Científicos de todo el mundo han estado trabajando a una velocidad histórica para desarrollar una vacuna que pueda sacarnos de esta pandemia. Pero, una vez que la vacuna sea testeada y aprobada, ¿llegará a todos?
Esta semana, el periodista de ciencia brasileño André Biernath nos explica cómo es el proceso para desarrollar una vacuna contra el nuevo coronavirus. Y Emiliano Rodríguez Mega, periodista de ciencia mexicano, nos cuenta cuáles son los retos que enfrentan los científicos latinoamericanos para que sus países no se queden atrás en esta carrera.
Científicos de todo el mundo han estado trabajando a una velocidad histórica para desarrollar una vacuna que pueda sacarnos de esta pandemia. Pero, una vez que la vacuna sea testeada y aprobada, ¿llegará a todos?
Esta semana, el periodista de ciencia brasileño André Biernath nos explica cómo es el proceso para desarrollar una vacuna contra el nuevo coronavirus. Y Emiliano Rodríguez Mega, periodista de ciencia mexicano, nos cuenta cuáles son los retos que enfrentan los científicos latinoamericanos para que sus países no se queden atrás en esta carrera.
Créditos:
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Producción
Mariana Zúñiga, Inés Rénique, Álvaro Céspedes -
Edición
Silvia Viñas, Daniel Alarcón, Eliezer Budasoff -
Reportería
Emiliano Rodríguez Mega -
Verificación de datos
Andrea López-Cruzado -
Diseño de sonido
Elías González -
Fotografía
Laura Palomares
Etiquetas:
Transcripciones:
Transcripción:
Eliezer: Bienvenidos a El hilo, un podcast de Radio Ambulante Estudios. Soy Eliezer Budasoff.
Silvia: Y yo soy Silvia Viñas.
Desde la aparición del nuevo coronavirus, los científicos del mundo corren una carrera contra el tiempo para desarrollar el remedio más esperado del año: una vacuna segura y efectiva contra la COVID-19.
Eliezer: Hoy, ¿cómo se desarrolla una vacuna y en qué punto de la carrera nos encontramos en América Latina?
Es 17 de julio de 2020.
André Biernath: Es muy difícil crear una vacuna. Es un trabajo que lleva mucho tiempo, mucha inversión de dinero, de, de científicos.
Eliezer: Él es André Biernath.
André: Yo soy periodista acá en Brasil y soy reportero de la Veja Saúde que es una publicación sobre salud, medicina, nutrición de Brasil. Y soy también el presidente y fundador de la Red Brasileña de Periodistas de Ciencia.
Eliezer: Hablamos con él porque, desde que empezó la pandemia, ha estado siguiendo muy de cerca el desarrollo de una posible vacuna contra la COVID-19.
Y una de las primeras preguntas que tenía para André era bastante básica: ¿Cómo funcionan las vacunas?
André: La idea de las vacunas desde que ellas fueron creadas en el principio de todo con Edward Jenner, que es considerado el creador de la primera vacuna, es poner en el organismo de la persona alguna información relacionada a aquella enfermedad para que nuestro sistema inmunológico, nuestras células de defensa puedan lidiar con aquello que de alguna manera crear un mecanismo que combatiera aquella amenaza.
Eliezer: André me dio el ejemplo del sarampión.
André: Cuando se… se pone una vacuna contra el sarampión, tiene alguna cosa relacionada al virus del sarampión, eh, que el sistema inmune aprende a combatir. Y cuando la persona tiene un contacto por algún motivo con el virus de verdad, el sistema inmunológico ya sabe qué hacer para que el virus no tome control de las células y que tenga los síntomas de la enfermedad.
Eliezer: André, ¿cuándo se empezó a desarrollar una vacuna contra la Covid 19?
André: Entonces empezaron a aparecer las primeras noticias de un nuevo virus en China y los casos empezaron a no estar solo en Wuhan, en la ciudad donde todo empezó, pero también en toda China y también en otros países de, de Asia, como Tailandia, Japón, ya se empezaron las primeras pesquisas en la búsqueda de una vacuna.
