Chile
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escasez de agua
Petorca
Chile atraviesa la peor emergencia hídrica de la que se tiene registro: más de ocho millones de personas tienen problemas para acceder a agua potable. La crisis climática ha traído consigo una sequía que azota al país desde hace más de una década, pero el problema tiene un agravante local: en Chile, la Constitución permite que el agua sea un bien privado. Mientras miles de personas tienen que racionar el agua para vivir, otras la usan para hacer crecer sus industrias. En el Día de la Tierra vamos a Petorca, el epicentro de esta crisis, donde la defensora del agua Verónica Vilches nos cuenta cómo las plantaciones de aguacate han tapado los cerros, mientras los pueblos de abajo se secan.
Créditos:
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Producción
Daniela Cruzat -
Edición
Silvia Viñas, Eliezer Budasoff, Daniel Alarcón -
Verificación de datos
Desireé Yépez -
Diseño de sonido y mezcla
Elías González -
Música
Elías González -
Tema musical
Pauchi Sasaki -
Fotografía
EFE/ Alberto Valdés
Etiquetas:
Transcripciones:
Transcripción:
Silvia Viñas: En tres años, la mitad de la población mundial vivirá en lugares con escasez de agua, según las Naciones Unidas. En Latinoamérica la crisis ya es evidente…
Reportero: México se encuentra al borde de una crisis de agua.
Reportera: Brasil enfrenta la peor sequía de los últimos noventa y un años, la falta de agua ya afecta a muchos hogares…
Reportero: El problema de la falta de agua se agrava principalmente en el occidente de Bolivia.
Reportera: Desde Venezuela a la Patagonia, Argentina, el deshielo de los glaciares y cumbres nevadas de la cordillera andina es una realidad.
Eliezer Budasoff: Cuesta pensar en un país que no tenga su versión de una crisis hídrica. En el continente, Chile lidera esa lista y está pasando por la peor crisis de agua de su historia.
Reportera: Hoy en Chile se vive una situación muy crítica.
Reportero: En Chile nos estamos quedando sin agua.
Reportera: Chile está cada vez más cerca de la emergencia climática. La mega sequía afecta al 76% del territorio.
Silvia: El país lleva catorce años de una sequía sin precedentes y más de ocho millones de personas tienen problemas de abastecimiento de agua potable. Varias localidades han tenido que poner en marcha cortes y racionamientos de agua. Y Santiago, la capital, podría ser la siguiente.
Claudio Orrego: Una ciudad no puede vivir sin agua. Y estamos en una situación inédita en la historia de Santiago, que es prepararnos para aquella ocasión en que no tengamos suficiente agua para todos los que vivimos acá.
Eliezer: La semana pasada, el gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, presentó un plan de racionamiento de agua para la capital chilena. Su entrada en vigencia dependerá de si llueve y cuánto, pero el Gobernador dice que no puede descartar que haya que empezar a racionar agua en los próximos meses.
Claudio Orrego: Es importante que la ciudadanía sepa que el cambio climático llegó para quedarse, que no es solamente un tema global, es también un tema local.
Silvia: El racionamiento de agua podría ser una especie de nueva normalidad para los chilenos. Aunque hay miles de ellos que sobreviven prácticamente sin agua.
Bienvenidos a El hilo, un podcast de Radio Ambulante Estudios y VICE News. Soy Silvia Viñas.
Eliezer:Y yo soy Eliezer Budasoff. Hoy, en el Día Internacional de la Tierra, vamos al epicentro de esta crisis, donde las plantaciones de aguacate tapan los cerros, mientras los pueblos de abajo se secan. Por que en la emergencia en Chile se conjugan dos cosas: primero la crisis climática y segundo algo propio del país: Chile es el único país en el mundo donde la Constitución permite privatizar el derecho del uso del agua.
Es 22 de abril de 2022.
Verónica Vilches: Si este año no llueve acá no sé qué va a pasar con nosotros.
Silvia: Verónica Vilches es de esas personas que no pueden abrir la llave del agua cada vez que la necesitan.
