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En México, las desapariciones de mujeres y los feminicidios se acumulan en las fiscalías. En lo que va de este año, en promedio, hay más de seis desaparecidas cada día. Y en el primer trimestre se registraron más de 200 feminicidios. La crisis lleva años, pero casos recientes como el de Debanhi Escobar han vuelto a poner en escena la impunidad y la rabia. Hablamos con la periodista Mariana Limón para entender qué hay detrás de esta crisis y cómo ha evolucionado la violencia machista en México en los últimos años. Además, conversamos con la escritora Cristina Rivera Garza, quien lleva más de 30 años buscando justicia por el feminicidio de su hermana, sobre la importancia de tener un lenguaje que denuncie la violencia machista y preserve la memoria de sus víctimas.
Créditos:
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Producción
Silvia Viñas, Daniela Cruzat -
Edición
Daniel Alarcón, Eliezer Budasoff -
Verificación de datos
Desirée Yépez -
Diseño de sonido y mezcla
Elías González -
Música
Elías González -
Tema musical
Pauchi Sasaki -
Fotografía
EFE/ Miguel Sierra
Etiquetas:
Transcripciones:
Transcripción:
Silvia Viñas: Esta semana terminamos las charlas y talleres del Radio Ambulante Fest. Fueron tres semanas llenas de buenas reflexiones y aprendizajes. Si te perdiste algún evento aún puedes acceder a él: visita radioambulante.org/fest y da clic en compra: enviaremos a tu correo una contraseña para que puedas disfrutar de las grabaciones. Cada boleto que has comprado contribuye a sostener nuestro periodismo y por eso no nos queda más que agradecerte por tu apoyo. Pronto tendremos también nuestra fiesta para que festejemos juntos. Nos vemos ahí.
Cristina Rivera Garza: El 16 de julio de 1990, en la madrugada, mi hermana menor, Liliana Rivera Garza, fue víctima de un feminicidio.
Silvia: Ella es la escritora mexicana Cristina Rivera Garza. Su hermana, Liliana, tenía 20 años. Cristina la describe como una chica con gran sentido del humor, compasiva, generosa. Estaba estudiando arquitectura en la Ciudad de México.
Eliezer Budasoff: A los pocos días de su feminicidio, una jueza de la Ciudad de México encontró suficiente evidencia para levantar una orden de arresto contra Ángel González Ramos
Cristina: Quien era para entonces el novio de mi hermana. Este individuo inmediatamente se dio a la fuga, ya no estaba en su casa cuando los agentes de la policía de la Ciudad de México lo fueron a buscar, y ha permanecido fuera del alcance de la ley los últimos 30 años.
Eliezer: Cristina escribió un libro donde reconstruye la historia de su hermana, su feminicidio, y donde denuncia la impunidad que hay en su caso. Se llama El invencible verano de Liliana.
Silvia: Y queríamos hablar con ella para entender mejor este momento en México, desde la perspectiva de alguien que lleva más de tres décadas esperando justicia.
Eliezer: En el primer trimestre de 2022, se han registrado más de 200 feminicidios, y otros más de 600 asesinatos de mujeres calificados como homicidio doloso en todo el país. En lo que va del año, en promedio más de 6 mujeres desaparecen cada día en México.
Silvia: Y aunque el feminicidio de Liliana fue hace más de 30 años, su caso tiene muchos paralelos con el presente.
Cristina: Sabía intelectualmente, pero no había captado en toda su atroz realidad, que realmente quienes llevamos a cabo los procesos de investigación, al menos en términos de la Procuraduría de Justicia en México, somos los familiares. Si nosotros no hacemos ese trabajo, si no hay este estar constantemente yendo a las oficinas, haciendo preguntas… Es, me parece, realmente atroz que este gran edificio de la justicia, o de la aparente justicia, por la que pagamos con nuestros impuestos, con la que debemos de contar como ciudadanos de un país, que no hace nada. Los feminicidas saben esto, saben que hay una probabilidad enorme de que nunca tengan que enfrentar a la ley. El desamparo institucional es enorme. Esto lleva, por supuesto, a la impunidad y la impunidad es la bisagra que nos permite entender por qué esto sigue pasando.
Silvia: Bienvenidos a El hilo, un podcast de Radio Ambulante Estudios y VICE News. Soy Silvia Viñas.
Eliezer: Y yo soy Eliezer Budasoff.
Hoy, qué nos dice el incremento en la tasa ya preocupante de desapariciones de mujeres en México, sobre cómo ha evolucionado la violencia machista y, a la vez, sobre el lenguaje para denunciarla y preservar la memoria de sus víctimas.
Es 6 de mayo de 2022.
Silvia: Vamos a escuchar a Cristina Rivera Garza más adelante en el episodio. Pero primero vamos a ir al estado de Nuevo León, donde se han reportado más de 300 casos de mujeres desaparecidas en lo que va del año.
Eliezer: Mariana, tú eres de Nuevo León ¿no?
Mariana Limón: Sí, bueno, no nací aquí. Me mudé cuando tenía nueve años.
Eliezer: Ella es Mariana Limón, periodista independiente y experta en comunicación con perspectiva de género
Mariana Limón: Entonces, siempre que me preguntan, yo me asumo como regia.
