Conflicto
Gaza
Israel
Palestina
Hamás
Desinformación
Desde el ataque de Hamás a Israel y el comienzo del asedio militar israelí contra la Franja de Gaza, el flujo de desinformación ha sido arrollador. Las redes sociales se llenaron de acusaciones cruzadas, reportes, videos e imágenes violentas que nos hacen dudar todo el tiempo qué es verdadero o falso. Para entender cómo podemos mantenernos informados en medio de las emociones y el horror, y por qué han sido tan intensas las campañas de desinformación, esta semana hablamos con dos periodistas que han dedicado este último mes a verificar las noticias sobre la guerra: Clara Jiménez Cruz, CEO de Maldita.es, y Ana Prieto, editora de verificación digital para América Latina en la Agencia France-Presse.
Créditos:
-
Producción
Nausícaa Palomeque -
Edición
Silvia Viñas, Eliezer Budasoff, Daniel Alarcón -
Verificación de datos
Bruno Scelza -
Diseño de sonido y mezcla
Elías González -
Música
Elías González -
Tema musical
Pauchi Sasaki -
Fotografía
AFP / Mohammed Zaanoun
Etiquetas:
Transcripciones:
Transcripción:
Elías: Este episodio tiene escenas fuertes y puede no ser apto para todos los oyentes.
Silvia Viñas: Bienvenidos a El hilo, un podcast de Radio Ambulante Estudios. Soy Silvia Viñas.
Eliezer Budasoff: Y yo soy Eliezer Budasoff.
Eliezer: Esta semana se cumplió un mes de los ataques de Hamas a Israel, en los que murieron más de 1400 personas, y del comienzo del asedio militar aéreo y terrestre de Israel contra Gaza.
Silvia: Las cifras de víctimas varían según la fuente, de Israel o de Hamas, que controla el territorio de Gaza. Al 7 de noviembre, la ONU reportaba que han muerto más de 10.000 personas en la Franja de Gaza, citando los datos del Ministerio de Salud en Gaza, a cargo de Hamas. Y la organización humanitaria Save The Children estima que entre los muertos hay cerca de 4.000 niños, uno cada 10 minutos.
Eliezer: Como en todo el mundo, en Latinoamérica hubo distintas reacciones. Varios mandatarios, como los de Brasil, Ecuador, Chile, Paraguay, Perú, y Costa Rica condenaron los ataques de Hamás. En Colombia, Gustavo Petro llamó a la paz y pidió que, cito: “se reconozca de manera integral el Estado palestino”. También anunció que Colombia tendrá una embajada en Palestina, y que mandaría un avión con ayuda humanitaria para Gaza. Estuvo cerca de romper relaciones diplomáticas con Israel y la semana pasada llamó a consulta a la embajadora de Colombia en ese país.
Silvia: En Chile, el país con la mayor comunidad de palestinos fuera del mundo árabe, Gabriel Boric también llamó a su embajador en Israel y condenó las operaciones militares de Israel en Gaza. Después de la consulta, el Gobierno de Boric decidió que su embajador se quedará en Chile por el momento. Por otro lado, Bolivia es el primer país latinoamericano que rompió relaciones con Israel después del inicio del conflicto.
Eliezer: En El hilo hemos seguido este conflicto desde que empezó, preguntándonos qué podíamos hacer, y tratando, como ustedes, de descifrar qué reportes e informaciones son confiables y cuáles no.
Hoy, dos periodistas que han dedicado este último mes a verificar las noticias sobre la guerra nos explican cómo hacen su trabajo, por qué ha sido tan intenso el flujo de desinformación, y qué podemos hacer para mantenernos informados en medio de las emociones y el horror.
Es 10 de noviembre de 2023.
Clara Jiménez: Yo dirijo una fundación que se dedica a luchar contra la desinformación, pero es verdad que entré en esto como pura factchecker.
Silvia: Ella es Clara Jiménez Cruz. Es la CEO de Maldita.es, y cofundó Factchequeado, un proyecto de Fact-checking en Estados Unidos. Clara empezó a verificar la desinformación que circulaba en grupos de amigos y familiares en 2015, durante una crisis de refugiados, que llegaban sobre todo de Siria, Afganistán y de Irak.
Clara: Se generaba mucho discurso de odio a través de eso. Ahí nos dimos cuenta de que hacía falta que hubiera un poco más de verificación en el día a día de la ciudadanía. No existía ningún proyecto de ese tipo acá en España y de ahí nace un poco mi expertise de verificar que se ha ido puliendo con los años y adquiriendo nuevas técnicas y desarrollándose más también con un equipo muy grande ahora en Maldita, con más de 20 personas que se dedican a eso todos los días.