Verónica: Yo incluso tenía hasta mi pelo más largo. Me lo tuve que cortar porque sabía que el verano venía difícil y cuesta más lavártelo, ¿no? Porque no tienes agua, por eso cuesta.
Eliezer: Verónica vive en la provincia de Petorca, una zona a menos de doscientos kilómetros de Santiago. Buena parte de ese sector es rural y es conocido por ser el epicentro de la crisis del agua en Chile. Verónica ha vivido ahí toda su vida. Tiene cincuenta y un años y ha dedicado varios de ellos a defender el agua del lugar, lo que dice que le ha significado varias amenazas de muerte.
Silvia: Nuestra productora senior, Daniela Cruzat, viajó hasta allá y nos sigue contando.
Daniela: Con Verónica nos juntamos a pocos minutos de donde vive. Al rato de habernos encontrado me pidió que nos fuéramos rápido a su casa. Recibe agua por las tuberías por un par de horas al día solamente y quería alcanzar a lavar los platos que llevaba dos días acumulando.
Verónica: Ahora yo llego acá rapidito para lavar un poquito la loza en esta pailita junto el agüita. Porque después ya no hay nada y hay que esperar hasta el otro día ¿no? Sí, es que estas son la vida que tenemos ahora.
Daniela: Verónica usa un recipiente para conservar el agua con la que lava.
Verónica: No me queda otra. Esta es la forma de sobrevivir acá nomás y juntar el agua, esta agüita hay que ir juntándola para reutilizarla después.
Daniela: La reutiliza, por ejemplo, para regar las pocas plantas que aún tiene en su patio. Ahí no hay pasto ni nada de eso, solo unos pocos árboles pequeños y algunas papas y cebollas. Todo lo demás está seco.
Daniela: ¿Es a cierta hora que sale el agua?
Verónica: A cierta hora, a cada cierta hora, cuando llega el agua, nosotros tenemos un tiempo para ocupar el agüita.
Daniela: Dice que cada casa del sector recibe aproximadamente cuarenta litros de agua, aunque las autoridades locales deberían asegurar que reciban cien litros. Para entenderlo mejor: cuarenta litros de agua son unos dos minutos de ducha y en la casa de Verónica son seis personas, porque vive con sus hermanos y un par de sobrinos.
[Música]
Verónica: Nos tienen sin agua, ni siquiera para ir al baño, ni para bañarnos, ni para el consumo humano. Si lo que pedimos es agua nomás, porque así puede venir mi mamá a verme a mi casa. Si yo no tengo agua, ¿cómo la invito? ¿Cómo invito a una amiga o a ustedes que llegan acá?
Daniela: Verónica me dice que le da vergüenza invitar gente a su casa porque si le piden el baño, probablemente les tenga que responder que no tiene agua para tirar de la cadena.
Verónica: Es complejo, ¿me entiende? ¿Con qué seguridad usted hace sus necesidades? Con ninguna. Nada, tienes que irte al cerro nomás, a veces detrás de unos matorrales, porque así es la cosa acá. Para eso nos tienen así. Nos dan lo mínimo, lo mínimo, lo mínimo, lo mínimo. Así nos tienen. Somos gente campesina, campesinos, sobrevivimos a una injusticia tremenda como país. El agua es para la vida y no para la muerte. Así nos tienen a nosotros, más tirados para la muerte que para la vida.
[Música sola unos segundos]
Daniela: En 2021, la sequía prolongada se tradujo en una baja de lluvia de hasta 80% en algunas regiones. Ha llovido tan poco en los últimos años que, en muchos lugares, ver caer unas gotas es motivo de alegría. Pero cuando Verónica dice cosas como…
Verónica: Nos tienen sin agua, ni siquiera para ir al baño.
Daniela: Tal vez se imaginan que se refiere a la crisis climática. Pero el problema en Chile va más allá. Verónica, en realidad, se refiere a cómo se reparte el agua. Y esto es clave para entender y dimensionar lo alarmante que es la crisis hídrica del país. Porque en Chile el agua puede considerarse un bien privado. Esto se estableció en la Constitución de 1980, escrita durante la dictadura y vigente hasta hoy.