Silvia: Así le dicen a las personas que son de Monterrey, la capital del estado de Nuevo León, en el noreste de México. Este estado hoy es considerado el epicentro de la crisis de mujeres desaparecidas en el país. Con más de 300 casos reportados en lo que va de este año.
Eliezer: ¿Nos podrías contar cómo es ser mujer en esa zona del país actualmente?
Mariana: Claro, siempre ha tenido particularidades, ¿no?. Nuevo León es un estado al norte y todos los estados al norte en México comparten la característica que están abajito de Estados Unidos. Estados Unidos tiene una industria millonaria de droga y por eso hay un control de narcotráfico muy alto, lo que vuelve esto una zona muy insegura. Hay violencia sexista adentro de sus espacios íntimos, el machismo, que es característico de toda América Latina. Pero también cuando pisan la calle hay una violencia doble por parte del crimen organizado y por parte de un contexto militarizado que ha generado que esta violencia sea altamente brutal
Silvia: Según cifras del gobierno, en 2022 Nuevo León y Veracruz son los estados con más feminicidios después del Estado de México. Pero pese a lo que está pasando en Nuevo León, el gobierno mexicano ha descartado declarar una alerta por feminicidio.
Eliezer: Pero esto no es nuevo. En los últimos años se han registrado incrementos de desapariciones y mujeres asesinadas en el estado. Mariana recuerda el 2011 porque hubo un récord de violencia y según organizaciones no gubernamentales, más de 200 mujeres fueron asesinadas.
Mariana: Y era muy complicado estar en la calle. Y en este momento pues ese miedo regresó. Ese miedo regresó el 6 de abril, cuando los medios locales nos informan que habían desaparecido ocho mujeres en un lapso de diez días.
Archivo noticias: Son chicas de 15 años, 16 años de edad e incluso de 12 años, las cuales han desaparecido en diferentes municipios.
Archivo noticias: Continúa la búsqueda de Yolanda Martínez, de 26 años.
Archivo noticias: En Juárez, Nuevo León, desaparece Celeste Tranquilino Hernández, de 16 años de edad..
Archivo noticias: Karen Yedid Valencia Hernández de 24.
Archivo noticias: También desaparece Ana Marbella Romero Callejas, de 15 años de edad.
Archivo noticias: Pues también la menor Allison Campos Cervantes, de 12 años de edad.
Archivo noticias: Hay una mujer desaparecida desde hace varios días de 27 años, María Fernanda…
Mariana: Una de ellas era Marifer Contreras. María tenía 27 años, era financiera.
Silvia: El domingo 3 de abril, María Fernanda se juntó con un grupo de amigos y luego acompañó a uno de ellos a hacer un trámite. Poco antes de las nueve de la noche le avisó a su mamá que iba de vuelta a su casa, pero nunca llegó.
Mariana: Su familia la empieza a buscar…
Eliezer: Y lograron dar con la señal de GPS de su celular que la ubicaba en un radio de poco más de un kilómetro. Con eso en mano hicieron la denuncia ante la Fiscalía pocas horas después de su desaparición.
Mariana: Le dan una ubicación a las autoridades. No van y, cuando van, días después, la encuentran asesinada.
Silvia: En una casa en la zona que marcaba el GPS de su celular.
Eliezer: El 9 de abril, el mismo día que la Fiscalía confirmó que habían encontrado el cuerpo de María Fernanda Contreras, otra desaparición estremeció a Nuevo León.
Archivo noticias: Continúa la búsqueda de esta jovencita de tan solo 18 años Debanhi Susana Escobar Bazaldúa.
Archivo noticias: Había salido a una fiesta con dos amigas.
Archivo noticias: Donde ellas le pidieron un taxi para regresar a su casa.
Archivo noticias: La recogió de ese lugar y la abandonó en la carretera Laredo, alrededor de las 05:00. Y después de eso no se supo más de ella.
Silvia: Aún no se sabe qué pasó, pero ese conductor terminó dejando a Debanhi a mitad de camino. El taxista y las amigas de Debanhi coinciden en que él les compartió una foto como prueba de que Debanhi se había bajado del auto. Esa foto empezó a circular por redes sociales rápidamente. Ahí se ve a Debanhi, con falda larga y zapatillas, parada sobre el pequeño bandejón de una carretera oscura…sola.
Mariana: Hay 13 días de búsqueda y termina la historia, desafortunadamente, como la de Marifer. La fiscalía busca la zona, pero no la busca bien. Vuelven y encuentran también un cadáver.
Eliezer: Al fondo de una cisterna de cuatro metros de profundidad. La cisterna era de un motel que está muy cerca del lugar donde fue vista por última vez.
Silvia: Y no era un lugar nuevo en la investigación…ese motel había sido inspeccionado cuatro veces antes del hallazgo.
Papá de Debanhi: ¡13 días aquí! ¿Cuántas veces estuvieron aquí? ¿Cuántas veces?
