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Una gigantesca mancha negra ha teñido el mar de la costa central de Perú. El derrame de miles de barriles de petróleo en el océano, cerca de Lima, se ha convertido en el desastre ecológico más grave en la historia reciente del país, pero no es una excepción: es el último de una serie de incidentes similares que han ocurrido durante décadas, y que revelan la opacidad y el cinismo con el que suele manejarse la industria petrolera. En este episodio hablamos con los periodistas Yvette Sierra de Mongabay Latam y Joseph Zarate para entender qué sucedió, cuál es la magnitud del impacto social, ambiental y económico que causan estos derrames y por qué siguen ocurriendo.
Créditos:
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Producción
Daniela Cruzat, Inés Rénique -
Edición
Silvia Viñas, Daniel Alarcón, Eliezer Budasoff -
Verificación de datos
Desirée Yépez -
Diseño de sonido y mezcla
Elías González -
Música
Andrés Azpiri, Remy Lozano, Elias Gonzalez -
Tema musical
Pauchi Sasaki -
Fotografía
EFE/ Cristian Olea
Etiquetas:
Transcripciones:
Transcripción:
Audio de archivo, reportera: Es muy probable que en esta playa de Perú haya más petróleo que agua de mar.
Audio de archivo, reportero: El derrame de crudo ocurrido en una refinería operada por Repsol en el norte de Lima…
Audio de archivo, reportera: Ha puesto en riesgo la vida marina y la salud de los residentes locales.
Audio de archivo, reportera: Es el peor desastre ecológico en Lima en los últimos tiempos.
Silvia Viñas: ¿Qué se sabe sobre cómo ocurrió este derrame?
Yvette Sierra: Lo que se sabe hasta ahora es que este derrame ocurrió la tarde del sábado 15 de enero.
Eliezer Budasoff: Ella es Yvette Sierra, reportera de Mongabay Latam, un medio que cubre temas ambientales y científicos. Yvette ha estado reporteando sobre este derrame de petróleo en Perú. Un desastre que, aparentemente, tuvo sus orígenes al otro lado del mundo.
Audio de archivo, reportera: El volcán Hunga Tonga hacía erupción lanzando columnas de humo y cenizas al cielo.
Yvette: Ese mismo día hubo una explosión de un volcán en la isla Tonga que es una isla situada en medio del Pacífico.
Audio de archivo, reportera: Y provocando una alerta de tsunami en varios países de la cuenca del Pacífico.
Audio de archivo, presentadora: En Chile, por ejemplo, las autoridades ordenaron evacuar la mayoría de las playas.
Audio de archivo, reportera: En el mar de Perú se presentaron mareas inusitadas.
Yvette: Al día siguiente, el domingo, se empezaron a ver fotos y empezaron a surgir cosas en redes sociales.
Audio de archivo, video en Twitter: “Todo está negro. Mira las rocas”.
Audio de archivo, video en Twitter: El olor… Efectivamente ha habido un derrame de petróleo.
Yvette: Gente que mostraba sacando petróleo de las playas
Audio de archivo, video en Twitter: Un buque tal vez, no sé.
Audio de archivo, video de Twitter: Negro. Mira cómo está mi brazo.
Yvette: Animales muertos.
Audio de archivo, video de Twitter: Puro petróleo.
Silvia: Y ese 16 de enero, al otro día del derrame, la Refinería La Pampilla, operada por Repsol, sacó un comunicado que confirmaba que sí, que hubo un derrame.
Yvette: Indicando que se trataba de algo limitado y que estaba siendo controlado.
Eliezer: Y que lo que habría causado el derrame fue “la violencia del oleaje” por la erupción del volcán en Tonga…
Yvette: Esto se iba extendiendo y todo el mundo decía es grande, grande, pero no se sabía las dimensiones que conocemos ahora.
Eliezer: Bienvenidos a El hilo, un podcast de Radio Ambulante Estudios y VICE News. Soy Eliezer Budasoff.
Silvia: Y yo soy Silvia Viñas.
Eliezer: Hoy, el derrame de miles de barriles de petróleo en la costa peruana se ha convertido en el desastre ecológico más grave de la historia reciente del país, pero no es una excepción: es el último de una serie de incidentes que han ocurrido durante décadas, y que revelan la forma en que se maneja la industria petrolera.
Es 28 de enero de 2022.
Silvia: Perú tiene siete refinerías, y La Pampilla es la principal, la que puede almacenar más petróleo.
Yvette: La refinería, La Pampilla de Repsol, figura entre una de las empresas más grandes, ¿no?, que operan en Perú.
Silvia: Para que se hagan una idea: la capacidad de refinación de la planta es tal, que representa más de la mitad del volumen total de refinación de petróleo en todo Perú.
Yvette: Los barcos este descargan o trasvasan desde el mar, ¿no? O sea, no están pegados a la costa tampoco pero tampoco están súper, súper distantes.
Silvia: La refinería La Pampilla está en tierra, en Ventanilla, un distrito que queda unos treinta kilómetros al norte de Lima, en una región de la costa central peruana que se llama Callao.
Yvette: Ventanilla es uno de los distritos más grandes de esta región, y tiene una población que supera las trescientas mil personas. Es una población bastante grande. Tiene playas y hay mucho movimiento alrededor de esto, También hay restaurantes, hay comercio, ¿no?, hay pesca también. Y bueno, es una ciudad donde la gente vive y también en el verano hay mucha visita, ¿no?