Eliezer: Estamos hablando de enero de este año, hace 6 meses, apenas China publicó el código genético del virus. Pero André me explicó que lo complicado es que, a diferencia de otras enfermedades, como la influenza, no hay vacunas para ningún tipo de coronavirus.
André: Durante los últimos 20 años nosotros tuvimos otras dos experiencias de surtos o epidemias que ocurrieron con el SARS también en China y después con el MERS en la región de Oriente Medio. Entonces, en esta época ya algunos científicos estaban empezando a estudiar una vacuna para los coronavirus, no para este coronavirus de la pandemia actual pero para la familia.
Eliezer: Desde los años 60 se han identificado siete tipos de coronavirus que pueden infectar a los humanos.
André: La idea era crear algo como un modelo de vacuna para después usar en el futuro. Pero eso acabó parando. No, no tuvo continuidad.
Eliezer: Ninguna vacuna para esos otros coronavirus llegó a ser aprobada.
Eliezer: Normalmente, ¿cuánto puede tardar una vacuna en desarrollarse?
André: Eso es muy relativo y está relacionado tanto a la enfermedad como al invertimiento que se tiene sobre esta vacuna. Voy a darte dos ejemplos. Hace muchos años, muchas décadas, que se intenta crear una, una vacuna para malaria, que mata millones de personas en África, en Brasil, pero es muy difícil y hasta ahora no se logró crear una, una vacuna para la malaria. Por otro lado, durante la pandemia de A-H1N1 en 2009, se creó una vacuna muy rápido porque ya se tenía otras vacunas para la influenza. Entonces fue muy rápido hacer una adaptación y crear esta vacuna para impedir que la pandemia matase más personas y que fueran aún más peligroso de lo que ya fue. Entonces esto varía mucho. Lo que los científicos hablan normalmente, en una situación como la nuestra que estamos viviendo ahora, de una pandemia y que no hay vacunas o remedios eficaces comprobados, es que una vacuna demoraría algo en torno de 12 a 24 meses.
Audio de archivo, noticiero: La búsqueda de una vacuna contra la COVID-19 se acelera.
Audio de archivo, noticiero: Hay avances en el desarrollo de vacunas experimentales y tratamientos.
Audio de archivo: Normalmente se tarda de 10 a 15 años en desarrollar una vacuna. Para el ébola lo hicimos en 5 años. Sé que podemos acelerarlo.
Audio de archivo: Los expertos ya están diciendo que la van a desarrollar en un tiempo récord.
André: Y es como casi un récord histórico que ocurre en este momento, porque vivimos una situación muy complicada con este virus. Son millones de casos. Entonces todos estamos esperando una, una respuesta rápida y claro, hay muchos científicos trabajando en eso y mucho dinero invertido en esta pesquisa. Entonces, claro que eso también hace el proceso ser más rápido.
Eliezer: La semana pasada, por ejemplo, se reportó que el gobierno de Estados Unidos ha invertido hasta ahora casi 4 mil millones de dólares en compañías que están desarrollando vacunas. Pero, más allá de cuánto dinero se esté invirtiendo o cuánto se acelere el proceso, en todos los casos las vacunas tienen que pasar por varias etapas.
André: Todo empieza entonces con el dibujo de, de vacunas. Entonces, ¿cómo producir esta reacción del sistema inmunológico de las personas? Entonces yo voy a intentar usar el código genético, o una proteína, el virus inactivo o lo que sea. Y a partir de ese dibujo empiezan los primeros estudios.
Eliezer: A estos primeros estudios se les conoce como pre-clínicos. Son estudios que se hacen en un laboratorio. Primero con células…
André: Después con animales, entonces con animales que tienen alguna relación con nosotros.
Eliezer: Como lo pueden ser los monos o los ratones.
André: Si la vacuna es buena y produce los resultados esperados, se pasa para la fase clínica, que es la fase que envuelve seres humanos o personas.