Silvia: Él es Mario Escobar, el papá de Debanhi… está parado afuera del motel cuando se enteró de que habían encontrado un cadáver ahí. Y le está preguntando a los investigadores “cuántas veces estuvieron aquí”
Eliezer: Por qué no encontraron el cuerpo antes es una de las muchas preguntas que aún hay sobre este caso. La Fiscalía ha dicho que Debanhi murió por una contusión en su cráneo, pero aún no se determina cómo se golpeó o si alguien es responsable.
Mario Escobar: Mi hija está muerta y no sé qué hacer. Estoy molesto porque me equivoqué. Creí en la Fiscalía.
Eliezer: Esto es lo que el papá de Debanhi le dijo a los medios, luego de que identificaran el cuerpo.
Mario Escobar: Ellos no hicieron su trabajo. Exijo justicia en ese aspecto y exijo que se aclare por qué desapareció Debanhi.
Silvia: La falta de respuestas en el caso de Debanhi se ha mezclado con la indignación por el feminicidio de María Fernanda y el de tantas más.
Archivo protestas: Justicia, justicia, justicia…
Archivo protestas: A nosotras nos están matando, nos están desapareciendo.
Mariana: Aquí este tema de activismo social y de protesta en las calles no es comúnñ Es un estado fronterizo muy caracterizado por industria, aquí se caracteriza por empresarios, por dinero, por negocios. Es raro que la ciudadanía salga a tomar las calles, a diferencia de la capital, que es la Ciudad de México. Pero estos casos han generado muchísimo enojo.
Archivo protestas: ¡Va a caer, va a caer. El patriarcado se va a caer!
Eliezer: Ha habido varios días de protestas. Y hay tanta rabia que, durante una movilización, un grupo de manifestantes terminó incendiando una puerta del Palacio de Gobierno en Monterrey.
Archivo protestas: Por el lado derecho ya se están movilizando bomberos…
Silvia: Eso fue el 10 de abril, el día después de que confirmaron el hallazgo del cuerpo de María Fernanda Contreras. Y el 22 de abril, al día siguiente de que se descubriera el de Debanhi Escobar, más de mil mujeres tomaron las calles…
Mariana: Nos paramos en las avenidas más importantes. Se detuvo el tráfico, hubo un bloqueo y fue una marcha que incomodó. Hubo diferentes puntos de pausa. Uno de ellos fue la Fiscalía. Otro fue el funeral donde estaban velando el cuerpo de Debanhi Escobar.
Archivo protestas: No fue accidente fue feminicidio, no fue accidente fue feminicidio…
Eliezer: Los colectivos feministas dicen que no fue un accidente y exigen que se hable del caso como un feminicidio.
Silvia: Y miles de mujeres se unieron a esos colectivos y protestaron en otras ciudades en los siguientes días.
Mariana: Creo que estas desapariciones están despertando mucho a la ciudadanía a exigir que no pueden seguir pasando estas cosas. Sí se ha sentido presión, imagino en las autoridades, pero aun así las respuestas y el manejo del caso pues sigue dejando mucho que desear y hay muchas respuestas que no logran darle a la ciudadanía.
Eliezer: Esta ola de desapariciones ha dejado al descubierto las fisuras de las instituciones en Nuevo León.
Mariana: Yo creo que podríamos resumirlo como revictimizante. Hemos tenido comentarios muy desafortunados, tanto el Secretario de Seguridad Pública como el el Fiscal General han dicho que estas desapariciones se deben a la rebeldía de las mujeres.
Gustavo Guerrero: Regularmente, todas estas no localizaciones o desapariciones son originadas porque salen de su domicilio voluntariamente.
Silvia: Estas son las declaraciones del Fiscal General de Nuevo León, Gustavo Guerrero, en medio de un informe sobre el caso de Debanhi Escobar.
Gustavo Guerrero: Tienen algún problema en la familia. Los jóvenes, la mayoría, tienen un rango de 14 a 25 años. Los jóvenes regularmente es por rebeldía.
Mariana: Es decir, están volcando la culpa en las víctimas.
Eliezer: La Fiscalía ha recibido tantas críticas, que ha tenido que tomar acciones. Por ejemplo, en el de Debanhi Escobar terminó por admitir graves errores en su investigación y desvincularon a dos fiscales relacionados con el caso. Pero Mariana dice que el problema no es solo de la Fiscalía… es generalizado.
Silvia: Y Mariana dice que esto se ve en el discurso de Samuel García, el gobernador más joven en la historia de Nuevo León…tiene 33 años.
Mariana: Es una cosa muy particular, porque tanto él como su esposa, Mariana Rodríguez, son personas muy públicas, sobre todo en Instagram.
Samuel García: Muy buenos días, estamos en Dallas, Texas, con mi buen amigo John Scott, how are you?
John Scott: Good, muy bien, ¿y tú?
Mariana: Es decir, si tú te metes a su plataforma personal te puedes encontrar entre 30 y 50 stories diarias. Es decir, están altamente expuestos.
Mariana Rodríguez Cantú: Muy buenos días, chabacanos, ¿cómo están? Hoy, en Capullos, tengo junta de 9:30 a 1.
Mariana: Y a pesar de esto no ha habido transparencia. Es decir, salen y dicen que están platicando con la familia…
Samuel García: Al señor Mario Escobar y a su esposa Dolores Basaldúa, les mando un abrazo. Justo me acabo de comunicar con Mario…
Mariana: Pero no hay mucha acción sostenida de qué se va a hacer para resolver esto. Y lo que es más preocupante es que no han podido aclarar de fondo qué está pasando.