Eliezer: En un momento volvemos a Clara. También hablamos con Ana Prieto, editora de verificación digital para América Latina en la Agencia France Presse.
Ana Prieto: Acá en Argentina y creo que en Latinoamérica no existe precisamente servicios de fact-checking dentro de los medios de comunicación.
Eliezer: Hay excepciones, claro, pero son pocas, como CNN en español, la revista Piauí en Brasil, o nosotros mismos, en Radio Ambulante Estudios.
Ana: El redactor, el periodista, lo tiene que hacer por sí solo y era una parte del proceso que me gustaba mucho, digamos, una de mis partes preferidas. Así que fue muy, muy natural que de pronto empezara a volcarme en esto, que ahora ya es una especialización por sí sola.
Silvia: Claro, una cosa es que los periodistas verifiquen que la información sea precisa, rigurosa. Pero además, ser factchecker implica una tarea específica dentro del periodismo. Una de las palabras que usó Ana para describir lo que hace es “monitorear”. Por ejemplo, la conversación en redes sociales.
Ana: Estamos hablando de X antes Twitter, Facebook, TikTok, LinkedIn también, Instagram, Telegram, esas básicamente. Monitorear significa ver la conversación, ver qué está circulando, qué empieza a adquirir, viralidad evaluar cómo se está moviendo determinado contenido.
Eliezer: Ana nos contó que tienen herramientas especializadas que les permiten ver qué contenidos están empezando a circular en las distintas plataformas, por país, por región, por idioma, por fecha… También usan algo que se llama inteligencia de fuentes abiertas. Son investigaciones con fuentes de información públicas: desde publicaciones en redes sociales, imágenes satelitales, herramientas como Google maps, a listados públicos de correos electrónicos.
Silvia: Y claro, no todo lo que se viraliza necesariamente es falso o engañoso.
Ana: Pero de pronto hay contenidos que empiezan a moverse de manera sospechosa. Tenemos listas de personajes o de medios mal llamados medios de comunicación porque no lo son, que sabemos que son desinformadores seriales ¿no? Sabemos que de esas cuentas muy probablemente vaya a surgir un contenido que se va a volver viral y que va a empezar a traccionar likes y shares, y bueno, y hacer que la desinformación se amplifique.
Silvia: Y una vez que identifican que una publicación es falsa, tienen que demostrarlo.
Ana: Depende de qué tipo de desinformación sea qué tipo de chequeo va a necesitar. A veces vas a tener que hablar con expertos, por ejemplo. A veces sencillamente con una búsqueda inversa de imágenes.
Eliezer: Es decir, buscar en internet cuándo se publicó esa imagen por primera vez.
Ana: Ya interpretaste que el contenido fue manipulado o que circula hace diez años que no es actual, que está sacado de contexto. Entonces depende de qué desinformación circule, cuáles son las estrategias que vas a utilizar para desmontarlo.
Clara: Otra cosa que hacen los fatcheckers, los verificadores, es verificar el discurso político. Cuando un político sale y nos da su charla, a veces intenta manipularnos también. Y hay que estar atento a encontrar cuál es ese dato que intenta manipular o cuál es ese contexto que a veces omite y que cambia totalmente la percepción que tenemos de la realidad.
Eliezer: Tal vez han visto este tipo de verificación durante elecciones en sus países. Por ejemplo, cuando chequean si son verdaderas las afirmaciones y los datos que dan los candidatos en debates o en eventos de campaña.
Silvia: Clara lleva mucho tiempo haciendo este trabajo, entonces ha tenido que cubrir otras guerras, como la de Ucrania que para ella marca un antes y un después.
Clara: ¿Sabes qué pasa? Que, que creo que la guerra que cambió el paradigma de la utilización de la desinformación como arma a ambos lados fue la invasión de Ucrania. Entonces, cuando ocurrió el ataque de Hamás sobre Israel y esa respuesta de Israel creo que al menos la comunidad de factcheckers ya sabía que la desinformación iba a ser un arma en ambos lados.
Silvia: Y muy pronto se dieron cuenta que en esta guerra, además, hay pocos periodistas en terreno comparado a Ucrania o a otros conflictos, ya que los medios internacionales no han podido entrar en Gaza hasta la semana pasada, y fue un grupo reducido que ingresó con las fuerzas israelíes.
