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El régimen de Daniel Ortega en Nicaragua cierra y confisca medios, encarcela a periodistas y los fuerza al exilio. Pero los ataques a la libertad de prensa se extienden por toda la región: Nayib Bukele en El Salvador y otros presidentes centroamericanos siguen el manual de Ortega. En este episodio especial conversamos con Octavio Enríquez, un periodista nicaragüense con más de 20 años de experiencia que tuvo que seguir investigando los abusos de poder de los Ortega desde el exilio. Luego, Gabriela Cáceres de El Faro habla sobre el costo de publicar investigaciones que el gobierno de Bukele no quiere que salgan a la luz. Finalmente, Carlos Monterroza, exconductor de un programa de actualidad en televisión abierta, nos cuenta cómo El Salvador se va quedando sin espacios de análisis y opinión en un tiempo crucial para el futuro político del país.
Este episodio es parte de un proyecto de cobertura de la situación de la prensa en la región en alianza con El Faro y con el apoyo del Fondo Canadiense de Iniciativas Locales.
Créditos:
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Producción
Silvia Viñas -
Edición
Daniel Alarcón, Eliezer Budasoff -
Óscar Martínez
Coordinación editorial de El Faro -
Verificación de datos
Bruno Scelza -
Diseño de sonido y mezcla
Elías González -
Música
Elías González -
Tema musical
Pauchi Sasaki -
Fotografía
EFE / Jorge Torres
Etiquetas:
Transcripciones:
Transcripción:
Eliezer Budasoff: Octavio. ¿Me puedes describir cómo saliste de Nicaragua?
Octavio Enríquez: Sí, perfectamente. Tengo muy vívidos los recuerdos.
Silvia Viñas: Octavio Enríquez es un periodista nicaragüense con más de 20 años de experiencia. Trabaja para Confidencial y es miembro de la mesa editorial de la plataforma Connectas. Recibió el premio Ortega y Gasset y el Rey de España.
Eliezer: Pero eso no es lo primero que te dice cuando le pides que se presente. Antes que nada, Octavio se describe como reportero. Y explica que le gusta decirlo así porque para él esa palabra implica que andas buscando historias.
Octavio: Más que de un título, me siento muy orgulloso de sentirme reportero. Más de un país con una situación tan difícil como es Nicaragua, pues.
Silvia: La situación para los periodistas en Nicaragua ha estado difícil por años. Pero para Octavio, el momento crítico llegó en 2021. En esa época daba clases de periodismo y, aunque esto no era algo que se sabía públicamente, trabajaba con un equipo en una investigación sobre los negocios patrimoniales de los Ortega, la familia presidencial.
Octavio: Mira, había un momento de tensión bien espantoso en Nicaragua en ese momento. Había mucha zozobra entre todos nosotros los periodistas y entre la ciudadanía en general, porque se estaban dando una serie de detenciones de parte de la Policía. Te estoy hablando de junio de 2021, que es la etapa preelectoral.
Audio de archivo, Daniel Ortega: No hay un paso atrás.
Audio de archivo, periodista: Daniel Ortega se defiende de quienes le acusan dentro y fuera de Nicaragua de perseguir a las voces disidentes.
Octavio: A acusar, pues, a candidatos, precandidatos y posibles competidores de Ortega.
Audio de archivo, periodista: También han sido detenidos otros líderes opositores como ex cancilleres, ex guerrilleros.
Octavio: Líderes estudiantiles, empresarios. Entonces, en ese contexto de las detenciones comienzan a detener, a citar a la Fiscalía primero, a decenas de periodistas. Yo fui uno de ellos.
Eliezer: Lo citaron como testigo en un caso contra la Fundación Violeta Barrios de Chamorro. Ahí Octavio daba clases de periodismo.
Silvia: Esta fundación la dirigía Cristiana Chamorro, una periodista muy conocida que se había lanzado como precandidata presidencial. Según una encuesta de CID Gallup, llegó a ser la líder opositora con más posibilidades de ganarle a Daniel Ortega.
Eliezer: Pero no pudo presentarse. La acusaron, entre otras cosas, de lavado de dinero en su rol en la Fundación, y hasta ahora está bajo arresto domiciliario.
Octavio: De repente ejercer o dar clases era visto desde el oficialismo como un delito y al estigmatizarnos, decir que recibíamos plata, ¿no? de las potencias extranjeras, del imperio, entonces lo que estaban intentando era restar una voz de credibilidad a los periodistas. Pero en ese momento nadie sabía, Eliezer, lo que iba a pasar en Nicaragua. O sea, comenzaron las detenciones, ¿pero hacia dónde va esto? Luego de eso ya no había garantías para hacer ningún tipo de ejercicio profesional en Nicaragua.
Silvia: Tomar fotos, hacer una entrevista, empezó a dar miedo… de que te iban a detener.
Octavio: Yo entro en una decisión bien difícil. Hablo con mi esposa y le digo, “Mira, yo creo que yo tengo que salir. Sí, porque es que no hay manera, porque en algún momento dado la policía va a llegar a tocar a mi puerta”. Iba a dar a la cárcel. Y en ese momento ya no había mucho tiempo que pensar. Ya todo el mundo estaba buscando cómo salir, ¿no? porque había una persecución muy tenaz. Y entonces en ese momento yo digo ¿quién es el que pone en riesgo a la familia? Soy yo. O sea, yo soy el que tengo que salir. Y me voy… No se me olvida la fecha, porque yo salgo al día siguiente del Día del Padre en Nicaragua, ¿no? Yo tengo dos hijos, mi esposa… Nos reunimos y aquello en vez de ser una celebración, pues mis hijos tan pequeños, pues era una despedida. Ellos no sabían que yo me iba. En ese momento cenamos. Toda la vida, la pizza ha sido su platillo favorito ha sido la pizza. Comimos una pizza y luego me tocó decirles que me iba, pues. Y lo recuerdo porque fue como una puñalada la que me di, pues, cuando le dije que si pasaba algo en medio de ese clima de incertidumbre, nunca sintieran vergüenza de su padre, porque yo no estaba haciendo nada incorrecto, sino que yo estaba del lado correcto de la historia. Eso fue lo que les dije. Y me cuesta decirlo y contarlo tanto tiempo después, porque me tocó salir en la noche. O sea, como cualquier persona que comete algo incorrecto y realmente nunca, nunca lo cometí. Y pues para no cansarte el cuento, fui llorando a mis hijos en todo el camino antes de salir de Nicaragua.