Silvia: En medio de esta situación, el gobernador anunció la creación de un grupo especial con más de 200 funcionarios para la búsqueda de mujeres.
Eliezer: Pero Mariana nos cuenta que, históricamente, quienes buscan a las desaparecidas son los familiares… sobre todo las madres y eso también se ha visto en casos recientes.
Mariana: Porque las fiscalías están rebasadas. Es decir, hay tantos delitos, la zona es tan conflictiva que los delitos ya no se persiguen, ya no llegan a sentencia. Hay un grado de impunidad, tanto con las desapariciones de hombres y de mujeres como con los feminicidios. Hay subregistro, hay mucha cifra negra porque las autoridades están rebasadas y no han logrado, pues tomar medidas que realmente representen soluciones para las familias.
Silvia: La gobernación, la fiscalía y la secretaría de seguridad pública sostienen que estas desapariciones no están ligadas al narcotráfico ni a la trata de personas.
Mariana: Pero no nos pueden decir qué está conectando esta serie de desapariciones, porque además, hay que decirlo, no sólo es Nuevo León, es nacional.
Silvia: La comisionada Nacional de Búsqueda ha denunciado que el grupo más vulnerable a la desaparición son mujeres jóvenes en un rango entre 14 y 19 años de edad.
Mariana: En ese rango de edad entra Debanhi y otras víctimas. Y no sabemos por qué. Es decir, el Estado no genera datos, el Estado no da respuestas. La ciudadanía sí ve un patrón. Quienes están en la parte de activismo, de desapariciones, también ven un patrón. El feminismo también ve un patrón. Y tenemos a un gobernador que tiene 30 stories en Instagram. Habla un montón a cámara. También Mariana Rodríguez, que es su esposa, y hay como, pues si, esta política instagramera de voy a poner un montón de stories, pero no te voy a contestar el problema de fondo y no te voy a dar respuesta.
Silvia: Después de la pausa, cómo ha evolucionado la violencia contra las mujeres en México.
Ya volvemos.
Desirée Yepez: Hola, soy Desirée Yepez, verificadora de datos en Radio Ambulante Estudios. Y cada semana escribo el boletín de El hilo. Somos una comunidad en crecimiento y queremos alcanzar los 10 mil suscriptores: Con tu suscripción al boletín, todos los viernes recibirás una ampliación del tema, algunas noticias relevantes de Latinoamérica y más. Sólo tienes que dar clic en el hilo.audio/boletín y suscribirte para tener más contexto sobre nuestra región y estar mejor informado.
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Silvia: Estamos de vuelta en El hilo.
Eliezer: Mariana, tú has escrito sobre la evolución de la violencia contra las mujeres en México. Nos preguntábamos ¿qué nos dicen estos casos sobre la violencia contra las mujeres en Nuevo León y en el país en general?
Mariana: Pues cambió el contexto, sobre todo después del 2006, que inicia la estrategia de seguridad pública de Felipe Calderón, que la llamó la estrategia de la guerra contra las drogas.
Silvia: Como parte de esta estrategia, Felipe Calderón sacó a miles de militares a las calles.
Mariana: Aquí empezaron a cambiar mucho las dinámicas porque esta estrategia de seguridad pública, militarizó muchísimo las calles y eso empezó a generar… Disparó la violencia, ¿no?
Eliezer: En el sexenio de Calderón se reportaron más de 120 mil muertes violentas en todo el país.
Mariana: Yo creo que cuando un presidente decide enviar a marinos y a militares a la calle a zonas que ya tenían alto conflicto. ¿Qué pasó? Incrementó el calibre de las armas. Es decir, en Monterrey no era raro saber de balaceras, pero cuando se implementa esta estrategia los cárteles empezaron a usar armas de uso exclusivo del ejército y eso despertó brutalidad. Yo creo que es el adjetivo que lo define.
Si cambia el contexto de violencia, cambian las vulnerabilidades de las mujeres. Y eso es lo que ha ido pasando, porque la estrategia de militarización, si bien empezó en 2006 con Felipe Calderón, la sostuvo Enrique Peña Nieto y AMLO incluso les ha dado mayores atribuciones a los militares.
Silvia: AMLO, Andrés Manuel López Obrador, ha prometido terminar con la guerra contra el narco y desmilitarizar la seguridad pública, pero los números dicen otra cosa.
Eliezer: En el gobierno de Calderón hubo cerca de 50 mil militares en la calle; su sucesor, Enrique Peña Nieto llegó a máximos de casi 130 mil efectivos y López Obrador lo superó con más de 148 mil militares destinados a labores de seguridad.
Mariana: Les han dado más atribuciones, les han dado más dinero, les han dado más poder. Ahorita en México los militares están inaugurando aeropuertos, que me parece ya muy grave. Habla de un Estado que no ha querido ver que su estrategia de seguridad pública no funciona y se ha aferrado a defenderla. Y no ha sido capaz de reflexionar.