Clara: Y claro, eso limita mucho la información a la que puedes tener acceso. Que además las comunicaciones online también estén limitadas también impide muchas veces ese contacto directo con la gente que está allí, que te puede dar determinados testimonios de primera mano.
Eliezer: Desde que empezó este conflicto, el gobierno de Israel y los bombardeos provocaron varios cortes de internet y de las comunicaciones telefónicas, y el gobierno israelí cortó el suministro eléctrico en la franja de Gaza. La organización Médicos Sin Fronteras, por ejemplo, denunció que durante estas interrupciones perdieron el contacto con colegas que estaban en Gaza.
Clara: En Ucrania, una de las cosas que pasó al inicio, cuando tampoco había tantos periodistas allí, es que los propios ucranianos, se dedicaron a generar mucha información online y esa información era de mejor o peor calidad, evidentemente, pero tener muchos vídeos y muchas imágenes de lo que estaba ocurriendo dentro de Ucrania a nosotros nos permitió, poder mapear, saber qué estaba ocurriendo aquí y allá. En Gaza eso no es tan sencillo porque no sale ni siquiera tanta información desde la Franja.
Silvia: A esto hay que sumar el peligro que corren los reporteros que están en terreno. En las primeras cuatro semanas se han reportado más periodistas asesinados que en cualquier otro conflicto en las últimas tres décadas. Eso es algo que dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. Al cierre de este episodio eran 39 periodistas asesinados.
Eliezer: Ana percibe que hay más desinformación circulando por este conflicto en Gaza, que se viralizan más rápido, y que los contenidos son más incisivos.
Ana: Creo que tiene que ver bueno, un poco con la antigüedad del conflicto. hay más polarización, se ha expandido más en el mundo, creo que más gente se siente identificada entre comillas con el conflicto Israel-Palestina que con el conflicto Rusia-Ucrania ¿no? por más de que Rusia siga siendo un superpoder, etcétera, etcétera.
Silvia: Ana también nos contó que hay razones técnicas que explican esta mayor polarización. Y una tiene que ver con Twitter, o, bueno, X ahora, y lo que ha hecho Elon Musk con esta red social.
Ana: Cuando Rusia invadió Ucrania, Twitter era Twitter, tenía otros dueños. Había un equipo que trabajaba con verificadores para limpiar de desinformación la plataforma, etcétera, etcétera. El día que llegó Musk eliminó todo eso.
Eliezer: La verificación, o sea, el tick azul que antes servía para confirmar la identidad de personas u organizaciones que podían publicar información de interés público, pasó a ser un servicio pago.
Ana: Y ese tick azul te regala visualizaciones, te regala expandir más tu mensaje. Y ahora desde las últimas semanas te regala también la posibilidad de hacer dinero en la plataforma como content creator ¿no? creador de contenido. Y esa tracción no está motivada por la verdad o la veracidad de su contenido. No, solamente quiere likes y retweets y con eso gana dinero. Y hay muchísimas cuentas que están desinformando sobre lo que está ocurriendo ahora en Israel y Gaza, que tienen ese bluetick y el incentivo económico que les regaló Musk. Entonces, yo creo que eso no debe de ser desatendido para nada cuando hablamos de por qué de pronto hoy parece que hubiera mucha más desinformación sobre este conflicto que sobre otros, ¿no? Es un conflicto que genera muchas pasiones, mucha polarización en sí, mucho enojo, mucho sufrimiento. Eso en una crisis larga y que no sabemos cuándo va a terminar. Eso de por sí ya es caldo de cultivo para que surja información falsa. Una crisis, listo, información falsa garantizada. Pero cómo ha reverberado, bueno, también tiene que ver con las mismas plataformas sociales y lo que permiten, ¿no?
Silvia: ¿Cuánto daño genera esa desinformación y dónde impacta?
Clara: Bueno, yo creo que muchas veces pensamos, como que desestimamos la desinformación en el sentido de que están muriendo niños, hay guerras, hay rehenes y entonces decimos bueno, la desinformación entra en un segundo plano. Es una cosa un poco como por los aires. Y la realidad es que no. La desinformación en los conflictos hace que cambie, por ejemplo, el apoyo internacional a un lado o a otro. Hace que cambie la percepción de la ciudadanía a nivel internacional de quién está siendo o quién se está saltando más las leyes de la guerra. Entonces, no es una cosa menor, porque ese cambio de la situación internacional significa que Estados Unidos haga una cosa u otra, o que se abra o no se abra el paso de Rafah en Egipto para que entre ayuda humanitaria o que se critique desde los gobiernos europeos, por ejemplo, un poco en el momento en el que estamos a Israel por bombardear o no bombardear y cortar comunicaciones dentro de la Franja de Gaza. La desinformación juega un papel muy importante en esta situación porque influye mucho en las decisiones que se toman.