Silvia: Octavio es uno de más de 160 periodistas que se han exiliado de Nicaragua desde el 2007.
Eliezer: El régimen de Daniel Ortega ha cerrado 54 medios, más de la mitad el año pasado. Ha confiscado otros tres, que siguen funcionando como medios digitales desde el exilio. Y once periodistas nicaragüenses fueron encarcelados. Y aún así, muchos siguen…
Octavio: Yo, incluso en la Fiscalía, cuando asistí, yo le dije a mis colegas y lo sigo sosteniendo, que el mejor antídoto contra el autoritarismo, ¿no?, contra lo que estábamos viendo, era seguir haciendo buen periodismo. Las cosas han sido terribles en Nicaragua, pero nosotros decidimos que teníamos que seguir contando estas cosas.
Silvia. Bienvenidos a El hilo, un podcast de Radio Ambulante Estudios y Vice News. Soy Silvia Viñas.
Eliezer: Y yo soy Eliezer Budasoff.
Los ataques al periodismo, a la libertad de expresión, no son únicos de Nicaragua…
Audio de archivo, periodista: La policía de Guatemala el viernes 29 de julio al presidente y fundador del diario elPeriódico.
Audio de archivo, periodista: Los teléfonos de más de la mitad de los periodistas de El Faro fuero conolizados con Pegasus, un software israelí que solo se vende a gobiernos.
Silvia: Hoy, cómo se intenta callar al periodismo en Centroamérica, y cómo se mantiene vivo dentro y fuera de estos países.
Es 20 de enero de 2023.
Eliezer: Como escuchamos hace unos minutos, Octavio decidió salir de Nicaragua en un momento crítico para el país, previo a las elecciones presidenciales. Daniel Ortega iba por su tercera reelección consecutiva.
Octavio: Vos te acostabas y no sabías a quién había metido preso. Ya sea como en 2020 con el covid, todas las redes sociales de tus amigos habían sido un gran obituario, pues igual era encontrabas el preso de alguien… Era terrible. Lo que ocurría es que la gente incluso no daba ninguna declaración y aun así era detenido, ¿no? Eran metidos a la cárcel sin ninguna explicación.
Eliezer: O sea, ni siquiera montaban, intentaban montar un simulacro de causa judicial.
Octavio: No, en Nicaragua la situación desde hace rato son más bien fusilamientos judiciales. Primero te capturan y después te arman el proceso. Es decir, no hay ningún tipo de garantías procesales.
Silvia: Desde finales de 2020 se fueron aprobando varias leyes que se han usado para justificar estas detenciones. Como una que se llama Ley Especial de Ciberdelitos.
Octavio: Para castigar lo que ellos llamaban noticia falsa, ¿no? Y entonces en cualquier momento no hacía falta ni siquiera que hicieras algo, pues, que habría que aclarar, sino que simplemente alguien consideraba ahí que había una noticia falsa y pues te podían meter preso, que es lo que ha ocurrido con la mayoría de la gente y también. Te hacen sospechoso de cometer menoscabo contra la integridad nacional. Esa es la versión de traición a la patria de ahora. Entonces, por decir un tuit o por comentar cualquier, había casos, pues que fueron enjuiciados –juicios fabricados–. Entonces, en algún momento dado por cualquiera de las circunstancias que yo te estoy mencionando, inevitablemente yo iba a estar de frente.
Eliezer: Así que en junio de 2021 salió del país. Y tal vez se están imaginando una salida típica: Octavio despidiéndose de su familia en el aeropuerto. Pero no fue así.
Octavio: Yo salí fuera de Nicaragua, me fui por… no por fronteras legales, pues. Ya estaban quitando pasaportes. Entonces lo que yo temía era la posibilidad de quedar sin mis documentos. Y el otro riesgo era que me detuvieran y me mandaran de regreso a Nicaragua y me convirtiera en uno de los presos políticos del país. Pues había tantos riesgos, pues.
Silvia: Llegó primero a Colombia. Y siguió con su investigación sobre los negocios patrimoniales de la familia Ortega.
Octavio: Lo que yo te decía que una simple entrevista, una llamada, una foto puede significar la cárcel, se comprobó después.
Eliezer: En agosto, Octavio le mandó un correo a Rosario Murillo, la esposa de Daniel Ortega y vicepresidenta del país, desde su cuenta de correo de Confidencial.
Octavio: Diciéndoles señores presidentes, tenemos esta dudas, estamos haciendo una investigación y le comenzamos a preguntar sobre los principales hallazgos de la investigación. Recibo una llamada que cuatro horas después, una llamada obviamente de mi familia, diciéndome que dos policías habían llegado a la casa a buscarme. Es decir, lo que lo que yo había previsto cuando salí se cumplió, desgraciadamente.
Silvia: Su esposa y sus hijos tuvieron que salir de su casa. Se fueron a quedar con familiares porque ya no era seguro estar ahí. Octavio dice que su casa sigue vacía.
