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Cindy Erazo, una mujer salvadoreña de 29 años, salió en libertad condicional la semana pasada luego de pasar 6 años presa. Había sido condenada a 30 años por homicidio agravado luego de que su bebé naciera muerto. Pero su caso no es aislado: en El Salvador, que tiene una de las leyes antiaborto más severas del mundo, hay casi 20 mujeres detenidas por haber sufrido emergencias obstétricas.
Para entender por qué ocurren esas detenciones y qué hay detrás de estas leyes hablamos con la abogada Paula Ávila Guillen, directora del Women’s Equality Center; con la activista Teodora Vásquez, quien también estuvo encarcelada; y con María Luz Nóchez, periodista de El Faro.
Créditos:
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Producción
Silvia Viñas, Mariana Zúñiga -
Edición
Daniel Alarcón, Eliezer Budasoff -
Verificación de datos
Desirée Yépez -
Diseño de sonido
Elías González -
Fotografía
Jorge Menjívar
Etiquetas:
Transcripciones:
Transcripción:
Elías González: Este episodio toca temas sensibles de salud reproductiva, incluyendo pérdidas de embarazo, que pueden ser no aptos para todos los oyentes. Por favor, considera este mensaje y escucha a discreción propia. Gracias.
Silvia Viñas: Bienvenidos a El hilo, un podcast de Radio Ambulante Estudios. Soy Silvia Viñas
Eliezer Budasoff: Y yo soy Eliezer Budasoff.
La semana pasada, Cindy Erazo, una mujer salvadoreña de veintinueve años, salió en libertad condicional luego de estar seis años detenida. Había sido condenada a treinta años de cárcel por homicidio agravado luego de que su bebé naciera muerto en un centro comercial.
Silvia: Pero como ella, hay casi veinte mujeres que siguen detenidas por haber tenido una emergencia obstétrica en El Salvador. Hoy, en uno de los países con las leyes antiaborto más severas del mundo, un sistema judicial criminaliza a las mujeres más pobres y vulnerables.
Es 02 de octubre de 2020.
Paula Ávila Guillén: Salí de la primera visita a la cárcel y hablé con los abogados y les dije que tiene que haber un error. Es que, ¿Cómo es posible que una mujer esté pagando cuarenta años de cárcel por haber tenido una pérdida espontánea de su embarazo? Eso, eso es ridículo. Es absurdo… es absurdo.
Silvia: Ella es Paula Ávila Guillen. Paula es colombiana y la directora del Women’s Equality Center. Una organización que se dedica a defender los derechos de las mujeres en todo el mundo.
Paula: Después de esa primera visita a El Salvador, yo me acuerdo que hablé con el equipo de comunicaciones del centro y yo les decía: el ideal sería que todo el mundo sienta el nivel de indignación que yo sentí cuando conocí los casos, porque si todo el mundo siente ese nivel de indignación, el mundo va a actuar.
Silvia: De todos los países en los que Paula ha trabajado, El Salvador se ha convertido en una causa especial para ella.
Paula: Mi trabajo en El Salvador trascendió el trabajo y se volvió un compromiso personal después de la primera vez que visité el país y que visite la cárcel y conocí las historias de las mujeres.
Silvia: Hoy vamos a escuchar la historia de dos de ellas, incluyendo la de Cindy… Pero antes hay que entender que todo esto sucede en un país que tiene una de las leyes anti aborto más estrictas de la región –e incluso del mundo.
En El Salvador, el aborto está penalizado en todas las circustancias. Paula me explicó que, por ejemplo, si a una mujer embarazada se le diagnostica cáncer, no le dan el tratamiento que necesita porque podría llegar a perjudicar al feto o embrión.
No siempre fue así… Antes de 1998, las mujeres en El Salvador podían abortar en casos de violación, o si la salud del bebé o la madre estaba en riesgo. Pero ese año, una modificación en el código penal entró en vigencia y prohibió el aborto por completo.
Paula dice que lo que hace la situación de El Salvador aún más cruel es el estigma que ha creado esta prohibición, especialmente en las mujeres pobres. Es que todos los casos que han documentado de mujeres encarceladas luego de tener una emergencia obstétrica son de mujeres en situación de pobreza. La mayoría viven en zonas rurales.
Paula: La gran mayoría son solteras. Algunas no saben que están embarazadas porque también sufren defectos de negación.