Rodrigo: Lo que ocurre es que el Estado en un principio otorgó derechos de aprovechamiento de aguas.
Daniela: Él es Rodrigo Fuster, académico del Departamento de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales Renovables de la Universidad de Chile. Rodrigo ha dedicado más de dos décadas a estudiar los problemas asociados con el agua. Hablé con él para entender qué significa en términos prácticos la privatización de ese derecho de aprovechamiento de aguas. Funciona así: el Estado entrega permisos a privados para que, por ejemplo, usen el agua de un río, un lago, un estero o una napa subterránea. Por años estos derechos se han entregado a perpetuidad, incluso siendo heredables.
Rodrigo: Fue diseñado en los años 80 en una lógica de abundancia de agua y no de estrechez de agua, y que no considera temas de calidad, por ejemplo, temas de carácter ambiental, ni social.
Daniela: ¿Entonces, quiénes son los dueños del agua principalmente?
Rodrigo: Personas naturales o jurídicas que tienen estos derechos de aprovechamiento y que se ocupan para distintas actividades. La agricultura: agricultores y agricultoras como empresas agrícolas. En las otras industrias, la minería, cualquier industria en realidad. Las empresas sanitarias que entreguen los servicios de agua potable y saneamiento en las ciudades también son titulares de estos derechos de aprovechamiento. Cualquier industria puede ser titular de un derecho de aprovechamiento.
Daniela: Según Rodrigo, la lógica que hay detrás de todo esto es que el agua es un insumo para la producción. El Estado entrega los derechos gratuitamente y quienes los tengan solo tienen que resolver de qué forma van a sacar el agua y listo, el agua es suya.
Rodrigo: Y en ello la propiedad privada en Chile, hasta el día de hoy, está fuertemente protegida en la Constitución.
Daniela: Y a esta privatización hay que sumarle los efectos de la crisis climática, la mega sequía que mencioné hace unos minutos.
Rodrigo: Entonces, cuando tú te enfrentas a un escenario indiscutible de un clima en que te pone en jaque esta idea de la abundancia y más bien empieza a tener evidencias de reducción de la disponibilidad de agua, aumento de los eventos extremos, mayores temperaturas globales, definitivamente el sistema no está preparado para enfrentar una condición de crisis como la que estamos experimentando.
Daniela: La provincia de Petorca, donde vive Verónica, es un ejemplo icónico de eso. Antes de la sequía, era un buen lugar para cultivar. De hecho su familia, como muchas otras, vivía de la cosecha de alimentos como tomate, lechuga y cebolla.
Verónica: Era todo verde. Se hacían campeonatos en el río, hacían picnic. Unos con otros nos compartíamos lo que sembrábamos y teníamos nuestras vacas, que nos daba la leche y nos daba el queso, se hacía la mantequilla. Era todo más natural, todo más llevadero. No necesitamos ir a un doctor, si nos resfriábamos íbamos a buscar una hierba a la orilla del canal o al río en caso de… Si nos dolía el estómago, sacábamos una hoja de boldo o lo que fuera, ¿no?
Daniela: Lo que cambió todo fue la llegada de la agroindustria en los 90.
Verónica: La fiebre del oro, el oro verde, ¿no? Así le llamaban. A plantar llegaron ¡Palto, palto, palto, palto, palto, palto, palto, palto!
Eliezer: Después de la pausa, cómo fue que las plantaciones de palto, como le dicen en Chile al árbol del aguacate, terminaron arrebatando el agua a los habitantes de Petorca.