Octavio: En ese momento, la primera etapa, digamos, de la intimidación decide mi exilio. La segunda etapa decide que nos volvamos una familia de exiliados.
Eliezer: En diciembre de 2021 Octavio y su familia se reencontraron en Costa Rica.
Octavio: Y yo conté una columna. Dije que yo me llevé cuatro camisas, una vaina así pues, la metí… La acomodamos como pudimos en la mochila para salir. Pues a mis hijos les tocó igual, y a la Gloria pues. Buscar cómo echar la menor cantidad de ropa posible porque no funciona, pues, cuando te toca salir, digamos, por veredas, no funciona andar con un bolso y esas cosas pesadas, más bien eso te atrasa. Y eso fue lo que pasó. Quisiera tener un montón de palabras en el diccionario para poder describir ese momento cuando es la vuelta y me reencuentro con mis hijos y con la Gloria, mi esposa. Fue francamente… Fue una serie de emociones. Y nos tocó reiniciar pues. Y y pues digo yo, o sea, mira, yo no te puedo negar, en todo este proceso uno tiene miedo, incertidumbre. Son tantas palabras o sea, no sé cómo… Es un tropel de sentimientos, pues.
Silvia: La investigación en la que estaba trabajando Octavio se publicó en febrero de 2022, cuando su familia ya estaba fuera del país.
Eliezer: Octavio, tú eres uno de las decenas de periodistas de los cientos, digamos, de entre periodistas y activistas que se han exiliado. ¿Nos puedes explicar cuál es la magnitud del acoso que está causando esto?
Octavio: La gente tuvo que salir para resguardar su integridad. O sea, nosotros decidimos que la mejor manera de seguir haciendo nuestro trabajo era hacerlo desde lugares seguros. Hay al menos unos 20 medios independientes que también se hacen desde el exilio.Los medios grandes fueron confiscados. Confidencial, confiscado. La Prensa confiscada también. Y y con saña, pues.
Silvia: Porque el régimen no solo encarcela a periodistas, también confisca los edificios donde estaban estos medios y los convierte en, por ejemplo, centros de salud.
Octavio: Para tratar de justificar que a los medios golpistas se les habían decomisado estos edificios y ahora beneficiaban realmente al pueblo, pues, ese es el cuento desde el oficialismo.
Silvia: Octavio y otros periodistas nicaragüenses se han ido mayormente a Costa Rica, Estados Unidos y España.
Octavio: Y lo que hemos compartido, digamos, entre exiliados cuando nos encontramos primero las ganas que tenemos de volver a o con nostalgia, no la ganas que tenemos de volver a recorrer nuestras calles, frecuentar a nuestros vecinos. Eso siempre es un tema de conversación. Al principio él lo era más aún. Yo me acuerdo que mi esposa cuando le digo yo compremos plantas para la casa. No, ¿para qué? ¿Si nos toca volvernos mañana a Nicaragua? Era el típico reclamo. Siempre hablamos de eso y también nos damos cuenta cómo le va a tus hijos. ¿Lograron insertarse en el sistema educativo? ¿Qué tal los están tratando? Son el tipo de conversaciones, y tratamos de que sean como un remanso, ¿no? donde podamos conversar de nuestra vida, de nuestras vidas robadas por la dictadura, por esa etapa de nuestras vidas robadas por la dictadura.
Eliezer: Octavio y muchos colegas en el exilio siguen exponiendo los abusos de poder en Nicaragua. Y dice que el trabajo funciona igual que en una redacción que trabaja de manera remota…
Silvia: La clave, dice Octavio, es cultivar fuentes y cuidarlas.
Octavio: En medio de un contexto autoritario esas fuentes son como el Lazarillo para ayudarte a ver en la oscuridad. A ellos los pueden, como se llama, los pueden encarcelar también. Los pueden acusar de propagar noticia falsa o cualquiera de estas barbaridades. De hecho lo han seguido haciendo y entonces nosotros nos hemos impuesto, digamos, el trabajo también y el deber pues de proteger lo más que podamos a nuestras fuentes.
Eliezer: Me contabas recién, ¿no?, que tu esposa no quiere comprar plantas porque dice: Bueno, ¿y si volvemos? La pregunta es. ¿Quieres volver? ¿Y bajo qué tipo de condiciones podrías volver?
Octavio: Ay yo quiero volver y darle un abrazo a mi madre. Claro. Claro, yo quisiera eso. Yo quisiera darle un abrazo a mis tíos, a mis familiares y a mis amigos. Ya tengo más de un año y medio de. Pero fíjate que. Primero. No, no, no estoy en capacidad honestamente de decir que. Si va a ocurrir algo. Creo que nadie puede decirte que va a ocurrir algo y va a cambiar esto. Cuando esas cosas ocurren, ocurren de la manera más inadvertida.
Silvia: El exilio tiene costos inesperados, más aún en pandemia. Su hermano falleció de covid, y fueron sus colegas periodistas los que lo apoyaron.
Octavio: Y no me he podido despedir de él. Sí. Quizá eso sería lo primero que haría. Ir a ponerle una flor.
Eliezer: El régimen de Ortega lleva años reprimiendo a periodistas, pero no es el único en Centroamérica. Después de la pausa, cómo Nayib Bukele de El Salvador sigue el manual de Ortega.
Silvia: La semana que viene estaremos por primera vez en el Hay Festival de Cartagena, y queremos encontrarnos contigo. Tenemos una gran noticia: estamos regalando entradas de cortesía para que puedas asistir a la charla que Eliezer y yo tendremos con la cantante y compositora puertorriqueña iLe. Se llama “Canciones contra el poder”. Si estás en Colombia y puedes asistir al Hay Festival el viernes 27 de enero, escríbenos a [email protected] o a través de los mensajes directos de nuestras redes sociales, estamos en Instagram y Twitter como arroba el hilo podcast. ¡Nos vemos en Cartagena!