Silvia: Porque fueron violadas. Otras sí saben que están embarazadas y están felices, emocionadas por su embarazo. Pero…
Paula: De un momento a otro, sienten un dolor muy fuerte que está asociado con ganas de ir al baño y en la mayoría de los casos ellas ni siquiera tienen baño si no tienen letrinas fuera de su casa porque son mujeres muy pobres, van a las letrinas y en ese momento lo que pasa es que se les sale el feto a la letrina y ellas comienzan a desangrarse y se desmayan. Y normalmente un familiar o alguien llama a veces a la policía o al vecino para llevarla al hospital, porque ¿qué le está pasando a la niña que está desangrada? No saben qué está pasando, no entienden qué está pasando.
Silvia: Y Paula me contó que cuando llegan al hospital, usualmente estas mujeres son acusadas de haber abortado. Y esa acusación es lo que abre una investigación.
Paula: En el proceso descubren que no es un aborto, sino que sencillamente era una emergencia obstétrica.
Silvia: Que va desde haber tenido una pérdida natural, a un parto en el que el feto no sobrevive.
Pero a los ojos de la Fiscalía ya existe suficiente estigma para decir: ¡Ah! usted quiso matar a su hijo. Entonces cambian la acusación de aborto, que sería muchísimo más difícil para la fiscalía para probar, por una acusación de homicidio.
Silvia: De hecho, se les acusa de homicidio agravado por tratarse de un familiar.
Paula: Y por eso es que terminan sentenciadas a treinta o cuarenta años de cárcel.
Silvia: En vez de dos a ocho años, que es lo que la ley salvadoreña establece en casos de aborto.
Silvia: Ahora en Argentina y otros países de la región hemos visto esas protestas masivas, ¿no? a favor de la despenalización del aborto. ¿Cuál es la situación en El Salvador con respecto a este tipo de activismo?
Paula: Mira, El Salvador tiene un activismo y una… un movimiento de mujeres organizadas muy fuerte y hasta la excepción de este año por… por la pandemia, hasta el año pasado sus movilizaciones alrededor del 8 de marzo y del 28 de septiembre son famosas. Es uno de los movimientos más fuertes que conozco.
Silvia: En un país con una cultura religiosa, principalmente católica y evangélica, muy arraigada. Paula me explicó que en el 2017 y 2018 se presentaron proyectos de ley que proponían despenalizar el aborto por tres causas: violación, malformación del feto y cuando la vida de la madre esté en riesgo. Pero la reforma no se aprobó.
Paula: Y durante el 2018 y el 2019 se liberaron muchísimas mujeres por parte del Ejecutivo de ese momento, a través de un sistema de… de conmutación de pena que si bien no las declaraba inocentes, igual las dejaba en libertad.
Silvia: Y en esos dos años se liberaron a dieciocho mujeres. Y desde el 2009, cuarenta y cinco han quedado en libertad. La más reciente: Cindy Erazo…
Cindy: Fui acusada por homicidio en contra de mi hijo recién nacido.
Silvia: Esta es Cindy en el 2018, cuando seguía detenida. No pudimos hablar con ella, porque prefiere no hablar mientras siga teniendo el estatus de libertad condicional. Pero tuvimos acceso a esta grabación, donde le está dando su testimonio al Centro de Derechos Reproductivos, una organización que promueve la autonomía reproductiva como un derecho humano fundamental.
Ahí Cindy cuenta que en agosto del 2014, cuando tenía veintitrés años, trabajaba en una tienda de cerámica en un centro comercial de San Salvador. Un día, cuando salía de su turno de trabajo, empezó a sentir dolores de barriga fuertes y fue al baño.
Cindy: Y ahí fue cuando me empezó como un retorcijón, se podría llamar, y fue en el instante que nació, pero ya contaba con ocho meses de embarazo. No recuerdo de la mayoría de las cosas. Sólo recuerdo que me dieron los dolores, lo tuve ahí, y fui auxiliada por las personas de allí, pero luego me trasladaron al hospital y quedé un lapso de horas inconsciente.
Silvia: Hasta que en la madrugada despertó y le dijeron que estaba detenida.
A pesar de no tener suficiente evidencia que demostrara que Cindy había matado a su bebé, en el 2015 un juez dictó la sentencia.