Silvia: O sea, estamos hablando de un derrame de petróleo en pleno verano, cuando llegan miles a pasar sus vacaciones en la playa. Aún así, la multinacional española Repsol al comienzo dijo que la situación estaba controlada y que el petróleo había caído en un área muy pequeña, de solo dos metros cuadrados y medio.
Yvette: inicialmente la empresa Repsol informó que habían sido siete galones de petróleo.
Silvia: Pero siete galones es nada…
Yvette: Nada, menos de un barril.
Silvia: Y bastante menos. Un barril, que es la medida estándar para el petróleo, almacena cuarenta y dos galones de crudo. O sea, Repsol al principio reportó que se había derramado una fracción muy pequeña de un barril… poco menos de treinta litros de petróleo crudo. Pero en las horas y días siguientes, la capa oscura de petróleo que se extendía por la costa central de Perú sugería otra cosa.
Audio de archivo, noticas: “Las olas se tornan colores marrones y color negro…”
Audio de archivo, video en Twitter: Donde pisamos brota petróleo. Terrible.
Audio de archivo, video en Twitter: El mar atrae más y más petróleo…
Yvette: Todos nos dábamos cuenta que eso era mucho, mucho más de lo que había reportado la empresa, ¿no? Pero no se tendría esa cifra hasta días después.
Audio de archivo, video en Twitter: “Están matando las playas. Nos están matando con este olor.”
Audio de archivo, video en Twitter: Compañeros, acá hay un pingüino embarrado con petróleo.
Audio de archivo, video en Twitter: Tenemos una medusa y está muerta, llena de petróleo.
Silvia: Y días después, el Ministro del Ambiente salió a decir esto:
Audio de archivo, Ministro Rubén Ramírez: “Se ha estimado que ha habido un derrame de seis mil barriles de petróleo”.
Yvette: Entonces, estamos hablando de un derrame que se dio el día sábado y la información oficial sale el martes, tres días después.
Silvia: Y la diferencia entre la información inicial y esa última es enorme. Se pasó de hablar de poco menos de treinta litros de petróleo a casi un millón.
Silvia: ¿Hacia dónde se ha movido el derrame?
Yvette: Se ha movido hacia el norte de donde ocurrió ¿no? Y estamos en la costa central de Perú. Al día siguiente se hablaba que había llegado a Ancón que es lo que sigue a Ventanilla que ahí, incluso, hay dos zonas protegidas.
Silvia: Que son un refugio para poblaciones muy grandes de aves marinas, peces y otras especies. Ahí vive la nutria marina, que está en peligro de extinción.
Yvette: y el petróleo está subiendo hacia el norte y sigue, ¿no?
Silvia: Ese avance hizo que, a casi una semana del desastre, el Ministerio del Ambiente de Perú decretara noventa días de emergencia ambiental en la zona costera afectada. La razón que dieron es que el derrame de petróleo crudo es un riesgo para la salud pública y tiene un impacto significativo en el ecosistema marino.
Silvia: Ese avance hizo que, a casi una semana del desastre, el Ministerio del Ambiente de Perú decretara 90 días de emergencia ambiental en la zona costera afectada. La razón que dieron es que el derrame de petróleo crudo es un riesgo para la salud pública y tiene un impacto significativo en el ecosistema marino.
Al cierre de este episodio, según cifras oficiales, el crudo había contaminado más de 100 kilómetros cuadrados de mar, eso incluye más de 20 playas.
Silvia: ¿Y cómo afecta un derrame así al mar? ¿Qué te han dicho los expertos con los que has hablado?
Yvette: Bueno, un derrame de estas dimensiones y de cualquier dimensión o un derrame de petróleo impacta duramente al mar.
Silvia: Para su reportaje en Mongabay, Yvette entrevistó al biólogo marino Yuri Hooker. Él le explicó que hay tres niveles de efectos en el ecosistema marino… Todos son devastadores.
Yvette: El primero es el visible, el superficial, el que estamos viendo ahorita, que es el petróleo sobre el mar. Las aves completamente bañadas de petróleo, muertas, ¿no?, mucha mortandad de animales marinos. Peces, mamíferos marinos que, muchos están saliendo del mar, ¿no? Cubiertos de petróleo.
Silvia: Y el crudo también daña organismos microscópicos, pero no menos importantes, como el plancton. Uno, porque es el alimento de muchas especies…
Yvette: Y dos, que en el plancton están los huevos de las de las especies marinas.
Silvia: De hecho, ahí están los huevos y larvas de la gran mayoría de los peces y mariscos de la costa.
Yvette: Entonces, esa es una gran preocupación.
Silvia: El segundo nivel de efectos en el ecosistema marino se da en la zona costera.
Yvette: Donde están las rocas, las playas, la arena, en las rocas están especies que no pueden moverse de ahí, ¿no? Estrellas de mar…
Silvia: Cangrejos, erizos y diferentes caracoles.
Yvette: …diferentes especies que definitivamente mueren con la llegada del petróleo, ¿no? El tercer nivel, el más profundo, es cuando ya todo este petróleo empieza a caer, ¿no? El petróleo va este llenándose de arenillas de diferentes cosas y empieza a caer y a filtrar y se va al fondo del mar y ahí empieza a afectar la fauna y flora marina.