Eliezer: Hablemos un poco más sobre la desinformación que ha circulado estas semana, ¿no? ¿Qué casos deberíamos destacar como ejemplos paradigmáticos del tipo de desinformación que estamos viendo? ¿No?
Ana: En este conflicto hay mucha fotografía y video sacado de contexto, o sea, eventos de otros momentos y de otros lugares que de pronto quieren pasar como si estuvieran ocurriendo en Gaza o en Israel en este mismo instante. Eso es muy típico. Es muy fácil de hacer algo así. Es muy sencillo. Agarras un videíto, una captura de pantalla. Esto está pasando ahora y lo mandas con determinado texto y listo, ya está.
Clara: Está surgiendo, por ejemplo, que es una buena alerta también para la audiencia. Estamos viendo un montón de videos muy, muy, muy brutales adjudicados a Hamás o adjudicados a Israel ahora mismo, que en realidad son de la guerra de Siria y de 2016, que son imágenes que, sí, yo cubrí aquella guerra y las tengo muy presentes, pero si no las tienes presentes es muy fácil que las, que te equivoques y las descontextualices y eso se está utilizando mucho para desinformar ahora mismo.
Ana: Lamentablemente Siria, con su guerra larguísima, tiene un montón de material que muchos sacan y utilizan en distintos conflictos. También se utilizó muchas capturas y videos sirios durante el conflicto de todavía que todavía está por supuesto de Rusia y Ucrania. Hay otras desinformaciones, una que se viralizó mucho y en varios idiomas, fue el video de unos supuestos generales israelíes capturados por Hamás, que en realidad era un video de presos separatistas en Azerbaiyán.
Eliezer: Pero entre todos estos ejemplos, hay dos casos emblemáticos. Y ambos muestran lo duro que puede ser hacer fact-checking cuando los contenidos para verificar involucran a niños y tragedias brutales.
Clara: Uno es el titular de los 40 bebés decapitados, en el kibutz por parte de Hamás en los primeros días.
Silvia: Que comenzó a difundirse masivamente a los pocos días del ataque de Hamás. En la cuenta de Twitter de Israel, el video que desencadenó todo tiene casi 20 millones de reproducciones.
Clara: Y el otro es el Hospital de Gaza.
Eliezer: La explosión fue el 17 de octubre y desde entonces hay acusaciones cruzadas entre Israel y Hamás sobre quién fue el responsable.
Clara: Creo que son los dos grandes casos paradigmáticos de desinformación y también de falta de información, que es que muchas veces la desinformación se genera porque no hay información. Cuando hay un vacío de información, la desinformación entra a llenarlo. La mejor manera de entender esto es pensar en la pandemia. Cuando de repente llega la pandemia y no tenemos prácticamente información sobre el COVID, empiezan a circular un montón de cadenas de WhatsApp, un montón de audios, videos que nos dicen que si tocas una superficie te vas a contagiar. Al final, la incertidumbre humana hace que allí donde no hay información lo llenemos todo con desinformación. Y eso pasa en la pandemia, pero también pasa en una guerra.
Silvia: Claro, Me acuerdo que con lo de los, los bebés decapitados una cosa que se volvió viral fue, bueno, se criticó mucho a CNN. ¿No? Porque si, si recuerdo bien, ellos reportaron lo que dijo Israel.
Clara: Bueno, ellos dijeron que tenían confirmación por parte del primer ministro, y efectivamente solamente estaban reportando una parte. De la misma manera, creo que es un ejemplo que también es válido cuando se ha reportado sobre el hospital que había 500 muertos y la fuente que daba esos 500 muertos era el Ministerio de Salud de Gaza, que está controlado por Hamás. Y añadir eso, que está controlado por Hamas, es extremadamente importante para entender si pueden estar o no manipulándote esa información.
Eliezer: En el caso de los 40 bebés decapitados, la desinformación comenzó el 10 de octubre con una declaración de una periodista israelí en un canal de televisión. La periodista reporteaba desde el lugar del atentado y, citando a soldados que entrevistó, dijo que había bebés decapitados. El gobierno de Israel compartió el video en su cuenta de Twitter junto al mensaje, y aquí cito: “40 bebés asesinados”. Luego, un vocero del gobierno habló de las decapitaciones con periodistas de CNN.