Silvia: Estamos de vuelta en El hilo. En el segmento anterior hablamos con el periodista Octavio Enriquez sobre cómo el régimen de Daniel Ortega acosa a periodistas y fuerza su exilio.
Eliezer: Nayib Bukele, de El Salvador, es una versión jóven de Ortega, una versión millenial: entiende cómo usar la tecnología y las redes sociales para atacar a periodistas y cualquiera que lo investigue, critique o cuestione.
Silvia: Hace menos de dos meses Reuters reveló lo que se sospechaba: que detrás de los insultos y las amenazas en redes hay un esfuerzo coordinado, una granja de troles que trabaja al servicio de Bukele.
Eliezer: Son personas que manejan cuentas anónimas de Twitter que alaban al presidente y atacan a sus críticos. Según fuentes que hablaron de manera anónima con la agencia, el trabajo de las personas detrás de estas cuentas era supervisado por funcionarios de la administración de Bukele, y a veces trabajaban en oficinas del gobierno.
Gabriela Cáceres: El primer comentario que siempre hacen es decirme pandillera.
Silvia: Ella es Gabriela Cáceres, tiene 30 años y es periodista de investigación en El Faro. Se centra en temas de corrupción, de pandillas.
Gabriela: Y a pesar que hay una explicación técnica sobre por qué una mujer ya no es pandillera, pero eso es para descalificar. ¿No? Y ya luego se pasa a que me van a encontrar en la calle y me van a violar. Luego empiezan las ofensas, comienzan a amenazarme, que van a buscar a mi familia, que ya saben donde vivo.
Silvia: Gabriela me dio un ejemplo reciente. Fue a una ceremonia de premios en Madrid a finales del año pasado para hablar sobre libertad de prensa.
Gabriela: Yo solo hice una foto y puse un tweet tan sencillo que dice eso: vine a hablar de libertad de prensa de El Salvador. Y tuve 500, 500 ofensas.
Eliezer: Esto es solo un ejemplo. Gabriela dice que este tipo de ataques le han hecho muy mal. Le han causado miedo, paranoia. Y por eso decidió silenciar las notificaciones.
Gabriela: Porque no es vida a estar viendo cada momento Twitter y que un desconocido como firmó un contrato y me está ganando dinero por créame un desorden mental.
Eliezer: Gabriela tiene su cuenta de Instagram en privado. Y dice que es el único espacio donde puede ocupar sus redes sociales.
Gabriela: Soy joven y me gusta publicar lo que hago y de hecho hasta me limité mucho ahí también porque agarraron unas de mis fotos que yo tenía en mi Instagram, que no era nada, yo estaba feliz y las colocaron
Eliezer: La usaron para hacer memes donde la acusan a ella y a otros periodistas de El Faro de tener lazos con políticos de la oposición, con George Soros…O sea, para atacar su trabajo.
Gabriela: Y eso pasa si publico algo del gobierno, por ejemplo, una investigación.
Silvia: Y Gabriela ha publicado una de las investigaciones más importantes de los últimos años sobre la relación entre el gobierno de Bukele y las pandillas.
Eliezer: Con dos colegas de El Faro –Óscar Martínez y Carlos Martínez–, Gabriela tuvo acceso a parte de una investigación de la Fiscalía sobre negociaciones entre el gobierno de Bukele y la Mara Salvatrucha, Barrio 18 Revolucionarios y Barrio 18 Sureños. Tiene que ver, básicamente, con un pacto: las pandillas mantenían los asesinatos en un número históricamente bajo a cambio de beneficios para sus miembros dentro y fuera de las cárceles.
Silvia: El Faro ya había reportado sobre este tipo de negociaciones entre las pandillas y el Gobierno de Bukele en 2020, pero Gabriela y sus colegas ahora estaban revelando más: que un grupo de cinco fiscales habían llevado una investigación criminal contra varios funcionarios del gobierno… que tenían fotos, documentos, testimonios y audios.
Gabriela: Y estos cinco fiscales investigaron en las negociaciones con las pandillas, pero también los actos de corrupción que estaban cometiendo los funcionarios. Llamaron el caso Catedral. Es una trama de corrupción muy grande y la que básicamente Bukele con sus nuevos fiscal la metió… Nos han dicho las fuentes que está engavetado o eliminado el caso.
Eliezer: Al fiscal general que abrió este caso lo destituyó una Asamblea Legislativa dominada por el partido de Bukele, Nuevas Ideas. Eso fue en mayo de 2021, en su primera plenaria… También destituyeron a cinco magistrados de la Sala de lo Constitucional. En su lugar pusieron a jueces y a un fiscal afines a Bukele. Y en cuestión de semanas, el nuevo fiscal desmanteló la unidad que estaba investigando a los funcionarios del gobierno.
Silvia: ¿Y qué consecuencias trajo publicar esto?
Gabriela: Trajo muchísimas, la verdad. Nunca había publicado quizás un material tan fuerte como las negociaciones, y sólo había observado como mis compañeros estaban viviendo en aquellos años ese proceso. Pero no me imaginé jamás las repercusiones que iba a tener y cómo mi vida cambió muy rápido, muy rápido. Y la paranoia que me empezó a causar los comentarios de Twitter, por ejemplo. Veníamos de un confinamiento que la casa se hizo mi único centro de seguridad y básicamente volví a recurrir a lo mismo, a tomar medidas de seguridad, ya de no salir mucho porque nos estaban siguiendo. Querían saber con quiénes estábamos hablando. Las fuentes también empezaron a alejarse porque no querían, obviamente que existiera un vínculo entre ellos, conmigo o con alguien de El Faro. Pero sobre todo fue un daño muy psicológico el que hicieron aparte de redes sociales, la verdad.