Eliezer: Y a su vez, esta fase clínica se divide en tres fases…
André: En cada una de estas fases lo que se intenta es mostrar la seguridad, la efectividad y la dosis necesaria de la vacuna para… para que produzca su efecto sin tener muchos eventos adversos. Entonces en la fase l, eh, son pocos voluntarios, algo como algunas decenas o máximo centenas de personas envueltas. La fase II un poco más de voluntarios. Y la fase III millares de 3 mil o 4 mil, depende de, del estudio. Y se intenta entonces saber ¿cuál es la dosis efectiva? ¿cuántas veces yo tengo que tomar? Hay muchas vacunas que es necesario tomar tres dosis con seis meses de diferencia entre ellas. Otras, una dosis ya es suficiente. Otra es necesario tomar todos los años como la vacuna para influenza, porque el virus sufre mutaciones y cambia cada invierno. Entonces, todo eso está definido en estas fases I, II y III de pesquisa.
Eliezer: Y después de todo esto, la vacuna tiene que ser aprobada por las agencias regulatorias del país.
André: En Estados Unidos es FDA y en Brasil es ANVISA. Y estas agencias que son gubernamentales, dicen si o no, ah sí, esta vacuna es realmente segura y efectiva, y la población de Brasil o de, de Estados Unidos puede usarla, o no, no puede usarla. Entonces, hay esta fase regulatoria antes de también llegar a las personas.
Eliezer: Con tanto flujo de información en los medios sobre la pronta aparición de una vacuna, crearse falsas expectativas sobre esto puede ser bastante común. André señaló varias cosas que deberíamos tener en cuenta cuando vemos estas noticias.
André: Tenemos que hacer una diferencia entre el optimismo de la verdad o en qué fase estamos. Y para eso, para hacer esta diferenciación, es muy importante siempre que leemos algo sobre este asunto, sobre pesquisas de vacunas, entender en aquel artículo en qué fase están las pesquisas. Por ejemplo, una vacuna mostró buenos resultados, pero ¿está en fase I, en fase II, en fase III? ¿Cuáles son las perspectivas? ¿Cuáles son los próximos pasos? ¿Qué falta para que la vacuna sea aprobada? Es muy importante que el contenido tenga eso.
Eliezer: Hasta la fecha, en todo el mundo se están desarrollando alrededor de 155 proyectos de vacuna contra la COVID-19 en todo el mundo. Hay 15 que están en fase 1. Otras 11 que están en fase 2. Y hay cuatro vacunas que se encuentran en fase 3… y justamente una de ellas está siendo probada en Brasil.
Audio de archivo, noticiero: Brasil es el primer país fuera del Reino Unido en probar la vacuna en contra del COVID-19 que están desarrollando entre la universidad de Oxford y la compañía farmacéutica Astrazeneca.
André: Será testada en Brasil en una parcería con la Fundación Oswaldo Cruz, que es una importante institución de pesquisa de, de Brasil.
Eliezer: Pero, ¿por qué Brasil?… Bueno, además de ser el segundo país con mayor cantidad de contagios y de muertes en el mundo, André me explicó que Brasil tiene una larga historia de desarrollo de vacunas.
André: Hay muchas pesquisas, por ejemplo, con vacunas para dengue acá en Brasil, con otras enfermedades. Entonces no sé si fue una cuestión de oportunidad porque tenemos muchos casos o sí también será testada en Estados Unidos.
Eliezer: Si se llega a aprobar esta vacuna que está desarrollando la universidad de Oxford, Brasil recibiría una dosis importante para empezar a vacunar a trabajadores de la salud y personas vulnerables… Y además, Brasil llegó a un acuerdo para poder producir ellos mismos esta vacuna.
André: Habrá como más transferencia de tecnología para que el país produzca su dosis. Porque, por ejemplo, la Fundación Oswaldo Cruz tiene una fábrica de, de vacunas muy importante acá en Brasil, hace muchas vacunas. Entonces, se podrá hacer esta vacuna acá en el país. Entonces esto será una ventaja para los países que también están participando de los estudios.
Eliezer: Pero ¿qué pasa con los países que no están participando de los estudios?