Silvia: Seguro ya lo has visto en todas nuestras redes sociales, pero quiero recordarte que ya empezó el Radio Ambulante Fest 2022. Cientos de personas de lugares tan distintos como México, Jordania, Nueva York, Nepal, Filipinas y Colombia están asistiendo a las actividades que hemos preparado para celebrar el periodismo y el pensamiento de nuestra región. Si no te has inscrito, aún puedes hacerlo y disfrutar de charlas y talleres increíbles durante las próximas dos semanas. Por favor, visita radio ambulante.org/fest y consigue tus accesos. Cada ticket comprado contribuye a sostener nuestro periodismo. Allí nos vemos.
Denise Márquez: ¡Hola! Soy Denise Márquez, editora digital senior de este podcast. El episodio que escuchas fue ampliamente solicitado por ustedes, nuestra comunidad, a través de redes sociales. Nos importa muchísimo tu opinión: nos gustaría que te sientas libre de escribirnos y contarnos qué te parece el episodio, qué otros temas de la región te gustaría que tratemos y que sigas la cobertura que hacemos en nuestros canales digitales. Síguenos en Facebook, Twitter e Instagram como @elhilopodcast. ¡Gracias por tu escucha!
Silvia: Estamos de vuelta en El hilo. En Chile, las plantaciones de palta o aguacate son tan extensas que los cerros que rodean el valle donde vive Verónica se han llenado de paltos.
Eliezer: Unas pocas familias concentran las tierras dedicadas a la agroindustria y los derechos de aprovechamiento del agua.
Verónica: Con la llegada de ellos, se chuparon todo el agua del río, de la caja, dejaron los canales secos y perdimos todo, todo, todo, todo. Las vacas se murieron por falta de agua y de forraje.
Silvia: Daniela nos sigue contando.
Daniela: Lo que ha pasado es que la disponibilidad de agua se ha reducido considerablemente, porque la agroindustria demanda más agua de la que el lugar puede dar naturalmente. Sobre todo con la sequía que lleva más de una década. Y para cosechar un kilo de aguacate o palta se necesitan muchos litros de agua. No hay consenso de cuántos exactamente, se habla de 300 litros hasta más de mil litros por kilo.
Verónica: Es tan complejo. Es doloroso. Yo digo, ¿cómo no van a tener un poquito de conciencia?
Daniela: Verónica me llevó a un punto de la localidad donde vive, para mostrarme cómo se ven esas plantaciones.
Verónica: Ahora estamos en San José. Estamos en el sector alto y al lado izquierdo de la ruta 35, ahí usted puede ver el valle verde, el de ellos y nosotros secos al otro lado. Y a menos de cinco minutos. Eso es lo que duele. Lo que molesta.
Daniela: Claro, acá es cruzar la calle y se ve la diferencia entre el verde y todo lo seco.
Verónica: Claro. No, no más de seis metros. Nada la diferencia.
Daniela: En Chile, el aguacate o palta se cultiva principalmente para ser exportado. Quizás les suene la variedad de aguacate “hass”, es el más popular y, en Chile, más de la mitad de esas plantaciones están en la región donde está Petorca. Más del 70% de la palta que se produce en el país se exporta, y Europa es el destino principal.
Verónica: Le diría a los extranjeros que toda la fruta que ellos comen, a lo mejor ellos tienen conciencia, pero la conciencia que no tienen ellos, es que aquí nuestros niños, nuestras familias, nuestros animales, nuestra flora y fauna estamos sin agua por mandarles la mejor fruta a ellos.
Daniela: Al final todo esto habla de inequidad. Tenemos industrias con grandes recursos para extraer y movilizar agua, mientras casi dos mil comunidades rurales en Chile se abastecen con un sistema que ellos mismos deben administrar. Se llama APR o Agua Potable Rural y Rodrigo me dice que también existen en otras partes de Latinoamérica, pero con otros nombres.
Rodrigo: Se implementan estos sistemas de captación de agua y de distribución. En algunos países esto lo hace el propio Estado. En el caso de Chile entre las propias familias que son abastecidas por estos sistemas, generalmente el Estado va y establece el sistema de captación, que puede ser un pozo, la acumulación, el sistema de potabilización y de distribución. Y la administración de ese sistema recae en los mismos usuarios que son beneficiarios.
