber algo.
Eliezer: Y las sospechas de Paulina se confirmaron, sobre todo en Florida que, actualmente, tiene una de las leyes locales más restrictivas del país. Después de la eliminación de Roe versus Wade, Florida limitó el aborto hasta las seis semanas. Según la ciencia, ese periodo puede resultar insuficiente en algunos casos para detectar un embarazo.
Más de un millón de mujeres latinas en edad reproductiva viven en Florida. En ese contexto, desde la sociedad civil se impulsó una consulta popular que se votará el mismo día de las elecciones presidenciales. Se llama Enmienda 4.
Paulina: La enmienda sobre el aborto en Florida propone proteger el derecho al aborto hasta Fetal Viability, o sea, más o menos la mitad del embarazo.
Eliezer: En las urnas se decidirá si se limita la interferencia del gobierno local en la interrupción del embarazo y la posibilidad de instaurar un nuevo marco legal. En El hilo verificamos el contenido del texto de la enmienda y es explícito.
Dice, textualmente, que ninguna ley prohibirá, penalizará, retrasará o restringirá el aborto antes de la viabilidad fetal o cuando sea necesario para proteger la salud de la paciente, según lo determine un profesional de la salud. Además, cito “esta enmienda no cambia la legislación constitucional que exige notificar a un padre/madre o tutor antes de que una menor se someta a un aborto”. Es decir, si la Enmienda 4 se aprueba, se podrá interrumpir un embarazo hasta las 24 semanas, como era antes. Si es una menor de edad, va a necesitar la autorización de un representante legal.
Paulina: Lo que estaba yo escuchando mucho en la radio era, por ejemplo, un invitado con el presentador platicando de que es que a lo mejor los papás no van a saber y las niñas adolescentes pueden ser influenciadas por gente mala y entonces a lo mejor se van a hacer un aborto y los papás ni van a saber y no van a poder decir si sí o no, ni ayudarla ni nada así. Pues eso es como un miedo querer darle miedo a los papás, yo creo. Como para manipular su opinión sobre la enmienda. Cuando la enmienda, en sí, dice que no, eso va a seguir siendo cierto.
Eliezer: Para aprobar la enmienda se necesita el 60% de votos a favor. Lo que busca es garantizar que millones de mujeres tengan acceso integral a la salud sexual y reproductiva. Pero, aunque el texto de la consulta es claro, en la radio se escuchan mensajes falsos como este:
Audio de archivo, radio: Votar sí en la enmienda cuatro va a quitar el derecho a los padres de poder decidir si una hija menor se puede realizar o no un aborto.
Eliezer: O este…
Audio de archivo, Radio cristiana: Hermanos y hermanas en Cristo. La Enmienda cuatro de la Florida es una propuesta extrema que legalizaría el aborto hasta el momento del nacimiento.
Eliezer: Es un hecho que las opiniones de los latinos sobre el aborto son complejas y esto alimenta la desinformación. Según los datos del centro de investigación Pew, a nivel nacional, un 59% de los adultos hispanos dicen que el aborto debería ser legal en todos o casi todos los casos. La prohibición total del aborto no es popular entre los latinos. El 68% se opone un poco o firmemente a una medida de este tipo, según una encuesta de Ipsos este año.
Paulina Velasco: Puedes tener una opinión general, moral, religiosa, sobre un tema, pero alguien te dice que tal ley va a permitir el aborto en cualquiera, algo como muy extremo y te empieza a entrar el miedo.
Eliezer: Y ese es precisamente el objetivo de quienes diseñan estratégicamente este tipo de mensajes: apelar a emociones como la incertidumbre para sembrar duda y desconfianza. Por ejemplo, en Florida se llegó al extremo de difundir en la radio que, si se aprueba la enmienda, personas que no son médicos profesionales podrían practicar un aborto.
Audio de archivo, radio: No se define el término prestador de servicio de salud. Claro, eso quiere decir, cualquier persona que preste un servicio de salud. Hasta puede ser el que hace los tatuajes. Ellos tienen una licencia como prestador de salud y esa persona va a decir si el bebé tiene las seis semanas y si la mamá tiene cualquier problema de salud, y lo puede abortar.
Eliezer: Si estás en Florida y nos escuchas, es importante que sepas que la ley ya define que un proveedor de salud es un médico con licencia o una enfermera registrada de práctica avanzada. En ambos casos deben contar con requisitos específicos y ese no es el caso de los tatuadores.
Es importante enfatizar en la falacia de esos argumentos, porque una particularidad de la desinformación que circula en la radio es que, para un oyente común y corriente, es muy difícil detenerse y verificar lo que se transmite en tiempo real.
Paulina: Estoy manejando, ¿cómo voy a checar en mi teléfono, ¿será cierto o no será cierto? La persona que está de invitada dice que es una doctora y el presentador me dice que me está presentando las noticias. O sea, necesitas recursos enormes o ser periodista y tener como ese sentido como de mmm como para decir esto no, esto a lo mejor no es cierto y me está tratando de manipular de cierta forma.