Silvia: Al otro día, el 11 de octubre, Israel publicó un video hablando, de nuevo, de niños asesinados, sin mencionar las decapitaciones. El presidente de Estados Unidos dijo que nunca hubiera pensado que, cito, “vería, tendría confirmación, de fotos de terroristas decapitando niños”. Luego desde la Casa Blanca explicaron que se refería a los reportes del gobierno y la prensa israelíes. En su canal de Telegram, Hamás dijo que las acusaciones de decapitaciones de niños eran falsas, que eran calumnias.
Eliezer: Hasta el momento no hay evidencia que permita saber exactamente qué ocurrió.
Silvia: Cuando le pregunté a Clara sobre el caso del hospital de Gaza, me dijo que ha sido frustrante porque hasta el momento no han podido verificar con precisión cómo ocurrió el ataque ni de dónde vino.
Clara: No te voy a decir ha sido Hamás o ha sido Israel, porque no hay suficiente evidencia para poder decir eso a día de hoy.
Ana: Es que no, no hay gente, digamos, en el lugar para hacer, digamos, una prueba de bueno, ¿dónde están los restos de lo que cayó acá, ¿qué es este metal? ¿Este metal corresponde a que a un misil, a un cohete, qué tipo de arma? ¿De dónde viene? O sea, una investigación forense sobre el terreno, digamos, sin investigación forense sobre el terreno es muy difícil, llegar a una, a una, a una conclusión.
Clara: Nos acostamos sabiendo que se había bombardeado un hospital o eran las informaciones que llegaban y que según el Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, había al menos 500 muertos.
Ana: Se asumió muy rápidamente que había sido un ataque israelí. O sea, esa noche hasta que amaneció, las redes sociales estallaron con un ataque israelí o un flagrante crimen de guerra si ese es el caso, porque se trataba de un hospital repleto de civiles. Mientras que Israel salió a negarlo de inmediato diciendo que había sido en realidad un cohete de la Yihad islámica que no es ya no es Hamás es otra otra facción en Gaza.
Eliezer: La cuenta oficial de Israel en Twitter publicó un video donde supuestamente mostraban que un cohete que salía de Gaza a Israel se podría haber desviado. Pero luego lo borró porque la filmación era anterior al atentado.
Clara: A la mañana siguiente nos levantamos con unas imágenes desgarradoras de una rueda de prensa de los médicos del hospital, rodeados de cadáveres y de cadáveres de niños. Era una imagen tremenda de ver. Es así, una imagen creada, se había hecho un mosaico para que esa imagen se mostrase, ¿no? Que había preparado esa rueda de prensa para que fuera así y fuera así de impactante.
Silvia: Pero no sabían mucho más.
Clara: Entonces lo que empezamos a ver fueron los videos que en el momento de la explosión a los que se podía acceder, algunos eran una emisión de Al-Jazeera, algunos eran emisiones de cámaras de seguridad y a partir de ahí se empezó a reconstruir lo que había ocurrido para entender de dónde podía venir el proyectil si venía del lado de Israel o si venía del lado de Hamas, que era lo que decía el ejército de Israel en ese momento.
Eliezer: Las primeras fotos que vieron y chequearon mostraban que el hospital no había sido arrasado o destruido en un 80%, como afirmaban las publicaciones que circulaban en redes sociales. Se veían daños sobre todo en el estacionamiento del hospital y en la capilla. Cristales rotos, tejas levantadas, pero las estructuras del hospital estaban completas. También chequearon videos del interior del hospital, donde no vieron mayores daños.
Clara: Empezamos a ver que el cráter que debería de haber dejado una bomba que mata a 500 personas es relativamente pequeño para lo que nos dicen los expertos. Como todo, yo no soy experta en cráteres de bombas, evidentemente, pero existe gente fuera con la que contactamos que sí. Y ahí yo creo que empieza a haber más dudas.
Clara: Yo creo que la imagen que nos va creando es: hay diferentes, o sea, los dos lados están intentando influir en la opinión que tenemos de lo que ha ocurrido allí y no tenemos suficiente información para poder contrastarlo.