Silvia: Y eso toma más tiempo, ¿no?
Yvette: Eso toma mucho, mucho tiempo. Hay expertos que hablan de años, para que esto vuelva a estar ligeramente como lo que era.
Silvia: Lo que pasa en el mar es una tragedia que quizás nos cuesta dimensionar. Para explicarme el nivel de toxicidad del petróleo en el ecosistema, Yevette me leyó una cita del biólogo marino que entrevistó, Yuri Hooker. Y es muy fuerte.
Yvette: “Imagínate tratar de nadar en una masa de agua con petróleo que se te mete en los ojos y la nariz. Imagina los peces que no pueden escapar de respirar mientras el petróleo quema sus branquias y los invertebrados del fondo que raspan algas de las rocas. Los que filtran agua para alimentarse y respirar, los que tragan barro del fondo para alimentarse de la materia orgánica. Todos ellos son afectados durante meses”.
Silvia: Qué fuerte.
Yvette: “Es como morir asfixiado”, me dice el biólogo, ¿no?, eso es, digamos, el impacto del petróleo, ¿no?
Silvia: Qué horrible.
Silvia: El daño biológico es incalculable, pero no es el único. Esto es como un efecto dominó.
Yvette: Están los pescadores, ¿no? Que diariamente salen a sus faenas.
Silvia: Ellos son los primeros perjudicados. La agrupación de pescadores Calamasur calcula que unos mil quinientos pescadores estarían directamente afectados.
Audio de archivo, pescador: Que el Estado tome cartas en el asunto y exija a Repsol la reparación de todas estas áreas del mar peruano.
Silvia: Cientos de pescadores se han plantado fuera de la refinería La Pampilla para exigirle a Repsol indemnización y rapidez en la limpieza del mar.
Audio de archivo, protestas: Repsol miserable culpa a los volcanes.
Silvia: No sabe cuándo podrán volver a trabajar, pero incluso cuando lo hagan, nada asegura que sus actividades de pesca no se vayan a ver afectadas.
Yvette: Me comentaba uno de los pescadores de la Asociación de Pescadores Artesanales de Ancón…
Silvia: Un grupo que desde hace años se organiza para practicar la pesca responsable y cuidar la zona.
Yvette: que el monitoreo va a tener que ser constante y cuando se vea que hay rastro, signos de contaminación van a tener que frenar y dejar de salir. Estamos hablando de la fauna marina, principalmente los peces que terminan llegando a tu mesa, ¿no? digamos, esa es la conexión más directa. El otro impacto es el turismo también, ¿no? Casi todos vamos a las playas en verano.
Silvia: Unas 5 millones de personas visitan las más de 20 playas afectadas entre enero y marzo. Ya está claro que este año será muy distinto. De hecho, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo calcula más de 50 millones de dólares en pérdidas para el sector turístico durante este verano. Todo está paralizado mientras no se limpie la zona.
Silvia: ¿La empresa se tiene que encargar de limpiar esto o es algo que hace la empresa con el gobierno?
Yvette: Bueno, esto en realidad le corresponde a la empresa cuando ocurre un derrame de petróleo, quien tiene que hacer la limpieza es la empresa, ¿no? en cualquier lugar, de acuerdo a la normatividad que existe en Perú. Ahora, lo que está pasando es primero, ha habido muchos denuncias y reclamos de que no se estaba haciendo en las condiciones adecuadas, ni tampoco con la cantidad de equipos y gente que se necesitaba, ¿no?
Silvia: Varios medios han reportado que después de días sin poder trabajar, algunos pescadores y lugareños han optado por trabajar ellos mismos en las labores de limpieza a cargo de Repsol.
Yvette: Es súper peligroso limpiar esto, ¿no? Es súper peligroso porque el petróleo tiene gases tóxicos. Entonces, respirar petróleo, este, es muy peligroso. Entonces justamente por eso, la limpieza se tiene que hacer con indumentaria adecuada, que te proteja de los gases, que te proteja de tocar el petróleo porque además en piel te irrita.
Silvia: El medio Salud con Lupa reportó el caso de pescadores contratados por Repsol que ni siquiera recibieron capacitación ni equipos adecuados para la limpieza del crudo. Esto aunque el gobierno ha dicho que Repsol no puede contratar a pescadores o población de la zona para trabajar en la limpieza.
Yvette: Porque corresponde a personal especializado ¿no? Entonces, ha habido toda una serie de situaciones de parte de Repsol que deja ver que no se atendía adecuadamente el derrame, ¿no?
Silvia: La rabia por la lentitud del proceso también ha llevado a voluntarios a limpiar en la orilla de las playas.
Silvia: ¿Y cuál ha sido la reacción del Gobierno y de las autoridades al derrame?
Yvette: En realidad ha sido bastante lenta, creo yo. Mira, lo que sucede acá es que cuando ocurre un derrame de petróleo, quien informa sobre la ocurrencia y la cantidad de petróleo derramado es la empresa. Entonces, las autoridades que se encargan de esto inicialmente no es que van a verificar.