Cindy: En el instante creo que Dios cerró mis oídos porque yo no escuché la sentencia. Porque no sé, se me bloqueó la mente, no sé. Fue hasta que yo salí de ahí que la custodia que iba conmigo me dijo que me había sentenciado a treinta años. Entonces mi reacción fue ya afuera del juzgado. Solo pensé en mi otro hijo porque tengo otro bebé. Y sentí que todo se me había acabado. Toda mi vida, mis estudios. Perder lo mejor de la niñez, de mi hijo, de mi otro hijo. Todo acabado. No sabía qué reacción iba a tener mi familia. No sabía si en algún momento iba a poder volver a ver a mi hijo. Y no sé hasta este día, qué va a ser de mi vida cuando salga.
Silvia: Paula dice que la liberación de Cindy es muy significativa… por ser la primera durante el gobierno de Nayib Bukele.
Paula: Así las liberaciones sean judiciales, como fue el caso de Cindy, también requiere presión política y eso no se había logrado y no se ha logrado en esta administración esto fue totalmente esfuerzo de las organizaciones de derechos humanos.
Silvia: Es que como me explicó Paula, además de organizaciones internacionales como la de ella, el Women ‘s Equality Center, o como el Centro de Derechos Reproductivos, hay un importante grupo de activistas locales que luchan desde afuera para devolverle la libertad a estas mujeres y apoyarlas cuando salen.
La casa Encuentro Mujeres Libres en San Salvador, por ejemplo, sirve de refugio para mujeres que alguna vez estuvieron en la cárcel por emergencias obstétricas y ahora están tratando de rehacer su vida.
Teodora Vasquez: Pues esta empezó a funcionar cuando recuperé mi libertad
Silvia: Ella es Teodora Vásquez.
Teodora: Actualmente estoy, este, coordinando Mujeres Libres El Salvador, e Igual estoy coordinando la casa encuentro de mujeres ex privadas de libertad.
Silvia: ¿Cómo empezó todo esto para ti?
Teodora: Pues mi caso comenzó el 13 de julio del 2007, acá en el centro de San Salvador. Yo era una una joven madre con un hijo ya de tres años, embarazada de mi segundo bebé.
Silvia: Teodora era cocinera en la cafetería de una escuela y tenía ocho meses de embarazo. Esa tarde le vinieron dolores muy fuertes que resultaron en la pérdida de su bebé.
Teodora: Lastimosamente no la pude aún ni siquiera conocer porque cuando ella nació perdí el conocimiento, me desmayé y no pude auxiliarla. No sé realmente si nació viva, si lloró, sí… qué pasó con ella. Lo único que sí sé es que cuando reaccioné estaban los policías conmigo, que eran los mismos que yo había llamado para que me fueran a auxiliar. Llegaron y encontraron a mi recién nacida muerta. Entonces me acusaron de homicidio. Me maltrataron, me golpearon ese día. No me llevaron a un centro médico, me llevaron a una bartolina.
Silvia: Bartolina, es decir a un calabozo, donde la retuvieron por casi cinco horas antes de llevarla al hospital. Todo esto, después de perder a su bebé. Teodora no recuerda cómo llegó allí, sólo sabe que al despertar…
Teodora: Estaba en la cama de un hospital, esposada de mi pie izquierdo y rodeada de cámaras de medios de comunicación, porque la misma policía que me capturó había llamado a los periodistas para que llegaran a fotografiarme y que yo saliera ya en las redes ese mismo día. A mí no me dejaron vivir el luto, no me dejaron trabajar la parte de luto de la pérdida de mi recién nacida. No podía llorar porque realmente si lloraba pensaban que era de remordimiento por lo que había hecho, o sea que prácticamente hasta las lágrimas eran prohibidas.
Silvia: Como a Cindy, a Teodora la condenaron a treinta años de cárcel por homicidio agravado.
Una vez en la cárcel su familia no podía ir a verla con regularidad. Teodora es de Ahuachapán Tacuba, una zona rural al occidente de El Salvador, que queda a cuatro horas de Ilopango, el penal donde estaba recluida.
Teodora: Ellos tenían que hacer un viaje de tres días para poder venirme a ver. O sea que era así como bien difícil. Mi hijo lo vi quizá unas cuatro veces dentro de la cárcel durante esos diez años que estuve allí.
Silvia: ¿Tú empezaste a hacer activismo dentro de la cárcel o fue una vez que saliste?