André: ¿Cómo será el acceso a la vacuna? Porque, de nuevo, la vacuna que está más avanzada, según se habla es la de la Universidad de Oxford. Es claro que los primeros a tener acceso a ella serán los ingleses, donde fue creada la vacuna. Y esta es una discusión muy grande. También ¿quiénes serán las personas en cada país que podrán tomar? Porque imagina hacer billones de dosis. Y no sabremos también si con una dosis ya tenemos protección. Será que precisaremos tomar dos o tres dosis o ¿cuánto tiempo dura esta inmunidad? No se sabe nada de eso. Entonces será una gran discusión.
Eliezer: Además de producir la vacuna que está desarrollando Oxford, en Brasil hay científicos trabajando en sus propias vacunas… y no es el único país de la región… México, Argentina, Chile y Perú también están trabajando en varios proyectos de vacunas.
De todos modos, André me cuenta que América Latina aún tiene muchas dificultades en esta área.
André: Hay esta capacidad, pero por toda esa dificultad que es hacer ciencia en nuestra región, por falta de recursos, hay muchos científicos brillantes, excelentes en nuestra región, pero muchas veces ellos tienen que ir a Estados Unidos o Europa para continuar haciendo sus pesquisas. Y yo espero que tal vez esta pandemia nos muestre a nuestros políticos, quien paga por las pesquisas, la importancia estratégica de invertir en ciencia, porque es una cuestión casi de sobrevivencia, porque los países que logran tener una vacuna darán la vacuna para su población primero y después para el resto del mundo.
Eliezer: Ya volvemos.
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Carolina Guerrero: Hola, soy Carolina Guerrero, directora ejecutiva de El hilo. El año pasado cerca de seis mil oyentes nos pidieron a través de una encuesta, que crearamos un podcast noticioso sobre Latinoamérica. Un show semanal que ayudara a darle sentido a las noticias más apremiantes de la región, añadiendo contexto y profundidad. Así nació El hilo.
Producir el episodio de cada semana, implica una investigación rigurosa y un trabajo constante 7 días a la semana, con un equipo comprometido de 11 personas.
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Silvia: Estamos de vuelta en El hilo.
Como escuchamos en la primera parte, hay científicos en nuestra región que también han entrado en esta carrera para desarrollar una vacuna para la COVID-19… La Organización Mundial de la Salud publica una lista de los laboratorios que están desarrollando una vacuna, e incluye laboratorios en Argentina y en Brasil. Pero también hay proyectos en otros países de la región.
Entonces, para aprender un poco más sobre cómo estamos en Latinoamérica en el desarrollo de vacunas, hablamos con él…
Emiliano Rodríguez Mega: Yo soy Emiliano Rodríguez Mega y soy periodista de ciencia, me he dedicado a cubrir ciencia de América Latina durante los últimos años.
Silvia: Emiliano ha estado hablando con varios científicos de la región.
Emiliano: Desde investigadores en Perú que jamás en su vida han tenido experiencia haciendo vacunas para humanos, hasta investigadores en Chile que ya tienen experiencia desarrollando algunas otras cosas, hasta gente en Brasil, ¿no? Brasil es una potencia en la región en cuanto a producción de vacunas. Hasta México. En Argentina también, es decir como que hay como un brote regional de intentos.
Creo que en general con los científicos que he hablado de la región, creo que su interés responde como a un, un esfuerzo regional como de no querer depender ¿no? de lo que venga de afuera. Se sabe que hay proyectos que van muy adelantados, que tienen muchos recursos además, que incluso ya están probando su vacuna en, en seres humanos, pero es como esta sensación de… no voy a dejar que la solución venga de afuera, ¿no?, si yo puedo contribuir a desarrollarla nacionalmente.
Silvia: Entre estos científicos con quien habló Emiliano está Gustavo Cabral de Miranda, un inmunólogo de la Universidad de Sao Paulo.
Gustavo: [portugués]
Emiliano: Pues Gustavo es como un férreo defensor de esta necesidad de que América Latina se independice científicamente de lo que viene de afuera.