Silvia: Hace pocas semanas la ONU recomendó al país abandonar inmediatamente la militarización de la seguridad pública. Eso fue el resultado de una visita que hizo el Comité de Desapariciones Forzadas de la ONU a México el año pasado. El informe dice que la estrategia gubernamental ha sido, cito, “insuficiente e inadecuada” para la protección de los derechos humanos.
Eliezer: También dice que hay una estrecha relación entre el aumento de las desapariciones y la militarización desde que se declaró la guerra contra el narco. Que hasta hoy hay agentes públicos responsables de desapariciones forzadas o de algún tipo de complicidad con las desapariciones a manos del crimen organizado.
Silvia: El aumento en las desapariciones de mujeres, niñas y niños ha sido evidente con los años, por eso Mariana dice que la militarización los hace más vulnerables. Pero para entender la verdadera magnitud del problema, faltan registros.
Mariana: Pues las académicas y todas las organizaciones antimilitaristas han dicho, “nos faltan datos” porque hay mucha opacidad alrededor de las violencias que ejercen, por ejemplo, los militares.
Eliezer: El mismo informe de la ONU sobre el que les contábamos dice que el problema de las desapariciones es generalizado en todo México. Y habla de cómo el Estado finalmente facilita la impunidad en casos donde podría haber servidores públicos involucrados.
Mariana: Se registran casos de la Marina vino, golpeó, levantó a mi hijo y se lo llevó. Y la fiscalía no está haciendo nada ¿por qué? Porque hay marinos involucrados.
Marina: Entonces, la sociedad civil está lidiando con un terror muy fuerte. Te da miedo el cartel, te da miedo el militar, te da miedo la policía, ya no vas a denunciar. Y en el norte se sabe. O sea, si tú te metes, o si tú denuncias a un cártel, te matan. O hay casos de trata de personas que yo no me he atrevido, y lo digo francamente, yo no me he atrevido a publicar porque sería exponer a mi fuente.
Silvia: Mariana dice que tampoco se sabe si hay un cartel específico en Nuevo León que esté ligado a la trata de personas y, por lo tanto, a la desaparición de mujeres…
Mariana: No nos dicen qué pasa, porque la brutalidad es tanta, la violencia es tanta que yo creo que también hay hasta una autocensura de soltar estos datos y ver quién está, quiénes están involucrados en esto. Y es muy grave porque, si no tenemos datos, no podemos generar soluciones. Resolver esto va a llevar muchos años.
Silvia: Mariana lo dice porque es un problema que, además de llevar muchos años, se ha complejizado… Y es algo que puede sentirse como una batalla cuesta arriba, si consideramos el discurso institucional bajo el gobierno actual…
Mariana: Tenemos al presidente diciendo en varias mañaneras que el feminismo ya se utilizaba como para golpearlo y como oposición. Feministas fifis, feministas opositoras. Ya desde ahí hay pues una validación para descalificar al movimiento o incluso para violentar al movimiento.
Andrés Manuel López Obrador: Hay infiltración en el movimiento feminista en general de grupos conservadores.
Mariana: Tú tienes a un presidente diciendo que somos opositoras, cuando el feminismo no es opositor. El feminismo está exigiendo el mínimo indispensable, que es que dejen de matar y que, si se mata, no haya grados horrorosos de impunidad.
Eliezer: En promedio, al menos 11 mujeres son asesinadas al día en México y más del 95% de esos crímenes queda impune. De hecho, solo entre el 2 y el 3% de los casos consigue una sentencia.
Eliezer: ¿Crees que también responde a un tema cultural?
Mariana: Claro que es compartido con toda América Latina. Hay una cultura de machismo muy arraigada, de que se puede violentar, porque en América Latina compartimos el machismo y la impunidad. Estados torpes, Estados que no les creen a las mujeres, fiscalías que no se toman en serio delitos como el acoso. Y cuando tú no te tomas en serio un delito como el acoso, pedirte que investigues un asesinato como feminicidio ya es exigirte demasiado, porque no estás entendiendo el problema de fondo. No hay sensibilidad y eso lo comparte toda América Latina. Tenemos una cultura de machismo arraigada en el sistema judicial que eso permite la impunidad. Y cuando hay impunidad tú tienes casi un campo de cultivo, o sea la receta perfecta para que esto siga pasando, porque se puede asesinar a las mujeres y es muy probable que no vaya a pasar nada. Se puede violentar a las mujeres y es muy probable que no pasa nada. Y si no hay consecuencias, el Estado casi casi te da la señal de que es posible hacerlo y que se tiene que seguir haciendo porque no te va a pasar nada. Eso es muy grave y es compartido en toda la región.
Silvia: Después de una pausa, volvemos con la escritora Cristina Rivera Garza.
Denise Márquez: ¿Por qué pese a que hay millones de trabajadores productivos laborando desde casa, hay empresas que se empeñan en devolverles a las oficinas?. ¿Qué lograron los empleadores con las prácticas de micromanagement, vigilancia extrema y sobreexplotación de quienes realizaron teletrabajo durante la emergencia sanitaria?. Hablemos sobre el trabajo tras la pandemia: qué cambio, qué empeoró y que no podrá mantenerse. Escúchalo en nuestro episodio 106 “Latinoamérica vuelve a las oficinas… ¿qué oficinas?”. Estamos en elhilo.audio o en tu app de podcast favorita.