Silvia: Recordemos que las autoridades dieron la cifra de seis mil barriles tres días después del derrame. Es importante aclarar que los organismos de fiscalización habían reaccionado antes de eso. O sea, la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental había abierto una investigación por presunto delito de contaminación ambiental contra Repsol. Además, la OEFA…
Yvette: Que es el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental de Perú…
Silvia: Dictó las medidas que debía tomar Repsol para evitar daños al medioambiente y a la salud de las personas en Ventanilla.
El tema es que las cosas empezaron a cambiar recién cuando el Ministro del Ambiente informó que el derrame había sido miles de veces más grande de lo que la empresa dijo. Al día siguiente las autoridades empezaron a describir lo ocurrido como un desastre ecológico… cuando la mancha negra ya había avanzado varios kilómetros hacia el norte. En las últimas semanas, los anuncios de las autoridades son cosa de cada día.
Audio de archivo, noticias: “El gobierno peruano declaró emergencia ambiental”
Audio de archivo, noticias: “El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo aseguró que debería evaluarse la suspensión de la licencia de operación de Repsol”.
Silvia: Y esto dijo el presidente Pedro Castillo:
Audio de archivo, presidente Castillo:“Vamos a hacer que cumplan con sus responsabilidades penales, políticas y administrativas”.
Silvia: El gobierno habla de sanciones millonarias. Y anunció que demandará civilmente a Repsol para buscar reparaciones para los afectados e indemnización por los daños medioambientales. Pero dicen que están a la espera de los resultados de las investigaciones de la Marina antes de apuntar a los responsables. La Marina busca probar que no tienen responsabilidad en el derrame e incluso que el “oleaje anómalo” por la erupción en Tonga –y que Repsol insiste que provocó el derrame– no fue la causa del desastre. Mientras tanto, el buque está retenido en alta mar bajo una fianza de casi 40 millones de dólares. Y Repsol tiene plazo hasta este viernes 28 de enero para limpiar las playas, según aclaró la OEFA luego de que la empresa dijera que lo harían antes del fin de febrero.
Pero no es la primera vez que Repsol está involucrada en algo así.
Desde 1996, cuando Repsol empezó a administrar La Pampilla, la refinería tiene un historial de treinta y dos infracciones ambientales por malas prácticas. Quizás el caso más conocido, antes del desastre de Ventanilla, es de 2013.
Yvette: También hubo un derrame así, no tan grande como este, causado por Repsol y dijo que habían sido siete barriles, ¿no?
Silvia: Pero habían sido ciento noventa y cinco barriles de petróleo. Y estas prácticas opacas no son sólo de Repsol.
Silvia: ¿Cuál es el patrón que has visto en estos casos?
Yvette: Mira, lo que he estado viendo y de lo que hemos reportado tanto en la costa como en la selva, en la Amazonía, es que primero, hay información inexacta, ¿no? Dan una cantidad que luego terminan siendo otra mucho mayor. Y se ha dado en muchos, muchos de los derrames. Dos, la demora, ¿no? Ocurre el derrame, reporta a la autoridad. Pero, generalmente, la información sale por la población. En la selva pasa de que las comunidades indígenas que están junto a la zona de algún ducto u oleoducto de petróleo son las que reportan ¿no? y son las que mandan las fotos. Digamos, esa falta de transparencia en reportarlo, los daños ambientales y de ahí recién ya viene todo el resto, ¿no?
Silvia: O sea, recién ahí se manifiestan las autoridades, a veces la Fiscalía o la OEFA llegan a la zona… Pero hay algo más que ha visto Yvette en estos casos: la falta de atención.
Yvette: A este muchas veces se recurre, como se ha querido ahora, a las personas que viven en el lugar para que ayuden en la atención, o sea, que las empresas no cuentan con una empresa de atención rápida y en las condiciones adecuadas. Hubo un caso acá muy, muy grave en la Amazonía, en la que la población fue contratada para limpiar, ¿no?
Yvette: Como que no aprendemos y olvidamos.
Silvia: Este martes 25 de enero, a diez días del derrame inicial, la Marina y la OEFA detectaron otro derrame. En un comunicado, explicaron que luego de preguntarle a Repsol, la empresa les informó que se trataba de residuos del mismo crudo que se había filtrado a pesar de los trabajos de reparación que habían hecho. Al otro día, el organismo supervisor de la inversión en energía y minería dijo que habían sido 8 barriles, pero que el derrame ya está controlado. Aún así, el medio Ojo Público reportó que se incluirá en la investigación fiscal contra Repsol.
Silvia: Mientras tanto, el descontento ciudadano se nota con varias protestas contra Repsol en distintos puntos del país.
Y nuevos antecedentes se siguen sumando a esta historia. Según reportó el medio Latina este jueves 27 de enero de enero, el Secretario General de la Presidencia se habría juntado con representantes de la empresa Repsol a espaldas del Presidente Castillo.
Aún quedan muchas preguntas por responder acerca de este desastre ambiental. Y su verdadero impacto no se verá por años, o incluso décadas. Por eso, después de la pausa, vamos a mirar de cerca el caso de la Amazonía que acaba de mencionar Yvette. Y qué demuestra ese incidente sobre el verdadero impacto de la industria petrolera en Perú.