Gustavo: [portugués]
Emiliano: No es posible que sigamos siendo rehenes, como él lo dijo, del conocimiento de otros países, de la tecnología de otros países. Tenemos que nosotros desarrollar nuestra propia tecnología porque nosotros mismos conocemos nuestros retos y a lo que nos tenemos que enfrentar.
Silvia: Y Gustavo le dio un ejemplo: hay un tipo de vacuna que se está desarrollando, de las más avanzadas, que tiene que almacenarse a temperaturas muy bajas.
Emiliano: Y lo que Gustavo me decía como muy bien qué bueno que están haciendo su vacuna, está increíble, pero qué va a pasar… ¿no? qué va a pasar cuando llegue a nuestros países, cuando llegue al interior de nuestros países, que son lugares no solamente que son muy calientes a veces en Brasil, por ejemplo en México, sino que también no tienen una infraestructura para poder almacenar esas vacunas.
Silvia: Como refrigeradores diseñados específicamente para guardar vacunas. Entonces, para no tener que depender de vacunas como esta, Gustavo y su equipo están desarrollando una vacuna ellos mismos. Usan un modelo que ya ha sido aplicado en algunas vacunas como la del Virus del Papiloma Humano y Hepatitis B.
Emiliano: Gustavo está usando una tecnología que se llaman… en realidad son partículas semejantes a virus, así se llama.
Silvia: Yo sé que suena raro, pero sí, ese es el nombre de esta tecnología: partículas semejantes al virus. En inglés es virus-like particles.
Emiliano: Son una especie de esferas que no tienen ningún tipo de material genético adentro. Entonces, por ejemplo, no pueden entrar a la célula humana y multiplicarse ahí para después salir a infectar a otras células, no tienen esa capacidad, son, son inofensivas, digamos, pero para lo que sirven es, poner ciertos fragmentos de proteínas que a ti te interesan, del virus que a ti te interese, en la superficie… de forma que cuando tú la introduces al cuerpo humano, tu sistema inmune las ve y dice como ¡wow! esto es algo muy extraño y entonces empieza a hacer anticuerpos que básicamente son como las defensas del cuerpo humano.
Gustavo: [portugués]
Silvia: Con las defensas creadas, cuando el virus de verdad entre al cuerpo, es mucho más fácil erradicarlo.
Emiliano: Se utiliza la frase como para “entrenar” a tu cuerpo. A mí me gusta decir que lo “engaña”, en realidad.
Silvia: ¿Y en qué fase del proceso está en ellos?
Emiliano: Pues ahorita están empezando apenas con pruebas en animales.
Gustavo: [portugués]
Emiliano: Están desarrollando distintos tipos de la misma vacuna, o sea como distintas combinaciones de distintos fragmentos de proteínas del SARS-COV-2, del coronavirus.
Gustavo: [portugués]
Emiliano: Para probar cuál es la más efectiva, después dárselas a animales. Después usar, eh, monos para vacunarlos, ¿no? con sus candidatas, e infectarlos con el mismo coronavirus para ver si sí funciona o no funciona. Y ya después de eso, usualmente después de eso podrían empezar las pruebas con humanos.
Silvia: Y claro, si les va bien con eso, sería un tremendo acierto científico. Pero para Gustavo y su equipo, también respondería a una preocupación importante…
Emiliano: Es justamente este miedo de que no… de que aún cuando se desarrolle una vacuna global ¿no?, en Estados Unidos, en Europa, en Australia, qué sé yo, que no llegue, ¿no? Aún cuando exista, no llegue a nuestros países, o no llegue lo suficientemente rápido. Y además ese es un miedo que no sale de la nada. Es un miedo que sí tiene fundamento y el fundamento es que eso ya ha ocurrido antes.
Silvia: Más recientemente en 2009, en la pandemia del H1N1, o Influenza A.
Emiliano: Lo que pasó durante la pandemia de H1N1, fue que algunos países ricos, principalmente Australia, Canadá y Estados Unidos, lo que hicieron fue, para tratar de asegurar que la mayor cantidad posible de vacunas llegarán a sus países, lo que hicieron fue hacer compras por adelantado a las mismas fábricas que manufacturaban la vacuna en ese entonces. Eso resultó en que muchos otros países que no tenían ese tipo de recursos, ¿no? no tuvieran acceso tan rápido a la vacuna y por tanto, que no pudieran vacunar o inmunizar a tantas personas de su población.