Eliezer: Estamos de vuelta…
Silvia: ¿Cómo ha sido para ti presenciar este momento en México?
Cristina: Esa es una muy buena pregunta. Por una parte, el ver constantemente noticias sobre violencia contra las mujeres en múltiples niveles, desde micro agresiones hasta desapariciones y feminicidio, por supuesto que son una manera de no olvidar a Liliana también, de traerla continuamente conmigo, de ver que el peligro no ha bajado, no ha cesado. Que las mujeres jóvenes en México, especialmente aquellas que están convencidas que tienen un derecho a su propia libertad y a su autonomía, ver el peligro que siguen sufriendo en las calles y en los espacios públicos, por supuesto que ha sido muy, muy difícil.
Por otra parte, creo que también es importante, y de ahí mi posibilidad de haber escrito El invencible verano de Liliana, es que también hay una movilización fuerte por parte de estas mismas generaciones de mujeres muy jóvenes y también de mujeres de múltiples edades y de múltiples persuasiones ideológicas que han ido armando movimiento en contra de esta violencia contra las mujeres. Han sido capaces de tomar la calle y de tomar el discurso también para ir desenmascarando las narrativas del patriarcado, que son las primeras que nos impiden contar estas historias de manera precisa y digna ¿no? para las víctimas de esta violencia.
Silvia: Justo sobre eso quería hablar, sobre este lenguaje, porque en este episodio hemos estado hablando sobre cómo ha evolucionado la violencia hacia las mujeres en México, ¿no?. Cómo se ha recrudecido con la militarización desde que se declaró la guerra contra el narcotráfico. Pero, a la vez ha ido evolucionando también el lenguaje relacionado a esta violencia. Y en toda la región. En México el feminicidio se tipificó en 2012, o sea, cuando Liliana fue asesinada en 1990 no se usaba ese término. ¿Cómo se referían a estos asesinatos en esos años?
Cristina: Yo creo que ese ha sido uno de los grandes problemas primero, para entender el fenómeno de manera crítica, para llevar a cabo un duelo en el amplio sentido de la palabra ¿no? y para activar también toda esta fuerza crítica que nos lleva a la justicia, ¿no? En el momento en que mi hermana fue víctima de un feminicidio, por supuesto no podíamos decir esto es un feminicidio. La narrativa general era, por una parte, la del crimen pasional, que de manera intrínseca culpa a la víctima y exonera al perpetrador. Al lanzar preguntas que todos hemos escuchado.
Eliezer: Qué llevaba puesto, dónde estaba, quién la acompañaba, cómo lo provocó…
Cristina: Son preguntas dañinas y son preguntas que de manera ineludible culpan a las víctimas de esta violencia atroz y para mí fue un momento de gran conciencia, de gran lucidez para poder decir como lo dijeron el lo dijo el colectivo feminista de las tesis.
Las tesis: Y la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía
Cristina: La culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía ¿no?, el violador eres tú.
Las tesis: El violador eras tú.
Cristina: Creo que esa, esa frase tan, tan poderosa, tan económica también tan, tan verdadera, tiene el trabajo de muchísimas activistas. Tiene dolor dentro y también tiene una lucidez tremenda. Tiene la gran capacidad de darle la vuelta a esta narrativa que hasta hace poco nos había impedido contar estas historias desde el punto de vista de las víctimas, contar estas historias desde los que hemos perdido, desde sus familias, y desde esta parte de la sociedad que sigue perdiendo con cada desaparición y con cada violencia que ejerce contra el cuerpo de las mujeres.
Eliezer: Para Cristina, es fundamental tener un lenguaje que va evolucionando y nombrando los diferentes tipos de violencia contra las mujeres.
Cristina: Somos lenguaje, nos hacemos, nos volvemos sociales con nuestras narrativas. Ofrecer una narrativa que se anteponga al gran poder patriarcal, ¿no? a la hegemonía patriarcal. A esa manera de entender las cosas en las que siempre las mujeres salimos mal. Yo creo que es un trabajo muy minucioso, por una parte, es un trabajo muy constante, muy largo. Y es un trabajo fundamentalmente político. Es el trabajo político que hacemos con el lenguaje.
Silvia: Y Cristina dice que no se trata de dar voz a quienes no tienen voz, porque todos tenemos voces.
Cristina: Se trata de encontrar esas inflexiones, esas palabras, esos términos que produzcan realidad. Las palabras no sólo representan algo, sino son algo. Cuando se tipificó el feminicidio como un crimen, estamos diciendo que ahí está sucediendo algo real, concreto y material que por supuesto que tiene efectos en nuestra vida cotidiana y sobre todo en nuestro futuro.
Silvia: ¿Qué te impulsó a buscar respuestas sobre el feminicidio de Liliana?