Joseph Zárate: Ahora con el derrame de Ventanilla nos hemos escandalizado por el derrame. Decimos que es la catástrofe ecológica más brutal de la historia del Perú. Y a veces yo pienso que perdemos de vista esto, sobre todo porque esperamos a que estas tragedias ocurran cerca de Lima para indignarnos cuando en la selva derrame de petróleo ocurrido desde hace décadas atrás.
Silvia: Ya volvemos.
Desirée Yépez: Hola. Soy Desireé Yépez, periodista y Fact checker en El hilo. Cada semana hago una revisión exhaustiva de los datos que mencionamos en el episodio para que recibas información precisa y relevante. En este ejercicio encuentro contenido interesante que quiero compartir contigo. Para recibirlo lo único que tienes que hacer es suscribirte a nuestro boletín. Cada semana lo enviaré a tu correo y allí podrás tener un mayor contexto del tema semanal. Un dato para seguir comprendiendo juntos Latinoamérica y algunas recomendaciones más del trabajo periodístico de muchos colegas de la región. Suscríbete en elhilo.audio/boletin.
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Eliezer: Estamos de vuelta en El hilo. Para entender la noticia de esta semana, puede ser esclarecedor retroceder algunos años, a los primeros meses de 2016.
Joseph: En redes sociales comenzó a circular una fotografía muy inquietante que generaba indignación en muchas personas, en la mayoría de peruanos.
Eliezer: Él es Joseph Zárate, periodista y editor. Y se refiere a una foto de un niño del pueblo indígena awajún que en ese momento tenía once años.
Joseph: Es una foto de Osman Cuñachí cubierto en sus brazos, sus piernas, su rostro con petróleo. Él llevaba en la foto una camiseta roja con el logo de Perú. Osman está sin zapatos, está cargando, pues, un balde con con petróleo que él había acababa de sacar ese petróleo del río del río contaminado en su comunidad.
Eliezer: Así que Joseph tomó la decisión de viajar a la zona.
Joseph: No se sabía muy bien qué había sucedido. La empresa en esos días negaba la participación de los niños awajún trabajando en el derrame de petróleo. Pero esta foto era una prueba brutal, era una prueba irrefutable de que los ingenieros frente a eso pues le dicen oye, ayúdenos a recolectar el petróleo, ayúdenos a recogerlo, a limpiarlo y nosotros les vamos a pagar un dinero por ese trabajo, que es más o menos similar a lo que está ocurriendo ahora con el derrame de Repsol en Ventanilla en Lima, ¿no?
Eliezer: Y por eso quisimos hablar con Joseph: porque este caso de 2016 refleja la opacidad y el cinismo con los que la industria trata de resolver estos desastres, y la magnitud de su impacto. Osman Cuñachí es de Nazareth, una comunidad awajún al norte de Perú, cerca de la frontera con Ecuador.
Joseph: Los awajún son una de las cincuenta y un naciones amazónicas que existen en el Perú.En ese momento, cuando yo lo conocí, él tenía once años. Era un niño muy flaquito o como un cable, un niño muy curioso, estaba muy interesado, digamos, en venir a Lima a estudiar arquitectura. Él me decía pues que cuando él iba a la escuela él tenía como dolores de cabeza, como mareos, agotamiento y que no, no le permitía concentrarse en sus estudios. Y esto era debido al derrame de petróleo que había ocurrido meses antes en su comunidad.
En esos días de enero del 2016. Hubo una tormenta, hubo una serie de lluvias que ocasionaron de alguna manera que ocurriera una corrosión, un desperfecto en un sector del oleoducto norperuano que pasaba cerca de esa comunidad.
Eliezer: O sea, se abrió una fisura en un Oleoducto controlado por Petroperú –la petrolera nacional– que transporta petróleo de la selva de Perú a la costa.
Joseph: Entonces, cuando ocurre esta fuga de petróleo, los ingenieros de Petroperú intentan contener el petróleo.
Eliezer: Y logran controlar el derrame por algunos días.
Joseph: Pero las lluvias hacen que ese petróleo se desborde de dónde lo habían contenido, de la quebrada donde lo habían contenido y al desbordarse, pues se genera la contaminación.
Eliezer: Según reportó Joseph, se derramaron unos quinientos mil litros de petróleo. El equipo de ingenieros de Petroperú no tenía la capacidad suficiente para contener el desborde.
Joseph: Es ahí donde convoca a los awajún a los comuneros awajún para que trabajen recolectando, limpiando el petróleo del río y de las de las orillas, ¿verdad? del río Chiriaco.
Eliezer: Es necesario entender la importancia que tiene este río para comunidades como Nazareth.
Joseph: El río Chiriaco es el río principal de las comunidades awajún de esa zona. En ese río, pues, los niños bañan, juegan, lavan la ropa las madres, allí también se transportan los productos que vienen desde otras zonas. Recuerda que en la selva las carreteras son en realidad son los ríos, son las carreteras de agua. Entonces, el río para las poblaciones amazónicas es el centro de su vida. Organizan su vida en función al río. Entonces, que haya ocurrido este derrame allí no era una cosa menor, era una cosa que realmente les afectaba y les perjudicaba, ¿no?
Eliezer: Y ese río ahora tenía una gran mancha negra de petróleo.
Joseph: Estaba arrasando las chacras, estaba arrasando los platanales, los lugares donde siembran yuca.