Silvia: Lo cual es un problema, no solo para los que no tienen acceso a la vacuna, sino para el resto del mundo también… si sólo se vacunan en algunos países pero hay brotes en otros lugares, el virus sigue activo, y con este coronavirus hemos visto lo rápido que se puede esparcir…
Emiliano: Si existe una… una epidemia en alguna parte del mundo, es un riesgo para cualquier otra parte del mundo.
Silvia: Y en esta pandemia ya hemos visto el daño que puede causar un monopolio de mascarillas, o de pruebas. Hay reportes de científicos en África y en América Latina que han visto atrasos de meses en pedidos de pruebas. Los fabricantes han dicho que es porque casi todo lo que producen se está yendo a Europa o a Estados Unidos. Incluso, sin existir todavía una vacuna, como escuchamos en el segmento anterior…
Emiliano: gobiernos ricos como el gobierno de Estados Unidos han tratado de comprar empresas manufactureras de, de vacunas. Otros países ricos también han tratado de comprar por adelantado algún porcentaje de las vacunas que se desarrollen en un futuro.
Silvia: A pesar de esto, Brasil está mejor posicionado que el resto de los países latinoamericanos, no solo por ser un país donde se están probando las vacunas más avanzadas, pero también porque durante años ha sido una potencia en el desarrollo de vacunas…
Emiliano: Brasil tiene un montón de experiencia produciendo vacunas. Brasil tiene instituciones como el Instituto Butantan, como la Fundación Oswaldo Cruz, que tienen plantas de producción de vacunas para humanos. No solamente eso, sino que también exportan vacunas para otros países, exportaron vacunas, eh, contra la fiebre amarilla, por ejemplo, a África.
Silvia: Pero también tienen sus retos, claro. Después de hablar con distintos científicos de la región, Emiliano me mencionó tres: ya exploramos un poco sobre la infraestructura, y él habló de dos retos más. La burocracia, y la inestabilidad política, algo sobre lo que ya hemos reportado aquí en este podcast.
Gustavo: [portugués]
Emiliano: Básicamente diciendo que no hay un verdadero esfuerzo federal y gubernamental por combatir la pandemia, sino todo se lo están tomando un poco como un juego, quizás.
A pesar de eso, los gobiernos estatales de Brasil tienen agencias de fomento de investigación científica que son muy buenas, ¿no? En el caso de Gustavo, por ejemplo, tiene el apoyo de una agencia AFAPs del estado de Sao Paulo. Entonces, digamos si hay mucho más apoyo que en otros países de América Latina. Y por eso es que Gustavo está confiado en que Brasil debería de desarrollar su propia vacuna y no solamente desarrollarla, sino también producirla y no solo producirla, sino también distribuirla a otros países de la región que lo necesiten.
Silvia: Pero Brasil no es el único país de la región con una historia importante en cuanto a la producción de vacunas… México es otro.
Emiliano: Que empezó más o menos a finales de los 50, a principios de los 60, ¿no? cuando se crearon dos instituciones que era el Instituto Nacional de Higiene y el Instituto Nacional de Virología, las cuales empezaron a encargarse de producir todas las vacunas que los mexicanos necesitábamos en nuestra cartilla de inmunización. Y eso hizo a México tremendamente independiente de otros países y de conocimiento y de tecnología que venía de afuera.
Silvia: Pero algo cambió a finales de los 70.
Emiliano: El gobierno mexicano decidió desmantelar esas dos instituciones y digamos, fusionarlas.
Silvia: Y a finales de los noventa creó Birmex, o, Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México. Con Birmex, la producción de vacunas de México se desplomó, y el país pasó de ser principalmente un productor de vacunas a ser un distribuidor. Es decir, empezó a comprar vacunas de otros países para distribuirlas en México.
Por eso, llegar a desarrollar y producir una vacuna contra el nuevo coronavirus en México podría marcar un gran cambio.