Y ya luego, a través de nuestras fuentes nos dimos cuenta que estamos siendo investigados por revelar información confidencial por Catedral. Y la Fiscalía inició una investigación contra sus ex fiscales que estaban investigando el gobierno de Bukele. Llegaron a allanar las oficinas, incautaron aparatos para determinar el vínculo que hay entre ellos y nosotros.
Silvia: Gabriela y sus colegas supieron sobre esta investigación en enero de 2022, hace un año.
Eliezer: Ese mismo mes se hizo público que veintidós miembros de El Faro, incluyendo Gabriela, habían sido intervenidos con Pegasus, un software de espionaje de una empresa israelí que se llama NSO Group. Pegasus permite controlar celulares por completo. Puede interceptar llamadas y mensajes, y también extraer información que está guardada en el aparato.
Silvia: Unos expertos en ciberseguridad detectaron 226 intervenciones al equipo de El Faro entre 2020 y 2021.
Gabriela: Entregamos los aparatos, hicieron las, no sé, cosas ahí tecnológicas que yo no entiendo y nos dieron un calendario a cada uno donde están las fechas de cuando entró y salió el virus.
Eliezer: Según lo que informó El Faro, la primera infección del celular de Gabriela fue en abril de 2021, y duró hasta septiembre.
Gabriela: Cuando salí de viaje no había, como que desaparecía el virus y de repente volvió a entrar. Y cuando fueron las protestas de Bukele, en contra de Bukele, yo las cubrí las dos y ahí era, entraba, salía, entraba y salía. Nos dijeron que se encendía cuando la cámara para grabar sola. Lo que me preocupó realmente porque a veces yo dejo el celular ahí. Pues sí, también. Bueno, lo de las llamadas, que ya lo sabíamos, porque cuando encendíamos el teléfono se escuchaba “puc”, pero creo que eso ya es cosa del gobierno.
Silvia: NSO Group, la empresa que hace Pegasus, ha dicho que solo vende este software de espionaje a gobiernos, y con la autorización del ministerio de Defensa de Israel. El Gobierno de Bukele le dijo a Reuters que ellos no son clientes de esta compañía, que están investigando estas intervenciones y que algunos de sus oficiales podrían haber sido infiltrados también.
Eliezer: A finales de noviembre de 2022, quince miembros de El Faro demandaron a la empresa en una corte federal de Estados Unidos. Es la primera vez que un grupo de periodistas presenta este tipo de demanda…
Gabriela: Y básicamente lo que queremos saber es quién le pagó para que nos espiara. Básicamente es el objetivo de la demanda. Pues porque es un atentado contra la libertad de expresión, sobre todo de nuestra vida laboral y privada, porque no solo nos afectan a nosotros como pues nuestra imagen o nuestras cosas personales, sino que también estamos exponiendo a personas que están colaborando para que salgan cosas a la luz que el gobierno está tratando de ocultar.
Silvia: Con todo esto, tú decidiste salir del país momentáneamente. ¿Me puedes contar un poquito sobre eso? Lo que te sientas cómoda de decir.
Gabriela: Ok. Sí. Yo tomé la decisión de salir de forma preventiva porque ya tenía mucha información de mis fuentes, fuentes de que yo confío que no son fuente que yo las conocí ayer. Y al principio fue como necesito tomarme un descanso y trabajar a distancia, lo cual fue difícil porque también fui la primera que tomó la decisión de salir de la redacción, ¿no?.
Eliezer: Gabriela dice que sus colegas la apoyaron en esta decisión de irse del país por un tiempo…
Gabriela: Porque les dije ah, no aguanto la cabeza y esto me está ahogando.
Silvia: Y dice que su familia se enteró sobre la investigación que abrieron en contra de ella y sus colegas de El Faro. Pero no solo recibieron esta información.
Gabriela: Mensajes intimidatorios hacia mi familia también. Entonces era para ellos también ha significado una especie de tranquilidad que que yo esté fuera, porque el gobierno cada vez que publicamos es ataque de troles hasta en cadena nacional
Audio de archivo, Nayib Bukele: Ustedes se van a ir ahorita a sus redacciones y van a escribir lo que quieran. Y van a escribir, en el caso de El Faro, una sarta de mentiras del gobierno y nosotros qué hacemos, desmentirlas.
Gabriela: Y es como, pues sí, asusta. Tenemos el ejemplo de Nicaragua, no estamos alejados de esa realidad.
Eliezer: El plan original de Gabriela era volver en unos meses mientras seguía trabajando a distancia.
Silvia: En abril de 2022 reveló qué un juez documentó la liberación de un líder de la Mara Salvatrucha que aún tenía procesos abiertos. Esto lo aprendió gracias a un documento judicial al que tuvo acceso.
Eliezer: Ese mismo mes, la Asamblea controlada por Bukele aprobó una ley mordaza con penas que van de 10 a 15 años de prisión para quienes reproduzcan mensajes adjudicados a las pandillas.
Gabriela: Busca condenar a personas, periodistas, comunicadores que expliquen el fenómeno de las pandillas que nació de la Guerra Civil y que ni ningún gobierno sabe como controlar, pues.
Silvia: Y no se tardaron nada en empezar a implementarla. Gabriela y su colega Óscar Martínez recibieron un mensaje de un empleado del partido de Bukele, Nuevas Ideas, para avisarles que había puesto un aviso en contra de ellos a la Fiscalía.
Gabriela: Por crear zozobra en la sociedad por ese texto. Es un documento judicial, ¿no? que está explicando algo y que están en una guerra contra las pandillas.