Eliezer: Entonces, cuando Petroperú ofreció pagar a los que ayudaran a limpiar el río, muchos en la comunidad aceptaron. Joseph dice que, en una zona donde seis de cada diez personas son pobres, este pago podría tener un gran impacto. Me contó, por ejemplo, sobre un agricultor de plátano que al día ganaba más o menos veinte soles, o unos cinco dólares. Por juntar crudo en un solo balde, Petroperú le podía pagar hasta siete veces más.
Entre los que fueron al río para limpiar estaba Osman.
Joseph: Fue con sus hermanos a recoger este producto con baldes, baldes vacíos de pintura, sin ningún tipo de protección, solamente a recoger el petróleo con sus manos, con botellas de plásticos partidas a la mitad. Y cuando Osman fue con sus hermanos al río, él me contaba que vio también a madres embarazadas, abuelos, abuelas, padres de familia. Todos estaban ahí sin ningún tipo de protección.
Eliezer: Porque aunque los ingenieros de Petroperú les habían prometido un pago por recolectar el petróleo, no les hablaron sobre el costo que esto podría tener para su salud. Cuando Osman y sus hermanos regresaron a su casa, después de que su madre los regañó por salir sin permiso, trataron de limpiar el petróleo que les había manchado la piel.
Joseph: Primero intentan con detergente para la ropa. No se puede, intentan con lavavajillas tampoco se puede. Entonces un primo suyo que vive cerca a su casa, que también había ido a recoger petróleo, les dice que podían sacarse el crudo con gasolina de motocicleta. Y Osman hace hace eso, no, le hace caso a su primo y se quita el petróleo con ese producto y pues todo el cuerpo le queda ardiendo, picando.
Eliezer: El día siguiente, Osman y sus hermanos fueron al lado de la carretera para esperar su pago de los ingenieros de Petroperú.
Joseph: Y todo lo que ellos cuentan es que cuando los ingenieros llegan, evalúan si deben pagarles o no el dinero que les habían prometido. Algunos dicen: No, mira, tú no has recolectado suficiente petróleo, no te voy a pagar lo que te prometí, sino te voy a pagar, en vez de ciento cincuenta soles, te pago veinte soles. Y a Osman. Cuando Osman presenta su balde con petróleo, el ingeniero le dice Oye, no tu balde tiene más agua que petróleo. Entonces te voy a dar solamente dos soles, que son más o menos sesenta centavos de dólar. Y con ese dinero lo que hace Osman es que tus amigos van a la tienda y se compran una botella de Pepsi y una galleta con forma de animalitos.
Eliezer: Joseph, ¿Cómo le afectó a Osman y a sus hermanos sacar el combustible del río?
Joseph: Cuando yo visité la comunidad por primera vez en junio del 2016, según informes de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, habían ya veinticinco niños y niñas que presentaban, digamos, contaminación en su sangre por metales pesados.
Eliezer: Incluyendo a Osman.
Joseph: Presentaban plomo, arsénico, mercurio, cadmio en niveles mayores a los permitidos por la Organización Mundial de la Salud. Entonces, dichas sustancias pueden afectar el sistema nervioso, la capacidad para aprender, causar hipertensión, insuficiencia renal y pueden ocasionar hasta cáncer.
Eliezer: Joseph me dice que estos impactos negativos en la salud local se vieron reflejados en ausentismo escolar.
Joseph: Varios niños pues perdieron clases, no iban a clases o si iban a las clases ¿no? tenían capacidad para poder atender algunos, según lo que yo pude averiguar se desmayan en medio de las clases. No tenían sarpullido en la piel. Tenían dolores de cabeza, agotamiento, náuseas…
Eliezer: Todos síntomas de la contaminación. Además, el derrame paralizó la pesca en el río, que como nos dijo Joseph antes, es crucial para la comunidad.
Joseph: Según las autoridades ambientales dijeron que estaba prohibido pescar. Sin embargo, a pesar de que estaba prohibido pescar, conforme fue pasando el tiempo, pasaron los meses, obviamente el río se va llevando el petróleo. Entonces la gente al verlo dice: bueno, ya no hay petróleo, entonces voy a volver a pescar. Entonces a los pocos meses volvieron a pescar y volvieron a hacer su vida como antes, bañarse y demás, ¿no?
Eliezer: Este mes se cumplen seis años desde el derrame y según reporta la prensa peruana el Ministerio de Salud todavía no ha dado luz verde sobre si se puede consumir o no el agua del río. Los que pueden, lo evitan… pero hay muchos que no tienen esa opción.
Eliezer: Joseph, todo lo que me cuentas sobre este derrame en Nazareth es impresionante, ¿no? ¿Es común que Petroperú o alguna otra compañía llegue y le ofrezca dinero a las personas, a las comunidades afectadas por un derrame para que lo limpien?