Emiliano: No solamente representa una solución o una salida de la epidemia para los mexicanos, como que también puede significar mucho más que eso ¿no? o sea, incluyendo regresar como a esa grandeza de producción de vacunas que teníamos y que perdimos por alguna razón en las últimas décadas.
Laura: Algo que es central que es la salud de los mexicanos, pues está en total dependencia del exterior. Esta es la oportunidad que tenemos que tomar para tomar conciencia de esto y ponernos a producir nuestras propias vacunas.
Silvia: Ella es otra científica con la que habló Emiliano: Laura Palomares, investigadora del Instituto de Biotecnología de la UNAM, la Universidad Nacional Autónoma de México. Laura es investigadora principal de un equipo que busca desarrollar una vacuna contra el coronavirus que tiene una estrategia similar a la de Gustavo en Brasil.
Emiliano: Ella y sus colaboradores están utilizando, digamos, como una pelotita de un virus que no es el coronavirus, es otro virus totalmente distinto e inofensivo, y a esa pelotita quieren pegarle distintos fragmentos del SARS-COV-2 para justamente incitar esta misma respuesta inmune.
Silvia: También, al igual que Gustavo, Laura y su equipo están en la fase de pruebas con animales. En su laboratorio, usarán hamsters.
Laura: Va a ser nuestro modelo de reto y el posterior desafío, para ver si están protegidos. Y después los usaremos como mascotas si sobreviven.
Silvia: ¿Y qué obstáculos ha enfrentado ella?
Emiliano: Uff… un obstáculo que me comentaron tanto ella como Gustavo es la importación de reactivos que necesitan para continuar sus experimentos.
Laura: Un reactivo que me urge, que me súper urge y ha sido imposible importarlo.
Silvia: Laura lleva esperando ya más de dos meses para meter una orden de compra de anticuerpos, reactivos que son cruciales para seguir con el desarrollo de su vacuna.
Emiliano: El problema es que en la orden de compra sale el nombre del coronavirus, sale el nombre de SARS-COV-2, ¿no? aunque no sea el virus mismo.
Laura: Nos dijeron cualquier cosa que diga SARS-COV-2 tienes que ir con permisos, ya, pero no tiene nada que ver, no requiere pues… si según ellos si requiere ya pues ya ha pasado.
Silvia: Sin esos permisos del gobierno, Laura ni ha podido meter la orden. Igual, si llegaran a aceptar la orden, está el riesgo que los reactivos se queden atascados en la aduana.
Laura: Si se te detiene en la aduana, ahí si ya perdiste, porque puede estar ahí tres meses y lo que te dan ya lo pones en la basura, ¿no? En la Aduana no necesariamente se mantienen las en condiciones que requieres.
Silvia: Cuando Laura y Gustavo estaban estudiando en Estados Unidos y en Europa, la espera para recibir estos reactivos era de un día. En el peor de los casos, hasta una semana. Y aunque en América Latina usualmente ya hay retrasos con estos pedidos, bajo la crisis del coronavirus, la espera solo se ha multiplicado.
Emiliano: O sea que al final Laura ha tenido que encontrar otras soluciones ¿no? otras formas de, de producir esos anticuerpos que ella necesitaba para sus experimentos.
Silvia: Puso a sus estudiantes a extraer los anticuerpos del suero de pacientes recuperados…
Emiliano: Entonces, como que ese tipo de burocracia es un verdadero obstáculo para la ciencia latinoamericana diría yo.
Silvia: Pero Laura no pierde la esperanza. En el caso de México, ya existe la infraestructura, o sea, los laboratorios, para producir vacunas, solo que no se usan a su máximo potencial desde finales de los 90s. Y Emiliano dice que no se usan por una combinación de falta de interés y de incapacidad por parte de Birmex de actualizar tecnologías… Entonces ya no pueden competir con las farmacéuticas de afuera. Pero Laura cree que eso podría cambiar.