Daniela: Es decir, son sistemas comunitarios, grupos de personas en zonas rurales que se encargan de que sus vecinos tengan el acceso correcto al agua potable. Tienen asesoría del Estado, pero la responsabilidad de la administración es de las personas. Incluso la de cobrar cuánta agua consume cada casa. En sus manos está el acceso al agua potable de más de un millón y medio de personas. Prácticamente todos los habitantes de las zonas rurales en Chile.
Rodrigo me explica que los sistemas de Agua Potable Rural, o APR, llevan tantas décadas funcionando que ya son parte de la cultura nacional. Pero cree que tiene puntos débiles, como por ejemplo…
Rodrigo: Está delegado en las propias personas que no necesariamente tienen las competencias, ni capacidades para poder mantener un sistema técnicamente. Y esa fragilidad, cuando tú tienes que dependes de un pozo. Y ese pozo, como dicen acá, se secó, porque tienen menos precipitaciones, pero también porque hay una importante extracción de agua de otros usuarios a tu alrededor, configure que estos sistemas de agua potable rural que se auto gestionan tengan pocas posibilidades de enfrentar una crisis como la que estamos viviendo.
Daniela: Verónica fue presidenta del sistema de Agua Potable Rural o APR de su pueblo por siete años. Se dedicaba a comprobar en terreno que todo estuviera bien con la repartición del agua. Ahí el sistema funciona así: la municipalidad les entrega el agua, que traslada en camiones, conocidos como camiones aljibe, hasta la planta de agua potable. Luego se bombea a un estanque y desde ahí llega por tuberías a las casas. Verónica dice que les avisan por WhatsApp cuando el agua ya está disponible.
Pero aunque estas soluciones, entre comillas, parezcan artesanales, el Estado chileno ha gastado millones de dólares en arriendo de camiones aljibe. Y no solo eso, una investigación reciente de la Universidad de Chile descubrió que el agua con la que se llenan esos camiones muchas veces viene de los agricultores de la misma zona. O sea que el Estado se la compra a ellos para distribuirla a la población afectada.
Rodrigo: Agricultores que tienen un pozo profundo y que rentan esa agua o venden estos volúmenes de agua a través de estos caminos aljibes para abastecer a la población. Para mí la conclusión es que el Estado, en vez de gastar miles de millones de pesos en arrendar estos volúmenes de agua y distribuirlo en camiones al aljibe, que invierta ese dinero en mejorar las condiciones de la infraestructura de estos sistemas que no tienen agua, de manera que puedan ocupar el sistema para autoabastecerse. Sería lo primero y no mantener un negocio que se construyó. Esto de los camiones aljibe finalmente se transforma en un negocio rentable para algunos en el fondo, pero además, en materia de derecho humano, el agua es insuficiente para garantizar ese derecho. En cantidad, en calidad y en oportunidades. Yo creo que no cumplimos con ese mandato que tenemos como Estado.
Daniela: Aunque últimamente se han visto cambios. A pocos días de asumir la presidencia, en marzo, Gabriel Boric dijo que era necesario terminar con la concentración de derechos de agua.
Gabriel Boric: Existen ciertos lugares que han dejado en particular a la agricultura campesina sin ningún tipo de recurso. O sea, cuando nosotros hemos dicho, “no es solo sequía, también es saqueo”. Yo lo reitero, creo que es cierto.
Daniela: Pocos días después, a fines de marzo y después de once años de tramitación en el Congreso, el presidente firmó una reforma al Código de Aguas creado en la dictadura. Esa es la ley que regula los recursos hídricos y que ahora prioriza el acceso del agua para el consumo humano. Además, entre otras cosas, los derechos sobre el agua ya no serán perpetuos.
Aún es muy pronto para ver los efectos de esta medida en términos prácticos. Aunque las cosas podrían cambiar más si se aprueba la nueva Constitución que está a meses de votarse.
Rodrigo: En la nueva Constitución es prácticamente imposible que quede esta condición de que el agua es un derecho privado, de propiedad privada.