Teodora: Ya en el 2012, que yo me pude dar cuenta de que no era solamente yo la que estaba allí presa, sino que habían más mujeres presas que estaban por la misma situación, entre todas unimos fuerzas y empezamos a luchar para defender nuestros derechos, ganar un respeto dentro de la cárcel y que ya no nos vean como criminales. Unimos fuerzas y en el 2014 se me eligió como vocera dentro de la cárcel y empezamos a hacer activismo juntas.
Silvia: Y ese activismo dentro de la cárcel empezó a dar fruto en febrero del 2015 con la liberación de Guadalupe Vásquez, luego, de otras. Y en febrero del 2018 la Corte Suprema dijo que no había pruebas suficientes para demostrar que Teodora había matado a su bebé y ordenó su liberación.
Audio archivo, liberación Teodora: ¡Bienvenida, Teodora!
Silvia: ¿Qué te acuerdas del día que saliste?
Audio archivo, liberación Teodora: ¡Teodora no está sola! ¡Estamos las defensoras!
Teodora: Estaba súper lleno afuera. Yo estaba tan emocionada que no sabía si correr. Pero lo que más me motivó es ver a mi hijo en frente de las puertas abiertas de la cárcel y que él me estuviera esperando.
Para mí fue una sensación así como… como transportarme a otro nivel, porque realmente yo a mi hijo lo vi siempre en la cárcel, como un motor que me encendió todos los días las ganas de seguir adelante. Pero mi hijo fue la persona que me ayudó a salir y a salir con un autoestima bien y lograr lograr querer comerme el mundo.
Silvia: Teodora me contó que cuando estaba detenida, haciendo activismo dentro de la cárcel con otras mujeres en su misma situación, se hicieron una promesa…
Teodora: Dijimos que la primera que saliera de la cárcel iba a denunciar la situación para lograr la libertad de las demás compañeras.
Silvia: Esa promesa se convirtió en su misión de vida. De hecho, mientras conversábamos Teodora preparaba la casa para recibir una visita muy especial.
Teodora: Ahora en un momento va a venir Cindy a visitarnos para conocernos y saber quiénes somos y poder compartir un almuerzo juntas. Así que aquí ya estamos un poco emocionadas y esperándola. Nos llena de esperanza la libertad de ella y también tengo la certeza y la seguridad pues que muy pronto las vamos a tener aquí afuera a las demás también.
Silvia: Ya volvemos.
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Eliezer: Estamos de vuelta en El hilo. Antes de la pausa escuchamos las historias de Cindy y Teodora, dos mujeres que habían pasado años en la cárcel luego de tener una emergencia obstétrica. Las dos fueron liberadas, pero según el Centro de Derechos Reproductivos, todavía hay dieciocho mujeres que siguen en prisión por los mismos cargos: quince con una condena firme, y tres sin condena, pero privadas de libertad. Entonces, para entender mejor la situación de estas mujeres, hablamos con María Luz Nóchez, periodista y coordinadora de la sección de Opinión de El Faro.
María Luz Nóchez: Trabajo ahí desde 2011 y en 2016 empecé a hacer cobertura especializada en temas de violencia contra la mujer.
Eliezer: María Luz me explicó que hasta principios del 2019 casi todas estaban encerradas en la cárcel de mujeres de Ilopango. Ahí es donde Teodora y Cindy estuvieron recluidas, aunque luego Cindy fue trasladada a otra prisión.
María Luz: En Ilopango vivían hacinadas, es decir, en celdas con capacidad para diez. Algunas tenían que compartir cama y algunas dormían en el suelo.
Eliezer: María Luz me contó del caso de una mujer que se le conoce solo por su primer nombre: Manuela.
María Luz: Ella estaba en cárcel de mujeres, en Ilopango, y pide atención médica a la administración del penal que no, que no cumple con lo que ella solicita y…
Eliezer: Manuela murió de cáncer linfático en 2010, pero su historia es emblemática de la situación que vivían en general las mujeres detenidas en Ilopango.
María Luz: A ver, muchas de las que tienen acceso al tratamiento es porque alguna organización lo consigue o algo así, pero no todas, digamos, a veces no se logra para todas. Entonces, pues ese es básicamente el problema, que el Estado no prioriza porque se piensa que bueno, quien está en la cárcel como que, como que fueran ciudadanos de segunda clase, ¿no? como que perdieran todos sus derechos a la hora de entrar.
Eliezer: El 21 de marzo de 2019 todas las mujeres condenadas por emergencia obstétrica fueron transferidas al penal de Izalco. Ubicado a dos horas en auto desde San Salvador, en una zona controlada por las maras.