Ana: Sin duda ese ha sido uno de los de los hechos que más indignación ha causado en redes sociales, tanto entre quienes están convencidos que fue un ataque israelí como quienes creen que no, que fue o bien un auto ataque o bien un un misil de de Hamas o de la Yihad Islámica, lo que sea que se desvió y cayó y cayó allí. No sé si alguna vez vamos a saber exactamente qué pasó.
Eliezer: Después de la pausa, qué podemos aprender sobre estar informados sin abrumarnos con la cantidad de violencia y desinformación que circulan en las redes sociales. Ya volvemos.
Daniela Cruzat: ¡Hola! Soy Daniela Cruzat, productora senior en El hilo. Estamos haciendo un nuevo episodio y necesitamos tu ayuda.
Buscamos saber sobre las condiciones laborales de los que tienen entre 18 y 35 años, aproximadamente, en América Latina. Queremos preguntarte: ¿Has podido encontrar un trabajo en lo que estudiaste? y ¿qué tipo de trabajo tienes ahora y cuál te gustaría tener? Puedes respondernos hasta el martes 14 de noviembre dejando un mensaje en nuestras redes sociales. Nos encuentras en Instagram, X, Threads y Facebook como elhilopodcast. O escríbenos un correo electrónico a contacto (arroba) el hilo (punto) audio Repito contacto (arroba) el hilo (punto) audio
Muchas gracias de antemano por tu ayuda.
Eliezer: Estamos de vuelta en El hilo.
Silvia: Quería que nos dieras algunas pistas sobre cómo ustedes identifican una publicación falsa porque, estamos recibiendo miles de imágenes de videos. ¿No? Es bastante abrumador. Pero ¿qué les da a ustedes la pista o la sospecha de que un contenido podría ser falso o que de algún modo lo manipularon?
Clara: Bueno, yo creo que ahora mismo la mayor pista para un ciudadano de a pie y lo es para nosotros es: todos los medios de comunicación del mundo están centrados en esto, todas las imágenes que existen y están verificadas las están emitiendo los medios de comunicación. Si de repente hay una imagen ultra impactante que está compartiendo una cuenta de X o una cuenta de Twitter que solamente está compartiendo esa cuenta y no la ha cogido ningún medio y la ha levantado lo más probable es que esa imagen no sea real.
Silvia: Y esto tal vez le está haciendo un poco de ruido a algunos de ustedes, porque si han seguido de cerca las noticias sobre este conflicto, los medios grandes, tradicionales, han cometido errores. Como CNN, AP o el New York Times con los casos que ya mencionamos.
Clara: La duda ahí, Silvia, es ¿en quién confiamos más? ¿en los medios de comunicación internacionales, que todos están emitiendo las mismas imágenes, que no es como que cada uno esté emitiendo las que elige o en una cuenta de Twitter de un fulano que no sabemos quién es, que tiene un nombre que no se identifica? Quiero decir que creo que eso es lo que tenemos que valorar.
Eliezer: Ana también nos recomendó que estemos atentos a los mensajes anónimos, a las publicaciones que son imprecisas en las fechas, a aquellas personas que se presentan como expertas sin credenciales claras. Y hay otros indicios: títulos sensacionalistas, exacerbados, escritos con mayúsculas, con signos de exclamación, que apelan a nuestras emociones.
Ana: Que te regala como triggers para las emociones en lugar de hechos y datos. Un mensaje desinformador suele no tener, por supuesto, evidencias sólidas o te dan evidencias a través de “testimonieros” entre comillas, ¿no? O sea, yo lo vi, me lo dijo mi primo, estoy acá, o sea, como todos esos mensajes, como que hay que tener como un poquillo de cuidado y atención. Y también hay que tener atención no solamente a los mensajes que pueden parecer falsos, sino como cuál es nuestra relación con esos, con esos mensajes ¿no?
Clara: Habitualmente la desinformación intenta apelar en nuestro corazón a nuestros sentimientos, a nuestra patata, ¿no? Intenta hacer que nos enfademos o que nos indignemos, o que nos sintamos muy tristes, o que nos sintamos muy eufóricos. Y fijarnos en eso y ser capaces de reconocer. Ojo, yo igual aquí tengo un sesgo y por eso me siento así. Y pararse un momento y estudiar un poco más en profundidad la publicación y fijarse en la fuente, fijarse en la fecha. Eso siempre ayuda.