Eliezer: Así que decidió quedarse más tiempo fuera… porque no se sentía segura.
Gabriela: Hay mucho fanatismo, estamos en régimen de excepción. Ya no tengo… de hecho, no tengo ninguna garantía. Me pueden detener y sí, sospecho que es pandillera, incluso por tener un tatuaje o por ellos crear un vínculo como lo están creando en redes sociales, que tenemos vínculo directo con ellos. Y así fue que alargué mi estancia fuera. No sé, hasta no quiero ser tan poco egoísta porque sé que están mis colegas, están trabajando fuerte y lo demás, pero no es vida ni tranquilidad seguir haciendo periodismo bajo esas circunstancias y en el nivel que te está sometiendo el presidente, –no solo el presidente Bukele, también todos sus funcionarios – es desgastante, es intimidatorio, busca la manera para que dejes de tanto desde viene la manera de tu fuentes, tu familia y tu persona. Entonces no sé si este me dice a mis colegas de Nicaragua que es el primer avance que ellos vivieron y que lo que viene ya es iniciar procesos judiciales.
Eliezer: Para Gabriela no hay menor duda de que estas personas que la atacan cada vez que publica una investigación saben que ha estado fuera del país. También se hizo público que estuvo en el programa de acogida de Reporteros sin Fronteras en España, que dura tres meses.
Gabriela: Lo que pasa es que yo de hecho esta es la primera vez que estoy contando de forma… que dije sí me siento lista para decirlo porque antes no había dado una entrevista, pero no me sentía cómoda.
Silvia: Si, o sea, la palabra aquí que no estamos pronunciando es la palabra exilio.
Gabriela: Cuesta, sí… A uno le dicen “autoexiliarse”.
Silvia: Eso te quería preguntar ¿no? ¿Qué significa para ti eso ahora mismo?
Gabriela: No me gusta utilizarla, de hecho todos los amigos que conozco cuando he llegado a un país como: iniciemos ese proceso de exilio ya, porque… Yo entiendo que lo hacen de manera de protegerme y evitar que yo vaya a seguir la misma rutina, de encerrarme en mi casa y no poder disfrutar bien como lo estaba haciendo. Y dije no, no lo voy a hacer de forma legal, Y me dicen: entonces tu te has auto exiliado, pero también me choca esa palabra, porque yo digo no, salí de forma preventiva de seguridad, entonces todavía no, ni yo sé darte una respuesta clara de lo que está pasando. Creo que solo estoy avanzando y midiendo las consecuencias de que lo que podría pasar por mis publicaciones, que no debería ser así.
Silvia: Pero suena como que no te arrepientes de haber publicado la investigación de Catedral, o sea, mirando hacia atrás ¿igual las hubieses publicado sabiendo lo que se venía?
Gabriela: Sí, sí. No me arrepiento de haberlo publicado. Nunca me lo he cuestionado en este en este año casi que llevo ya fuera lo que hice y lo que planeo publicar también, porque a pesar de que me han amarrado de mil formas en mi propio país, un presidente que se llama, que se autodenomina joven en pro de la democracia, está obligando a que a los que los periodistas se autoexilien o se vayan por cuestiones de seguridad. Creo que voy a tener quizás un límite. Sí, porque es bien cansado o no te desgasta, porque todavía parece público que consecuencia poder pueda tener alguien de mi familia. ¿Ya todo esto se viene a la mente, no?
Eliezer: Una pausa y volvemos.
[MIDROLL 2]
Silvia: Estamos de vuelta en El hilo.
Eliezer: En El Salvador, el gobierno no solo está tratando de frenar el T56
periodismo investigativo como el que hace Gabriela. Cada vez son más los analistas y periodistas que trabajan para la televisión abierta que tampoco pueden hacer su trabajo.
Silvia: Te voy a mandar por el chat un tweet tuyo.
Carlos Monterroza: Sí.
Silvia: Esto es muy raro, pero te voy a pedir que leas.
Carlos: Claro. Bueno: “Esta noche fue mi último programa como entrevistador de 8 en punto. Quiero agradecer a quienes…”
Eliezer: Él es Carlos Monterroza, profesor universitario salvadoreño. Hasta agosto de 2022, cuando publicó el tweet que está leyendo, fue conductor y entrevistador de 8 en punto, un programa de televisión de Canal 33, un canal de señal abierta.
Carlos: He puesto mi renuncia irrevocable debido a diferencias con la ruta que va tomando tanto la línea editorial como la gestión de contenido del programa.
Silvia: Cuando Carlos presentó su denuncia del programa 8 en punto, le empezaron a llegar mensajes de personas que había entrevistado, de organizaciones… para darle ánimo, buenos deseos…
Carlos: Y también pues algunos mencionando un poco la preocupación de lo que eso significaba.
Silvia: Y dentro del medio, Carlos me contó que algunos compañeros también le mandaron mensajes de ánimo…
Carlos: Pero en general, como suele ser un poquito de silencio, digamos también, no sé si en alguna medida es un poco este efecto de autocensura o de auto amedrentamiento que tenés de evitar expresar o notificar cosas porque no sabés a quién puede ir a parar ese mensaje o ese contenido por el entorno en el que estamos y en esa, en esa expresión como bastante polarizada o en esa expresión también bastante maniquea en la que se han puesto los buenos y los malos. Y ahí está también en esa lógica están los medios de comunicación que los ponen así los buenos y los malos.
Eliezer: La renuncia de Carlos hay que entenderla en un contexto particular, como parte de una secuencia de cierres en Canal 33.