Eliezer: En Nevada también podrán votar sobre el derecho al aborto en estas elecciones. Desde 1990, en ese estado un referéndum legalizó la práctica antes de las 24 semanas de embarazo. Si se aprueba, lo que haría es incluir los términos de la ley actual como un derecho constitucional estatal, lo que dificultaría a futuro algún retroceso.
Como ha pasado a lo largo de la campaña, los políticos promueven discursos desinformantes. En Nevada, ese es el caso de un candidato a senador contrario a la propuesta y a quien van a escuchar ahora…
Archivo: “I’m not for changing our existing law, our existing law has been in place for over 34 years. The ballot measure would change the law and essentially create no limit on access to abortion.”
Eliezer: El candidato republicano dijo que estaba en contra de un cambio a la ley existente y que la pregunta de la consulta popular permitiría el aborto hasta la semana 40 de embarazo, lo cual es falso. La única forma de que se realice un aborto luego de las 24 semanas es que la vida de la embarazada corra peligro.
Como mencionamos en el segmento anterior, es muy difícil determinar el origen de toda la desinformación que circula. Sin embargo, al analizarlo desde la geopolítica, la brújula apunta a Europa del este. Según la investigación de Paulina, hay un país en particular que se beneficia con la difusión de desinformación.
Paulina: Se habla mucho de Rusia porque hay muchos estudios que enseñan que intereses rusos y de otros actores no democráticos, como por ejemplo China, se meten en los medios en todo el mundo para influenciar sobre todo las elecciones.
Eliezer: En octubre de 2021, Global Americans, un grupo de investigación independiente, descubrió que Rusia, China y otros “actores no democráticos” han utilizado medios de comunicación financiados por esos Estados para difundir desinformación en X y Facebook en México, Colombia, Argentina, Chile, Perú y Venezuela.
Paulina: Hay varios estudios que demuestran que medios rusos o intereses rusos han infiltrado ciertos medios en Latinoamérica.
Eliezer: De acuerdo con la investigación de Paulina, los reportes muestran que Rusia estaba usando, cito, “influencers auténticos”, es decir supuestos periodistas independientes de habla hispana en América Latina y España para difundir desinformación.
Paulina: Los latinos en Estados Unidos tenemos esos vínculos con los países de origen nuestros, o de nuestros papás o de nuestros abuelos, muy, muy, muy presentes. En cuanto a los medios sociales, toda esa información que también surge en Latinoamérica nos llega a nosotros de ciertas formas, sea el WhatsApp de la tía que dijo tal tema, lo escuché en esta estación, y resulta que es la estación de radio Sputnik…
Eliezer: Según el Departamento de Estado de Estados Unidos, las cadenas rusas RT, antes Russia Today, y Sputnik, sirven para que el Kremlin difunda desinformación y propaganda a audiencias fuera de Rusia. Ambas tienen versiones que publican en español.
Pero no es solo eso. La desinformación es un entramado complejo con varias fuentes de entrada y de salida. Y es que otra particularidad de las comunidades latinas en Estados Unidos es lo que mencionaba recién Paulina: Whatsapp… Casi el 50% de los adultos latinos lo usa como una fuente de noticias.
Paulina: Como me explicó una de mis fuentes, todo eso te llega también en el WhatsApp, entre las fotos de tu sobrino nuevo y la fiesta de la abuelita. Y es muy difícil saber qué es lo que es cierto y qué es lo que no es cierto. En esa forma, también nos llega a los latinos en Estados Unidos mucha desinformación que se sabe que también viene de Rusia.
Eliezer: La agencia de noticias Associated Press divulgó que funcionarios de inteligencia de Estados Unidos advirtieron a casi un centenar de países que la inteligencia rusa iba a sembrar dudas sobre la integridad de elecciones en todo el mundo en 2024. AP también asegura que el régimen de Putin es el responsable de la narrativa falsa sobre el aumento de crímenes en Estados Unidos cometidos por inmigrantes, que se repite en la radio. Pero no solo eso..
Paulina: Lo de las fronteras abiertas, que la frontera está abierta, que es una mentira, no está abierta. Que se escucha en la radio en español, que se le está diciendo a muchos latinos y les está dando mucho miedo… que, por ejemplo, esa narrativa también tiene sus conexiones sospechosas.
Eliezer: Acá un ejemplo de Florida.
Audio de archivo, Jorge Bonilla: La calaña de individuos que está entrando al país no se puede ignorar. No se puede tener en poco. Es más, si vamos a ser técnicos, lo que ocurrió cuando abrimos la frontera, cuando Joe Biden abrió la frontera, hemos importado una plaga de feminicidios.
Eliezer: Si verificamos ese mensaje, nos encontramos con una serie de falsedades. Primero, aunque lo repitan voces diferentes, no es cierto que la frontera entre Estados Unidos y México esté abierta. Las leyes migratorias que imponen varios requisitos para entrar a Estados Unidos están vigentes.