Cristina: Yo creo que es una respuesta bien, bien compleja, que tiene varios momentos. El duelo siempre es una, tiene sus propios ritmos ¿no? Es difícil explicar por qué ahora sí, por qué antes no, y yo creo que parte de lo que incluye en El invencible verano de Liliana ha sido mi tentativa a dar una respuesta compleja hacia esa pregunta. Por una parte, desde cosas inmediatas, como que estábamos al inicio de una pandemia de la que no sabíamos si íbamos a salir con vida y la sola idea de que la memoria de Liliana iba a desaparecer, que solo mis padres y yo íbamos a llevarla con nosotros realmente me aterró. Y como, digamos, tengo la edad suficiente para haber estado en el grupo de riesgo, dije, si me voy a morir, tengo que hacer este, que es el libro que he querido escribir desde siempre.
Eliezer: Cristina dice que haber comenzado este proceso de investigar y reconstruir la historia de Liliana tiene mucho que ver con estos últimos años… cuando han estado saliendo a luz tantos abusos contra las mujeres, y han nacido nuevas narrativas, como el movimiento MeToo.
Silvia: Pero también la impulsó el pasado. Cuando empezó su proceso de búsqueda, Cristina fue a la Procuraduría para pedir el expediente de Liliana… Y una de las trabajadoras le dijo que la institución va purgando esos expedientes… que era muy posible que un documento que se había abierto hace décadas ya no existiera.
Cristina: Eso también fue fundamental en decir bueno, si no existe el archivo institucional de mi hermana, mi tarea como escritora es producir el archivo afectivo, el archivo de los afectos de mi hermana.
Eliezer: Para esto fue clave haber encontrado el archivo de Liliana, con notas, cartas… Y haberse atrevido, en su duelo, después de tantos años, a ver qué había adentro…
Cristina: Cuando abrí las cajas y me percaté que lo que había ahí era realmente un archivo que estaba lleno de documentos, que la letra de la que Liliana estaba tan orgullosa, llenaba hojas y hojas y cachitos de papeles y demás. Dije: wow, esto es lo que yo necesitaba para poder escribir este libro. Yo no tengo que crear la voz de mi hermana, la voz de mi hermana está aquí. Lo que tengo que hacer es, como todas las sociedades, escucharla, poner atención.
Silvia: ¿Entonces, qué buscabas en las cartas, en estos papeles, después en las conversaciones con sus amigos? ¿Qué querías descifrar?
Cristina: Yo creo que hay… El lenguaje tiene una gran capacidad, la escritura tiene una gran capacidad y es de despertarnos, ¿no? De interrumpir esta duermevela en la que a veces se convierte en nuestras reacciones automáticas. La escritura en sus mejores momentos viene y nos despierta de ese, de esos semi sueños y nos enfrenta a la realidad concreta y material cara a cara. Para mí era importante primero, conservar la memoria de Liliana. Estar segura de que quedará una huella patente, palpable, de que ella había estado aquí con nosotros en este mundo por 20 años y que ha seguido con nosotros todos estos otros años, 30 y tantos años, ahora, en otra modalidad, ¿no? Materialmente con nosotros, que para mí es importante. No es más algo del intelecto, no es un recuerdo abstracto, es material. Ahí están sus huellas digitales en los papeles, ¿no?, ahí está su fuerza espiritual, ahí está toda su emoción y su visión también.
Eliezer: Cristina dice que para ella, como escritora, también era muy importante no sobreinterpretar a Liliana, no editarla… no proyectar lo que ella sabe y el lenguaje con el que ahora ella cuenta. Un lenguaje que no existía en esos años. Por eso, Cristina dice que era importante conservar lo que dijo Liliana, pero también lo que no pudo decir.
Cristina: Y sobre todo calmarme, limitarme a mí, ponerme en situación de diálogo, ¿no? ponerme en situación de yo estoy aquí leyendo y en muchos sentidos recibiendo instrucciones de Liliana sobre cómo quiere ser dicha, sobre cómo quiere ser recordada. Entonces, creo que esas fueron mi función a lo largo de estar leyendo con mucho cuidado, transcribiendo todas sus notas, tratando de ponerlas en algún tipo de orden cronológico, etcétera. Es tener ese cuidado por, primero no revictimizarla, ¿no?. Y tratar de ser tan cuidadosa como me fue posible, tan abierta como me fue posible para realmente darle la bienvenida a todo su discurso, lo entendiera yo o no.
Silvia: Hay un momento muy conmovedor en tu libro, donde le escribes a Liliana ¿no? Y le dices que ante lo inconcebible, tú y tus padres no supieron qué hacer y callaron. Y escribes que la arroparon en su silencio, resignados ante la impunidad, ante la corrupción, ante la falta de justicia. ¿Tu duelo cambia o se transforma de alguna manera cuando decides no callar más sobre lo que le pasó a Liliana, cuando decides averiguar y contar su historia?
Cristina: Ha sido un cambio radical. Por muchos años nuestro duelo familiar fue un duelo silencioso y silenciado. Y pongo énfasis en el silenciado.
Eliezer: Es que, como explica Cristina, en esos años, además de la narrativa del crimen pasional, había una narrativa del silencio.
Cristina: El de esto no se habla. La prohibición implícita a sacar a la luz un fenómeno que nos pone en cuestión a todos, que cuestiona nuestra vida cotidiana, la manera en cómo nos relacionamos con los otros, en los aspectos más íntimos que es en la familia, pero también afuera, en el espacio público.