Carlos: que nos podrían dar como una pauta o una ruta de lo que se fue dando progresivamente. Sobre todo creo que un hecho generador más además de la llegada del gobierno en el 2019, pero creo que el hecho más generador fue con el cambio de la correlación legislativa en la Asamblea.
Silvia: O sea, cuando el partido de Nayib Bukele, Nuevas Ideas, consiguió la mayoría en la Asamblea Legislativa.
Carlos: Entonces, claro, eso tuvo como varias implicaciones. Y un hecho que creo que fue como uno de los iniciales, fue que en ese canal se transmitía un programa llamado Focos. Este programa tenía una línea crítica del tratamiento de los temas, hacía entrevistas, también hacía como reportajes. Entonces quienes dirigían dicho programa, ellos publicaron y comunicaron que el canal ya no les ya no les iba a permitir transmitir el programa en la franja.
Eliezer: Karen Fernández y Saul Hernández, los directores y presentadores del programa, dijeron en un mensaje final que la salida de Focos del canal les llegó por sorpresa, que no fue su decisión.
Audio de archivo, Karen Fernández: Sucede sin margen de negociación y en el contexto menos indicado. Son momentos en los que las instituciones del Estado han perdido la confianza de los ciudadanos. Tenemos un gobierno intolerante a la crítica y que rechaza el escrutinio de la prensa.
Audio de archivo, Saúl Hernández: En ese contexto, los espacios de control del poder se reducen a las organizaciones de la sociedad civil y la prensa independiente.
Eliezer: Esto fue en marzo del 2021. Y unos meses después, en julio…
Carlos: Vino el cierre del programa República.
Audio de archivo, Carlos en República: Gracias por seguir junto a nosotros en República, continuamos debatiendo temas vinculados a la seguridad pública…
Carlos: El programa era de entrevistas, solo que era en franja matutina. Era bien temprano en la mañana de 06:30 a 08:00 de la mañana.
Silvia: Allí es donde Carlos empezó a trabajar en el canal, de hecho.
Pero cuando cerraron República ya estaba en 8 en Punto. Y, sin avisarle a nadie, abrió el programa de ese día comentando sobre este cierre de República…
Audio de archivo, Carlos en 8 en Punto: En este momento y etapa que vive el país es cuando más se requiere la libertad de expresión, pero también el ejercicio del periodismo que promueva contenido y que permita también generar criterio de la realidad que vive nuestro país. Siempre hay momentos para recapacitar sobre las decisiones tomadas y espero que este mensaje tenga eco a donde debe de llegar.
Eliezer: Tal vez se están imaginando que haber hecho estas declaraciones le causó problemas a Carlos con sus jefes, porque básicamente está siendo muy crítico con la misma empresa… en vivo.
Carlos: Sí, me imaginé, me podían haber dicho algo, me pudieron haber convocado una reunión o decirme mirá, porque dijiste esto, pero eso no pasó, No pasó nada. Hubo silencio.
Silvia: Y estos cierres ¿no? del programa, primero Focos y después República. ¿Son los gerentes del canal que deciden cerrar? ¿O hay algo legal? ¿Es para evitarse problemas con el gobierno? O sea, ¿cuál puede ser la motivación detrás de cerrar estos programas?
Carlos: Creo que va por esta segunda línea que tú mencionaba Silvia el hecho de evitarse tener una relación conflictiva con el gobierno que le podría generar afectaciones económicas, comerciales, administrativas a ese medio.
Silvia: ¿Entonces estos cierres de República y de Focos, qué significaron para ti en tú posición?
Carlos: Sí, significaron que progresivamente iba a llegar un momento en donde mi situación iba a ser cada vez más distante o iba a estar más comprometida en el medio. En algún momento pues me pasó por la cabeza, puede ser que a mí a final de año me digan que el programa ya no sigue o que ya no continúo, digamos, porque son como ideas o son nociones como hasta lógicas por lo que venís observando o por las decisiones que se fueron tomando. y también por lo que estaba ocurriendo a nivel a nivel nacional, en esta continua, digamos, relación del gobierno, del Presidente, en sus discursos hacia ciertos medios de comunicación que son clasificados o catalogados como la oposición, como los opositores.
Eliezer: Y para Carlos era cada vez más obvio que el gobierno estaba catalogando a su programa dentro del grupo de opositores, por algo muy simple: Carlos dice que las fuentes oficiales no les daban entrevistas, no contestaban cuando pedían que dieran su posición sobre algún tema.
Carlos: O solo nos decían bueno, tomamos nota, les avisamos, pero nunca venía una respuesta.
Silvia: Y también era obvio que estaban catalogados como “oposición” por los comentarios que dejaba la gente en las redes sociales.
Carlos: Entonces teníamos como cuentas o comentarios de ciertas cuentas que iban en la misma narrativa en el cual nos mencionaban: Ustedes son los opositores, ustedes que no apoyan al gobierno, entonces claro, ahí mira y era muy constante, muy curioso que mirábamos usuarios, los mismos usuarios o las mismas cuentas, no se si eran personas naturales o eran cuentas troles, pero era un mismo contenido.
Silvia: ¿Sentías que te estabas auto censurando después del cierre de de estos dos programas?
Carlos: En alguna forma te ponía en un dilema de ese tipo, Silvia, el tema de a ver con esto que pasó como que mi margen de maniobra se va limitando todavía más en el tipo de temas en los invitados. Y claro, la idea no es esa bajo ninguna circunstancia como autocensurarse, pero te pone una situación en un escenario en donde te replanteas cómo trabajar y cómo poder siempre mantener esta idea de ofrecerle pluralidad, rigurosidad y diversidad a la gente que te ve. Pero también tenés un entorno institucional que es como hostil o que, digamos, te bloquea, te tiene totalmente cerrado, que no te ofrece el espacio para para darse, para darte una entrevista sobre los temas del país.