Tampoco se puede afirmar que la inmigración haya importado una ola de feminicidios, es decir, de asesinatos de mujeres y niñas por cuestión de género. Y este tipo de violencia no es nueva. Si hacemos una revisión histórica, a inicios de los 2000, un ensayo académico advertía que, del total de casos de feminicidio en países de altos ingresos, el 70% ya ocurría en Estados Unidos.
Paulina: Cuando se trata de los latinos también es interesante porque por ejemplo hay un radio Sputnik que sale de Buenos Aires, hay RT en español, que es la cuenta de Twitter o X este de Russia Today. O sea, de propaganda rusa.
Eliezer: A inicios de septiembre pasado, se acusó a dos trabajadores de RT de usar empresas fantasma e identidades falsas para pagar por la difusión de contenido engañoso en redes sociales en el contexto electoral. Oficiales de Inteligencia del gobierno estadounidense advirtieron que Rusia ha perfeccionado sus esfuerzos para influir en las elecciones presidenciales y tratar de favorecer a Trump. Esto no es nuevo. Hace cuatro años, el Comité de Inteligencia del Senado respaldó la conclusión de que Putin intervino en las elecciones de 2016 para beneficiar a Trump. Sobre estas acusaciones, el republicano se ha reído públicamente.
Aunque los dos candidatos a la Presidencia han difundido informaciones falsas o sacadas de contexto, Trump no tiene freno. Periodistas del diario El País analizaron las verificaciones de una organización estadounidense que se dedica al chequeo del discurso público, y encontraron que el expresidente emite más del doble de contenidos falsos en comparación con la candidata demócrata.
Paulina: Yo creo que este año ha sido más difícil aún, porque si escuchas algo en la radio que a lo mejor te entra una duda de dónde salió esto o te llega el WhatsApp de tu tía y dices ¿de dónde salió esto? Pero luego escuchas que uno de los candidatos a la Presidencia lo está repitiendo, o el candidato al Senado este dices pues a lo mejor sí es cierto, no sé.
Eliezer: No deja de ser curioso que gran parte del discurso que se reproduce en español es básicamente antiinmigrante. Y aunque el mensaje republicano se ha radicalizado, este tiene acogida entre una parte de la comunidad latina.
Según una encuesta que publicó The New York Times a mediados de octubre, los encuestados latinos sienten que cuando el candidato republicano habla de migrantes que cometen crímenes no se refiere a ellos. Además, entre ese grupo, apoyan que se refuercen los controles en la frontera y piensan que hay una exageración en cuanto a la preocupación sobre el discurso de Trump.
En forma paralela, ante el avance de esta ola de discurso estigmatizante y desinformación, hay iniciativas entre las comunidades latinas para verificar lo que circula.
Paulina: En mi reportaje, hablé con muchos activistas latinos, que se me hizo muy padre que dentro de nuestra propia comunidad nos estamos dando cuenta de lo que se está publicando y lo que está escuchando nuestra comunidad.
Archivo Campesina: ¿Qué tal? Hoy vamos a platicar de la desinformación. Se han dado cuenta que cuando viene la temporada electoral o temporada de noticias que son relevantes a nivel nacional…
Eliezer: Por ejemplo, lo que escuchan es una radio en Arizona, que ha emprendido toda una campaña anti desinformación para estas elecciones.
Archivo Campesina: Empiezan a salir estos fantásticos creadores de contenido y empiezan a compartir noticias que no son del todo completas o del todo veraces.
Eliezer: También está Factchequeado, que ya hemos mencionado antes. Es una plataforma digital que verifica contenido en español que circula entre las comunidades latinas. Ellos replican sus chequeos entre una red de medios hispanos.
Para Paulina, la posibilidad de evitar que la desinformación se expanda más es producir información con responsabilidad. Algo que puede parecer obvio, pero en lo que las expertas coinciden.
Paulina: Mi conclusión, la más fuerte que tuve, fue que la desinformación tiene mucho poder, sobre todo cuando está destinada y muy específica, cultural, o sea relevante de manera muy cultural, muy específica. Entonces tenemos que tener información y periodismo y noticias específicas a las culturas que le están hablando, la cultura de los oyentes, de los que están leyendo. Tenemos que tener más periodismo accesible, tenemos que tener más fuentes de ese estilo accesibles en español que hablan a nuestras comunidades, específicamente a los trabajadores en los casinos en Las Vegas, a los latinoamericanos que solo hablan español en Miami, etcétera y que eso a lo mejor es como nuestra herramienta más fuerte.
Desirée Yépez: Este episodio fue producido por mí, Desirée Yépez. Lo editaron Silvia y Eliezer. Bruno Scelza hizo la verificación de datos. El diseño de sonido y la música son de Elías González.
El resto del equipo de El hilo incluye a Daniela Cruzat, Mariana Zúñiga, Nausícaa Palomeque, Analía Llorente, Samantha Proaño, Paola Alean, Juan David Naranjo Navarro, Elsa Liliana Ulloa y Natalia Ramírez. Daniel Alarcón es nuestro director editorial. Carolina Guerrero es la CEO de Radio Ambulante Studios. Nuestro tema musical lo compuso Pauchi Sasaki.
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