María Luz: Cuando fueron trasladadas al penal de Izalco las condiciones mejoraron un poquito más. Todavía había algo de hacinamiento.
Eliezer: Especialmente a la hora de dormir apretujadas en barracones de literas con sólo trescientas camas.
María Luz me contó que en diciembre del año pasado las separaron. Dos de ellas quedaron en el penal de Izalco y al resto las transfirieron a la Granja Penitenciaria en Zacatecoluca, en la zona central del país.
María Luz: Y ahí ahora sus condiciones son, no deja de ser una cárcel, pero son mucho más cómodas porque ya no les toca compartir la cama con alguien más. Y por lo menos tienen actividades en las que ellas están formando su huerto, o sea, cosechan muchas de las cosas que comen ahí entonces ya por lo menos tienen este contacto con el aire libre que a nivel de su salud mental, pues es una ganancia.
Eliezer: Usualmente, sus familias las visitan poco. Y esto se debe en gran parte a que son familias pobres a las que les cuesta pagar el viaje.
María Luz: Ahora por el contexto de la pandemia, las visitas se cancelaron tipo la segunda semana de marzo y desde entonces no se ha habilitado nuevamente la visitas.
Eliezer: Lo que implica que no les están llegando donaciones… como de implementos de aseo, por ejemplo.
Pero la cárcel física no es el único castigo que deben pasar estas mujeres. El estigma social se convierte en una carga pesada, una condena que tienen que seguir cargando dentro y fuera de la cárcel.
María Luz: Y lo que a ellas más les pesa es ese señalamiento, porque de entrada hay una condena, un médico que te señala de haber sido la responsable de generar que ese embarazo fallara, por un lado. Autoridades que también lo mismo, o sea te esposan a la cama. Y luego todo el proceso, las cámaras que te siguen, las organizaciones con mucho lobby y con mucho poder económico, conservadoras, diciendo que sos una mala mujer, una mala madre, que no protegiste tu hijo y permanecer ahí en como detenidas en el tiempo, en la prisión, sin saber qué ha sido de sus hijos.
Dentro de la cárcel, las mujeres también son muy agresivas con ellas, de cómo es posible, de que vos mataste a tu hijo. O sea, muchas están ahí porque no sé, colaboraron con una pandilla para cobrar la renta, pero que hayas entrado en la cárcel por matar a tu hijo, aunque no haya sido el caso, es como la gran condena, como la gran letra escarlata.
Eliezer: Y es que esta marca, este tatuaje invisible, no se quita. Ni siquiera saliendo de prisión.
María Luz: Una vez que ellas salen, es decir, nadie les quita ese estigma de haber sido las mujeres asesinas que esa sociedad cree que son. Tienen un récord. O sea, eso para ellas después ir a pedir trabajo es súper complicado porque cómo vas a creer, quizás para la mente de los empresarios será difícil decir ¿cómo voy a tener aquí atendiendo en mi café a alguien que fue capaz de matar a su hijo? O sea, porque además está esa concepción de que la mujer tiene que ser madre siempre, no importa las cosas que le estén pasando.
Eliezer: Pero incluso, en un país como El Salvador, con una de las tasas de homicidio más altas del mundo, la fiscalía a veces presenta estos casos como para mostrar que sí hace algo, que sí se castiga:
María Luz: Entonces, si hay una persecución y lo que pasa es que, claro, en un país con una tasa de impunidad tan alta en todo tipo de delitos, estos son como casos que la fiscalía pareciera que agarra para decir como: miren pero si nosotros logramos justicia en estos casos, lo que pasa es que es una justicia enfocada en mujeres que han sido víctimas de abandono de estado.
Eliezer: Y hay algo importante que tenemos que entender sobre estas mujeres que han sido liberadas: a la mayoría se les ha reducido la pena -sea por buen comportamiento o porque cumplieron la mitad de la condena- entonces, salen porque se cumple esa pena reducida. Pero nunca, con excepción del caso de una chica que se llama Evelyn Hernández, ha habido una anulación directa de la sentencia. En la mayoría de los casos no se les declara inocentes de la acusación de matar a sus hijos.
María Luz: Yo me acuerdo que lo comentaba con con una magistrada de la Corte Suprema y me decía mire, es que es mucho más fácil que los magistrados de la Corte Plena admitan que haya una conmutación de la pena, porque son mujeres con penas de treinta años y ya estuvieron diez, y que puedan salir libres, a que se diga que esta mujer es inocente de haber matado a su hijo. O sea, es como… es estratégico, pero al mismo tiempo me parece como súper fuerte que este país se rehuse a admitir la inocencia de estas mujeres.