Eliezer: Carlos dice que ya no tenía margen de maniobra para tratar ciertos temas… que los nombres de posibles fuentes e invitados se iban reduciendo. Sentía que le estaban cercando la cancha. El programa ya no era lo de antes… un espacio de discusión sobre la coyuntura política y económica del país. Y por eso decidió renunciar.
Silvia: Creo que tu caso en específico y el del canal es interesante por esto que decíamos que es un canal de tele abierta, es un programa de discusión, ¿no? ¿Entonces, qué crees que nos dice tu caso en específico sobre el estado de la libertad de expresión en El Salvador? ¿Como a qué niveles ha llegado?
Carlos: Creo que nos está reflejando que en El Salvador es cada vez menos posible ejercer libertad de expresión y de opinión en televisión abierta, porque lo que se espera o entonces lo que se busca es que en las franjas de análisis y de opinión, en televisión abierta, sean básicamente espacios que repliquen el discurso oficial en donde no se pueda preguntar, cuestionar, pedir una rendición de cuentas para la gente sobre decisiones gubernamentales que se han tomado, entonces el gran efecto va a ser es que la gente no va a tener fuentes fiables ni elementos de contrapeso o de contraste de lo que va a estar escuchando de la narrativa oficial constantemente.
Silvia: Algo especialmente preocupante este año, cuando empiezan a definirse las candidaturas para las elecciones de 2024. Y Bukele ha anunciado que se va a presentar a la reelección, aunque la constitución salvadoreña prohíbe la reelección inmediata.
Eliezer: En los primeros días de enero, los presentadores de 8 en punto y de otros programas y noticieros de Canal 33 se despidieron de sus audiencias. El canal cerró todos los programas de noticias en vivo.
Silvia: Al cierre de este episodio no habían explicado por qué.
Eliezer: En este episodio hemos hablado sobre la persecución judicial y el acoso en redes sociales a periodistas de Nicaragua y El Salvador. Sobre el efecto que tiene esta represión: exilio, cierres… Y cómo, a pesar de todo, nuestros colegas continúan investigando a los poderosos. Pero hay otros países centroamericanos donde la libertad de expresión se está deteriorando a una velocidad preocupante.
Silvia: Entre enero y octubre de 2022, por ejemplo, la Asociación de Periodistas de Guatemala registró 105 ataques y limitaciones contra la prensa. Durante la gestión del presidente actual, Alejandro Giammatei, son casi 400 ataques.
Eliezer: Estamos siguiendo muy de cerca lo que está pasando en Guatemala, especialmente con el caso de José Rubén Zamora, un periodista muy reconocido, que durante años investigó corrupción en el gobierno. Fue detenido en julio de 2022, y desde entonces está encarcelado en condiciones muy precarias.
Silvia: La Fiscalía lo acusa de lavado de dinero, tráfico de influencia y chantaje. Zamora ha dicho que el proceso en su contra es un montaje del presidente Giammatei, por lo que ha revelado su medio, elPeriódico, sobre abusos de poder en el Gobierno.
Eliezer: En diciembre dijo que su mejor escenario es salir de la cárcel cuando Giammatei deje el cargo.
Audio de archivo, José Rubén Zamora: Y tengo la paciencia y tengo la verdad conmigo y estoy tranquilo, estoy sereno…
Silvia: Su juicio está programado para empezar en mayo de este año. Ahí profundizaremos en su caso y en la situación de Guatemala. Hoy queremos cerrar regresando a Octavio, el periodista nicaragüense con quien comenzamos el episodio.
Eliezer: Octavio ¿Qué le dirías a un colega de otro país centroamericano como El Salvador o Guatemala, que puede estar en una situación parecida a la tuya? ¿Qué pueden aprender otros colegas de la experiencia de los periodistas nicaragüenses?
Octavio: No, mira, yo creo que el periodismo en Nicaragua. La principal lección es que no se debe callar uno frente a este tipo de cosas. O sea que se debe, se debe decir lo que está ocurriendo, se debe contar lo que es lo que estamos viviendo. Nosotros no nos podemos abstraer de la realidad. Somos ciudadanos, somos seres humanos. Pero en medio de todo ese dolor que cargamos, creo que tenemos la responsabilidad de usar la herramienta del periodismo para ser más profesionales. Y darle voz precisamente a esa gente a la que el poder quiere aplastar y desaparecer de la memoria pues. El peor crimen –dolorosos todos, pues obviamente– siempre es cuando quieren borrar de la memoria todas las barbaridades que hicieron, pues ahí tiene que haber un puto periodista que se lo recuerde.
Silvia: Este episodio fue producido por mí. Lo editaron Eliezer Budasoff y Daniel Alarcón. Bruno Scelza hizo el fact checking. La mezcla, el diseño de sonido y la música son de Elías González.
Gracias a Óscar Martínez por su ayuda.
Este episodio es parte de un proyecto de cobertura de la situación de la prensa en la región, en alianza con El Faro y con el apoyo del Fondo Canadiense de Iniciativas Locales
El resto del equipo de El hilo incluye a Daniela Cruzat, Mariana Zúñiga, Nasícaa Palomeque, Inés Rénique, Denise Márquez, Samantha Proaño, Paola Alean, Laura Rojas Aponte, Juan David Naranjo Navarro, Elsa Liliana Ulloa y Camilo Jiménez Santofimio. Daniel Alarcón es nuestro director editorial. Carolina Guerrero es la CEO de Radio Ambulante Estudios. Nuestro tema musical lo compuso Pauchi Sasaki.
El hilo es un podcast de Radio Ambulante Estudios y Vice News.
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Yo soy Silvia Viñas. Gracias por escuchar.