Daniela: Eso porque el borrador que está preparando la Convención Constitucional ya ha avanzando en esa dirección, aunque todavía no es el texto definitivo que votarán los chilenos.
Rodrigo: Pero no sé si es el cambio de modelo lo urgente. Creo que la forma de reacción más rápida es ajustar la demanda. Eso es algo que es una decisión política. En el fondo esto de crecer los cerros porque voy a tener un precio maravilloso de estos productos en el mercado de destino en el otro hemisferio, tiene que tener una regulación de parte del Estado.
Daniela: A lo que se refiere Rodrigo es que el Estado no debería dejar crecer las plantaciones agrícolas indiscriminadamente como ha pasado en Petorca.
Rodrigo: Cuando estamos en una zona crítica de agua y sabemos que hay menos agua de la que le estamos sacando al sistema. Tenemos que ser capaces de reducir la demanda. Eso yo creo que es lo más urgente.
Daniela: Verónica, por su lado, tiene algo de esperanza ante una eventual nueva Constitución, pero no se fía de la política.
Verónica: Todos son solo bla bla bla bla y con bla bla bla uno no sobrevive. Sobrevive con la realidad, ¿no? Todos los días. Y estas son las cosas que nos toca. Estas son las cosas que duelen y molestan. Mucha, mucha impotencia, rabia, dolor.
Daniela: Hace años que Verónica y su familia ya no pueden vivir de la agricultura. Ahora trabaja en lo que se pueda. Aveces pinta casas, otras veces hace aseo. Lo que sí sigue haciendo es defender el agua. Es parte de un grupo de mujeres a nivel nacional que comparten el mismo propósito. Se llama Secas defensoras de las aguas. En su mochila, Verónica lleva un lienzo grande que dice: “No + robo de agua” y sueña con viajar a Europa para mostrarlo y crear conciencia entre quienes más consumen el aguacate que se exporta desde Petorca.
Verónica: A ver si encuentro alguien que me lo pueda traducir en alemán y en inglés también, ¿no? Porque si no no entendés nada qué pasa, ¿no?
Daniela: Verónica y las organizaciones sociales que la apoyan han denunciado varias amenazas contra ella por su activismo. No es raro ver rayados en su contra en las paredes del pueblo e incluso desconocidos quemaron el auto de uno de sus familiares el año pasado.
Verónica me dice que ahora anda con más cuidado, pero no pretende dejar de hablar de esto.
Verónica: Nos tienen acorralados porque a lo mejor presionándonos nos van a sacar a todos de acá algún día, pero yo voy a estar hasta el último día esperando que la lluvia regrese. Mire, yo lo único que pienso tengo fe, tengo esperanza de que este año de llover un poquitito que sea.
Daniela: Aunque hasta ahora las proyecciones para este 2022 dicen que en la región donde vive Verónica será un año seco y con altas temperaturas.
Verónica: No sé cuánta fuerza más hay que tener emocionalmente, espiritualmente para pasar este año. Si no llueve esta sí que viene dura si no llueve.
Daniela: Queremos agradecer a Alejandra Olguín.
Este episodio fue producido por mi, Daniela Cruzat. Lo editaron Silvia Viñas, Eliezer Budasoff y Daniel Alarcón. Desirée Yépez hizo el fact checking. La mezcla, el diseño de sonido y la música son de Elías González.
El resto del equipo de El hilo incluye a Mariana Zúñiga, Inés Rénique, Denise Márquez, Samantha Proaño, Paola Alean, Elsa Liliana Ulloa y Camilo Jiménez Santofimio. Daniel Alarcón es nuestro director editorial. Carolina Guerrero es la CEO de Radio Ambulante Estudios. Nuestro tema musical lo compuso Pauchi Sasaki.
El hilo es un podcast de Radio Ambulante Estudios y Vice News. Gracias por escuchar este episodio. Recuerda que ya empezó el Radio Ambulante Fest 2022: nuestro festival virtual sobre pensamiento y periodismo en audio.
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