Eliezer: Porque es más fácil creer en una desinformación cuando de algún modo confirma lo que ya creemos. A esto le dicen sesgo de confirmación. Para evitarlo, Ana cuenta por ejemplo que tiene una lista en Twitter…
Ana: De gente que piensa diferente a mí pero que respeto mucho. Y cada tanto me meto a esa lista porque si yo no hago esa lista, a mí mi algoritmo de Twitter no me muestra esa gente, me la oculta porque no es gente que yo retuitee que yo fav que yo lea, que yo entre a sus perfiles, pero es gente que me cae bien, que respeto su opinión y que disentimos en muchas cosas, pero que pero que me parece inteligente, por ejemplo, y me gusta leerla o que, que desafíe lo que yo pienso. Y es una manera también de ventilarse de lo que uno opina, porque uno se vuelve muy rumiante, muy auto rumiante, con sus propios pensamientos, sus propias creencias, sus propias ideas y sus propias convicciones. las redes sociales que se suponían que eran un lugar de diálogo y de y de intercambio y de intercambio de opiniones y conocer el mundo, de pronto, con estas burbujas en las que nos metemos, son todo lo contrario. Están todo el día alimentando lo que uno ya es y nunca desafiándote a enfrentarte a otras opiniones.
Silvia: Con tanta desinformación: imágenes de conflictos anteriores, declaraciones manipuladas, mentiras… los factcheckers tienen que elegir qué verificar. Ana y Clara coincidieron en los criterios: la viralidad, la relevancia, el peligro que implica que determinado contenido se propague…
Clara: No es lo mismo que lo diga un político en prime time que que lo diga una cuenta de Twitter y una sola cuenta de Twitter. No es lo mismo una campaña orquestada de bots repitiendo un mensaje o una imagen o un video que una persona que hace un comentario en un post de Facebook. No es lo mismo cómo influye en ti un scam de regalos de Coca-Cola, que cómo puede influir que alguien te diga que bebas lejía contra el cáncer. No es lo mismo. Y ahí, efectivamente, es una decisión editorial. Y cuando vienes, cuando hablamos de la guerra, pues probablemente priorizas antes verificar cosas que van a generar discurso de odio contra un lado o contra otro que que verificar, que esa foto de una niña entre escombros no es de ahora, sino que es de hace tres años. Valoras.
Silvia: Creo que algo de lo que no se habla lo suficiente o para nada, es cómo les afecta a ustedes chequear este tipo de de contenidos, ¿no? son horas y horas mirando y estudiando imágenes violentas, no de niños, como mencionábamos. ¿Cómo les impacta y cómo cuidan la salud mental?
Clara: Pues mira, esto lleva siendo un debate durante unos años en el mundo del fact-checking, porque efectivamente es inevitable que impacte, sobre todo en periodos de crisis, en una pandemia, una guerra ese consumo de imágenes horribles de manera constante es inevitable que impacten. Nosotros, por un lado tenemos un decálogo como un protocolo de cómo consumir las imágenes, ¿no? Por ejemplo, si tienes que ver un vídeo varias veces para verificarlo, es mejor verlo sin sonido, porque al final los sonidos hacen que nos metamos más en la imagen.
Ana: Si vamos a involucrarnos con imágenes fuertes, tenés que ver hasta dónde las toleras y tratar de minimizar el impacto. El sonido puede ser muy traumático. Entonces bueno, de pronto tenés que chequear este video. Otra manera de hacerlo es no mirar el video directamente, sino mirarlo con el rabillo del ojo.
Clara: Si tienes que ver un vídeo varias veces, pero no tienes que verlo muy de cerca, no necesitas ver detalles porque ya los has visto, haz la ventana más pequeña del navegador para verlo más chiquito, o amplíalo mucho para que no veas el contexto completo de la imagen.
Eliezer: También aprender a parar y a pedir ayuda.
Ana: Si vas a chequear algo que te va a afectar mucho, vos no lo chequeas, lo chequea otro. No podés inmolarte. Busquemos a otro. O tal vez no lo hacemos. Si nadie puede tolerarlo, no lo vamos a hacer. Y es que lo primero es la salud mental.
Clara: Si tú no puedes, si eso te está afectando demasiado, quítalo de en medio. Al final de la jornada intenta hablar con algún compañero o con alguien de fuera sobre lo que has visto ese día y cómo te ha afectado. También para intentar como cerrar la jornada y poder irte a tu casa sin llevarte eso en la mochila y sin irte pensando en eso. Y luego hemos hecho alguna sesión con una psicóloga para intentar también crear un espacio seguro para que la gente pueda hablar de sus sentimientos y para que unos y otros se den cuenta de que al de enfrente también le pasa y que es algo que podemos verbalizar y de lo que podemos charlar. Y luego esto, creo, es una recomendación que le vale también a la gente que nos está escuchando y que no se dedique a esto que es aprende a desconectar. Sales de tu jornada laboral y cierra Twitter. No tiene sentido estar viendo esto todo el rato. Ya has visto todo lo que es información y desinformación a lo largo de la jornada. Luego cierra y vete a casa tranquilo.