Laura: Pienso que, con relativamente poco esfuerzo, Birmex puede recuperar la capacidad de producir alguna de las vacunas. Sigue estando ahí la capacidad de fabricar y de instalaciones que obviamente se tienen que modernizar y adecuar para que puedan seguir fabricando. Entonces, no todo está perdido ¿no?
Silvia: De hecho, la directora de Birmex le ha dicho a Laura que tiene la convicción de que la fabricación de vacunas en México debe empezar cuanto antes.
Para Laura, lo que están desarrollando ellos y otros científicos durante esta pandemia puede tener un impacto no solo ahora, sino también en otros proyectos en el futuro. Lo comparó con entrar a machetazos a la selva.
Laura: Para que los que vengan atrás pues obviamente pueden entrar mucho más rápido, obviamente y con mucha menos dificultades.
Silvia: ¿Podría esta pandemia servir como una lección sobre la importancia de que Latinoamérica desarrolle sus propias vacunas?
Emiliano: Yo creo que sí. Y Gustavo me decía este es el mejor momento para hacerlo, porque una vez que ya pase el problema,¿no?, una vez que la gente se olvide, digamos, entonces todos, todos los recursos, todo el dinero que se haya invertido en esos esfuerzos se va a perder.
Silvia: Es que ya ha pasado antes en Brasil…
Gustavo: [portugués]
Silvia: Como con el dengue, el chikungunya y el zika. Una vez que se logró controlar de alguna forma, toda la urgencia y los recursos para resolver el problema de forma más definitiva se perdieron…
Emiliano: Todo eso se perdió y muchos proyectos de investigación perdieron dinero y los recursos que tenían. Entonces ese es el miedo de Gustavo, ¿no? y ese es el miedo de muchos de los investigadores con los que hablé. O sea, como que cuando pase esta coyuntura, cuando pase esta pandemia o al menos cuando cuando los intereses se vayan a otras cosas, que se pierda ese impulso regional…
Nadie sabe ni siquiera si las vacunas más desarrolladas de las empresas farmacéuticas con más dinero van a funcionar, ¿no? Lo que importa, también es, este, establecer ese tipo de independencia científica para que para la siguiente pandemia, porque no se equivoquen, va a haber otra pandemia –quién sabe en cuántos años– en nuestros países ya tengan esa capacidad de reaccionar y de responder y de protegernos. No podemos empezar, en el futuro. Tenemos que empezar ahorita.
Silvia: Bueno, muy bien. Gracias Emiliano.
Emiliano: Ay no, gracias a ustedes.
Silvia: Esta semana, la directora de la Organización Panamericana de la Salud resaltó que es muy importante que los países de la región participen en ensayos clínicos de vacunas para la COVID-19… Además de Brasil, Argentina fue seleccionada para participar en pruebas que empezarían en agosto. También dijo que la OPS está coordinando con socios para garantizar que los países más vulnerables de la región puedan recibir la vacuna a precios accesibles.
Eliezer: El martes, investigadores informaron que la primera vacuna contra la covid-19 testeada en Estados Unidos, desarrollada por los Institutos Nacionales de Salud y la empresa Moderna, había dado los resultados que esperaban sobre el sistema inmune. Según anunciaron, ya están preparados para dar el paso más importante: a fin de julio harán un estudio con 30,000 personas para terminar de comprobar si la vacuna es lo suficientemente fuerte para proteger contra el coronavirus.
Silvia: En El hilo somos Daniel Alarcón, Álvaro Céspedes, Mariana Zúñiga, Andrea López Cruzado, Elías González, Inés Rénique, Laura Rojas Aponte, Jorge Caraballo, Miranda Mazariegos y Carolina Guerrero. Nuestro tema musical lo compuso Pauchi Sasaki.
El hilo es una producción de Radio Ambulante Estudios. Gracias a nuestros compañeros de Radio Ambulante por todo su apoyo. Y gracias a los oyentes que se han unido a nuestro programa de membresías, su apoyo es crucial para que podamos seguir narrando las noticias de América Latina. Si tú también quieres contribuir, visita elhilo.audio/apoyanos.
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Yo soy Silvia Viñas.
Eliezer: Y yo soy Eliezer Budasoff, gracias por escuchar.