Eliezer: Paula Ávila Guillén del Women’s Equality Center nos contaba que Cindy es la primera mujer liberada durante el gobierno de Bukele… ¿Su llegada al poder ha cambiado o afectado de alguna manera cómo son vistas estas mujeres?
María Luz: A ver, él cuando estaba en campaña siempre dijo que él no estaba a favor del aborto.
Audio Archivo, Nayib Bukele: En el tema del aborto unicamente estamos de acuerdo cuando está en riesgo la vida de la madre.
María Luz: Por ejemplo, si dijo que a él no le parecía justo que hubiera mujeres encarceladas y condenadas injustamente por delitos que no cometieron.
Audio Archivo, Nayib Bukele: No asumamos presunción de culpabilidad de una mujer pobre que tuvo un aborto espontáneo. Yo creo que ahí podemos estar de acuerdo en que cuando alguien de altos recursos tiene un aborto espontáneo su médico, su ginecólogo pues la trata, le hacen un legrado si es necesario porque quedó una parte de la placenta dentro, lo que sea… y nadie la cuestiona. Pero si una mujer pobre tiene un aborto espontáneo inmediatamente es sospechosa de haber practicado un aborto.
María Luz: Pero eso fue como no, no hubo más. Hace unos meses hubo una carta de parte de organizaciones en las que pedían que en el contexto justamente de la pandemia les parecía tortuoso que estas mujeres, que no habían cometido ningún delito, estuvieran en la cárcel mientras se revisaban sus condenas.
Eliezer: Una carta enviada en julio por el Grupo de Trabajo sobre la detención arbitraria de la ONU al presidente salvadoreño. Pero hasta ahora, el gobierno no ha dicho nada sobre esta solicitud.
María Luz: Este no es un tema prioritario para él. A él le interesa el control territorial para la baja de homicidios y le interesa que su imagen sea lo más impoluta posible hacia afuera. Pero este… el tema de las mujeres sabe que es algo que no le va a traer réditos políticos y por tanto, ni siquiera lo toma en cuenta.
Eliezer: ¿Qué significa la liberación reciente de Cindy Erazo para las mujeres que siguen detenidas?
María Luz: Yo creo que es una oportunidad. Creo que lo que es lo que se trata es de visibilizar y cada vez tener una menos en la cárcel. Eso ya es una ganancia, ¿no? Entonces, cada vez que una mujer sale de cárcel es sin duda un acto de justicia, a medias, pero un acto de justicia porque ya no está encerrada.
Eliezer: María Luz, muchas gracias por conversar con nosotros.
María Luz: Gracias a ustedes por la invitación y para mí es un gusto poder hablar sobre estos temas desde un país en el que lamentablemente tenemos una ley tan retrógrada.
Silvia: Queremos agradecer al Centro de Derechos Reproductivos por compartir con nosotros el audio de la liberación de Teodora Vásquez y el testimonio de Cindy Erazo.
En El hilo somos Daniel Alarcón, Álvaro Céspedes, Mariana Zúñiga, Elías González, Desirée Yépez, Paola Alean, Jorge Caraballo, Miranda Mazariegos y Carolina Guerrero. Nuestro tema musical lo compuso Pauchi Sasaki.
Hoy nos estamos despidiendo de Laura Rojas Aponte, nuestra gerente de producto. No exagero al decir que sin ella El hilo no existiría. Laura ahora va a trabajar a tiempo completo en su propio podcast, Cosas de Internet. Muy recomendado, por cierto. Nos vas a hacer muchísima falta, Laura. Te deseamos lo mejor.
El hilo es una producción de Radio Ambulante Estudios. Gracias a nuestros compañeros de Radio Ambulante por todo su apoyo. Y gracias a los oyentes que se han unido a Deambulantes, el nuevo nombre de nuestro programa de membresías. Escuchar El hilo y Radio Ambulante es gratuito, pero producirlos es muy costoso. Tu apoyo nos permite seguir haciéndolo y, a cambio, recibes un año de beneficios. Súmate hoy a Deambulantes en elhilo.audio/apoyanos. ¡Gracias!
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Yo soy Silvia Viñas.
Eliezer: Y yo soy Eliezer Budasoff. Gracias por escuchar.