Joseph: Es común que esto suceda porque, en la selva peruana, en muchas de estas zonas hay una profunda necesidad de trabajo. Entonces, cuando yo conversaba con los comuneros awajún, ellos reconocían que el derrame de petróleo era un desastre ecológico para sus comunidades, que estaba contaminando sus ríos, que podía afectar la salud de ellos. Algunos de ellos me decían con preocupación: esto es terrible, esto es un desastre, pero al mismo tiempo es como si este dinero que están ganando por recoger el petróleo hubiera caído del cielo. Porque hay mucha necesidad para comprar los útiles escolares, para comprar comida, para poder movilizarse, ¿no? A veces pensamos que las personas que viven en la Amazonía están desconectadas del sistema económico, social en el que vivimos. Están desconectadas del capitalismo, pero en realidad están insertadas también en esa misma dinámica. Entonces, para eso necesitan trabajar, necesitan dinero. Y el petróleo, los derrames de petróleo, para muchos de ellos se convierte en una oportunidad de progresar.
Eliezer: Joseph me contó sobre el caso Yesenia Gonzales. Ella es de una comunidad a pocos minutos de Nazareth, y trabajaba en un puesto de jugos. Después del derrame, fue contratada por Petroperú para ayudar con esa limpieza. Cuando Joseph la conoció, había ascendido al puesto de asistente del ingeniero que dirigía las operaciones. Con lo que pudo ahorrar en su nuevo trabajo y el de su marido, que también fue contratado por Petroperú, pudieron mudarse con sus dos hijas de un cuarto alquilado a una casa propia.
Joseph: Cuando yo la conocí, ella me mostró su casa. Es una casa inmensa, mucho más grande que el lugar donde yo vivo. De doscientos metros cuadrados. Se había hecho dentro de su casa su propia juguería, a sus dos niñas, les había comprado sus juguetes, se había comprado un televisor, pantalla plana…
Eliezer: En cuatro meses, ella y su esposo habían cobrado cerca de treinta mil soles, casi ocho mil dólares.
Joseph: O sea para ganar eso mismo en el puesto de jugos de mercado hubiera tenido que trabajar diez años seguidos y ahorrar cada centavo básicamente, Entonces, ahí te das cuenta lo brutal que puede haber sido el cambio debido al derrame. Yo me acuerdo muy bien cuando yo le pregunté, Oye, ¿tú no tienes miedo de contaminarse, de que tu salud se perjudique? Y me acuerdo que ella me dijo que cuando la gente le decía eso, que ella ya no los escuchaba. Pero a pesar de eso tenía un poco de miedo, pero sobre todo estaba contenta, que estaba feliz. Tenía veinticuatro años y tenía ya su propia casa. Me decía: no me duele nada. Yo me siento bien, ahora yo tengo lo que siempre soñé.
Eliezer: ¿Y qué tan común es que ocurran derrames como este en la Amazonía?
Joseph: Desgraciadamente es muy común, Eliezer.
Eliezer: Joseph me mencionó un informe de Oxfam y de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos en Perú.
Joseph: Indica que entre el año 2000 y el año 2019 ocurrieron cuatrocientos setenta y cuatro derrames de petróleo en la Amazonía peruana, ¿ya?, y el 65% de esos derrames fueron causados por la corrosión de ductos y fallas operativas, sobre todo de compañías privadas, como Pluspetrol Norte, que es una compañía de capitales argentinos.
Eliezer: Que del año 2000 al 2015 administraba el Lote 192 en el norte de Perú. Es el lote más grande del país y solamente en ese lote hay casi mil doscientos sitios afectados por la actividad petrolera.
Joseph: Y treinta y dos de esas zonas tienen tanta tierra contaminada con petróleo y metales pesados que toda esa tierra contaminada puede alcanzar para llenar doscientos treinta y un estadios nacionales.
Eliezer: Ya, oye, pero estás diciendo que entre el 2000 y el 2019 hubo casi quinientos derrames de petróleo, ¿no? Cuatrocientos setenta y cuatro.
Joseph: Sí, en la Amazonía.
Eliezer: O sea es un problema que lleva décadas, ¿no? ¿por qué sigue pasando?
Joseph: Um, bueno, hay dos, hay espacios. El primero son los derrames ocasionados por la falta de mantenimiento, la falta de limpieza de estos ductos que se utilizan para transportar el petróleo.
Eliezer: Eso es el 65% que mencionaba Joseph de los casi quinientos derrames en la Amazonía. Son derrames causados por fallas operativas.
Joseph: Entonces hay de parte de las empresas, hay una desidia por invertir en resolver esos problemas que son más bien de corte de mantenimiento. Y por otro lado, también es cierto que, por ejemplo, hay más o menos un 28% de derrames que son ocasionados por atentados de terceros, atentados de algunas comunidades, probablemente, o de terceras personas que generan estos estos desperfectos para poder robarse el petróleo, para poder generar un problema en esa zona y poder exigir a las autoridades ciertas cosas que necesitan. Eso también es verdad. Y luego hay un porcentaje menor que no llega al 10%, que son ya desperfectos ocasionados por desastres naturales o por alguna otra cosa, algún movimiento de tierra, etc, ¿no?
Eliezer: Joseph me explicó que, como estamos viendo en el caso actual, cuando hay un derrame las autoridades ambientales investigan y las empresas son sancionadas.
Joseph: Con millones de soles para que puedan, de alguna manera, indemnizar a las personas, a las comunidades afectadas y demás. El problema es que estas estas sanciones, estos pagos que deben hacer estas empresas finalmente no las ejecutan porque apelan, por ejemplo, ante las autoridades para poder no pagar lo que les ordena la autoridad o postergar ese pago, o finalmente pagan las indemnizaciones y demás, pero eso, eso que invierten pagando no se compara a todo lo que ganan explotando el mineral o el crudo, el petróleo, ¿no?