Silvia: Entonces, Cristina dice que las visitas continuas, constantes que hacía con sus padres al panteón donde está Liliana eran profundamente emotivas, pero usualmente estaban solos.
Cristina: La situación ha cambiado radicalmente. La respuesta ante Liliana ha sido, ante la voz de Liliana, ante la experiencia de Liliana ha sido increíblemente generosa. De un entendimiento, me parece, muy puntual este muy político también. Hablar de Liliana, hablar con Liliana, sentirse acompañado, sentirse parte de una socialidad más amplia. El volver claro este crimen dentro de mí, en todo lo que he hecho, dentro de mi círculo familiar, lo que lo que ha logrado precisamente es la maravilla del lenguaje, ¿no? que produce otra realidad, que produce otra manera de relacionarnos y que Liliana esté aquí presente, como siempre ha estado, pero ya no silenciada. Ha sido realmente fundamental.
Eliezer: La historia de Liliana ya es parte del llamado colectivo a la justicia por la violencia contra las mujeres en México. Este año, como parte de las manifestaciones del 8 de marzo, una arquitecta y escritora, Lorena Sanmillán, organizó una lectura colectiva en línea de El invencible verano de Liliana. Participaron más de 30 mujeres, incluyendo a Cristina.
Silvia: Y no solo eso… En esa misma marcha, Cristina recuerda que alguien pasó por una joyería que se llama “Liliana” y con pintura en spray escribió los apellidos Rivera Garza.
Cristina: Y el que esto ya sea parte de alguien más que no sea una cuestión programática, sino realmente instintiva, incluso, nos dice mucho de una sociedad que estamos muy listas para realmente hacer todos los esfuerzos para hacer realidad la justicia, ¿no? Me parece que el caso de Debanhi, todo lo que lo que hemos visto en los últimos días es fundamental el apoyo. Y yo creo que en estos momentos también es importante recordar eso, ¿no? Este, otro trabajo que se ha hecho por muchos años y que instintivamente nos hace ponerle apellidos a un nombre. Y reconocemos esto y sabemos que algo está pasando aquí, sabemos que está mal. Yo creo que estamos listas para hacer los esfuerzos que sean necesarios para que todas tengan justicia.
Silvia: ¿Por qué es importante contar la historia de mujeres como Liliana, como Debanhi, por qué debemos preservar su memoria?
Cristina: Bueno, primero porque no tenerla nos quita, no nos quita parte de la humanidad. De hecho, nos quita parte de nuestra propia experiencia. Y por otra parte, es que su historia es dicha con sus palabras dichas desde su punto de vista, dicha con precisión y con dignidad. No sólo nos da una un retrato muy fiel de lo que está mal en este mundo, sino también de lo que hay que cambiar de manera urgente. Creo que sus vidas también… recordar sus vidas, no sólo recordarlas como víctimas de un feminicidio, recordar sus vidas, recordar su promesa, recordarlas como personas complejas. No son santas. Nadie somos santas. Recordarlas como chicas que se quieren comer el mundo, como todos los jóvenes y las jóvenes, tienen derecho a ser. Recordarlas con su plena y densa humanidad. Yo creo que también nos muestra el camino hacia el futuro y para mí eso es fundamental, tener siempre en mente lo que está mal, reconocerlo, ir hacia ahí, señalarlo cuando sea necesario, con una claridad y con toda la contundencia posible. Pero también recordarnos que ahí había una promesa y que le debemos también a esa promesa y que tenemos que estar atentas a lo que esa promesa todavía nos puede dar en el futuro. Hay que buscarlo siempre.
Eliezer: Desde la publicación de ‘El invencible verano de Liliana’, han salido a luz nuevas pistas sobre Ángel Gonzalez Ramos, el ex novio de Liliana, que desapareció luego de que en 1990 se emitiera una orden de arresto en su contra. Como parte de la promoción del libro, crearon una dirección de correo electrónico para recibir información.
Silvia: Y en agosto del año pasado llegó un mensaje que incluía un enlace a una página conmemorativa de un hombre que había fallecido en 2020. Un tal Mitchell Angelo Giovanni que había vivido en el sur de California. Y que se parecía mucho a Ángel.
Eliezer: Cristina investigó más, y dice que todo parece indicar que el hombre de esa foto es Ángel. Entonces se comunicó con la Fiscalía en México, para confirmar si realmente es él, para poder cerrar el caso y seguir con otros procesos de justicia. Aún no ha recibido respuesta de la Fiscalía.
Silvia: Este episodio fue producido por Daniela Cruzat y por mi. Lo editaron Eliezer Budasoff y Daniel Alarcón. Desirée Yépez hizo el fact checking. La mezcla, el diseño de sonido y la música son de Elías González.
El resto del equipo de El hilo incluye a Mariana Zúñiga, Inés Rénique, Denise Márquez, Samantha Proaño, Paola Alean, Elsa Liliana Ulloa y Camilo Jiménez Santofimio. Daniel Alarcón es nuestro director editorial. Carolina Guerrero es la CEO de Radio Ambulante Estudios. Nuestro tema musical lo compuso Pauchi Sasaki.
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