Silvia: Sí, justo eso te iba a preguntar. ¿No? Si hay algo que podemos aplicar nosotros, que nos recomiendas para poder mantenernos informados sin sentirnos quemados por el horror de lo que estamos viendo y que es constante, ¿no? En todos lados.
Clara: Claro, y creo eso engancha mucho. Fíjate con esta historia que estamos viendo ahora de la gente que decide dejar de consumir noticias porque se ha sobresaturado de noticias, porque las noticias desgraciadamente suelen ser noticias negativas y entonces mucha gente la pandemia como que rebasó el vaso y entonces decidió desconectarse de las noticias. Y eso es problemático porque al final vive desinformado. Yo creo que hay que entender que aunque tengamos un móvil en la mano 24/7 y siempre esté accesible la información, hay que aprender a hacerse dietas informativas. Si tú por la mañana escuchas el boleto de la radio, escucha la radio por la mañana y luego durante el día no hace falta que te metas en Twitter. Cuando llegues a tu casa, pones el noticiero y ves el noticiero y luego te vuelves a desconectar. Pero aprendes y tu cuerpo también aprende y tu cerebro aprende que hay unas horas en las que consumes noticias y otras horas en las que no.
Eliezer: Ana también nos habló de estas dietas informativas y de que mirar y mirar escenas violentas no equivale a estar informado.
Ana: En estos tiempos me parece que hay una tendencia a creer que informarse sobre conflictos bélicos, por ejemplo, es exponerse a contenido violento. O que informarse sobre conflictos bélicos… la respuesta está a la vuelta de la esquina, por ejemplo. Con esto quiero decir que informarse requiere esfuerzo. Las redes sociales me parece que nos han dado la ilusión de que informarse es súper fácil, ¿no? Sencillamente tenías que abrir tu, tu tablet o tu celular, abrir Twitter y tiki tiki tiki o Facebook o tu red social favorita, y eso no es informarse, eso es enterarse, ¿no? Informarse requiere algo que a veces ni siquiera los periodistas hacemos, que es leer más de una fuente de noticias o contenido, ¿no? Hacer un seguimiento de la noticia que te interesa. Informarse requiere serenidad, es el antónimo del sensacionalismo con fuentes más serenas, con análisis que no te va a llevar una lectura de un minuto te va a llevar una lectura de 20 minutos, probablemente. Bueno, hay que estar dispuesto a eso Y también está, al menos entre bueno, determinados círculos, una obsesión por estar informado, por opinar de todo, por bueno. Y ahí si estás obsesionado con eso y si crees que eso es un valor, opinar, sobre todo te van a colar desinformación a cada rato.
Silvia: En nuestras redes sociales pueden encontrar material extra con prácticas útiles para tener una dieta informativa y navegar esta ola de desinformación que atravesamos. Nos encuentras como elhilopodcast en todas las plataformas.
Nausícaa Palomeque : Este episodio fue producido por mí. Lo editaron Silvia, Eliezer y Daniel Alarcón. Bruno Scelza hizo la verificación de datos. La mezcla, el diseño de sonido y la música son de Elías González.
El resto del equipo de El hilo incluye a Daniela Cruzat, Mariana Zúñiga, Analía Llorente, Samantha Proaño, Paola Alean, Juan David Naranjo Navarro, Elsa Liliana Ulloa, Natalia Ramírez y Desirée Yépez. Daniel Alarcón es nuestro director editorial. Carolina Guerrero es la CEO de Radio Ambulante Estudios. Nuestro tema musical lo compuso Pauchi Sasaki.
El hilo es un podcast de Radio Ambulante Estudios. Si valoras el periodismo independiente y riguroso sobre América Latina, te invitamos a unirte a nuestras membresías. Al donar, estarás contribuyendo directamente a que El hilo siga reportando sobre nuestra región. Visita: elhilo.audio/apoyanos
También puedes seguirnos en redes sociales, recomendar nuestros episodios y suscribirte al boletín de correo.
Yo soy Nausícaa Palomeque, gracias por escuchar.