Eliezer: Claro, claro.
Joseph: Entonces, y así pasan muchos años, muchos años, y, y bueno, se ensucia, lo vamos a limpiar pago o no pago o lo posteo posterior a la indemnización y así sigue. Entonces es un poco, un poco lo que termina pasando.
Eliezer: ¿Qué nos dice el caso peruano sobre el impacto que tiene la industria del petróleo en un país en desarrollo y con controles precarios?
Joseph: Sí, bueno, yo creo que al menos desde mi, desde mi experiencia como reportero en este tipo de situaciones, pienso, sobre todo en el vínculo que existe entre esa industria y los ciudadanos que vivimos en las grandes metrópolis, ¿no? Pienso como muchas veces queremos mirar a otro lado o pensamos pues que esas tragedias ocurren muy lejos de nuestras casas. Y yo creo que esta es una oportunidad para, para darnos cuenta de que en realidad esto tiene que ver mucho con nuestras decisiones, que tomamos como ciudadanos, como parte de una sociedad. Pienso, por ejemplo, en la importancia o en la casi omnipresencia que tiene el petróleo en nuestras vidas.
Eliezer: La mayoría del petróleo que se extrae en el mundo se usa para movilizar nuestros autos y nuestras máquinas, para hacer funcionar nuestras fábricas. Y el resto se usa en la industria petroquímica, para fabricar el plástico que consumimos y millones de cosas más. Desde cepillos de dientes y bolígrafos hasta fibra óptica, cemento, tinta de libros y medicinas para el cáncer.
Joseph: Entonces estamos hablando de que el petróleo en realidad es casi omnipresente en nuestras vidas y en el caso y en el caso peruano aún más, ¿no? Sobre todo cuando vemos cómo estos derrames de petróleo impactan en la salud de las poblaciones más vulnerables, ¿no? Sobre todo de quienes menos tienen.
Eliezer: Joseph reportó hace unos meses sobre los derrames que ocurrieron en Perú durante la primera ola de la pandemia: catorce en la Amazonía, solo en 2020.
Joseph: Y me acuerdo que yo conversé con un dirigente de la etnia kichwa, que también está ubicada al norte del Perú, muy cerca de Ecuador. Y este chico que se llama Elmer Hualinga, él me decía que él trabajaba todos los días sin ningún pago para ir monitoreando sus comunidades, para ver si había otra fuga de petróleo en su zona, porque él vivía… él vive en el Lote 192.
Eliezer: De esos catorce derrames, ocho ocurrieron en el Lote 192.
Joseph: Yo le preguntaba, cuándo crees tú que esta situación cambie, cuándo crees tú que las autoridades por fin van a proteger la salud de tu comunidad, van a hacer algo para que estos derrames no siga ocurriendo. Y él me dijo algo que a mí hasta el día de hoy me sigue haciendo pensar y me conmovió muchísimo. Él me dijo: Esto va a dejar de ocurrir el día en que la vida de un indígena y la vida de un occidental valgan lo mismo.
Eliezer: Desde finales de diciembre de 2021 se han reportado cuatro derrames en la Amazonía. Tres de ellos en el Lote 192.
Eliezer: Joseph habló con el papá de Osman unos días antes de la publicación de este episodio. Osman ahora tiene diecisiete años, y el año pasado terminó el colegio. Está trabajando en un hostal en Chiclayo, una ciudad de la costa al norte del país. Limpia habitaciones. Recibe a clientes… Los planes que tenía para mudarse a Lima y estudiar Arquitectura son imposibles de realizar, le dijo el papá de Osmán a Joseph, porque no tienen el dinero. El plan es ahorrar para que Osman pueda entrar a un instituto técnico donde aprenderá a manejar maquinaria pesada.
En cuanto al estado de salud de Osman y sus hermanos, el padre dice que todavía sienten repentinos dolores de cabeza y mareos, pero nada más.
Inés Rénique: Este episodio fue producido por Daniela Cruzat y por mi, Inés Rénique. Fue editado por Silvia Viñas, Daniel Alarcón y Eliezer Budasoff. Desirée Yépez hizo el fact checking. La mezcla y el diseño de sonido son de Elías González, con música compuesta por él, por Remy Lozano, y Andrés Azpiri.
El resto del equipo de El hilo incluye a Mariana Zúñiga, Denise Márquez, Paola Alean, Elsa Liliana Ulloa y Camilo Jiménez Santofimio. Daniel Alarcón es nuestro director editorial. Carolina Guerrero es la CEO de Radio Ambulante Estudios. Nuestro tema musical lo compuso Pauchi Sasaki.
El hilo es un podcast de Radio Ambulante Estudios y Vice News. Gracias a quienes se han unido a Deambulantes, nuestras membresías. Dependemos de miembros como ustedes para garantizar el tipo de periodismo que hacemos en El hilo. Si este podcast te ayuda a entender mejor lo que ocurre en América Latina, considera hacer una donación hoy. Sin importar el monto, tu contribución nos ayudará a garantizar nuestro periodismo riguroso e independiente. Súmate tú también, en elhilo.audio (slash) apóyanos. ¡Muchas gracias!
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